martes, 23 de febrero de 2016

Ratatatatata, noticias de rabiosa actualidad

El toreo waterpolo está ultimando detalles para arrancar esta temporada. Renovarse o morir


El mundo del toro es un hervidero de noticias, pasan cinco minutos y ya te has quedado anticuado, esto es un frenético frenetismo de los acontecimientos que acontecen.
La premiosidad del caso no nos ha permitido ni detenernos en la correcta redacción de estos apuntes, ni mucho menos en corregir nada. La actualidad manda.

-          Taurodelta ha presentado el cartel del Domingo de Resurrección, Fandiño y Morenito de Aranda. Lo de los toros parece ser que serán de Martín Lorca, pero eso es lo de menos, ¿A alguien le importa? Asimismo han confirmado que durante la temporada se celebrarán festejos varios, si es posible, con toros y toreros. ¡Vaya! ¡Qué buena noticia! Los aficionados se alegrarán de saberlo. Estaremos al tanto de la próxima presentación de las presentaciones de sucesivos carteles.

-          En esta fiebre de presentaciones, Taurodelta seguirá colaborando y, dentro de sus posibilidades, se espera que sigan contratando novilleros que se presenten con caballos por primera vez en su vida, en la plaza de Las Ventas. Hasta puede que haya ganaderías, low cost, por supuesto, que tomen antigüedad en la mismísima feria de San Isidro.

-          Se ha oído que la empresa de Madrid creará el premio Moisés, para el picador que al levantar el palo, mejor se apoye en este mientras el animalito de abajo se desloma estrellándose contra el peto acorazado. También se habló de crear otro galardón llamado “A ver si tienes huevos”, para aquellos que se atrevieran a hacer el Moisés sin peto o con este considerablemente aligerado. La propuesta no fue secundada.

-          Taurodelta no para y en ese afán de modernizar la Fiesta de los Toros, para este año activará un nuevo servicio de comunicaciones. Durante la lidia, y mientras se esté picando el toro o en el tercio de banderillas, los espectadores podrán chatear y enviarse mensajes con los dos matadores a los que no les corresponda dar muerte a ese toro. Se estudia si esto pudiera extenderse a las faenas de muleta, pero para ese espacio de tiempo se proyecta crear un ciclo de cine de autor y así los aficionados podrán disfrutar a la vez de esa larga sucesión de trapazos y de los nuevos cineastas de Azerbaiyán.

-          Se rumorea que para el próximo San Isidro, durante los festejos, se celebrarán unas jornadas gastronómicas que premiarán al mejor bocata, el mejor yintonic y como aliciente especial, al mejor pedidor de cervezas durante el primer tercio, valorándose lo que este pueda molestar a los que sí que estén interesados en ver al toro en el caballo, el número de vasos que puede transportar con las dos manos y si, rizando el rizo, pudiera llegar a enredar al cocacolero con las vueltas de un billete de 20 euros.

-          Como novedad, Nesspreso ha dado un paso al frente y ha desafiado a todas esas empresas que deciden apartarse del mundo del toro por ajustarse a lo políticamente correcto y ha confirmado que instalará una máquina de cafés en el callejón de las Ventas. ¿A quién no le apetece un cafelito entre toro y toro o justo después de hacer un quite por chicuelinas? Queda por saber si habrá una modalidad de café específico para después de unas gaoneras o un pase por detrás. Eso quizá tendrá que esperar un año más.

-          Finalmente, todo hace indicar que Morante de la Puebla sí vendrá a Madrid. Las gestiones iniciadas por la empresa Taurodelta parece que han conseguido fructificar. Según han filtrado fuentes bien informadas, ha sido decisivo el hecho de que en la chepa del ruedo se instale un tobogán réplica del Dragon Khan, que desembocaría en una piscina de bolas.

-          Además, para este próximo San Isidro, durante la faena de muleta se activará un contador de pases que irá sumando las veces que el torero agite el trapo, impedientemente de que sean trapazos, banderazos o algún natural que se escape accidentalmente, para una vez superadas las 175 empezará a sonar la música de Rocky IV, que deberá ser coreada con palmas por el público, siendo expulsado aquel que no lo haga.

-          A partir de ya, desde el primer festejo de la temporada, los mulilleros cambiarán su indumentaria y saldrán al ruedo vestidos de cheerleaders, con pompones con los colores de la región de procedencia de cada matador. Interpretarán canciones que levanten el entusiasmo de la concurrencia y que ablanden el corazón de los presidentes, evitando así ese espectáculo tan desagradable de robarle una oreja a un pobre chaval necesitado de despojos. Sus emolumentos seguirán siendo abonados por los propios matadores, como hasta ahora.

-          Lamentablemente, no todo iban a ser buenas noticias. El Juli ha cancelado la conferencia que tenía programada en la barra de los bares de la plaza de Madrid, “El sentimiento nihilista del metatoreo en la cinamatografía de Herbie torero y Cantinflas en el Padrecito”. Según se ha oído, no tenía nada que decir.

Y de momento, esto es todo, siempre a la espera de que haya nuevos anuncios de presentaciones de las presentaciones de las presentaciones de los carteles futuros y es que esto está que arde con las “ratatatatata, noticias de rabiosa actualidad”.


Enlace programa Tendido de Sol del 22 de febrero de 2016:
http://www.ivoox.com/tendido-sol-22-feb-2015-audios-mp3_rf_10524183_1.html

jueves, 18 de febrero de 2016

La chepa de la vergüenza

Dos quites celestiales con el capote y ascendió a los cielos. Poco tardó en comenzar nuestro martirio en forma de la decepción y desencanto más absoluto


¡Qué disgusto más grande! La de vueltas que le llevo dando a la cabeza, el dios de los toreros, la luz de la torería, el Teseo de nuestros días, nuestro guía en los intrincados caminos del arte, el lince entre los linces, desprecia nuestra plaza y nos dedica un “ahí te quedas”, con un par. ¿Qué mal hemos hecho? ¿Qué delito hemos cometido? ¿Cuál es nuestro pecado? Si nos pinchan, ¿acaso no sangramos? Si nos hacen cosquillas, ¿acaso no reímos? Si nos envenenan, ¿acaso no morimos? Y si nos agravian, ¿no debemos vengarnos? ¿Por qué este castigo? Todo por una chepa, la misma que al mismo dios no le importó para deleitarnos con su toreo de capote años ha, ya demasiados, la misma que no impidió crear el toreo más bello que imaginar pudiéramos a Paula, Romero, Chenel, El Viti o Camino, a los más recientes Mora, El Cid, en la época de los quites del dios, José Tomás o Frascuelo.

¡Maldita chepa! ¡Yo te maldigo chepa! Tú nos has arrebatado al genio, al arte, al baile de corrales, a los caprichos sin sentido, a las mamarrachadas del aprendiz de brujo, a la estupidez pública, a la ausencia de afición, al miedo a afrontar la responsabilidad de una plaza en la que aún se protesta, a tener que esperar que el aire le venga por delante o por detrás para justificar el parné al que nunca ha hecho ascos, al sentirnos abochornados, engañados y asaltados por un espantajo con medias rosas, puro en boca y cafelito a deshoras. ¡Bendita seas, mi chepa del alma!

Antes, en los tiempos pasados, muy pasados, aunque no tanto como lo están aquellos quites con el capote del dios, las gitanas hicieron famosa su célebre maldición en que a los malos toreros les deseaban que les saliera un toro bueno. Pero eso era para quienes al menos se sentían toreros y se veían obligados a demostrarlo precisamente con el toro bravo y boyante, el más chivato de todos, el que canta las carencias y faltas de valor. Pero el dios se nos atasca con una chepa, con una rampa en mitad del ruedo. ¿Será un problema de accesibilidad taurina? ¿Cómo no habíamos caído en ello? Lleva años evidenciando sus carencias y ahora nos extrañamos de lo de la chepa. Si no ha podido superar el escalón del toro encastado, no se atreve con subir el bordillo del toro íntegro y ha convertido en un clásico el pitote corralero matinal. Hay que allanar el camino al dios.

Pero tranquilos, que siempre habrá quién le encuentre la gracia a tanto esperpento y perderán el aliento para justificar y vestir de genialidad tanta tontuna concentrada. Eso que ahora llaman genialidad era motivo suficiente para acabar en el pilón o ser corrido a gorrazos por la calle. Y como al dios le gustaba la sintonía, se subió al carro y se lo creyó. ¡Qué cosas! Para eso no necesito ayuda, sí para la chepa, pero si la cosa va de halagos pega un respingo que llega al cielo. A ver si va a ser que simple y “llanamente” está interpretando un papelón. Serán cosas del márquetin, que uno de sus mentores se llegó de dos patadas a Los USA y se trajo un manual de mercadotecnia aplicada al taurinismo. Mira dios, mientras andemos con estas melonadas, nadie se va a fijar en lo que haces en el ruedo. Ni tan siquiera vas a tener que seguir queriendo imitar a este o al otro, basta con que te disfraces de bicho raro, que te enfrentes a los antitaurinos comiendo pipas, que cuando te pregunten no hables y que cuando hables, parezca que hablas sin hablar y ya está, te desmelenamos tus guedejas al viento, una camisa desigual, esa parsimonia tintada de halo divino y pa’lante. Igual hasta nadie cae en que eres torero y que tu obligación es plantarle cara al toro y así vamos recaudando por esos mundo de perfomance en perfomance. Seguro que “el coro de niños cantores de loas al dios” no se detendrán en esos detalles sin importancia y en gra
n medida, absurdos de exigir al torero como tal, de pedirle que al menos justifique su caché y su fama en los ruedos, pasarán por alto eso de no ver al toro con trapío ni en las litografías de la lidia y hasta se desternillarán cuando se repitan que el dios no acudirá a Madrid por la chepa, porque con la maldita chepa de por medio es imposible. Si ya lo dice él, así no se puede torear. Pero no se equivoque, no se puede torear si no hay toro, si no hay afición para ello y si no hay vergüenza torera, sin detenerse en excusas estúpidas para ocultar tanto que tiene que ocultar y que nada tiene que ver con la chepa de la vergüenza.


lunes, 15 de febrero de 2016

Manifestaciones y adhesiones incondicionales

Solo hay una forma de manifestarse a favor de la Fiesta, con el toro y el toreo de verdad. Basta de pamemas y manipulaciones interesadas.


Uno de los ejercicios de libertad más apreciados por los que dentro de si albergan un espíritu democrático es el derecho a manifestarse, el derecho a opinar libremente y a hacerlo con cuantos quieran y dónde quieran, sin temor a que nadie les pretenda callar a la fuerza, ni que intenten influir en las ideas de cada uno. A veces es complicado diferenciar lo que es una manifestación hecha en libertad y en conciencia y lo que simplemente se monta como un acto de adhesión incondicional dirigido a favorecer intereses personales de unos cuantos. Eso sí, que siempre te presentarán el plato de forma apetecible, que incluirán algunos ingredientes a los que saben que no te podrás resistir y que tramposamente te echarán en cara tus decisiones, si no sucumbes a sus deseos.

En estos días se ha convocado una manifestación más, supuestamente en favor de la tauromaquia, pero que viniendo de quién viene la propuesta, los términos en que se plantea y las formas, a uno le despierta todas las desconfianzas del mundo. Soy consciente de que habrá quién opine que si es a favor de la tauromaquia no cabe lugar a dudas y que sin pensarlo hay que enredarse en la bandera del taurinismo y salir a la calle a exigir la defensa de “lo nuestro y de nuestras tradiciones y nuestra historia”. Nadie se puede negar a eso, absolutamente nadie; lo malo es que un lema tan florido y rimbombante es la tapadera que cubre un barril de estiércol y los que me quieren manipular son los que me obligan cada tarde a meter la cabeza en el balde y a respirar esa fetidez mareante, a saborear el gusto de toda esa inmundicia y además a cantar lo delicioso y embriagante que todo eso resulta. Quizá piden demasiado, ¿no? Más bien parece un abuso de la buena voluntad y buenas intenciones del respetable, al que por cierto nada respetan, ni tan siquiera cuando este va con los billetes por delante.

Podría empezar por los carteles de Castellón de Valencia como evidencia de lo dicho más arriba, pero no, esas no son mi plaza y no soy quién para pretender imponerles mis gustos. ¿Ellos se entusiasman con el medio toro, los toreros titiriteros y con el Soro? Pues adelante con ello, son muy dueños, pero primero, que no me pidan que dé mi apoyo a eso, porque yo, personalmente, lo considero una verbena y un espectáculo del que me avergüenzo. Aparte de tener mis dudas acerca si eso es lo que le gusta a las aficiones de Castellón y Valencia, que en otros momentos se emocionaron con el toro de verdad y con los toreros de una pieza, así que por lealtad a esos buenos aficionados, permítanme que no me adhiera incondicionalmente a “su númerito callejero”. Que ya está bien de andar considerando tontos a los que pagan por una entrada en esas plazas del mundo. Peo lo que sí exijo es que en mi plaza, y la de tantos, vivan o no en Madrid o hayan nacido en la Villa y Corte, pero que son aficionados de Madrid, aquí les ruego, les exijo, que no traten de meterme sus “tradiciones, usos y costumbres”. Les doy la libertad de que echen por tierra el prestigio y honor taurino de su tierra, de su plaza, pero hagan el favor de dejarnos en paz a los que andamos por el centro de la Meseta, haciendo equilibrios entre la Mancha y los campos de Castilla. Bastante han desprestigiado ya “lo nuestro”. E insisto, no voy a ser tan estúpido de cerrar el derecho a ser afición de Madrid al nacido y residente en Linares, Murcia, Trujillo, Aragón, Euskadi o Villalón de Campos, sería negar “lo nuestro y nuestras tradiciones”, a los que tanto han contribuido a engrandecer mi plaza.

Nos piden que vayamos a manifestarnos de forma incondicional y sin el menor asomo de sentido crítico, ni disconformidad alguna con las doctrinas oficiales, justo después de ver unas fotos y un vídeo de dos figuras del toreo “ejercitándose” delante de unos animalejos que no pasarían ni por novillos en una plaza de tercera. Pero, ¿con qué derecho se ven para exigirme silencio y que agache la cabeza admitiendo tales atropellos a la Fiesta de los Toros? Que siempre me saldrá el espabilado de turno que te justifica la vergüenza con aquello de que es la forma de vida de unas personas que también tienen derecho a su trabajo. Visto lo visto, a lo mejor tenemos que pensar que han obligado la profesión y que tan solo deberían haber llegado a matarifes y no a matadores de toros, que otros no pueden llamarse periodistas y tendría que conformarse con ser voceros, ni tan siquiera heraldos, ni pregoneros, de la misma forma que los que se condecoran como aficionados no pasarían de simple chusma taurina que vende su alma por un trago de la bota, por un yintonic o por merendar en público, para que todo el mundo sepa que se las traga dobladas. Manifestémonos, sí, hagámoslo con entusiasmo para defender lo nuestro, nuestra historia y nuestras tradiciones, faltaría más, pero no para salvar el negocio de unos mangantes, su largo historial de fraude y mentiras y esa tradición que tanto apesta de sacrificar lo más sagrado de este rito en favor de arañar cuatro céntimos, incluso a costa de cobrarlos a cuenta por el cadáver que finalmente acabarán entregando al primero que les dé sus treinta monedas. No cuenten con mi apoyo, al menos mientras todavía pueda distinguir entre manifestaciones y adhesiones incondicionales.


Enlace del programa Tendido de Sol del 15 de febrero de 2016:
http://www.ivoox.com/tendido-sol-15-febrero-2016-audios-mp3_rf_10438424_1.html

domingo, 7 de febrero de 2016

La tienta y madame Curie, experimentos arriesgados

Se pueden cruzar sangres en busca de la bravura, incluso hasta crear nuevos encastes, solo hay que querer hacerlo y tener valor y conocimientos para ello.


Una vez vi una peli de una señora que era polaca, que se fue a París a estudiar, que se casó con un señor muy  listo y que se metió en un sitio con mucho frío en invierno y mucho calor en verano, para acabar inventando la radio, que además fue por casualidad.¿O era ese hueso del brazo que tiene nombre de transistor? No lo sé, el caso es que la buena mujer tuvo que probar muchas veces que errar en multitud de intentos por sacar algo en claro y que ya digo, casi por casualidad, allí salió una cosa, por lo que  le dieron un premio muy importante. Me parece que se lo daba una marca de tabaco, Nobel. Para que luego digan que las tabacaleras son malas y que envenenan a la gente. ¿Y por qué toda esta historieta? Pues muy fácil, yo se lo explico inmediatamente, en párrafos subsiguientes que irán a continuación.

La señora esta, por lo que contaban en la peli, debía saber más que un sabio, vamos, que ella misma debía ser una sabia, pero sabia, sabia, de las listas de verdad, no de las listas esas de ¡menuda lista! No, de las de verdad. Vamos, tan lista y con tanto saber, como los ganaderos de bravo, los de verdad, no los de las taurofactorías, ni los clonadores, ni los ganaduros a costa de lo que sea, los ganaderos fetén. Pero claro, aún siendo tan sabios, sabios de quitarse el sombrero, a lo largo de su vida acumulan error tras error, hasta formar montañas de ellos, pero no se crean que esto les llevaba, ni les lleva al desánimo, ¡qué va! Todo lo contrario, los errores les hacían más sabios todavía. ¡Qué cosas tiene la vida! Lo osados que son muchos que se atreven a aventurarse con que si se cruza tal o cual hierro con otro, sea de la misma o diferente sangre, el resultado será este o el otro. ¡Ufff! Hay gente a la que no sé si llamar valiente o inconsciente. Y he querido apuntar que al cruzar una punta de vacas con un semental, incluso aunque la procedencia sea la misma, puede surgir el desastre o el éxito, que a su vez puede ser total, algo casi imposible, o parcial. Me explico, porque seguro que alguno me toma por loco, que creo que no lo estoy, o por ignorante, que ahí ya no me atrevo a quitarles la idea, aunque entiendan que no les dé la razón a las primeras de cambio.

El éxito total en un cruce sería que de una punta de vacas y un semental salieran unas vacas excepcionales para ser madres, con el éxito posterior al dar sus crías; unos becerros sobresalientes, así como los novillos y los toros. La locura. Pero claro, esto es muy difícil que se dé y complicadísimo que además se prolongue en el tiempo. Cuántas veces no se habrá dado el caso del ganadero que cruza y el resultado es que las vacas sean bravísimas, que los machos salgan blandos, o que sean buenos de novillos, pero que de toros no den la talla. ¿Solución? Pues la que siempre han tomado los buenos ganaderos: continuar la búsqueda, que por otro lado se convierte en la constante de sus vidas ganaderas, que la afición y el amor al toro les hace seguir, seguir y seguir, sin caer en el desánimo, porque como ellos dicen, esto es el toro. Y esto sin entrar en la presencia, que ese es otro vía crucis que en combinación con el del comportamiento de las reses hace que parezca incomprensible el que haya alguien que se dedique a la cría de ganado bravo. Pero hay una explicación que en seguida les aclararán sus dudas u esta es la afición; ni la fama, esquiva como nada, ni el dinero, a veces ausente y sin que haya muestras de que se le pueda esperar.


Recuerdo cómo una vez un ganadero de fama manifestaba su preocupación porque un magnífico semental ya entrado en años en cualquier momento pudiera decir basta y dejar de padrear en la tierra para irse al cielo de los toros bravos a cubrir las vacas del paraíso taurino. Como decía antes, la misma sangre, la misma procedencia y todo pendiente de que se produzca un milagro, que padre y madres liguen. Tientas de vacas, de machos, en las casas en que se hagan, mirando todo con lupa, para que al final haya que tener en cuenta si ligarán. Así que si sale un toro bravo, no me dirán que no es pura y simplemente producto del azar, casualidad. Pues no, tampoco, porque como en el caso de la señora esa polaca, el ganadero pone todos los medios y todos sus conocimientos para que esa casualidad se produzca. Quizá no tengan absoluto control sobre el momento en que se dé el milagro, pero con tanta prueba y error, con tanto ensayo, desechando tantas veces lo realizado y tomando nota, al final van encontrando el camino, hasta el siguiente fracaso. Así es el toro, caprichoso amo de la Fiesta. No me dirán que no resulta apasionante. Será por eso que no es conveniente afirmar supuestos categóricamente, pues afortunadamente, como digo tantas veces, en esto del toro solo hay una verdad absoluta, que no hay verdades absolutas. Por lo mismo que llegamos a la conclusión de la tienta y madame  Curie, experimentos arriesgados.

martes, 2 de febrero de 2016

Una buena charla para el bar

¿Dónde se fue aquella ilusión por lo que iba a venir a mi feria y las combinaciones que se podían dar?


Si hay algo que no se le puede achacar a los aficionados a los toros es su falta de entusiasmo. No me negarán que no es verdadero entusiasmo el pasarse horas y horas en la barra de un bar o en las redes sociales, discutiendo sobre los carteles de las ferias que jalonan el calendario de la temporada taurina. Sinceramente, les admiro. Llevamos años y años dando vueltas a los mismos carteles, con escasísimas variaciones y con interés relativo; si acaso el que los mismos aficionados quieran otorgarle. Que a muchos les puede parecer apasionante un mano a mano, uno de los muchos que se dan, entre López Simón y Roca Rey, Roca Rey y López Simón o Rafaelillo, Ureña y otro. ¡Hombre! puede resultar interesante en cierta medida, pero sin apasionamientos.

Porque lo demás, ya me contarán, Juli, Morante Garcigrande, Zalduendo, Morante, Perera, Castella, Victoriano, El Pilar, Fandiño, El Fandi, Alcurrucén, El Vellosino, Talavante, Ponce, Jandilla, Manzanares y ya tenemos la base de todas las ferias del Mundo mundial. Una buena sesión de corta y pega a todo lo que dé y nos hemos liquidado otra temporada más. Ni tan siquiera hay que hacer un listado de ganaderías y toreros, basta coger los carteles del año anterior y del otro y del otro y del otro y... Y apañados. Eso sí, sin que se nos vaya a ir de las manos lo de yo pongo a este, porque así me ponen al mío, le compro dos corridas y yo coloco tres. Todo muy profesional y teniendo en cuenta el gusto del aficionado.

Si hay ferias en las que es tan descarado esto del corta y pega y la devolución de favores, que hay plazas en las que no se respeta ni eso de darle una oportunidad al torero local. Aunque hay veces que se agradecería que se pasara por alto este uso y si no, vean lo de El Soro y Valencia. Pero tranquilos, siempre saltará el vocero oficialista que motu proprio o por iniciativa del vocal de la empresa, se deshará en halagos y concluirá con eso de “los carteles redondos”, también llamados “bien remataos”. Siempre encuentran coartadas para justificar esta pantomima. Para lo que no tienen tanta palabrería es para aclarar por qué no están ganaderías como Cuadri, triunfador indiscutible años pasados, o cualquier otro hierro que aún es capaz de engrandecer la Fiesta. Te dicen que con estas ganaderías la plaza no se llena. Que igual no se llenó en su día, pero después de lo ocurrido aquella tarde de triunfo del toro, me extrañaría mucho que acudiera el aficionado si el nombre de Herederos de Celestino Cuadri volviera a encabezar la terna.

Le damos vueltas y más vueltas a eso de las presentaciones de los carteles, buscamos tres pies al gato, la cuadratura del círculo y así demostramos que somos unos hachas en esto de los toros. Y no te digo nada, si además hemos tenido la fortuna de que nos llegara un soplo sobre la elección de tal cuál toro o de la negativa de un espada a ponerse delante de unos o al lado de otros. Entonces ya eres firme candidato a que te pongan una calle. Se aprovecha la inercia de una tradición o la historia de una plaza. Si Valencia es plaza de primera, ya puede asomar el Chino Torero, que la feria será la más rematada de los últimos lustros. Lo de Bilbao o Pamplona siempre garantiza el toro, aunque este se haya exiliado de esos cosos hace años. Sevilla y Madrid no permiten la menor duda; a nadie le importa que ambas plazas se hayan convertido en una juerga pancista expendedora de despojos a troche y moche. Ya me veo a los espadas al lado del burladero de matadores echando unas moneditas en una máquina y una vez que esta vomite el producto solicitado, escuchar eso de “sus orejas, gracias”.

Se imaginan que volvieran aquellos tiempos en que el aficionado a los toros estaba ansioso por conocer los carteles de la feria de su pueblo o de las ferias de las plazas importantes, ya fuera para ver si había posibilidad de organizar una excursión para ver in situ a su ídolo o en último caso para estar al tanto para ver las corridas por televisión, cuando la tele retransmitía lo mejor y no absolutamente todo. La ilusión competía con la incertidumbre, cuántas tardes se apuntaría cada figura a la feria, con qué ganado y con qué compañeros de cartel. Una incógnita que aún desvelada, no dejaba de sorprender y cuando la realidad podía superar cualquier idea preconcebida de ese ansioso aficionado a los toros. Los empresarios, siempre expectantes y al tanto de la vida del toro, recogían los guantes que se lanzaban entre las figuras, manteniendo en la cumbre esa competencia tan necesaria y fructífera para la Fiesta. ¡Qué bueno! Ponían juntos a dos toreros que el año anterior se las tuvieron tiesas durante toda la temporada, ¡y dos tardes! Una con el ganado elegido por un matador y la otra con los toros preferidos del otro. ¡Caramba! Pero no creo que nuestros cuerpos serranos vuelvan a vivir días como aquellos; eso sí, siempre habrá quién le eche redaños y lo de los carteles le dé juego para prepararse una buena charla para el bar.


Enlace programa Tendido de Sol del 1 de febrero de 2016:
http://www.ivoox.com/tendido-sol-1-feb-audios-mp3_rf_10271997_1.html