lunes, 28 de diciembre de 2015

Ya no es 28 de diciembre

Este año no tenía el cuerpo para inocentadas, así que me he tirado por la parte seria del esperpento, perdón, del espectáculo


Han llegado a mis manos diferentes noticias que van tener su importancia a lo largo de la temporada que en nada ya comenzará. Un par de meses, tres en el caso de Madrid y ya estamos otra vez con los clarines y timbales. Novedades que sin duda harán mejor el futuro. He querido esperar a que pasara el 28 de diciembre, porque no quería que todo esto se confundiera con una simple inocentada. No es justo confundir un bulo sin fuste con una exclusiva mundial en el mundo del toro. Pues, ¡ea! Prepárense, que se les van a quedar los ojos como platos.

Se ha sabido que los maestrantes sevillanos han accedido a las peticiones de las figuras del toreo y que pronto darán inicio a las obras que reformarán el coso del Baratillo. La principal y más destacable mejora es eliminar la irregularidad del ruedo, dejándolo en una circunferencia perfecta. Parece ser que este hecho molestaba a los matadores que, representados por Morante de la Puebla, expresaron su incertidumbre a la hora de crear arte. “Esa falta de armonía nos impide expresar lo armónico del toreo”, han declarado los maestros. En el espacio que se gana al ruedo, la empresa planea poner una terraza para los días de toros, eso sí con sombrillas patrocinadas, para evitar a los clientes que se amodorren a pleno sol.

Incidiendo en sus inquietudes por la arquitectura taurina, los toreros, encabezados por las figuras, también han pedido que la plaza de Zaragoza deje de estar cubierta y recupere su estado original, permitiendo de esta manera que los días de lluvia el ruedo se encharque. Así podremos utilizar la climatología como excusa para seguir sin ir a la Feria del Pilar y poder despreciar tan descaradamente al aficionado maño.

A principio de año se celebrará un acto de hermandad entre prensa y toreros, en el que estos podrán manifestar su “agradecimiento” a los otros, por labor a lo largo de la temporada anterior. Se “sobre” entiende que será una reunión con múltiples sorpresas y llena de agradecimientos.

Confirmado, José Tomás no reaparecerá en la temporada 2016 en Las Ventas, ni se va a encerrar con seis toros en solitario, ni va a firmar cuarenta contratos, ni exclusivas, ni tan siquiera va a hacerse rejoneador y vista la última experiencia y reacción de algunos aficionados que más bien parecían debutantas en un baile de disfraces, no volverá a la plaza de Madrid, a no ser que pase antes por maquillaje, para que le caractericen de japonés.

La Comunidad de Madrid, por medio de Asuntos Taurinos, ha habilitado una partida presupuestaria para que la empresa pueda comprar las cabezas de camadas de las ganaderías que acudirán a San Isidro. El problema surgió cuando Taurodelta quiso convencer a la administración de que Núñez del Cuvillo tenía ocho corridas para Madrid; Garcigrande, tres; Victoriano, cuatro; Pererda, otras tres; el Vellosino, cuatro, no quedando un duro para Cuadri, Moreno Silva, Miura, Pedraza de Yeltes y otras cuantas más que no tienen ni una miaja de arte.

En sus desvelos manifiestos y demostrados de la Comunidad de Madrid, por la fiesta, esta va a poner en marcha una nueva medida en la plaza de las Ventas. A partir de ahora se establecerán controles de alcoholemía en los tendidos de la plaza, pudiéndose ser llevados a efecto los días de petición estrambótica de orejas. A demanda del usía, ante esas peticiones inexplicables tan frecuentes en los últimos tiempos, podrá ordenar que a los pañueleros se les haga soplar para comprobar la cuota de alcohol en sangre. Si esta sobrepasa los límites admisibles, el presidente procederá a no conceder los trofeos, así como a invitar a abandonar su localidad los afectados. Estos serán conducidos a la sala de desintoxicación, con capacidad limitada para 20.000 personas, donde se les acostará, se les arropará convenientemente y se les entregará un pañuelo para que superen la crisis alcohólica.

Si es que la Comunidad no para en sus desvelos por la mejora de la Fiesta, notándose evidentemente la mano del nuevo gobierno regional. Por aquello de la economía de espacios y para obtener una mayor rentabilidad de las instalaciones de la plaza, durante la feria de San Isidro se celebrará la “Tauriniation Fashion Week”. Por primera vez en la historia se fusionará el mundo de la moda y el de la tauromaquia. Los toreros, los glamourosos, por supuesto, lucirán los diseños de los más grandes del hilo y la aguja; que si al hacer un quite, que si al poner el toro al caballo, al brindar al presidente, durante la faena de muleta y, faltaría más, al pasear el triunfo por el ruedo. Y no teman por los modelos, pues el único riesgo que corren las ropas es que se les salten las costuras a causa de los retorcimientos y estiramientos a que serán sometidos. ¿Mancharse? No, eso, como respondió una voz autorizada, “no hay huevos de que el toro se les acerque”. Eso es conocer la tauromaquia moderna a fondo.


Y recuerden que Ya no es 28 de diciembre, pero, ¿y en México y resto de América?


Enlace del programa Tendido de Sol del 28 de diciembre de 2015:
http://www.ivoox.com/tendido-sol-28-dic-2015-audios-mp3_rf_9881052_1.html

martes, 22 de diciembre de 2015

Las cosas que tiene la vida

Si no se cruzan afonías inoportunas, esperemos que en el año nuevo sigamos disfrutando de la calidez del sol en nuestro tendido.


Iba el otro día paseando por la selva (vale, no he estado jamás en la selva, si acaso en el vivero de plantas de al lado de casa, pero aquí me viene bien empezar por ahí). Pues como decía, iba yo paseando por la selva, abriendo camino con mi machete, cuando llegamos a un claro de la jungla y observé a un elefante moribundo al que le costaba hasta echar su último aliento, y a un cuervo engallado sobre su panza, pegando alaridos y alentando a la masa para que allí mismo acabaran con aquel ser indigno y salvaje que tantas veces impuso su brío y fortaleza en la comarca. “Se comía las hojas de los árboles por toneladas y se bebía el agua de los estanques por litros, acabemos con este ser pérfido y egoísta. Él bebía y bebía sin importarle si los demás teníamos sed o si necesitábamos el agua para regar nuestro jardín o llenar nuestras piscinas, abajo el tirano”. El cuervo se deshacía en proclamas que parecían mostrar más odio y rencor que clamar por un derecho. Iban llegando otros cuervos y aves de rapiña a cuentagotas, mientras alrededor del elefante se arremolinaban los monos gritando y pidiendo que se marchara tanto pájaro de mal agüero. “¡Marchaos! ¡Muerte al tirano! ¡Marchaos! ¡Muerte al tirano! ¡Marchaos! ¡Muerte al tirano!”

En aquella ensalada de chirríos nadie parecía escuchar al otro, solo gritaban y gritaban, intentando superar el alarido anterior. Unos contra otros y un grupo de lo que parecían mentes pensantes por ambos bandos, ofreciendo propuestas que se suponía que iban a acabar con el conflicto. Unos inventaban tropelías imposibles: “Cuando sobrevoló nuestra aldea y la bombardeó con cagarrutas elefantiásicas, cuando devoraba crías de aves, cachorros de león y se regocijaba desmembrando gacelas”. Mientras tanto, los de la otra vertiente ideaban absurdas excusas e inútiles soluciones: “Pero eso era porque se ponía nervioso los días calurosas; creemos una comisión que impida que los carroñeros puedan acercarse al elefante y firmemos una proclama en la que se diga que va a haber elefantes por los siglos de los siglos, porque son muy grandes y siempre, tradicionalmente, han sido muy grandes y así de grandes tienen que seguir siendo, porque son así de grandes. Le pintaremos las uñas de colores y la trompa se la decoraremos con dibujos hechos por los alumnos de la escuela de animales y nos tatuaremos todos la frase “Yo soy elefantino” y nos pasearemos por la selva gritando lo grande y lo guapo que es el elefante y toda su parentela y para que el elefante no parezca elefante, le pintaremos rayas blancas y negras y le anudaremos la trompa, le limaremos los colmillos y le plegaremos las orejotas”. Pero nadie hacía nada, el elefante moría y solo un par de patos salvajes le intentaban refrescar con el agua que podían llevar en sus picos, intentaban resguardarle del sol, le administraban bayas silvestres esperando que sirvieran para recuperara su vigor, en mitad del griterío y teniendo que soportar cómo los elefantinos les acusaban de querer envenenar a aquella mole que un día fue impresionante.

Aquello parecía el supremo ritual del absurdo: unos cebándose contra un ser a punto de dejar de existir, queriendo apropiarse del mérito de finiquitar al moribundo al que no fueron capaces ni de amenazar cuando este vivía su esplendor, y otros que más parecían preocupados por peinar el viento que por recuperar y salvar a aquel majestuoso ser e intentar recuperar el vigor del que no tenían ni idea que pudiera haber existido. Solo esos patos silvestres que no se resignaban a lo que parecía más que un seguro futuro inminente, buscaban devolver la vida a quién tanto admiraron. Y a mí que todo esto me resulta familiar. Las cosas que tiene la vida.


miércoles, 16 de diciembre de 2015

Hristo el antitaurino ventajista

Otro año más, el gordito gracioso da rienda suelta a su afición


Estos ataques ya están pasando de castaño oscuro, como diría el otro, “hasta aquí hemos llegao”. El señor Mejide ha sobrepasado todos los límites en sus ataques a la Fiesta de los Toros. ¿Por qué? Pues porque no se puede llevar al Juli a un programa de la tele, esperando que con su verbo defienda nada. Eso es abusar. ¿Qué nos queda ya? ¿Qué llamen también a Ponce, a Jesulín, al lotero de doña Manolita? Anda que no podían haber contactado con Esplá, por poner un ejemplo, que en esa marea de diálogo entre amable y venenoso se maneja como pez en el agua, que no solo explica, sino que rebate y desecha argumentos tan vacíos como sobados. Uno tira de tópicos sin demasiado convencimiento y el otro los desmorona y además ofrece argumentos sólidos y que sorprenden a los propios antis, que también tiran de su propia retórica, ignorante, pero que cala en los espíritus cándidos del ciudadanos amigos de los animales... que hablan.

Resulta una utopía el pensar que la mayoría de los toreros sean capaces de defender la Fiesta, ni son capaces, ni tienen convicción. Ellos lo que sí saben defender a bocados es su negocio y de ahí no les saquen. Que así pasa, que nos llega el indignadísimo Castella, ese que dice que no hay derecho a lo que están haciendo con ellos y que en su día confesó la lástima que le producía un toro antes de entrar con la espada. O el último, Miguel Rodríguez, que aboga para que no se maten los toros. ¿Estamos locos? ¿De que estamos hablando? Nos quejamos de los animalistas, falsos naturalistas y transitamos por el mismo carril que ellos. Quizá nuestra propia ignorancia y desconocimiento del toro sean los que nos lleven a creer que los Toros se salvarán, precisamente cuando dejen de ser los Toros, lo que ahora los finos llaman Tauromaquia. Salvemos el fútbol, a partir de ahora, para evitar el sacrificio de vacas proveedoras de piel para balones, se jugará sin pelota, si acaso con una de trapo, pero no siempre, que las plantas de algodón también se crispan cuando se las corta. El cine será cine sin películas, la vendimia sin vino, la Nochebuena sin cordero, la natación sin agua y la estupidez sin seso.

La verdad es que cuando uno ve que los toreros se disponen a hablar, salvo contadísimas excepciones, o cuando van a un programa no taurino, me echo a temblar. Mi primer impulso es recoger todos los libros de toros, los cuadros, las películas, los dibujos, los recuerdos y la tarjeta de abono de Madrid y meterlos en un baúl del tiempo, enterrado a cinco metros de profundidad, debajo de un piedrolo de mil toneladas y sin dejar pistas de lo que allí hay. Y a ver si con el paso de los siglos, alguien lo encuentra y se anima a descifrar el significado de todo aquello. ¿Se imaginan? Encuentran esta caja precisamente cuando una máquina excavadora removía los terrenos sobre los que se iba a construir una plaza de toros; la Nueva Plaza de Madrid, con cabida para 80.000 personas, junto al parque arqueológico de la antigua villa de Coslada, ya desaparecida. Estaría bien, puestos a imaginar.


Y es que los que se supone que más saben de esto, los únicos con derecho a opinar, porque ellos si se han puesto delante, los artistas sublimes, los genios, los héroes absolutos del toreo, les quitas lo de la tradición, la cultura y los puestos de trabajo que genera el toro y se nos pierden. Pero tampoco nos sorprendamos, esto no resulta tan ilógico, pues si es verdad esa máxima de que se es cómo se torea, ¿qué podemos esperar? Le echan un toro encastado y se lo quita de encima cómo puede, le echan un Mejide con genio y le aplica la misma medicina, le insinúan que es un asesino en serie y le salta por lo del arte, en fin, que los del pico, la pata retrasada, los retorcimientos y el julipié asoman de igual manera en un ruedo, que en un set de televisión. Y el Hristo crecido y más encantado de conocerse que nunca. Que si el Toro de la Vega, que si se disfruta matando animales mientras los bárbaros sanguinarios disfrutamos con la crueldad gratuita. Un poco más y hace que el torero se trague lo de Sodoma y Gomorra, sin decir ni pío, si acaso, que las estatuas de sal son arte y que forman parte de la tradición escultórica del Mar Muerto. No hace mucho un aficionado de los buenos me decía que a él los toreros le gustaban toreando y no hablando, o cómo responde otra máxima, los de luces, dónde tienen que hablar es en el ruedo. Así que mientras que nuestras figuras no se manejen adecuadamente en eso de la retórica, que también es un arte, por favor, eviten enfrentamientos innecesarios con Hristo el antitaurino ventajista.


Enlace Tendido de Sol del 14 de diciembre de 2015:
http://www.ivoox.com/tendido-sol-14-dic-2015-audios-mp3_rf_9716436_1.html

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Disculpen mi pesimismo, pero entiendan mi pena

Si al menos puedo colaborar a mantener la ilusión por los Toros, bienvenido sea


Es verdad que algunos vemos esto de la Fiesta de los toros con un alto nivel de pesimismo, hace dos días me lo hacía notar un buen aficionado, uno de esos que ofrecen la menor duda de su militancia taurina; aunque al final la convergencia era inevitable, lo que parecía diferenciarnos era la forma de encarar la cuestión. Uno quería ver la botella medio llena y el otro, servidor, la veía medio vacía, pero sin renunciar a querer llenarla y mantenerla rebosante de esa refrescante pócima que nos embriaga de toreo, casta, bravura y emoción como para infartar mil corazones por embestida. Les pido perdón si a veces, si casi siempre, uno les hace ver como la botella está casi en el culín, no es mi intención y por nada del mundo me gustaría empañarles una buena tarde de disfrute, pero también les pido que me entiendan, que cómo decía el otro, bastante tengo con lo mío.

A veces siento indignación, enfado, desolación, pero sobre todo, sobre todo, siento una pena grande y profunda, porque veo como se me escapa algo tan mío, tan íntimo, tan personal, compartido, pero personal; es cómo si se me fueran yendo días de vida. Será por esa manía mía de sentarme a ver pasar las cosas y permitir que estas me hagan pensar. Si no las hiciera caso y además no les echara cuentas, seguro que me iría mejor. Pero no, resulta que me pongo a pensar en la temporada pasada y veo que de tantas tardes y tantas plazas, no soy capaz de rescatar recuerdos que me congratulen con mi afición, ni para cubrir los dedos de una mano. Que aún siendo una leche, casi es peor el intentar mirar al futuro y darse cuenta del páramo que nos espera, que en el mejor de los casos puede ser una réplica de lo pasado, si no peor, pues los de arriba no solo no renuncian a su comodidad, sino que se esfuerzan en que cada vez sea mucho mayor y los que vienen por detrás no se puede decir que vengan con ganas de comerse el mundo, más bien su intención es hacerse un hueco e instalarse en ese estado de máximo confort al que los mandones no dejan que nadie entre así como así.

Bueno, pues ya que la torería no parece muy dispuesta a borrar ese pesimismo que me invade, me refugiaré en el toro, sí, eso hará, el toro nunca defrauda, pero... para eso tiene que salir el toro, ¿no? Si no, no hay quién se aferre a esperanza alguna. Parece que me repito, pero estamos repitiendo la cantinela de unas líneas más arriba, los amos de las grandes factorías de bovinos no quieren perder ni una opción de vender una res, que no digo toro, porque para algo se han inventado la producción en cadena en las dehesas de bravo. Buscar la bravura y recuperar la casta no les preocupa, pero en lo del toro en serie no cesan los avances. Ahora se habla de que están probando el toro emblistado, todos igualitos, el mismo peso, la misma cara, los mismos pitones, el mismo comportamiento, en varios colores y con una fecha de caducidad a muy largo plazo, lo que les permite poder llevar los animalitos por toda la península hasta que los veterinarios se los aprueben y acaben colando para la corrida. Aunque tampoco se crean que se ven apurados en eso del reconocimiento veterinario, no suele haber problemas y aunque los animalitos tengan menos trapío que Piolín, cuelan como campeones. Alguien pensará que el panorama es que ni pintado para el que se atreva a criar el toro, que con ofrecerlo a las empresas ya lo tiene vendido todo. Pues no y no. Ni se los compran, ni se suelen plantear eso del toro con presencia y encastado. Como los aspirantes a figuras, estos solo piensan en alcanzar el status de ganadero de figuras y desde esa comodidad que supone el que estas se lleven tus reses, perdón, productos, debajo del brazo, preocuparse solo de tener remanente y a vivir.


Vaya, dos de dos, veo que no se me va a ir la pena así cómo así. Y la cosa empeora cuando uno repara en que la que fue primera plaza del mundo se va cayendo piedra a piedra, hasta haber llegado a ese punto de ruinosa vergüenza. El toro emigró hace tiempo y no son demasiadas las tardes que todavía asoma, la torería se evaporó y salvo contadísimas excepciones, esta ha sido desplazada por la chabacanería, la vulgaridad, la teatralidad, el triunfalismo desaforado y la intransigencia de los que quieren imponer el gusto que nunca fue admitido en esta plaza, el inconsciente atrevimiento en lugar del valor consciente y real, los gladiadores que se limitan a estar, incapaces de llegar a hacer, los trapaceros que agitan banderas de incapacidad, pero sin torear. Y esa muchedumbre que todo lo jalea, que todo lo aplaude y que no distingue entre toreros y toreadores. Quizá porque a aquellos no llegó a conocerlos. Será esto el motivo de mi pena, de ese pesimismo que puede molestarles. Ya me gustaría derrochar el entusiasmo de los días en que el toreo inundó mis ojos, cuando me entraba como un rayo por todos los poros, sin dejar uno, cuando me hacía enmudecer sin dejarme palabras para explicar todo aquello, cuando aquel arte efímero se hacía eterno en mi memoria, con tanta fuerza que ahora hace que siga yendo a la plaza con la esperanza de volver a revivir aquel milagro. Pero la realidad es otra y esta me obliga a pedirles que disculpen mi pesimismo, pero entiendan mi pena.

Enlace Tendido de Sol del 7 de diciembre de 2015:
http://www.ivoox.com/tendido-sol-7-dic-2015-audios-mp3_rf_9624478_1.html

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Julián I, el Generoso, abrirá los carteles a los jóvenes

Se abre la puerta a los alumnos aventajados

Por mucho que se quiera disimular, al final cada uno se pone en su lugar y basta con dejarle abrir la boca, para que nos aclare lo que sospechábamos o lo que tanto quisieron ocultar; y si hay alguien que se retrate con una nitidez fotográfica, ese es Julián López Escobar, el Juli. No es el único, pero si uno de los más destacados miembros de la cofradía de “Por la boca muere el pez”. Parece ser que se le queda chica la hermandad de los de “Por sus hechos les conoceréis” y de tanto en tanto nos regala sus enseñanzas en forma de perlas cultivadas, dentro de las ostras que él tanto cuida y aburre con su insufrible “magisterio”.

Debía pensar que no teníamos bastante con su colección de grandes éxitos de la literatura, la trilogía formada por “Historias de corrales”, “Relatos en los despachos”, “La lejanía y el dolor de lomos” y “Cuando me callo, mejoro”. Vale, son cuatro, pero para los maestros, las trilogías pueden ser de tres o más clases magistrales. De la cuarta de la trilogía procede su última enseñanza, esa en que nos ilumina afirmando que a partir de ahora va a abrir los carteles, porque así se ha posicionado el público y así lo demanda. Que dice que es el momento de alternar con los jóvenes, que ahora el interés se genera incluyendo a estos en los carteles. Vamos a ver; a veces uno se cree que está quedando como un marqués y la realidad es que queda como la Chencha. O sea, que hasta ahora, él, el gran maestro, se permitía el lujo de poner o quitar a otros compañeros a su antojo, que se anunciaba con él, aquel al que su magnanimidad se lo permitía, importantándole un bledo el aficionado y sin que se atisbara el más mínimo asomo de dignidad, vergüenza torera y orgullo de querer ser el mejor y demostrarlo en el ruedo en competencia con todos. O sea, que según parece, eso de la comodidad y el veto a los que le podían molestar, es tal cual muchos suponían. ¡Caramba! Y se queda más ancho que pancho tras confesar semejante tropelía que se ha convertido en norma a lo largo de los años. No, si ya nos parecía que algo de todo esto había en el mundo del toro y más concretamente en las altas esferas, en esas supremas instancias de las figuritas.

Que nos suelta que los jóvenes han mostrado su capacidad y que interesan y que por lo tanto ahora es el momento de competir con ellos. ¡Ah! Señor supremo, que ya ha decidido que esa plebe coletuda puede gozar del privilegio de respirar el mismo aire que el más grande. A ver si hay borregos para todos y no tienen necesidad de echar mano del toro alguna tarde perdida. Pero seguro que en las tardes en las que don Julián haga el paseíllo, siempre habrá un mojicón que echarse a la boca y si estos escasean, pues no se sortea y punto. Que tampoco va a ser la primera vez que esto suceda. Al final cundirá el ejemplo de algunas tardes de la temporada pasada. Y no es que uno se lo invente, que fue un hecho reconocido hasta por los mismos que perpetraron semejante atropello.  

Lo que ahora nos preguntamos muchos es si este virus, que no sé muy bien si es el de la verdad o el de la necedad, seguirá afectando a Julián López Escobar o si le habrán administrado el oportuno tratamiento. A ver si ahora nos suelta que ha decidido dejar de torear la mona y que va a empezar a ponerse delante del toro de verdad, del toro íntegro, que abandona esa filfa del monoencaste y que va a empezar a sentirse torero y no asalta plazas, toreando ganado de todo tipo; no quiero decir encastes, porque me niego a seguir ese juego de la encastefilia. Basta con que asuma torear el toro en toda su variedad. ¿Se lo imaginan con una de Moreno Silva, Pedraza de Yeltes, Fraile, Adolfo, Escolar, Miura, Ibán, Cuadri y hasta Parladé o Juan Pedro, pero de los complicados, no de los de siempre. Que sí, que son de diferentes encastes, claro que sí, pero empecemos a recuperar el sentido de la ganadería, a reconocer la mano del criador y dejémonos también nosotros de adorar al santo por la peana pidiendo tal o cual hierro por ser de un encaste determinado, cuando sus reses no soportan el más mínimo grado de exigencia como toros de lidia.

Puestos a elucubrar, quizá El Juli nos anuncie que ya no va a montar las peloteras matinales a las que nos tenía acostumbrados por esas plazas de Dios a la hora de los reconocimientos, que eso ya es historia y que como un niño bueno, se arrepiente y no lo volverá a hacer más, que va a respetar los criterios de cada plaza, las decisiones de los veterinarios, presidente y al tiempo mantendrá una máxima observancia de la dignidad de la Fiesta y del respeto por el aficionado. A ver si ya puestos, también decide que abandona esas trampas que tanto ha perfeccionado a lo largo del tiempo, que no habrá más retorcimientos, ni toreo periférico, ni pases en línea recta, ni ese arrastrar la muleta desde antes de iniciar el muletazo, ni el no cargar la suerte, ni mucho menos esa forma traicionera de sacrificar al toro en el momento en que tendría que hacer honor a eso que se dio en llamar la suerte suprema. Estaría bien, así igual podríamos disfrutar por un lado de esta transformación deseada y por otro del espectáculo de ver como los palmeros justificaban lo nuevo sin desdecirse de lo viejo. Pero tranquilos, no hay que aventurarse demasiado al pensar que no habrá nada de todo esto, porque nada de todo esto parece importarle, al menos mientras no le afecte a su negocio al señor Juli. Así que de momento, que se nos quite la cabeza cualquier asomo de mejora, olvidemos cualquier posibilidad de transitar por los caminos de la verdad y meditemos sobre un hecho que en si mismo dice más de lo que su autor habría imaginado jamás y es que Julián I, el Generoso, abrirá los carteles a los jóvenes.


http://www.ivoox.com/tendido-sol-30-nov-2015-audios-mp3_rf_9548498_1.html


miércoles, 25 de noviembre de 2015

¿Está llegando un relevo prefabricado?

El relevo irrelevante


Cuando llegan los fríos del invierno parecen inevitables las castañas asadas, las bufandas recién estrenadas, el ponerse a buscar unas botas cómodas para ir calentito, el chocolate con churros y las divagaciones taurinas, siendo estas las que más duran, que aguantan recias hasta allá los meses de marzo, abril e incluso mayo; todo depende del fuste de lo divagado. No sé si será cosa mía, pero uno siente como si de un tiempo a esta parte le estuvieran queriendo preparar para el ánimo para recibir a una nueva generación de toreros que se está cociendo poco a poco por parte de los taurinos. Es como si los geses, las figuras presentes, se les fueran agotando, a mí se me agotaron hace siglos, y nos fueran preparando el cuerpo para unas fotocopias que poco parece que puedan mejorar lo presente, pues ninguno da la sensación de que pueda emerger con fuerza y decisión. Ojalá me equivoque de medio a medio.

La cosa funciona con una simpleza que casi ofende; por un lado parece que se empiezan a agudizar los sentidos de los expertos, al Juli le empiezan a descubrir esos lunares que para muchos son borrones en toda regla desde hace años, a Perera se le deja ahí en tierra de nadie, a Manzanares se le deja entre dos aguas, a su aire, a Morante... a Morante..., pues eso a Morante se le mantiene en Morante, que ya es bastante. Y a los demás, si surge, si suena la flauta, se les hacen fiestas y alegrías y si no, pues no se les deja y punto, que tampoco inquietan a nadie. A todo lo más, les sale un Fandiño y basta con dejarle ver las golosinas de las figuras, para que se crea la reencarnación de Antonio Fuentes, todo arte y armonía. Sin dudarlo, abandona su camino, el del toro, ese que hace tragar quina y a partir de ahí, cuando quiere hacer lo de todos y renuncia a lo que él y unos pocos más eran capaces, queda automáticamente desactivado. Está claro, si quiere competir a base de valor y pundonor con las figuritas ya hechas al mojicón con cuernos, parte en clara desventaja, pues estos le ganan en experiencia y gollerías para la masa.

Una vez eliminadas las supuestas amenazas, solo hay que esperar a que alguno dé la sensación de que pueda despuntar. Da igual la plaza en la que deje ver sus condiciones de figura en ciernes. Por no importar, no importa ni que en Madrid haya estado bien, mal o regular, vamos que como si no asoma por la calle de Alcalá, eso ya no cuenta. Con un par de despojos que echen a la saca, suficiente. A nadie les importa la forma de desmembrar al animal, ni la condición de este. Vean lo que insisten en convencernos de la valía de Juan del Álamo, que ha ido prácticamente a oreja por actuación en las Ventas y, tirando de estadísticas, le han convertido en un firme puntal para la temporada que viene. Nadie repara en la vulgaridad y el paisanaje que le procuraron aquellos despojos. Como dicen los que saben, lo que cuentan son los goles, el puntuar, en terminología chupi. Pero no nos olvidemos del más sólido baluarte redescubierto por los aficionados, el gran Rafaelillo, que tras una serie de naturales tensos y peleados, todo lo hecho a partir de entonces ha adquirido valores épicos e incontestables, sin pararse un segundo a meditar sobre ese quedarse a merced de los toros, sin saber por dónde meterles mano, sin la más mínima noción de la lidia, haciéndoles a los toros verdaderas perrerías, pero como aguanta ahí, las masas se le rinden. ¡Ay! Si pararan un segundo y vieran que es un magnífico hacedor de alimañas. Convierte en intratable lo que le pongan por delante. ¿El método? Muy fácil, con no aguantar quieto y echar a correr para meterse en las orejas, el toro aprende tarde o temprano a revolverse antes de hora. El muchacho anda a respingos por allí y la multitud ve como se le enciende su alma aficionada.

Paco Ureña es otro ejemplo de estos toreros a encumbrar, aunque quizá sea de los que haya demostrado más posibilidades de mostrarnos algo, pero dándole su tiempo, sin prisas y sin hacerle creer lo que todavía no es, ¿qué puede ser alguien? Parece difícil, pero no imposible, pero como le quieran acelerar, igual se sale a la segunda curva. Aunque no llega a lo de López Simón, a quién en un visto y no visto nos lo han convertido en el gran maestro de los años venideros, el que va a poner esto patas arriba. Si le cogen los toros es porque se pone dónde otros ponen la muleta. Que es verdad, pero lo que no cuentan es quienes son los que ponen ahí la muleta y dónde se ponen ellos. Un chaval con ciertas maneras, pero que ha cimentado sus éxitos sobre un toreo ventajista, de pierna retrasada, muleta torcida, pases rectilíneos y ausencia absoluta de mando y dominio, aparte de una preocupante precariedad en lo tocante a la lidia del toro. Erguido, sin exagerar demasiado los ademanes, pero con una teatralidad ajena al toreo, que aunque llegue a las masas, nada tiene que ver con el toreo de verdad. Y esto es mi opinión, mi humilde opinión. Si además añadimos a todo esto la épica de las cogidas, del revolcón a destiempo, de las representaciones sacando rédito a las visitas a la enfermería de la parafernalia que le montan y del ridículo de una teatralidad fuera de lugar, pero que tiene su efecto en los tendidos, pues el r4esultado es ese, el de la gran figura que nos va a sacar de pobres. No llega a los límites de Jiménez Fortes, al que le cantan como gesta las consecuencias de una falta de recursos alarmante y que le llevan una y otra vez a la cama, sin que falte ese animoso palmero a quien no duelen as cornadas, para eso ya está el chaval, al que hay que reconocerle unas ganas desmedidas de ser torero.

Y por último, el que seguramente llegue más lejos, porque tiene una mejor infraestructura detrás de él, es Roca Rey. Un verdadero fenómeno que va escalando puestos subido en un toreo superficial y sin sustancia, gracias a que el torillo con el que se anuncia, se lo permite. Si parece que las crónicas de sus triunfos llegan a la prensa cuando el torero aún está pegando trapazos y sin intención de tomar la espada. Bullanguero, chispeante, variado en eso de agitar el capote al aire, entusiasma lo mismo a chinos que a japoneses, que son los que al final tiran del personal para enrolarse en las filas de cualquier torero que se precie. Pero, ¿cuáles son los factores comunes a todos estos toreros? En primer lugar, que por su bisoñez o necesidad, son muy maleables y sus mentores los pueden menear de acá para allá a su antojo. Lógicamente, ellos quieren llegar y esa fe ciega en apoderados o empresarios con poder, les convierten en un títere a merced de los que mandan. Son baratos y de momento, no ofrecen complicaciones. Si les prometen cuarenta reales por firmar mil contratos, los chavales ven los cuarenta reales y nada más. No se paran a pensar que por el camino de la verdad, igual con treinta tardes y demostrando su valía, podrían cobrar no cuarenta, cuatrocientos reales, pero claro, están empezando y no se ven con fuerza para exigir y quizá también se dejen cegar por una aparente facilidad que se trunca en el momento en el que el jefe decide que no funcionan de acuerdo a lo esperado.


Pero de momento ahí nos los están preparando a fuego lento, quizá ahora que parece que los de arriba ya empiezan a estar muy vistos, que a lo mejor sus exigencias ya incomodan demasiado, que hasta pueden ya parecer excesivas y que no cuentan con el predicamento de otros momentos. Pues si parece que estos y otros toreros empiezan a despertar cierto interés, que parece que son medianamente admitidos, que en caso de duda tiran de estadística y que las voces en contra prácticamente son inexistentes y nada enérgicas, pues adelante con los faroles. Quizá cuando el aficionado se quiera rebelar, ya los públicos, la prensa y los taurinos han cimentado sólidamente a estos ídolos de nuevo cuño ya no hay quien les apee del burro. Será porque no es la primera vez que vemos algo parecido, porque algunos nos acordamos de aquello de “una nueva hornada” de jóvenes promesas, que luego formaron parte de las sucesivas bandas de los “G”, la cuestión es que la mosca nos anda detrás de la oreja y pensamos, ¿está llegando un relevo prefabricado?

martes, 17 de noviembre de 2015

Vente pa’ Sevilla, primo

¿Será en abril?


Últimamente se han desencadenado una serie de rumores que ponían en el mismo cartel a dos máximas figuras del toreo, en Sevilla, en la feria y con televisión en directo. Confidencialmente ha llegado a este blog una copia de la cinta con la conversación mantenida entre los dos implicados. Gracias a un nuevo sistema informático y de captación y reproducción de ondas cerebrales, hasta ha sido posible obtener un registro, sumamente fiable, de los pensamientos de ambos interlocutores. Eso sí, no olviden que esto es absolutamente confidencial

-         ¿Sí? ¿Dígame?
-         ¿José?
-         Sí, ¿quién eres?
-         José.
-         Sí, sí, que yo soy José, que sí, que soy yo. ¿Por quién pregunta?
-         Por José, ¿eres José?
-         Sí, sí, ¿quién llama?
-         José.
-         (Huy, la madre que me parió) Pero, vamos a ver si...
-         Que yo también soy José, Josantonio
-         Aaaah, sí, claro, ¿qué tal maestro?
-         Muy bien, maestro, ¿y usted?, maestro.
-         (¡Huy! Qué largo se va a hacer esto) Bien, bien, gracias, maestro.
-         Me alegro, maestro.
-         Pues tú me dirás
-         Pues na’
-         ¿Na? Para algo llamarás, dime.
-         Pues na’, que no sé si sabes lo de la Feria de Abril, allá por abril.
-         Sí, sí, algo he oído, que se pone Sevilla muy bonita, ¿no? Incluso algún año fui y todo (¿No habrá una cámara oculta?)
-         Pues eso, que, ¿qué te parece si vamos los dos?
-         ¡Hombre! Pues no se me habría ocurrido, pero, bueno.
-         ¿Entonces, sí?
-         Sí, vale, pero queda tiempo, ya lo veremos más adelante, ¿no? A ver cuándo y cómo.
-         En abril, en Sevilla.
-         Nooo, ya, eso sí, pero más que nada, por cerrar fechas y todo. Es que ahora me pillas sin la agenda y no sé.
-         Pero si tú no toreas, no tendrás problemas, ¿no?
-         No, no, claro, no, pero ya sabes, la familia, los compromisos, pero que sí, vamos, lo único, que hay que mirar muchas cosas.
-         Pero, sí, ¿no?
-         Sí, sí, claro
-         Pues ya está
-         ¿Ya está? ¿Qué está?
-         Que vamos a la Feria, en abril, ¿no? (Este hombre no se entera, con lo clarito que se lo he explicado)
-         Sí claro, ya si eso lo vamos viendo, lo del AVE, el hotel y todas esas cosas.
-         Pero eso no será problema, siempre habrá un sitio para descansar y vestirse
-         Vestirse (Este debe pensar que voy a ir en pelotas. Ya sabía yo que tenía que haber aclarado tanto rumor raro, aunque...) ¿Vestirse?
-         Sí, ya encontraremos dónde vestirse, eso no es problema. Incluso si te parece, nos vestimos juntos en el mismo hotel...
-         ¿Juntos?
-         Bueno, juntos, pero no revueltos, ¡cohone! (En que hora pensé en llamar a este hombre)
-         Aaah, claro, sí, no, si yo no quería decir, no...
-         Lo del hotel son minucias. Incluso podíamos ir los dos juntos, si no tienes inconveniente, en un coche de caballos hasta la plaza y que las cuadrillas nos esperaran ya allí, ellos por su “lao” y nosotros por el nuestro
-         ¿Una carroza? ¿Las cuadrillas?
-         Claro, ¡Cohone! Si no te gusta el coche de caballos, pues na’
-         No, no, sí.
-         ¿No o sí?
-         No, sí, digo que sí, que sí
-         Y lo de los toros o lo mira mi veedor o que se pongan de acuerdo el tuyo y el mío y ya que elijan
-         ¿Los toros?
-         Claro, ¡cohone! ¿Tú también vas a poner pegas a la presencia de los toros? ¿También te vas a poner del lado de los que dicen que matamos chivas?
-         Pero, ¿toros? ¿veedores? ¿Para qué?
-         Para un baile, no te joe, ¿para qué va a ser? Pa’ torear en la feria.
-         Si yo no pensaba que era para... Creía que era para...
-         Para ir a una caseta, ¡no te joe! Para ir de casetas me voy con mis colegas, que con ellos me entiendo y no le dan tantas vueltas a las cosas. ¡Ea! Hasta más ver. Un saludo, José
-         ¿José? ¿Quién? José, sí, un saludo, José.
-         ¿José?
-         ¿Sí?
-         Clonk tuc tuc tuc, tuc tuc tuc...
-         ¿Josantonio? ¿Torear en Sevilla? Aquí hay una cámara oculta, esto no puede ser verdad.


¿Será verdad? El tiempo dirá si se podrá ver a José Tomás y Morante con tele y todo. Eso sí, se cumplan o no las expectativas, no lo dude y en abril “Vente pa’ Sevilla, primo”.


Enlace del programa Tendido de Sol del 16 de noviembre de 2015
http://www.ivoox.com/tendido-sol-audios-mp3_rf_9398977_1.html?autoplay=true

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Julián I de Velilla y V de Mejorada, fustiga a la afición mexicana

Al final no se va a saber si se abrirán nuevas escuelas en América o si se cerrarán las ya existentes en España.


Los taurinos se quejan y sienten cierta desconfianza por la presencia de Beilleres por estos lares hispanos, pero claro, si les mandamos para allá a don Julián, ¿qué esperamos? Pues tendrán que contraatacar. Si les tocas la moral a los aficionados aztecas, no podemos esperar que se queden de brazos cruzados. Anda que no se han perdido amistades por ofensas mucho menores que la de don Julián. Se hace presente en el embudo del DF y como si nada, pretende simular el toreo ante animales orejones y desmochados; aunque quizá lo correcto sea decir animales desmochados que parecen  orejones. Ahí lo tienen, el poder hecho hombre, el defensor de los novilleros, el titular de una escuela taurina propia, el elegido por el dedo divino para la defensa de los toros, se cisca en todo poniéndose delante de una vergüenza impresentable. Eso sí, al menos tuvo el detalle de no permitir que su hazaña se “gozara” en el Viejo Continente. ¡Ayyyy! No nos niegue sus clases magistrales de desgobierno taurino, del reino del trapazo, la contorsión ridícula, el fraude insultante y la trampa institucionalizada y admitida bajo esa coartada de que cada uno tiene su forma de hacer las cosas. No confundamos personalidad con marrullería, ni mando con ratonería.

Se pasan la vida piándolas y exigiendo respeto, respeto a ellos que se juegan la vida, respeto a su arte, respeto a la cultura que ellos dicen representar y respeto callado para permitirles llenar la saca sin tener que escuchar el más mínimo asomo de descontento y discrepancia con ese acto en contra del toreo que perpetran una tarde sí y mil también. Pero como las mayorías se rinden a sus pies, entonces a callar, pues amparados en la masa, se arrogan el derecho a desmantelar la Fiesta de los Toros y dejarla escaparse por el desagüe, simplemente para que a ellos les caigan sus treinta monedas de la traición.

Se quejan como plañideras de los ataques que sufren de los antis, los políticos, los ignorantes, los que no se han puesto nunca, los que van a desahogarse, los que no saben lo que quieren, los que todo lo ven mal y no encuentran nunca nada bueno, de los del Sálvame, de los de Podemos, de los de Jod..., pero sin reconocer jamás, pero jamás, que ellos llevan ventaja a todos en esto de acabar con este enfermo que son los toros. En la Plaza México, Julián I de Velilla y V de Mejorada, quizá sin pretenderlo, expuso un denso compendio de lo que él y sus secuaces suponen para la Tauromaquia: los caricatos que convierten en ridículo y patético este rito del toro. Díganme si cabe otra explicación, estoy abierto a cualquiera que se me presente con un punto de razón, pero yo solo veo que unos señores, encabezados por otro que calza medias rosas, se agencian unos animalejos infames, la pura imagen del bochorno, desmochados, exageradamente anovillados y fofos como muñecas de trapo, a los que les cuesta un mundo tenerse en pie. Siempre se hacen acompañar de alguien que no les moleste, que no les incomode ni un poquito, alguno de la familia o aspirante a pertenecer a ella. Hay que evitar sobresaltos, no vaya a ser que asome uno con alma de torero y ganas de mojarle la oreja. Y el público con ese desquicie que lo mismo pide orejas que protesta el borrego y hace que lo echen para atrás.


Pero, ¿ustedes creen que todo esto le importa a Julián I de Velilla y V de Mejorada? Y quién dice el Juli, dice cualquiera de las figuras, esas de las que se dice que torean mejor que nunca, el toro más bravo y encastado que nunca y con más trapío y romana que nunca. Si no fuera el escándalo que es, sería para echarse a reír a carcajada limpia. ¿Cabe mayor descaro? Lo malo es que estas mañas tienen pinta de hacerse eternas y perpetuarse en el tiempo, al menos mientras esto dure. Ya se ocupan los taurinos de inculcarle toda esta majadería y desprecio por la Fiesta a los “nuevos valores”. No llevan diez minutos de alternativa y ya se quieren llevar los torillos debajo del brazo, ni sorteos, ni rifas, hay que asegurar. No consienten la menor crítica, ni tan siquiera un mohín de desaprobación y a nada que te descuidas, tiran de lo del respeto, el arte, la cultura y lo de jugarse la vida, sin que ellos respeten lo más grande, los toros; sin que sean capaces de crear arte ni por asomo; sin tener nada que ver su pantomima con nada similar al hecho cultural; y jugándose la vida, sí, pero en la mayoría de los casos más por su incapacidad lidiadora, que por la condición del toro. Pero claro, si el público, y a veces algunos aficionados, aplauden al que simplemente se abandona a merced del toro, al que se ve desbordado ante cualquier asomo de genio o de casta y que con su negligencia bien se ocupan de hacer malo al bueno y mucho peor al complicado. Ya ven que todos los males son de uso exclusivo y personal de El Juli, simplemente él, al ser uno de los máximos exponentes de la torería actual y gracias a su desahogo manipulador, pues por momentos se convierte en el principal objeto de nuestros cabreos y por si no le bastara con los de acá, consentimos y contemplamos como Julián I de Velilla y V de Mejorada, fustiga a la afición mexicana.


Enlace programa Tendido de Sol del 9 de noviembre de 2015
http://m.ivoox.com/tendido-sol-9-sol-audios-mp3_rf_9323850_1.html

miércoles, 4 de noviembre de 2015

La FIT alarga sus tentáculos

Urdiales cambia de apoderamiento, esperemos acontecimientos


Urdiales será apoderado por la FIT, este ente que parece devorarlo todo y que si nos muestra sus rostros hispanos y galos, inspiran muchas cosas al aficionado, pero no la confianza; el señor Casas y el señor Barrera ya se ocupan de que así sea. Lo mismo que para los taurinos es nombrarles la bicha, pues ven en su presidente a un peligro inminente para sus intereses. Pero los señores de la fusión no se preocupan de estas cosas y ellos siguen a lo suyo, a su negocio, por supuesto, sin pararse a ver si molestan a los caciques locales o no. Y en estas que aprovechando el Jalogüin le debieron decir a Urdiales aquellos de ¿truco o trato? El riojano contestó trato y se cerró la cuestión.

La que se ha montado en los ambientes de los aficionados fetén, los que quieren mantener la integridad de la Fiesta. Quizá de forma exagerada, según algunos, pero también hay que entender estas posturas. Actualmente Urdiales es el único torero que se mantiene en los caminos de la pureza y la verdad en su toreo, sin reservas, porque aunque hay algunos “emergentes” en los que el personal ha puesto el ojo, nada tienen que ver con el de Arnedo, al menos hasta el día de hoy. Este les ilusionó al extremo en la última feria de Bilbao, la misma en la que triunfó hace años, en Madrid también nos ha dejado ver el torero que es y los miedos vienen porque nadie quiere que se repitan situaciones pasadas. Se les harán presentes casos como el de Talavante, que de ser candidato a torero grande, se nos ha quedado en torero comercial, limitado y en permanente búsqueda del camino original. Morante, que hace ya muchos, pero muchos años, nos enamoró con un puñado de quites, suficiente para crearse la iglesia morantista repleta de feligreses que tienen una fe desmedida. Fe en el más cierto sentido de la palabra, creer en lo que no se ve, pues toda la genialidad que es capaz de mostrar por ahora es la de regante, catador de cafés, fumador de fumador de buenos vegueros y fuente de ocurrentes sentencias. Hasta Perera parecía que podía ser algo diferente a ese pegapases insoportable; EL Cid, que nos llenó el espíritu de aficionado a todos los que nos asomábamos a una plaza; Fandiño, que se ahogó en su propia crispación y ya yendo más lejos, pero muy lejos, hasta el mismísimo Ponce, cuando ilusionaba a todos con su toreo, con sus progresos, pero que se dejó llevar por la corriente de una vana elegancia y un sentido de las lejanías que le convirtieron en un verdadero maestro... de la trampa. Larga podría ser la lista si nos alejamos de las llamadas figuras, Alberto Aguilar, Rivera Ordóñez, El Gallo, Robleño, Finito, Curro Díaz, Cayetano, EL Payo y tantos y tantos otros que se echaron a la buena vida, la de la comodidad.

Es que es para entender a estos que ven Urdiales y FIT juntos en la misma frase y que echan a correr camino del Viaducto. Es una historia tantas veces repetida. Pero esto también me suena a esas sectas cerradas de las que un discípulo se aparta para tomar aire y a los cinco minutos ya tiene a cinco de los más ortodoxos que salen a perseguirle por las calles no para intentar que vuelva, sino para directamente apiolarle allí mismo, donde le pillen. Ya les costó asimilar aquel experimento de anunciarse en Madrid con ganaderías comerciales; hubo cortes de venas incluidos. Bueno, no se puede decir que la cosa le saliera bien, más bien fue un desastre y hasta pareció que Urdiales andaba un tanto perdido, muy perdido, incluso la tarde de los de Victoriano del Río, en que pareció que le pillara por sorpresa que saliera uno de este hierro con su cosa. Pero también hay que entender que este torero quiera enfrentarse a las figuras, que quiera ponerse codo con codo con ellos y demostrarles que él puede, que es torero y que quiere quedar por encima del que sea. Y no seamos ingenuos, no esperemos que de las figuras haya uno que se anuncie ni dos tardes con el riojano y los adolfos en el mismo cartel. De momento no tiene la fuerza necesaria para llevarse a los mandones a su terreno, así que si se quiere competir, habrá que ir a su terreno y demostrar que él puede con el toro que ellos no quieren ver y con el que llevan debajo del brazo todas las tardes. Veamos el ejemplo de Bilbao, Alcurrucenes, que no son precisamente alimañas, que las figuritas se pegan por ellos y que por mucho que digan, ni amagan con comerse a nadie. Pero esa tarde llegó el triunfo, triunfo grande y que puso esto patas arriba y, ¿quiénes eran los compañeros? Pues Castella y Perera, que esa tarde quedaron expuestos a comparaciones, que para ellos fueron mucho más que odiosas. En su terreno fueron vapuleados por el toreo de verdad, el que nació de las manos de Diego Urdiales. Pero una golondrina no hace primavera y mucho queda para que todos se puedan ver todos las caras delante de ganaderías a las que hay que poder, el toro que no admite mojigangas y que exige que se le domine.


Ahora Urdiales decide acogerse al auspicio de la FIT. ¡Nooo! ¡A la hoguera! Bueno, un poco de sosiego, porque esto no se puede prejuzgar a la ligera. En primer lugar, parece lógico que el torero aspire a torear más de una docena de corridas por temporada y cobrarlas a mejor precio, con eso no ofende a nadie, ni falta al honor de la Fiesta; no es el primero que tiene como anhelo hacerse rico vistiendo de luces. Ni tan siquiera es el primero que firma con una casa poderosa, incluso lo hicieron aquellos que el aficionado subió a los altares del toreo. La que se lió cuando El Viti dejó a su apoderado de toda la vida. Pero no dejó de ser el torero de siempre. ¿Por qué Urdiales no puede aspirar a más? De acuerdo que actuaciones pasadas, y presentes, de Antonio Barrera y Simón Casas son un insulto para el aficionado y para la fiesta, pero esperemos y veamos como transita todo esto. Que no quiere decir que al riojano se le perdone todo de aquí en adelante, ni mucho menos, pero de la misma forma que ha ocurrido con tantos otros, con esos que se echaron por lo cómodo y que de la noche a la mañana se pusieron enfrente de los que antes les habían aupado a la fama. Que Urdiales firme muchos contratos, que gane mucho dinero, que es mi deseo, además de habérselo ganado en el ruedo, y luego, si se aparta de esa línea que ha llevado de rectitud y afición, pues habrá que hacerle saber nuestro descontento. Si a partir de entrar en las filas del FIT ya solo va a matar Garcigrandes, Núñez del Cuvillo o demás borregos de sangre Domecq, pues él verá, pero que no espere la aprobación del aficionado. Entonces es cuando creo que hay que opinar y manifestar el desagrado pertinente, sin miramientos y sin echar cuentas que no corresponden al aficionado. Que la Fusión no ha hecho que Morante se fuera de madre, ni que Talavante se perdiera en esas brumas de las que no acaba de salir, porque ya venían aliñados de antes. Eso sí, tampoco podrán evitar ciertos recelos cuando vemos como la FIT alarga sus tentáculos.

http://www.ivoox.com/tendido-audios-mp3_rf_9241979_1.html?autoplay=true

miércoles, 28 de octubre de 2015

Los antis y su naturaleza customizada

Pues por si fuera poco, ahora también esto. Pobres antis.


Uno ya va cumpliendo años, unos cuantos y empieza a tener sus goteras, empieza a sentir que el mundo va muy rápido, empieza a decir eso de que la música buena era la de mis tiempos, que pelis buenas las de mi época, que bellezas las de... las de siempre y en más de un caso hasta servidor se ve puesto en evidencia por esos jóvenes que vienen más “preparaos” que nunca. Si es que ahora parece que los críos nacen más listos, ¿verdad? Yo creo que es la alimentación, los yogures, sobre todo, y los zumos mineralizados con omega 3 y vitamina G7. Ya cosas que uno no llega a entender. Siempre había pensado yo que la naturaleza se disfruta a muchos kilómetros de las grandes ciudades y a muchos más de Madrid, a pesar del Retiro, Casa de Campo, Juan Carlos I y el parquecillo de al lado de casa. Porque claro, uno entiende que la naturaleza es algo que se desarrolla como le viene en gana y que el hombre es incapaz de dominar. Puede tener un cierto control sobre ciertas cosas, pero no demasiadas. Que si el barbecho, el recebo, la montanera, los injertos que mejoran la especie, la genética, la previsión del tiempo, el goteo y muchas pequeñeces más, pero la naturaleza en si misma es incontrolable y cuando se pone farruca, a correr, que no la frenas, ni pidiéndoselo por favor y con educación.

Las aves rapaces cazan y matan para poder subsistir, igual que los lobos, los felinos y a veces, hasta el propio ser humano. Los roedores se comen las cosechas, las vacas el pasto y estos, junto con caballos, mulos, mulas asnos y demás bestias de carga, cagan dónde les pilla. No hay colegio de pago, concertado, público o privado que les quite esa costumbre. Es más. Los animales, estos y todos, huelen. Es lo que tiene la naturaleza, unas veces son los aromas refrescantes de los pinos, eucaliptos o jazmines florecidos y otras la peste de los cagarros recién plantados, que nadie se ocupa en retirar con una bolsa de plástico, con sumo cuidado, para depositarlos después en el correspondiente recipiente habilitado para residuos orgánicos, el cubo de las cacas, dicho finamente. Y esto que parece tan absurdo, tan poco políticamente correcto para muchas mentalidades modernas, ha sido la forma de vida de nuestros abuelos, bisabuelos, tatatatatatarabuelos. Criaban sus animales para matarlos y poder comer el tiempo que les durara el bicho, abonaban con estiércol que recogían cada uno de los días del año. Mantenían a los animales en corrales que se embarraban medio metro cuando llovía. Estaban a merced de que una enfermedad se les llevara la ganancia de un año o que un pedrisco o una plaga les metiera en doce meses de estrecheces y complicaciones. Así es la naturaleza. El caballo daba coces, el perro bocados, el gato bufaba y las vacas topaban, cuando no embestían, si eran moruchas, y te querían sacar las entrañas cuando estas y los machos eran ganado bravo. ¡Qué cosas! Unos dulces animalitos tirándote viajes queriendo ensartarte con las perchas.

Pero no todo era malo, claro que no. A veces hasta quedaba tiempo para fiestas y en muchos pueblos, lo que más gustaba era eso de jugar o ver como otros jugaban con el ganado bravo. Ya que el animal tiene esa costumbre, aprovechémosla y pasemos un buen rato. Pero en estas que están en mitad de la juerga, disfrutando después de haber recogido la cosecha, con dinero fresco y con ganas de celebración. que llegan unos señores y te dicen que nanay, que se acabó la historia, que eso es barbarie en estado puro y que se acabó lo de matar a los animales; esos a los que incluso ponían nombre, a los que cuidaban pasando muchas noches en vela, tratándoles como algo propio de la casa, pero teniendo claro su fin, el matadero. ¡Qué salvajes y asesino! ¡Insensibles! Que en pleno invierno a lo más que llegaban era a tenerlos en el establo, cuando no en prados con encinas en los que los pobres animales se resguardaban. ¡Qué inhumanos! Lo suyo habría sido que les hubieran cedido su cama, su fuego y su comida y para San Martín, en vez de darles matarile, montarles una fiesta del pijama, una fiesta sorpresa, con limonada y canapés de Dog Chow. Si ya lo vaticinó Walt Disney, a nada que haya un poco de interés, hasta podrías sacar a bailar un tango a la vaca Flora, cuando no una conga con Marcelo, el cerdo que tiene un tipito para comérselo; siempre hablando figuradamente, claro.

Pensarán que me he vuelto loco, pero loco de atar, de tratamiento prolongado y les aseguro que no haría ningún intento por convencerles de lo contrario, pues ese mismo pensamiento ronda mis entendederas. Pero de la misma forma, estoy seguro que a muchos de ustedes se les han venido a la mente actitudes y comportamientos de muchos que se hacen llamar amantes de los animales, amantes de la naturaleza. Y ya digo, se hacen llamar así. Lo que no tengo tan claro es lo que ellos entienden por naturaleza. Tengo la sensación de que en lugar de acercarse ellos a esta, lo que han pretendido y siguen en su empeño, es llevar la naturaleza a su entorno ala gran ciudad, creyéndose que el Retiro, Casa de Campo, Juan Carlos I y el parquecillo de al lado de casa son eso: pura naturaleza. Es como un intento de urbanizar el campo. Tanto ecologista de nuevo cuño, animalista, filiorrepollista berzoprófago, casi antropofóbico es como si hubieran querido inventarse un nuevo orden natural, con las malas vibraciones que dan todos los nuevos órdenes, en los que primero se equipara a los seres irracionales con los racionales, para, dando un paso más, colocar a los animales en la cumbre de la pirámide de los seres vivos que poblamos la tierra. Por supuesto que los animales tienen que tener derechos y que merecen vivir en las mejores condiciones posibles, pero en las condiciones óptimas para su desarrollo como especie, atendiendo a sus necesidades y a su papel para mantener el equilibrio de su ecosistema, no crear unas condiciones propias para el hombre y trasladárselas a ellos, como si fueran seres racionales con entendimiento y capaces de razonar. Sinceramente, esto me parece una tiranía y un maltrato hacia los animales.


Parece además como si solo hubiera dos posicionamientos posibles, los extremos, sin haber más opciones intermedias. Los que les pondrían un piso en la playa a los animales y los que apiolarían a todo bicho viviente que encontraran a su paso. Con la cantidad de matices que puede haber entre uno y otro punto de vista. Pero llega a tal punto esta obsesión proteccionista de los animales, que la aplicación de sus fundamentos acarrearía el sacrificio de miles y miles de ejemplares. Sin ir más lejos, ¿se habrán planteado en algún momento que si hoy se prohibieran las corridas de toros, en diez o quince días asistiríamos al sacrificio sistemático y apresurado de cientos de miles de cabezas de ganado? ¿Se habrán parado a pensar que la supervivencia de prácticas como los toros o la caza, garantizan la conservación de estas especies, de su medio natural y la de todos los animales que comparten ese medio? ¿Se habrán parado a pensar que el que siga habiendo toros y caza es la causa principal de que el campo siga siendo campo, igual que el monte sigue siendo monte en la medida en que la subsistencia del hombre depende de su conservación? No lo sé, pero lo que sí sé es que parece que todos estos grupos se han alejado abruptamente de la naturaleza real, no de la que ellos han idealizado, y  quieren vivir un mundo imposible e insano para el equilibrio del planeta, ellos siguen a lo suyo, en su nube, por mucho que me expliquen ahora lo que quieran, pretenden un espacio exclusivo para ellos, algo parecido a ese engendro de los antis y su naturaleza customizada.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Plan de estudios de la FP en Tauromaquia

Cabe la posibilidad de que se incluya la asignatura de cosido rápido, para los mozos de espadas que tienen que 


Para que luego digan que las cosas de palacio van despacio. Al Gobierno se España se le ha emperejilao lo de la FP en Tauromaquia y casi inmediatamente después de que se anunciara que el proyecto estaba muy avanzado, ¡zas! ya nos muestran el plan de estudios, con todas las asignaturas, sus libros de texto y hasta los catedráticos que impartirán las asignaturas. Para que luego haya por ahí algún listo que diga que el partido del gobierno no se preocupa de los toros. Si es que no duermen pensando en la Fiesta, la de los toros, se entiende. Que van a dejar esto “atao y bien atao”, como corresponde a las personas de bien y con decencia.

En realidad no se ha pasado todavía a los medios de comunicación, pero sé de buena tinta que no van a tardar. No sé si yo debería desvelar la primicia, pero el cuñado de mi vecino me lo ha pasado y tampoco quería yo hacerle el feo. Qué considerado el hombre, con lo mal que me he portado yo con él, lo reconozco. Una vez hasta le regalé una entrada para ver al Juli y a Padilla, y el hombre hasta me lo agradeció y todo. Si es que el mundo está lleno de buena gente. Y todavía me lo recuerda; como para no recordármelo, el tostonazo que se tragó, que en una de estas que me quiso contar la faena de don Julián, le pegó un tirón en las lumbares y estuvo mes y medios de baja, sin bajarse de la cama, que tuvieron que reponerle la cuña y la botellita de lo otro quinces veces, hasta que se enteró que había que vaciar todo eso y lavarlas con cierto esmero.

Bueno, pues resulta que el módulo consta de dos cursos, el primero lo de ir a clase y el segundo las prácticas, que duran unos seis meses. Que en año y medio ya estás funcionando, a nada que te apliques e hinques los codos. Ahí va el plan:

La técnica en la tauromaquia:    
Trapazos I
Trapazos II
Trapazos III, perfeccionamiento avanzado. Libro de texto de Miguel Ángel Perera
Destoreo I
Destoreo II
Contorsionismo taurino. Manual del Dr. López Escobar.
Bernadinas y Manoletinas.
Cuidados de la espalda.
Cómo prevenir los estiramienos de brazos y espalda

Teoría aplicada del toreo de capa:                           
El capote se coge con las dos manos. No hay libro, se repartirá un folleto tríptico.
         
Las banderillas, preparación y consumación:
Carreras a todo correr I y II, manual elaborado por El Fandi y Hussain Bolt
El brinco I y II
El gran brinco, avanzado, nivel Ferrera
A toro pasado I
A toro pasado II
A toro muy pasado, Sobre texto de El Fandi y el profesor Padilla
         
Teoría y técnica del descaro:
Encararse con el público
Encararse con el señor presidente. Sobre la obra del profesor De Córdoba, don Finito
Ponerse delante de las mulillas
Presionar a la presidencia. Según la obra de El Pirri.
Teoría y técnica del ¡Bieeejjnnn! y del ¡Vámonos!

El toro, ese amigo. Tratado de taurofilia de don Núñez del Cuvillo
El toro, qué malaje. Manual de Moreno Silva

Esto el primer curso, en el que los alumnos tendrán que preparar un proyecto fin de ciclo, dónde demostrarán lo aprendido en una entrevista hecha por el señor Molés, en la que tendrán que aguantar las bromas que se muy agudamente se le ocurran al entrevistador, y otra realizada por el catedrático en Tauromaquia, el señor Moncholi, en la que pondrán en práctica el dar la razón y decir a todo que sí al señor locutor.

Las prácticas se realizarán en la sede de diferentes escuelas taurinas de las diferentes comunidades autónomas. De momento solo he sabido que participará la Escuela del profesor López Escobar, la escuela Marcial Lalanda, al menos mientras que el recinto no se reconvierta en un albergue para roedores domésticos y aves rapaces criadas en cautividad. Además del Polideportivo de la Concepción y la clínica de fisioterapia del doctor Menéndez. Y ahora que me digan que los toreros no van a salir preparados de verdad. ¡Enga ya!

domingo, 18 de octubre de 2015

La FP en tauromaquia, ¿es necesaria?

Al autor de este blog igual le habría venido una FP en lo que fuera. Pero como no la hizo, aquí les presenta su nueva página con sus trabajos, para todo aquel que quiera interesarse. Muchas gracias


Lo que se enfada el personal cuando se huelen que las cosas se politizan. Si hasta a todo un presidente de gobierno, a sus ministros, a su vicepresidenta, a presidentas de comunidades autónomas encharcadas en la corrupción les ofende que se les lleve la contraria y como si fueran pistoleros del “far west” desenfundan más rápidos que el viento el argumento de la politización. Que muchas veces no digo yo que eso sea malo, pues política es todo, la vida es política y no solo nos tenemos que resignar a ello, sino que hasta deberíamos sentirnos satisfechos de que las cuestiones del día a día se pudieran debatir políticamente. Otra cosita es el que de todo eso haya un partido, un looby o una asociación de vecinos que quieran manipular en favor suyo. A eso, más que politizarlo, yo le llamaría partidismo. Y si hay un tema que en los últimos tiempos se utiliza de forma partidista para ganar una docena más de votos, ahí están los toros, la Tauromaquia cómo ya llama a esto toda la modernidad, sus adeptos y los que se ven influenciados por estas corrientes.

Ahora resulta que al partido amigo de la Fiesta no se le ocurre otra cosa mejor que el plantearse la creación de una FP en Tauromaquia. Qué bien, dirán algunos. Defender así los valores patrios. Y no sé si será real o no, pero parece que será para formar banderilleros. La medida es perfecta para que los que vengan detrás la retiren del plan de estudios, para que a continuación se les eche encima todo el mundo taurino, con ese corporativismo que caracteriza a nuestro sector y que tildemos de antitaurinos, antiespañoles, antipatriotas, tiranos, dictadores, come niños, sacamantecas y tragacardos a esos señores. Y los caballeros y caballeras del PP podrán sacar pecho erigiéndose en defensores de la Fiesta. ¡Vaya! (por no decir ¡Coñoooo! que es de mala educación) Pues que la providencia haga el favor de no mandarme adalides así; casi mejor que nos envíe cincuenta batallones de antis y enemigos declarados de los Toros. Al menos, a estos los identifico fácilmente, vendrán en pelotas y pintados de rojo o en su defecto, con los ojos inyectados en ira antihumanos.

Se pasan cuatro años recortando en Educación hasta límites insoportables, suben las tasas universitarias al cielo, cierran comedores escolares, apelotonan a los chavales en las clases, cercenan proyectos de investigación en marcha y algunos a punto de culminar, cierran colegios, institutos, hay chavales que se quedan sin plazas precisamente en FP, otros tienes que irse todos los días al fin del mundo para poder cursar el bachillerato que desean, mutilan las enseñanzas de humanidades, la música no se manda ni tan siquiera al desván, como otras enseñanzas artísticas, la filosofía desaparecerá de nuestras vidas y en este ambiente tan sosegado y apacible, a los responsables de educación no se les pasa por la cabeza una ocurrencia mayor que crear una FP en Tauromaquia. Será para darle en los morros a la señora Carmena y a todos los de Podemos. Pues queden con ellos y díganse las barbaridades que les vengan bien, pero dejen de utilizar una vez más a los Toros. Nos quejamos de la manipulación que una parte hace de la cuestión taurina y por el otro lado nos estaban esperando con esto. No sé ustedes, pero yo tengo la sensación de ser una bola de futbolín que va de un lado para otro a base de palos y cuando descanso en la portería, me cogen de nuevo del cajetín y vega, más palos. Me dan por la izquierda y cuando me doblo para la derecha, allí está otro sacudiéndome para enderezarme. ¡Haya paz! Aunque no sé si debería decir ¡Halla paz! Encontremos esa paz. Quizá haciendo política, puede que ese fuera el camino, hacer política de verdad, no politiqueo, ni partidismo. Pero si no saben hacer política en Educación, sanidad, Cataluña, inmigración, refugiados, guerras en el mundo, desamparo de la población, pobreza, falta de recursos, ¿se lo vamos a pedir para los Toros?

No hay partido que sepa tratar el tema taurino, entre otras cosas porque cada uno se ve en la obligación de mantener una postura impuesta, un cliché que se supone que deben cumplir, no vaya a ser que si se salen de ahí pierdan dos votos. Que igual es verdad, pero al no actuar en conciencia pierden dos mil. Unos lo toman como bandera del españolismo, otros como del antiespañolismo, otros se quedan parados progresistamente y hasta dicen que nunca les verán en una plaza de toros, para un rato después desdecirse, otros no se plantean otra cosa que atacar sin saber de qué va esto, otros...

¿Y qué dice el mundo del toro? Pues al contrario que los partidos políticos, los taurinos mantienen una postura uniforme, no saben para dónde van. Unos solo están preocupados por mantener su negocio, otros se dejan llevar por estos, otros se mantienen como víctimas, otros solo quieren que no les quiten el encierro de las fiestas, una vez al año y punto, sin importarles que el resto del edificio se desmorone irremediablemente. Otros se asocian, hacen grupos con siglas impronunciables y todos mantenemos esa tradición tan taurina, tan nuestra, del cada uno a lo suyo. Me gustaría oír una voz autorizada del taurinismo decir que esa FP se agradece mucho, pero que se la guarden para ellos, que no, que no es eso lo que se necesita. Porque si algo tienen los Toros es el tener una personalidad, una idiosincrasia propia, en muchos casos muy alejada del mundo no taurino, a la vez que muy arraigada en la esencia de muchas gentes. Al toreo no hay ni que dotarlo de recursos, imagínense hasta dónde me atrevo a llegar, al Toreo le bastaría con que no le estuvieran poniendo chinitas en el camino permanentemente, cuando no palos en las ruedas. Si la Tauromaquia tiene más fortaleza que la que podamos imaginar. Imagínense los ataques que sufre continuamente, en especial desde dentro, y sigue adelante a pesar de todo. La única ayuda que este mundo necesita es el conseguir quitarnos del medio a tanto golfo, tanto ladrón, tanto mediocre y tanto... (¡Tente, que te pierdes!) Que nos dejen tranquilos. Que los viejos maestros, los maestros de verdad, enseñen a los jóvenes, que la enseñanza no esté en manos de fracasados que no buscan el bien de la Fiesta, sino el beneficio propio, que haya quien le diga a los críos que quieren ser toreros que no se puede torear engañando, que torear no es pegar pases y que para ser torero hay que ir poniendo la pasta por delante. Que los torerillos aprendan cómo se lidia, que se prueben con vacas, que el que valga eche para adelante y el que no, que disfrute de la afición más bella del mundo, que hay muchas formas de sentir el toro. Eso es lo que necesitamos. Quitarnos carroñeros de encima, apartar esos especuladores e intrigantes que nos usan y nos tiran como trapos viejos. Y yo ahora me pregunto: la FP en tauromaquia, ¿es necesaria?