Cuántas ilusiones se han venido abajo con la tapadera de Las Ventas |
Todo indica que una trama muy peligrosa está detrás del
hundimiento de la tapadera que se había instalado en el interior de la plaza de
toros de Las Ventas para cubrir sólo los tendidos. Según fuentes bien
informadas, los cabecillas podrían responder a los nombres de Pepe Gotera y
Otilio, su lugarteniente para cuando la cosa se complica. Dada la magnitud de
los hechos, se ha llegado a la conclusión de que no actuaban solos, sino que se
aliaron con otra banda de “ñapas”, Manolo y Benito. Instantes después del
hundimiento, y personadas las autoridades competentes, pudieron comprobar la
presencia de abundancia de cajas de embalaje de IKEA y Leroy Merlín, lo que
hace suponer que la forma de actuación de la banda es no trasladar los materiales
desde largas distancias y adquirirlos cerca de la zona en la que actúan.
Parece ser que el origen del incidente/accidente/suceso/lo
desconozco/a mí que me registren/la herencia recibida/y tú más, fue un uso
incorrecto de las cinchas de agarre a los anclajes laterales del contorno.
Tanto la banda de los Goteras, cómo la de los Benitos, a pesar de estar
actuando conjuntamente, para ser que recelaban del otro. En un momento de la
maniobra, cuando Benito se ajustaba un pitillo a la oreja de forma mecánica,
empujó el lápiz de dos colores hacia atrás, haciendo que este cayera
repentinamente sobre la hucha de Otilio, quién de un respingo tiró
violentamente de la jarcia de la hembrilla del tonelete inferior. En esto que
Manolo, que ajustaba la contraria gritó “¡Tensa!”, vio estupefacto cómo todo el aparataje caía
como un paracaídas sobre la arena de la plaza. Según el testimonio del propio
Manolo, cabeza visible, y muy visible, de una de las tramas, “el estruendo fue
estruendoso”, lo que evidencia claramente que el ruido se pudo escuchar desde
el Centro de Asuntos Taurinos de la CAM y que Manolo maneja un vocabulario muy
expresivo, pero notablemente exiguo.
Según manifestaciones de los responsables del coso, no se
volverá a contar con esta asociación de empresas, de momento, pues en sentido
estricto, no son los únicos responsables de la caída de la tapadera. Aunque en
previsión de nuevos percances, el ayuntamiento de la capital estudia tomar la
medida profiláctica de prohibir el uso de paraguas, sombrillas, y estructuras
acampanadas que puedan acoger “personas humanas”, salvo que sean supervisadas
por los Goteras y los Benitos, que han adquirido una importante experiencia
tras este suceso. Los grupos políticos de ayuntamiento y Comunidad se han
dispuesto inmediatamente a tomar medidas. El partido que apoya al gobierno ha
afirmado que el derrumbe se ha debido a causas externas y a la ubicación de la
plaza en punto de confluencia de los vientos que bajan de la calle de Alcalá,
con las corrientes que circulan a lo largo de la M-30, perdón, Calle 30. Por su
parte, la oposición se ha reunido para votar si solicita una investigación o si
manifiesta su apoyo a los trabajadores de la construcción, excepto a los responsables
del hecho.
Por su parte, el diario El Mundo ha destapado una trama de
tráfico de material defectuoso que las bandas en cuestión recogían de los
contenedores de basura de los centros comerciales especializados en la venta de
muebles y artículos de bricolaje. La mercancía era recogida por la noche, se
almacenaba en los cuartos trasteros de los presuntos imputados y eran
conducidos al lugar de los hechos en furgonetas y motocarros sin la ITV
aprobada. El control de calidad no era demasiado exigente, pues además de este
origen de las piezas, también se rescataba todo lo que encontraban en los
contenedores de las comunidades de vecinos, antes de que pasara el camión de la
basura. Esta sospecha rondaba por la cabeza del responsable de obra de la administración,
quien veía algo raro en que la iluminación interior de la estructura fuera con
lámparas Tiffany y flexos de colores chillones. Asimismo, ABC ha titulado: “Afortunadamente,
ningún miembro de Zarzuela ha resultado afectado”. Por su parte La Razón ha
dicho: “Los tornillos defectuosos de la ferretería de un afiliado al PSOE”. El
País titula: “Nuevo escándalo en el mundo del toro”.
Tras el incidente, numerosos grupos en apoyo de los animales
se reunieron a las puertas de la plaza exigiendo mayor seguridad y la toma de
medidas para el futuro. Según afirmó uno de los dos manifestantes, ¿qué habría
pasado si el desplome se hubiera producido un día de espectáculo? Pues que casi
con toda seguridad habrían fallecido casi en el acto, el toro, los dos caballos
de picar y quizás alguna de las mascotas de que se hacen acompañar las damas de
la Peña Taurina las Majas con Joyas. La Sociedad Protectora del tópico y
lugares comunes ha quedado conmovida al comprobar que el ruedo presentaba una
escena dantesca, con los cuerpos de los supervivientes hacinados por todas partes.
Según confirman, entre estos había dos inmigrantes ecuatorianos, tres
subsaharianos, una mujer y seis personas.
Ahora sólo queda saber cuál va a ser el futuro de la plaza. Se
ha venido abajo la ilusión de ver convertido el recinto en la mayor sala de conciertos
de Europa, en que fuera el Madison de las Ventas acogiendo la disciplina de
baloncesto en las Olimpiadas, en que superara el record Guiness como el mayor
tascuzo del orbe durante la Fiesta de la Cerveza. Una vez visto cómo se ha
vaciado de contenido cultural este edificio, se apunta la posibilidad de
convertirlo en un centro de ocio en el que la gente se divierta, 200
restaurantes, 1.500 bares de copas, 32 salas de cine, 14 macrodiscotecas, un
casino gigante, dos fumaderos de opio, tres bancos, seis prostíbulos de alto
standing, 14 hoteles y un kiosko de helados. Y es que ya se sabía, el mantener
una plaza de toros en el centro de una gran ciudad no podía traer nada bueno.
A los testigos cualificados de la catástrofe, los Benitos y
los Goteras, se les nombrará asesores sobre construcciones de riesgo,
estructuras de riesgo, lugares públicos de riesgo y contratación de empresas
del ramo con riesgo, para así contratar con mayor seguridad a los "ñapas" más
acreditados por los mercados. Pero no piensen que el gobierno municipal y
autonómico se ha olvidado de la Fiesta de los toros, no. Una vez al año, que
puede ser el 15 de mayo o el 15 de agosto, se celebrará un festejo patrocinado
por una comercializadora de Velcro, en el que los toreadores no utilizaran ni
puyas, ni banderillas, ni espadas, estos instrumentos se sustituirán por
palitos decorados con alegres colores, que en su extremo llevarán pegados un
trocito de este tejido adherente. De momento ya han asegurado su presencia
Monsieur Castelá y el ciudadano Rincón, que actuaran bajo el patronato de
Velcrodelta, antigua Tapadelta, antes Taurodelta, después de que eliminara todo
lo anterior y…