Solo uno que maneje el capote y la muleta y que conozca la lidia y que no acompañe y... Son tantas cosas |
Años ha, resulta que la empresa gestora de la plaza de Madrid, fuera la que fuera, llegado mayo, además de organizar la feria de San Isidro, también montaba una pequeña feria de novilladas y la goyesca del 2 de mayo. Pero eso era antes. Y antes, hasta el aficionado sacaba su abono para asistir a ese aperitivo y así ver cómo estaban los nuevos valores del toreo. Pero ya digo, eran otros tiempos. En los actuales estos señores de Plaza 1 dan una novillada y la goyesca, ¡faltaría más! Y a esa novillada no se puede decir que el aficionado haya acudido desbocado con unas ansias desmedidas de ver toros, de ver a la cantera del toreo de mañana. Si acaso solo se han desbocado los paisanos de uno de los actuantes y han seguido desocados hasta el final. Que a estas horas igual nadie ha sido capaz de calmar esos ímpetus que provoca el paisanaje, que ya se sabe, la patria chica tira mucho, tanto, que es capaz de llevarse por delante cualquier atisbo de razón, sentido común y afición.
Novillos de María Cascón, decepcionantes en todos los
sentidos. Siendo benévolos, justitos de presentación, pero, ¿a estas alturas vamos
a ser benévolos? No, mejor intentar ser justos y en este caso hay que decir que
si bien algunos lucían unas cabezas respetables, en conjunto han dejado
bastante que desear, demasiado escurridos, con demasiada falta de remate, aún
siendo novillos. En cuanto a comportamiento, muy pobre y además con el gran
defecto de una alarmante flojera, una falta de fuerza que no admite excusas.
Que siendo justos, además de los dos que se han devuelto por invalidez manifiesta,
se deberían haber devuelto todos los demás. Bastante tenían con aguantarse en
pie y algo tan básico, tan evidente, no lo consiguió ninguno de los pupilos de
doña María Cascón. Podemos entrar en el detalle de que no fueron picados,
fueron muy mal lidiados, dejándolos a su aire, que si iban sueltos por el
ruedo, que fueran, que si no se les ponía en suerte, pues tampoco parecía eso
tan grave. Que aquí hemos venido a lo que hemos venido, a sacar al paisano por
la puerta chica, que la Grande parece que está en revisión en los talleres de
los carpinteros y cerrajeros reales. Y de momento esta de ahora la abre el
primer ratero que se presente no con una gubia, vale una tarjetita de crédito y
presionando el resbalón con algo de maña, se abre de par en par. Del sobrero
del Parralejo, al menos se mantuvo en pie y el de Casa de los Toreros, vaya
nombrecito para una ganadería, quizá fue el más apto para eso que ahora llaman
toreo, en lo que el animalito solo tiene que ir y venir.
Y además están los aspirantes a figuras del toreo, porque me
cuesta creer que aspiren a empresas mayores como la de ser matadores de toros,
por ejemplo. Que lo de figuras está tan devaluado precisamente por esas figuras
y por estos aspirantes a serlo. Es lo que tiene el querer hacerlo tomando
atajos, el atajo del destoreo, el atajo del ventajismo, el de no implicarse ni
en la lidia, ni en conocer los secretos de esta, o el atajo de apoyarse en los
paisanos para empujados por el entusiasmo que provoca la cercanía, la familiaridad
o la vecindad, salir a cuestas por esa puerta que han puesto en lugar de la
Puerta de Madrid. Esta, ya digo, debe proceder de uno de esos grandes almacenes
del bricolage. No creo que merezca la pena entrar en el detalle de las
respectivas lidias de David garzón, Miguelito o Diego García. Los dos primeros
incapaces de presenta ante sus oponentes un mínimo de torería, de querer llevar
la lidia con eficacia y corrección y mucho menos de toreo con algo de verdad. Mal
con el capote, lanzando trallazos y esperando pasar el trámite capoteril, sin
cuidar la colocación en el primer tercio, la propia y la del novillo ante el
caballo, para seguir con la muleta siempre fuera, abusando del pico, sin mandar
jamás, sin conducir las embestidas y si acaso acompañando, permitiendo que el
toro les tocara constantemente los engaños y sin ser capaces de pararse quietos
mínimamente. Que pensarán que ahora toca glosar el quehacer del tercero, Diego
García, que ha salido a cuestas de la masa, que por otro lado tampoco es que
fuera muy numerosa. Masa que en el primer novillo de su torero ya se delataron
al pedir el primer despojo por haberse pasado todo el tiempo aperreado con el
de Cascón, persiguiéndole por todo el ruedo, contándosele dos vueltas
completas. Que aquí le largo un trapazo, allí otro, otro más allá y el de pecho
un trecho más para allá. Y en su segundo, el que cerraba plaza, pues más de lo
mismo; bueno, hubo una tanda de naturales aseadita, pero con eso ya nos vale
para perder en norte, el sur, el este, el oeste y toda la rosa de los vientos.
Medios muletazos saliéndose de la suerte a mitad de muletazo, pico y más pico
con la zurda, un cuarto de pase dando muñecazos en lugar de correr la mano y
rematar atrás y más trapazos hasta que se fue a por la espada. Quizá la mayor
virtud fue no hacerse pesado. Y eso tan feo de antes de tomar el acero dedicarse
a alisarse el pelo, secarse el sudor, el buchito de agua, el chorrito por el
cogote y al fin, ya era hora, a tomar la espada y el toro, allí, esperando. Que
a ver quién le cuenta a estos que hay que aprovechar cuando el toro pide la
muerte para volcarse sobre el morrillo. No, antes hay que acicalarse e ir bien
compuesto a terminar con una entera en mitad el lomo. ¡Viva Cartagena! Y sin
pensarlo, el paisanaje sacaba los pañuelos a dos manos entre un griterío propio
de… Un griterío y punto, que prosiguió mientras las mulillas y los mulilleros
se convertían en estatuas de sal, volviendo a la vida solo cuando el señor del
palco regaló el segundo despojo. Que el ocupante de tan honorable lugar, el
señor de Villa Parro, una tarde más ha seguido engrosando su currículum de
barbaridades, ofensas y falta de afición en la plaza de Madrid. El barullo por
los despojos cambió por el ya demasiado habitual “Fuera del palco”; las
peticiones de destitución de este usía se extendieron a toda velocidad por las
redes, pero, ¿ustedes creen que esto ha sido simplemente un error? Que los hay
que piensan que esto obedece a una consigna prefijada a la que tienen que
responder todos los presidentes. Y como aquel que dice, estamos empezando. Pues
si esto es lo que nos espera, apriétense los machos.
Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html
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