Nos quieren ignorantes y además ellos son los que deciden quién es aficionado y quién no. Cuanto más... mejor afisionao. |
Hay que ver oiga, cómo se nos han puesto por devolver cuatro
inválidos, pero no por devolver alguno más que también lo era. Que los amables
y siempre educados taurinos, resulta que también exudan bilis, que pierden las
maneras sin formas, que te pegan unos arreones de mansos tirándose al bulto a
hacer carne. Que es tocarle a los señoritos de buena familia y sobre todo, el
bolsillo, y te tiran unas tarascadas que solo buscan arrancarte lo más querido,
llevándose por delante la cabeza, el corazón y el alma misma si la pillan por
medio. Que hay que ver lo que sueltan porque a un señor le da por devolver
almas en pena a los corrales; que igual va a ser verdad aquello de que teníamos
que educarnos en este misterio tragicómico de la tauromaquia 5.0, que la 2,0 se
quedó en juego de inocentes infantes. Que uno también entiende que es más fácil
poner posturas con el animal con apariencia de toro despanzurrado en la arena,
que no mirándote a ver por dónde le sales… o le entras. Que también uno
entiende estas perraqueras si esto va de defender al ganadero, que se permite
el lujo de mandar un ganado que por lo que sea no se sujeta en pie, pero que lo
cobra como si saliera bueno, de defender al empresario, que si le echan un toro
para atrás ya pierde dinero y no les digo nada si son cuatro. O de defender a
los de luces, que como aún decían algunos en la plaza, buenas personas sin
duda, yendo por el cuarto con ocho salidas por toriles o aguantando hasta el
último que tampoco podía ni con la divisa, igual que el quinto, había que ser
buena gente y callarse, por respeto a los toreros. Y la que monta toda esta
panda porque desde el palco medio se defiende al que paga, pero debe ser que a
este le roban un toro o los que sea y esto no le afecta ni al bolsillo, ni a la
salud, ni al sentirse como un memo estafado al que dejan en cueros en mitad de
la plaza entre el carcajeo de los que le timan sin el menor de los decoros.
Que uno escucha a entrenadores de fútbol actores, directores
de teatro, de cine y lo que exigen, que ya les vale, es que el espectador sepa
de lo que van a ver. Pues en el mundo este, que no me atrevo a llamar de los
toros, por si alguien se ofende o por si falto al respeto, llega un caballero
muy engolado él y engominado, como debe ser la gente de bien y lo que achaca a
parte de gente que va a la plaza es que saben hasta el nombre del presidente
del festejo, es que los hay que van a la plaza queriéndolo saber todo, hasta lo
que pueden exigir y cuales son derechos y por supuesto, hasta se saben el
reglamento ¿Cabe mayor desfachatez? ¡Por Dios! ¡A la hoguera con ellos! ¡A la
hoguera el saber!
Pero volvemos a la eterna canción de siempre, unos que
quieren mangonearlo todo, que buscan su comodidad, buscan cerrar la entrada a
cualquiera que no sea de los suyos para seguir sacando tajada y los demás… a los
demás solo se les otorgan tres derechos, el primero por encima de todo, pagar,
pagar mucho, lo más que se pueda; el segundo, callar, nadie tiene derecho ni a
pensar, mucho menos a opinar, porque solo ellos saben de esto, los demás somos
unos perfectos ignorantes, aunque no tanto como a ellos les gustaría; y el
tercer derecho, viva la benevolencia, es aplaudir y aclamarles con delirio.
Pero claro, tanto han sacado esto de la sociedad, están expulsando a tantos,
que al final no se están dando cuenta de que no va a haber de dónde sacar el
dinero, que no va a haber un ángel celestial que baje a llenarles a ellos los
bolsillos. Eso sí, si esto no pasa, siempre tendrán un culpable a quién
achacarle todos sus males. Y si no, vean el ejemplo de la televisión, que según
se dice, según afirma el propio canal, se cierra y ya no emitirá más festejos,
porque hay causas ajenas que se lo impiden. Pero volvemos a la de siempre, la
culpa es que el aficionado no ha cumplido con sl primero y más sagrado de los
preceptos, el pagar, que lo visten de apoyar a la tauromaquia, pero no, no es
otra cosa que pagarles sus delirios, sus incapacidades, esa ineptitud de la que
hacen gala sin rubor. Pues nada, adelante, que nos laven el cerebro y nos lo
dejen con un encefalograma taurino plano porque ya saben, ellos solo nos
quieren ignorantes y manejables.
Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html
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