Uno de los dibujos que Gonzalo quería ver, este afarolado con faroles
Un día te presentan a un compañero de Opinión y Toros,
Gonzalo Ortigosa Yoldi, y lo recibes con el agrado y afabilidad de los que
comparten una afición, momentos de enfado, instantes sublimes y una pasión por
ese animal mágico y grandioso y por los que de verdad se ponen delante de él a
crear. Recuerdo que de primeras me pareció un tío educado, para ir descubriendo
que era una persona culta, prudente, con mucha sensibilidad y muy atento con
los demás. Lo de buen aficionado se daba por hecho, aunque después he tenido
muchas oportunidades de comprobarlo.
Si alguna cosa mala tiene Opinión y Toros, OyT como
escribimos algunos internamente, es que no es muy factible el poder
encontrarnos todos al mismo tiempo, ni casi por separado, pues la universalidad
es lo que tiene. Pero un tiempo después de conocerle, me planteó una idea,
tomar sus textos, sus magníficas reflexiones sobre los espacios en el toreo, e
ilustrarlos. Estupendo, pues vamos a ello. En una mañana, tomando un café
detrás del Reina Sofía, me descubrió parte de lo mucho que guarda dentro. Yo
recuerdo que le veía serio y hasta a mí me costaba bromear sobre según que
cosas. Fuimos avanzando, con lentitud, por supuesto, y fue descubriendo más
cosas sobre Gonzalo; no era otro Gonzalo, era el mismo, pero después de haber
leído más páginas del gran poema y esa lírica que es él. De repente me empapaba
con su fino sentido del humor en voz baja, pero con la fuerza de una galerna.
Llegó el maratón de San Isidro y tuvo la generosidad de compartir
casi toda la feria a mi lado. No es de mucho hablar, se fija, comenta alguna
vez y te deja clavado. Los compañeros de grada empezaron a pasar alguna tarde
alguna bandejita con esas cosas que tan ricas están a las ocho de la tarde en
la plaza de Madrid y en seguida le pasaron también a él la bandeja, ya era de
los nuestros. Si llegaba tarde preguntaban por él, si no había sitio empezaban
todos a estirar el cuello para colocarle cerquita. Todos comentábamos la
corrida, cuando nos aburría el panorama comentábamos otras cosas. Él tan serio
me contaba un chiste en voz baja y mientras él mantenía el tipo, yo me reía a
carcajadas como si me hubieran dado una descarga.
El Gonzalo que yo conozco te habla de los suyos como algo
importante, te muestra lo suyo con la modestia y el orgullo de los que quieren
compartir algo íntimo contigo. Algo tan íntimo que te hace estremecer, igual
que cuando te lleva de la mano de tapas por Logroño y ves el placer con que
disfruta lo mismo un pincho que un natural rematado detrás de la cadera. O
cuando te enseña sus trabajos como si fuera una mera ocurrencia y te das cuenta
de lo pequeñito que eres al lado de un artista. Un artista siempre peleando,
pero sin faltarle el buen humor, ni el ánimo; debe comprarlo por toneladas o igual
lo planta en su jardín y lo cuida con el mimo de una madre, lo poda, lo riega y
hasta le debe poner música para que crezca con la frescura y el aroma que
desprende allá por donde va.
Hablé con el hace unos días y me contó la situación, no era como
otras veces, cuando su hermano estaba luchando y hasta parecía que podría salir
adelante; me dijo que solo quería estar en Logroño, en su casa y solo salía de
allí cuando era absolutamente necesario, teniendo siempre un pie allá donde
estuviera su hermano. Me dejó helado cuando le escuché decir que se le estaba
yendo un hermano, Armando. Como siempre, en voz baja, pero la dureza no
dependía del tono de esas palabras, esta era solo cosa de la empecinada
realidad. Todavía le quedaban fuerzas para sonreír a través del teléfono y
mostrar su afabilidad natural. Ahora estará pasando por un momento que solo él
y su familia saben lo difícil que es. Los demás podrán ayudar, pero solo son
ellos los que han perdido un hijo, un marido, un hermano y un padre. Cuantas
formas de sufrimiento, que son una sola. Gonzalo, ya sé que nadie podrá darte
consuelo, pero solo quiero que sepas quien está dispuesto a hacer el esfuerzo
para que lo tengas. Un abrazo muy fuerte y sentido, maestro.
P.D.: Nunca antes había publicado un mismo texto en Opinión y Toros y en este blog, pero en este caso no me salen dos versiones diferentes sobre un caso tan serio. Pido perdón desde ahora mismo. Y también recomiento que visiten el portal y lean lo que escribe Gonzalo en él.
15 comentarios:
Enrique, hermosas palabras que transmiten cariño, respeto, solidaridad, en una palabra "amistad", en los momentos más difíciles
Un abrazo y mi solidaridad con Gonzalo
Pgmacias
Enrique, eres de esos aficionados buenos, de esas personas que se encuentran en el paso por este mundo y que se cuentan con los dedos de la mano. No me hace falta conocerte en persona para saberlo. Estas palabras de amistad, de cariño para el amigo que está pasando por momentos duros, lo demuestran. Eres uno de esos aficionados a los que Joaquín Vidal llamó Benditos de Dios.
Un abrazo
Enrique me han emocionado tus palabras, llenas de sensibilidad y mucho cariño. Gonzalo es una gran persona, como muy bien sabes tuve la oportunidad de pasar un fin de semana con el y me demostró su afición y su amistad, vamos un tio grande.
Un abrazo para los dos.
Enrique, has definido a la perfección al Gonzalo que nosotros conocemos y al que tanto queremos.
Un ser capaz de decir y hacer lo que los demás no somos capaces ni de pensar.
Ayer estube con él y se le veía entero exteriormente, pero son momentos muy duros para ély su familia.
Realmente bellas tus palabras Enrique, gracias.
Pues al igual que Pgmacias, otro abrazo y todo mi apoyo tambien para Gonzalo en momentos dificiles.
Pgmacias:
Gracias. Gonzalo se merece todo y es de esas personas que te cazan sin fuegos de artificio.
Un abrazo
Pepe:
Muchas gracias por lo que dices. Solo espero estar a la altura de las circunstancias, y poder ayudar al que esté en una situación como la de este amigo.
Un abrazo
Manolo:
¿A que sí? Es un tío grande, que se le ve, aunque él no haga por mostrarlo.
Un abrazo
Luis:
Tú le conoces mucho mejor que yo y sabes de sus sentimientos. Yo creo que es inimaginable y para lo que no estás preparado en estos momentos. Y me creo lo que dices de su entereza, porque es así, pero le tiene que arder el alma. Yo quiero esperar para hablar con él, pero si le ves, mándale un beso, que los hombres también nos damos besos.
Un abrazo
Marín:
Si le conocieras te iba a encantar y no sabes lo que se aprende de todo con él, lo primero a disfrutar de todo.
Un abrazo
Qué vamos a decir de nuestro amigo Gonzalo, verdad?.
El mundo del toro me ha dado muchas satisfacciones, muchos momentos "cumbre" y de un tiempo a esta parte, desde que conocí a unos cuantos tipos, a cual más extraño, entre los que se encuentra Gonzalo, el mundo del toro me ha dado lo máximo que puede pedir una persona: amistad.
Gonzalo no está solo y eso es algo que los que tenemos el placer de ser sus amigos, debemos procurar que siga siendo así.
Gracias Enrique.
Qué no podríamos decir de nuestro amigo Gonzalo, verdad?.
El mundo del toro me ha dado muchas alegrías, pero la mayor de ellas y de un tiempo a esta parte, es algo de lo que habrá mucha gente que sentirá envidia: la amistad.
He conocido a gente como Gonzalo que son capaces de cambiarte horizontes y de hacerte ver las perspectivas hasta ahora inexistentes.
Me complace saber que nuestro amigo también tiene amigos y que no está solo.
Gracias Enrique.
I.J. del Pino:
Pues es como tú dices, un gran tío. Además ya ves que se junta con otros con los que no tiene nada que echarse en cara, como es el clan riojano, pero del que habla con mucho cariño, como todo lo que le importa. No creo que vaya a quedarse nunca solo y si es así, será el día en que solo haya estúpidos en el mundo. Muchas gracias a vosotros y un abrazo para todos.
Enrique:
Siento mis retrasos en ver tu blog, pero ya estoy enganchado como cada verano a los colegios como jefe de obra.
Bonita entrada que demuestra la calidad humana que tienes. y sobre todo el respeto y la admiración a un compañero pero sobre todo a una persona con una afición común.
Un abrazo
Diego:
Gracias por tus buenas palabras hacia mí, como siempre, aunque como bien dices quise demostrar mi admiración, respeto y cariño por un amigo que es un tío muy grande, muy grande.
Un abrazo
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