Para disfrutar en los toros, hay cosas que resultan imprescindibles y si no, no sé cómo alguien puede pasarlo bien en la plaza. |
Tenemos que reconocer que a todo el mundo hay que
garantizarle los medios para que puedan disfrutar de las grandezas que el
género humano ha ido creando a lo largo de los siglos. No podemos consentir que
una mera dificultad de comprensión, de insuficientes conocimientos o porque la
obra encierre una dificultad excesiva, esta llegue a todos. Que el Quijote
estará muy bien, según dicen los sabios, pero, ¿para qué se han creado las
ediciones para jóvenes? ¿Por qué enfangarse en una obra tan densa como extensa,
cuando hay hasta una serie de dibujos animados’ Que me dirán que no es lo
mismo. Por supuesto que no es lo mismo, los dibujos animados son mucho más
entretenidos y además no hay que pasarse horas con un libro en la mano. Que si
seguimos por la literatura, ¿para qué tener que leerse esos tochos
interminables, si ya han sacado la película? ¿Para qué leer un periódico si ya
tenemos X, antes Twitter? Que ahí te enteras de todo. Pero no solo está la
cuestión del “librismo”, porque si vamos a eso del arte… eso es para echarle de
comer aparte, que si un huevo frito es arte, que si tal retrato de un papa es
todo enjundia. Y anda que no hay cuadros y cuadros y más cuadros. Pero yo sé la
forma de quedarse con lo importante de verdad. Cualquier obra que no aparezca
en una camiseta, en una taza o en un posavasos, no es una obra importante. Que
a poco que uno se descuide, te meten cualquier cosa diciendo que es una obra
maestra. Y de música, tanto que hablan de música clásica, de ópera, ¿las han
sacado en algún anuncio de perfumes o en una peli? Pues entonces, descartadas.
Y en esto de los toros, pues ocurre tres cuartos de lo
mismo, que unos nos vienen con que si el toro con casta, que si la verdad en el
toreo, que si las lidias completas, ¡anda ya con las milongas! Que ahora va a
resultar que para saber de esto y para que te guste va a haber que tragarse
todo un tostón hasta llegar a que atoreen con la muleta. Que si al menos lo
hicieran con la capa, con chicuelinas o lopecinas, pues vaya que vale, pero
estar ahí traga que traga con que si el caballo por aquí o por allá. Que en
esto, lo que vale es que se den muchas orejas, que lo dicen los de la tele y
los que no son de la tele, que esto es para que el pueblo se divierta y punto y
si todo el mundo pide la oreja, ¿quién es nadie para no darla o protestarla?
Pues eso, no son nadie. Que ya está bien de los culgachapas esos que te dan
unas murgas que no se aguantan ni ello. Y que me perdone mi tío Juan
Hermenegildo, que dice que los hay que lo que quieren es simplificar esto cada
vez más, para que medio lo entiendan los que no saben ni lo que es un toro.
Como si eso importara. Un toro, es un toro y ya está, que lo sacan para que el
torero atoree y punto. Que empieza que si el torero tiene que cargar la suerte,
que si rematar los pases, que si lucir al toro en los tres tercios, que si al
toro se le ve en el caballo, que si en banderillas te dice cómo va a ir a la
muleta, que si… Pero, ¿para qué tanta leche, si al final en la muleta o sirve o
no sirve y no hay que darle más vueltas. Que si la suerte suprema, que si hacer
la suerte, que si la espada en todo lo alto; pero, ¿la cosa no va de que el
toro caiga y punto? Pues para qué marear la perdiz.
Que sí, que nos llaman ignorantes a los que nos sobran todas
esas historias que cuentan. Que dicen que esto es inabarcable, que no se puede
saber nunca todo. Pues yo he ido dos veces a las Ventas con la Conchita, solo
este año, voy a los encierros de mi pueblo y los del pueblo de la Conchita y ya
me lo sé todo ¡Ea! A ver cómo me
explicas eso, ¡chúpate esa! Pero, ¿qué hay que saber? ¿Para qué tanta historia
de los listos esos que se inventan las cosas para hacer creer que saben? Si es
que nos gusta complicar las cosas para darnos importancia, por significarnos.
Que dice mi tio que así se nos maneja como les da la gana y que somos
ignorantes y que lo peor es que alardeamos de nuestra ignorancia. Pues yo no soy
un ignorante, que me sé todas las cosas que dicen los de la tele y si quiere mi
tío, se las repito en la jeta, para que vea que no soy ningún ignorante. Y que
el torero bueno es el que llena las plazas y el que más orejas corta, ese es el
bueno y si no, ¿Por qué corta tantas orejas e indulta tantos toros? Que yo no
sé. Pues como dice mi Conchita, yo me las sé todas, sé más que los ratones
colorados, cuando voy a la plaza y entro con dos vasos de los gordos llenos
hasta rebosar de yintonis, como si no hubiera un mañana y si se acaba, pues a
por otro, que un toro entero sin bebida se hace muy largo y si no te puedes
pegar un buen peloti, ya me dirán cómo se alegra uno, que así ni te diviertes
ni nada. Que no sé, dice mi tío. Él sí que no sabe, que va a la plaza y el tío
no levanta la vista del albero, que dice que no hay que perder detalle. Pues él
sí que los pierde, ni una fanta se toma el tío seta. Que déjense de que esto es
muy complicado, que nunca se sabe de toros. Pues yo sí que sé e igual que hacen
el Quijote en dibujos animados o te resumen lo que pasa en el mundo en “X”,
antes Twitter, lo que tenían que hacer es un resumen de todo esto, una Tauromaquia
para todos.
Enlace Programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:
https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html