sábado, 28 de diciembre de 2013

No son inocentadas, que va muy en serio

Nuevo aspecto de Las Ventas. AL fondo la M-30, convertida en un canal para el recreo de los madrileños.


En las últimas horas me ha llegado un aluvión de noticias al teletipo que uno no puede echar en saco roto, así que sin esperar más, las comparto con ustedes.

-          José Tomás vuelve a los toros para hacer temporada. De momento están contratadas las ferias de Valencia, Sevilla y Madrid. El número de actuaciones dependerá del resultado de las primeras; “ha de ganarse los contratos, como lo hacen sus compañeros”, según ha declarado Simón Casas, portavoz de los empresarios.

-          El maestro de Galapagar parece que ha pedido que siempre vaya un matador por delante para no tener que ser él quien abra plaza. Se barajan los nombres de Curro Romero, Paula, El Niño de la Capea (padre), Manzanares (Padre) y Julio Aparicio (Hijo). Que a todos ilumine el Espíritu Santo.

-          El G 5 se amotina y se niega torear en España en 2014, si no torean las camadas completas de Cuadri, Adolfo, Flor de Jara, Escolar, Moreno Silva, Miura y Javier Molina.

-          No, perdón, perdón, ha habido un error tipográfico, repito la noticia: El G 5 se amontona y se niega torear en España en 2014,; sí, no torean las camadas completas de Cuadri, Adolfo, Flor de Jara, Escolar, Moreno Silva, Miura y Javier Molina. No era posible, ¿cómo no me he dado cuenta antes?

-          Fernando Domecq abandona el toro, cede la ganadería a Toys’r’us y él se dedicará a los muñecos de peluche. Parece ser que busca actividades más excitantes y con más riesgo.

-          Alejandro Talavante ficha por los Cantores de Hispalis. El grupo se muestra muy feliz, pues consideran que es dar un paso de calidad en su carrera. El torero parece ser que se encuentra haciendo gargarismos para aclarar la voz.

-          José María Manzanares (hijo) aparecerá en la Madrid Fashion Week para presentar la nueva colección de David Delfín, titulada “Esto sí que es el fin…al”. No se sabe si el diestro paseará su palmito por la pasarela habitual o si, según sus tendencias, dará un rodeo por fuera del Palacio de Exposiciones y Congresos. Coge fuerza la opción de que irá por donde haya fibra de carbono cristalizado.

-          Morante deja de fumar, pero seguirá tomando cafés entre toro y toro, incorporando la novedad de mojar una magdalena, para acompañar.

-          Sebastián Castella monta una academia de idiomas. La materia impartida será traducción de español francés, francés español y su especialidad,   francés-místico, místico-francés.

-          Miguel Ángel Perera alargará su luna de miel 14 meses más, gracias a la donación que ha recibido de las asociaciones de aficionados, quienes le prefieren en las arenas de las playas del Caribe que en las arenas de las plazas españolas. Aunque corren rumores de crisis matrimonial. Según se dice, se comenta, se rumorea, la novia está harta de pedirle que salga del agua para ir a comer, a lo que él no hace caso y además pone cara de digno. Al final no llegan ni a la hora de la cena; tenían contratada pensión completa, pero aunque no la hayan podido disfrutar por los motivos ya expuestos, el hotel no se hace responsable. Es más, se está planteando una queja por abuso de agua, arena y hamaca.

-          Morante de la Puebla sigue sin fumar y pasará a ser patrocinado por la “Bella Easo”. Los de magdalenas Ortiz están que trinan.

-          Científicos de la Universidad de Michigan han descubierto que en las corridas de toros también hay aficionados, un punto que quedaba por aclarar, pues no existe ninguna bibliografía reciente que así lo atestigüe.

-          El Juli busca aliados entre sus compañeros para “convencer” a su familia de que hay que cambiar el papel del salón. En caso contrario, parece que no va a pasar la aspiradora en esa zona de la casa. Su mujer ha declarado que ya ha cedido bastante, que vale que haya cuadros y fotos suyas por toda la casa, que las cortinas de la ducha estén estampadas con lopecinas, que cuando va por el pasillo haya que decirle eso de “bieeejjjnnnn torero bieejjnnnn”, pero poner el papel pintado con derechazos y naturales suyos, que ya es ceder demasiado, que si al menos hubiese un toro…

-          Rivera Ordóñez, de momento, no se divorcia, pero habrá que estar al tanto.

-          Cayetano Ordóñez, de momento, no se casa, pero habrá que estar al tanto.

-          Kiko Paquirrín Rivera , de momento, no se sabe de qué trabaja, pero habrá que estar al tanto.

-          Taurodelta, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid están estudiando como seguir haciendo la puñeta a la afición madrileña. Parece ser que circula un proyecto para cubrir la Plaza Mayor y la Cibeles, para lo que se está buscando una empresa solvente que garantice que el telón se caerá a la primera brisa de la sierra que llegue a la capital.

-          Las Ventas será el escenario de la Feria del Calzado y del Automóvil, así como de los próximo s 8 Días de Oro de El Corte Inglés. Dichos 8 Días serán de marzo a Octubre, para que todo el mundo tenga tiempo de beneficiarse de las rebajas, las super rebajas y las requeterrebajas. No acumulable en promociones especiales.

-          Morante puede que no haya dejado del todo el tabaco, pero se confirma que se ha encargado un vestido magdalena y oro para el año próximo.

-          El nuevo comentarista del Plus será un gran conocedor de los colores de la Fiesta.


Había muchas más noticias que tratar, pero creo que en estos casos hay que ceder ante la urgencia y primar la notoriedad antes que nada. Eso sí, les puedo jurar que esto no es una inocentada, líbreme Dios. Esto es verdad como la vida misma, en un mundo en el que todo es mentira y nada es lo que parece.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Salen a la luz escuchas a dos políticos de partidos antagonistas

Aquí hay más de uno en la luna


La Brigada de Escuchas Especiales Antivicio ha revelado el producto de una serie de trabajos encargados por el gobierno para identificar posibles grupúsculos de antiespañolismo en la Administración Pública. El escándalo parte de dos diputados nacionales, uno del partido del gobierno y otro de la oposición, PP y PSOE, quienes no estaban de acuerdo con la posición oficial de sus partidos sobre ciertos asuntos de gran trascendencia. A continuación se reproduce la transcripción de la conversación mantenida entre ambos políticos.

-          ¿Xose? ¿Eres tú?
-          Hombre Currito ca… piiiiiiii. Cuánto tiempo.
-          Ya ves, he estado con un lío de coj… piiiiiiii.
-          ¿Sí? No jo… piiiiiiii. Yo estuve con lo de la comisión taurina de los hue… piiiiiiii.
-          No jo… piiiiiiii. Al final se aprobó, que de pu… piiiiiiii madre. No veas que respiro, yo pensaba que al final la echábamos para atrás.
-          Pero si tú votaste absteniéndote, ¿por qué no votaste que sí?
-          Jo… piiiiiiii porque no puedo, se me ocurre desobedecer la disciplina del partido y ya me puedo despedir de salir en las listas en las próximas elecciones.
-          Pero, ¿te gustan los toros?
-          La ost… piiiiiiii, lo que más me mola del mundo, es una pasión, es una locura, me gustan un hue… piiiiiiii. Habría dado mi mano derecha por defender esta ley.
-          ¡Huy la ost… piiiiiiii, pero no me jod… piiiiiiii. Pu… piiiiiiii política y pu… piiiiiiii partidos.
-          ¿Por qué? Anda que te quejarás tú, que has estado todo este tiempo con toreros, ganaderos, en fincas, en el campo, en tertulias a favor de los toros. Ya me habría gustado a mí.
-          Y una mier… piiiiiiii.
-          ¿Qué?
-          Pues que a mí no me gustan los Toros, que yo soy de Ferrol y es ver a un toro sangrando y se me revuelve todo por dentro, no puedo ver la sangre, me mareo, no aguanto.
-          No me jod… piiiiiiii. Si te he visto mogollón de tardes en los toros y hablando por la tele defendiendo la ley esta que habéis aprobado.
-          ¡Buah! Si a mí lo que me gusta son los percebes, las nécoras y el ribeiro. Si cuando iba a la escuela daba un rodeo por no pasar por donde las vacas, con ese pestazo a boñigas frescas. Pero como mi partido somos los más españoles y el prototipo de españolismo, pues hala, a los toros, como al jefe no le gustan, pues hala, Xose a la comisión taurina y a fumar puros como una locomotora.
-          Pero eso sí que mola…
-          Y un coj… piiiiiiii Yo no he fumado en mi vida. Ya te digo, yo soy como tú, casi hasta antitaurino, fíjate tú, pero la pasta es la pasta y me he tenido que adaptar. Tú sí que me entiendes.
-          Y una po… piiiiiiii como la manga de un abrigo, a mí me han gustado los toros de siempre, pero como parece que es demasiado carca y poco progresista, pues me toca jode… piiiiiiii y llevo años sin pisar una plaza de toros a cara descubierta. Jod… piiiiiiii que yo fundé la Peña “El puyazo” de Trigueros.
-          Curro, no me jod… piiiiiiii ¿Es eso posible?
-          Como te lo cuento. Si cuando me voy a los toros de estrangis, aparte de tener que ponerme una peluca rubia y barba, con 40º a la sombra en el mes de julio en Pamplona y en la feria de Málaga en pleno agosto, a mi secretaria y a mi jefe les digo que me voy a un club de carretera a echar una canita al aire, y  mi mujer cree que soy un pervertido y me tiene arrinconado en otra habitación y durmiendo en un sofá al que le rechinan hasta los flecos de los cojines.
-          Pero Curro, eso es muy gordo. Jo… piiiiiiii yo me pensaba que a los socialistas no os gustaban los toros.
-          ¿Que no? ¡Pufff! Los días que torea José Tomás hay desbandada general en Ferraz.
-          ¿Y si os vais todos a los toros, qué problema hay?
-          Pues que oficialmente nadie va a los toros.
-          ¿Y cómo sabes entonces que todo el mundo se escapa para lo mismo?
-          Pues porque todos nos vamos de put… piiiiiiii
-          Jajajajajaja. Mira que sois panolis los socialistas.
-          Claro, como tú vas cuando quieres, ¿o no vas?
-          Te voy a confesar algo, yo no voy casi nunca y cuando voy es para salir en la tele para dar el pego de buen español, pero me paso las dos horas en el bar o mandando wasaps a los colegas.
-          Entonces, ¿cómo opinas con tanto acierto?
-          Porque conmigo viene Galindo, un conserje del Ministerio que sabe la ost… piiiiiiii de toros y me cuenta lo que ha pasado y yo lo repito.
-          ¿Y cuando dices que vas a los toros y no vas, dónde te metes?
-          Me voy de pu… piiiiiiii
-          Xose no me jod… piiiiiiii, me cag… piiiiiiii en mi madre.
-          Como lo oyes. Pero tengo que disfrazarme, porque siempre te puedes encontrar allí a algún compañero de partido, incluso a algún cabeza de listas.
-          Pero si vosotros sois los defensores de la Fiesta, si vuestro partido está lleno de aficionados.
-          Que va, que no hombre, que no. Mira uno es de Pontevedra y no fue nunca, no distingue un burro de un toro, a otro no le saques de la música, que se nos pierde, otro se pasa el rato en el gimnasio y sólo piensa en sus musculitos, otro…
-          Vale, vale. Pero entonces estamos haciendo el Gili.
-          No hombre, eso lo hacemos los de mi partido, porque a vosotros no os gustan los Toros, como a mí.
-          ¿Que no? No sabes tú la cantidad de facturas que llegan al partido de alquiler de pelucas, barbas y lentillas de colores entre los meses de mayo y junio a Ferraz. Lo que pasa es que en el concepto suelen poner que es por el alquiler de juguetes eróticos, lubricantes y preservativos de sabores.
-          Claro, también os entiendo, porque si os pillan los de Izquierda Unida, la jod… piiiiiiii, porque os levantan el voto progresista y antitaurino, que seguro que los tenéis al acecho.
-          ¿Esos? Esos están tan jodi… piiiiiiii como nosotros.
-          ¿Y eso?
-          Pues porque si se ponen la peluca canta mucho, todo el mundo sabe lo de ponerse unas melenas postizas, tienen mucha tradición en eso en este partido.
-          No me jod… piiiiiiii que también son aficionados.
-          ¡Huy! Pero de la ost… piiiiiiii. No te haces una idea. Si hasta celebran capeas en la clandestinidad, con pasamontañas y bajo la prohibición de no poder hablar, no vaya a ser que les coloquen por la voz.
-          Pero esto es un poco absurdo.
-          Ya te digo, pero, oye, ¿te importaría pasarme una entrada cada vez que vaya Galindo? Así el hombre no va sólo y yo despertaré menos sospechas.
-          Vale, pero a cambio tienes que decir a las chicas del club que te cubren, que me hagan un precio especial, que al final te sale la cosa por un pico.
-          Hecho. Oye, te dejo que viene el jefe y me va a pillar con el vídeo de Nimes de José Tomás.
-          Vale, vale, cuelga.
-          Ciao.
-          Ciao.


Ahí queda la prueba fehaciente del embrollo en que están metidos nuestros políticos. La Brigada no ha querido facilitar nombres, aunque uno parece que puede ser un diputado del PP por Lugo y el otro uno del PSOE por Cádiz, ambos con residencia habitual en Madrid, pero este es un punto que aún queda por confirmar. Les daremos cuenta de cualquier novedad que se produzca en este tortuoso asunto.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Siempre en domingo, don Joaquín

Joaquín Monfil podrá ver las faenas que soñó desde su grada. QEPD.


Hoy hay un aficionado menos a los Toros, y no por decisión propia, ha tenido que ser la de la guadaña la que le ha arrancado de su grada del 7, de esa localidad que ocupaba todas las ferias de Madrid, que tiene su mérito, pero no tanto como el acudir todos los domingos y fiestas de guardar, cuando no hay que aparentar, ni hay nadie interesante que le pueda ver a uno. No están ni los de la tele, ni los clubes y asociaciones taurinas de medio mundo, sólo se ve a los que sienten un amor y una afición infinita por esto del toro. La que tenía Joaquín Monfil, un parroquiano de Las Ventas que no pasaba desapercibido, sí, el del julipié. Voz rotunda, presencia más rotunda y el rostro escondido detrás un impresionante mostacho. Cargado como si se fuera de mudanza y no a pasar una tarde de toros, se le veía acodado en los poyetes de la entrada a su grada revisando el programa de la corrida. Pero siempre llegaba alguien dispuesto a apropiarse de su sabiduría taurina, a que don Joaquín le ungiera con el conocimiento del toro, de la lidia y del intríngulis de todo este circo.

Yo tuve el privilegio de ser parte del mismo equipo que él en Opinión y Toros, cada uno en su parcela. Antes de San Isidro, el mister, Antolín Castro, nos lee la alineación en la caseta, repartiendo el trabajo para cubrir todo el terreno de juego y no permitir que se quede ninguna parcela sin tapar, y sin entorpecer al compañero. Todos preparados, tensos y Joaquín Monfil en el 7, como aquellos grandes jugadores que se quedaban en su parcelita del campo y desde allí hacían su juego, como Puskas o Luis. Es para sentirse más que orgulloso de haber visto mis letras junto a las de semejante aficionado, uno de esos que se recordará dentro de unos años, aunque se le echará de menos desde ahora mismo.


Ya no estará para velar por la honra de su plaza, ya no podrá impartir su magisterio y aunque pueda haber quien se atreva a tomar su relevo siguiendo sus pasos y sus enseñanzas… Unos le recordarán con sincera añoranza, otros lo querrán utilizar para reforzar sus teorías, sin importarle si estas escandalizarían a don Joaquín; incluso los más ruines se atreverán a atacarle y contradecirle ahora que ya no puede responder. Hasta de mal aficionado le tacharán, igual que hemos visto en otros casos. Otros se creerán en el derecho de vociferar a sus anchas, pues se consideran el siguiente en el escalafón y piensan que con alaridos incoherentes se irán ganando el puesto. Pero hasta para dar voces hay que saber lo que se dice; miren si no unas filas más abajo en el tendido 7, ahora repleto de japoneses, pintones y curiosos, convencidos de que es plantar allí el culo y la ciencia taurina les invade por los poros de la piel. Allí, como en tantas zonas de la plaza ya no quedan casi aficionados, si Jesulín decía que todos cabían en un autobús, ahora casi pueden ir todos juntos en un taxi. Eso sí, te los encuentras afirmando que ellos lo son y de los buenos, de los exigentes, porque ellos saben de que va esto, algo que nunca le he escuchado decir a los más sabios de esto que es el toreo. Pero los actuales lo saben todo y ni se les pasa por la cabeza reconocer que no saben algo. Qué diferencia. Yo sí oí a Joaquín Monfil decirlo y hasta lo comentaba, y era entonces cuando te dabas de la tauromaquia que le cabía en la cabeza, una cabeza tan impresionante como su presencia o su voz, un fijo en las ferias de Madrid, pero cuando te lo encontrabas con seguridad por la plaza era “Siempre en domingo, don Joaquín“.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Felicidades para todos los aficionados

¿Dónde está el toro, Barbitas?


Como dice la cancioncita de las caras de susto, ya llegó la Navidad, la época del año en la que nos ablandamos como un bizcocho mojado en chocolate hirviendo, con tantos buenos deseos, que si se cumplieran la mitad de ellos nos aseguraríamos una vida plenamente placentera para nosotros y para varias generaciones; pero, desgraciadamente es llegar el día de Reyes por la tarde y ya nos aparece la inquina, que si vaya porquería de regalo de los cuñados, que si la cuñada me regala un frasco de colonia para niños, que si la otra me ha regalado el mismo disco que le regalé yo el año anterior pero con otro papel de regalo, que si la suegra te regala una bufanda del Madrid y sabe de sobra que eres del Aleti, que si el antitaurino te regala las obras completas de Mosterín, tú le endilgas el Cossío en vena, y el desalmado de siempre que te aparece con un disco de Ismael Serrano o las obras completas de Perales. Ojito, que ahí hay algo más que inquina, casi hasta unas dosis de odio más que considerables.

Pero seamos buenos, abramos nuestros corazones y felicitemos a todo el mundo, aficionados, cabales y no cabales, taurinos, no tan cabales y nada cabales, a ganaderos y ganaderos, toreros y pegapases, veedores e invidentes, presidentes y orejadonantes, a esos mulilleros que salen con el freno de mano para forzar al usía a que dé la oreja, a esos banderilleros que estampan los toros contra las tablas, a los que hacen la rueda, a los que les cabe un resort entre él y la muleta, a los que se encaran con el público y con el Rey de Flandes, a los que corean a los maestros hasta que se les seca la boca, a los de los bocadillos gigantes, a los del baja tú y los del no traje traje, incluso a los que exigen el toro íntegro y el toreo verdadero, a todos.


Como en estos días uno se puede poner todo lo blandengue que pueda dar de sí y todo lo que aguante la nariz el pestuzo a moñez y a colonia rancia de bebé, que es como huele la ñoñería, que de primeras parece que gusta, pero al momento no hay quien la pueda soportar sin fruncir el entrecejo, pero uno va a abusar del momento, así que me aprovecharé también para agradecer la presencia y el apoyo que tantos aficionados me dan con cada entrada; y mira que uno a veces se pone respondón y que ve las cosas a su manera, pero es en esos momento cuantas más adhesiones recibo, eso sí, cada uno reafirmándose en su punto de vista, pero concediéndome el privilegio de poder opinar según mi propio parecer. Anda que eso no vale nada. Cuando hay acuerdo todo es más fácil, pero que uno diga lo contrario de lo que el lector piensa y que este valore tu sinceridad, es para sentirse muy orgulloso de los visitantes que uno tiene. Siempre intento que la grada esté limpita, calentita en invierno y con una brisita en los meses de calor, con sus letras todas bien colocaditas formando palabras, frases, párrafos y dando lugar a una idea. Pero cuando uno cree que ya está todo como los chorros del oro, empiezan a llegar los comentaristas, uno pone un cuadro en una pared, otro se trae un sofá y una mesa de centro, otro las sillas y la mesa de comedor, la alhacena, una alfombra, unos libros en las estanterías, las cortinas, el suelo pulido y brillante. Total, que uno se creía que ya lo había dejado todo más que niquelado y se encuentra que le han dejado la casa hecha un museo. Así son mis amigos, que aquí me he encontrado muchos. Amigos de verdad y de todas partes del mundo. Unos más callados, otros más participativos y todos empujando. Con unos comparto pastillitas de colores, para ver si llegamos a entender la Tauromaquia 2.0, con otros los cabreos de las tardes venteñas, las diferentes formas de ver la Fiesta, desde el Sur, sintiendo ese olor a quemado que desprenden los pitones, desde la juventud que puede con todo, la serena madurez del que ha vivido muchos toros, quien dedica su vida a criar los toros más guapos, los que mantienen su afición lejos de la calle Alcalá, algunos tan lejos que sueñan con pisar un día mi plaza, los que la visitan todos los años varias veces, los que sin el toro mueren y con los pegapases se desesperan, esos amantes callados del toro, tantos y tantos perfiles, que si los uniéramos veríamos como todos juntos tienen forma de toro, un toro imponente, encampanado y majestuoso. Pues gracias a todos, muchas gracias por ayudarme en momentos complicados en los que me agarré al toro, me refugié en mi grada del seis, sin que nunca me faltara compañía. Por todo esto uno sólo puede hacer dos cosas: mostrar  gratitud y seguir habitando este espacio queriendo regalar algunos buenos ratos; unos me dicen que se ríen, otros que al menos se les ha arreglado el día, otros que ven que no están solos, en fin, como para no sentirse feliz y muy, muy satisfecho. También habrá a quien maldita la gracia que le hacen mis ocurrencias, pero les puedo asegurar que no pretendo molestar, nada más lejos, pero tampoco quiero callar y si alguien no se siente a gusto con lo que digo, les ofrezco mis disculpas, pero no mi silencio, tampoco estaría bien. Pero bueno, lo voy a dejar aquí, porque al final me voy a empezar a echar flores yo solo y eso sí que es insoportable, no lo aguanta ni una abuela muy cegada con el nieto pesado. De nuevo muchas gracias, que tengáis unas felices fiestas, aunque sea con la cuñada, el cuñado, los sobrinos insoportables, los suegros, la tía soltera, la que se quedó viuda hace 30 años, el sobrino que vive solo y que viene con la novia, una chica que al verla provoca que todo el mundo se haga la misma pregunta, ¿qué hace con este memo una chica tan… limpia y simpática? Nadie lo sabe, pero después de las uvas hay tortas por darle un beso y un abrazo a la novia del zángano ese que, como todos los años, se ha puesto la pechera perdidita de hollejos y granitos. Felices fiestas y que no nos falte el toro, que ya falta bastante.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Malcriados, caprichosos con el papá castrador

Torear en tu plaza es un privilegio y una obligación.


¡Ay! Qué estamos casi en Navidad, ¿no vamos a poder tener un momento de paz, amor y fraternidad en esto del Toro? Pongamos un poquito de nuestra parte. Mira que descolgarse ahora estos magníficos toreros mediáticos con que no torearán este año en la Maestranza. O sea, que no torearán en Sevilla, porque si se echaran para adelante y emulando a José Gómez Ortega se pusieran a pensar en una Monumental, con mayor aforo que el Baratillo y con entradas más baratas, igual les sobraban billetes a espuertas. Pero no creo que esta fuera una mala solución, ¿no dicen que esta plaza ha perdido su identidad? Pues que la busquen por otro lado, aunque si realmente se encuentran con la personalidad verdadera del aficionado hispalense, lo mismo no les iba a gustar. A ver si se van a dar cuenta de que siempre ha sido exigente y entendido, y que esas niñas enloquecidas que les aclaman no son precisamente el paradigma de aficionado sevillano; ese que no soporta ni un minuto más a la empresa y al que llevan años echando de su plaza, el que se avergüenza de indultos y Puertas del Príncipe de bochorno.


Me resulta entre ridículo e indignante como estos niños de la burbuja creen siempre que los males les son ajenos y que son otros o un ente abstracto y maligno el que los crea. Viven aislados del mundo en ese Edén particular en el que les han acomodado los mismos que les desahuciarán cuando ya no les sean útiles. Ya están con eso del respeto, ese al que se les falta continuamente, como si fueran pandilleros de navaja en mano, que por una mirada mal interpretada se creen ofendidos y es motivo para echarle las tripas fuera al primer incauto que estuviera rondándoles. Todo por ser respetados. Tanta obsesión por esta causa ya me empieza a parecer enfermiza o propia de una mente que necesita un tantito así de madurez. Lo malo es que no se han puesto a pensar ni dos minutos en que el respeto hay que ganárselo y no precisamente a golpe de exigencias y bravuconadas. Pero también es verdad que ese ha sido el método empleado hasta el momento y siempre les ha salido bien. Que si queremos ir a Cultura, que si los derechos de imagen, que si el toro que quepa en la muleta, que si con esos compañeros no, que si tarde y media en esa plaza, que si me quitan a ese que voy yo, que si esos toros no y estos que yo tengo en el esportón sí, que si hago lo que me da la real gana y tu tragas, que si ese público me falta al respeto, que son muy malos y me tratan mal, que le llamo cegato a un presidente y me ríen la gracia, que si me enfrento al público y al del palco, que este periodista no me gusta, que me pitan y sigo dando por ahí alargando la faena mientras unos me aclaman, o ni eso, haciendo el ridículo, pero encontrando eco en los vasallos y esbirros parásitos del torero, que me pongo a berrear ante un becerro y me hacen los coros. Que pena que nadie les haya dicho un no a tiempo, que no les hayan enseñado a ganarse ese respeto, a que el camino siempre es duro y que ser matador de toros y además figura es algo muy grande y por ello muy sacrificado.

Deciden que no van a Sevilla, como que no van a Madrid, Bilbao, Pamplona o que Zaragoza ya les pilla muy a trasmano, que o cambian el Pilar al 15 de septiembre o que ya si eso lo dejan, que vayan los de segunda división, esos pobres que tienen que ponerse delante del toro y no del mojicón con cuernos. Estos, los de las gestas, los que un día se encierran con seis monas y ya han hecho el año, pero que consideran que no tienen ninguna obligación de pasar todos los años por todas las plazas de primera, lo cual es cierto, es un privilegio que desprecian, un privilegio que deberían agradecer como matadores de toros y hacer uso de su derecho como figuras que dicen que son. Pero no, los caballeros dicen que no van a Sevilla y no van. Incluso entendería que no estuvieran en la Feria de Abril si no llegaran a un acuerdo con la empresa, que tal y como actúa esta, tampoco sería nada extraño; se juntan el hambre con las ganas de comer. Pero no, han sido los cinco latinos los que han decidido tomar esta medida para hacerse respetar, su gran preocupación. Pero nada se habla del respeto a la afición de Sevilla, aunque uno no sabe si lamentarlo o felicitarles. Ahí los tienen, Julián López “El Juli”, que con sus trampas y chabacanería torera fue ensalzado como máximo dios del toreo en esa plaza; Morante de la Puebla, al que eligieron como sustituto de Curro, sin que le llegue ni al polvo que sueltan sus zapatos y al que aguantan lo que le aguantan esperando que se parezca al maestro, aunque está visto que a él le importa un pito el estar en la que debería considerar su plaza y su feria; Miguel Ángel Perera, ese dechado de aburrimiento y vulgaridad al que aceptan como torero dominador y poderoso con un ganado dominado y entregado desde la finca; Talavante, que resulta que es casi la reencarnación de Belmonte con su toreo casi suicida, cerrando los ojos a ese destormo distante y sin el más mínimo conocimiento de lo que es la lidia de un toro con dos gotas de casta; y Manzanares, el de los indultos, el artista supremo que torea tan alejado del animal que no da a ganar un duro a las tintorerías aledañas al Guadalquivir.

Aquí los tienen a estos fenómenos que no se sabe si hay que mandarles al “Hermano Mayor” o a “Súper Nani”, porque no acabo de apreciar si son adolescentes tardíos con una edad del pavo demasiado prolongada o unos infantes caprichosos a los que hay que poner límites y ponerles las normas en la puerta del frigorífico. Aunque tampoco les podemos cargar con todo el muerto a este quinteto del arte, no, no seríamos justos con los Pagés- Canorea, no les debemos quitar su mérito, que lo tienen. Unas veces dejaban fuera a unos porque sí, por capricho, otras porque querían ahorrarse un duro y otras, pues vaya usted a saber y ahora se dice que quieren contratar a José Tomás por lo que sea. Algo no funciona bien en las cabezas, o quizá funciona demasiado bien. Desde fuera, porque uno no conoce esa plaza, ni esa afición como para opinar alegremente de lo que ocurre, pero la impresión que da desde aquí es que la plaza de Sevilla se ha convertido en un feudo en el que a unos señores les permiten obrar a su antojo y como en casi todas las plazas, el aficionado cuenta más bien poco o nada. Luego viene eso de enfrentar Sevilla con Madrid y en caso de dificultad se tira de orgullo local y se desvía la atención, aunque me da que esas cosas no valen para el aficionado, aunque para el público sea cuestión de suma importancia.

La conclusión al final de todo esto es que el aficionado tendrá que callar, porque ya se sabe que sus derechos son pagar y callar, no se le concede ni un ápice de opinión que pueda incomodar a los taurinos, no vaya a ser que alguien aprenda y se forme la marimorena. Pero la receta está clarita como el agua; juntamos un buen chorreón de soberbia, desconsideración, egoísmo y vanidad, lo mezclamos bien, unas gotas de ignorancia, unos cubitos de ineptitud, se mueve y se sirve frío, al gusto, decorado con una guinda de fraude endulzada por unas crónicas partidistas de estómagos agradecidos. En vaso largo o en copa, es indiferente, se le atiza al aficionado, teniendo la precaución de taparle la nariz, no vaya a ser que tal pestilencia le eche para atrás, sujetándole bien la cabeza para que no la mueva y después de haberle atado convenientemente a una silla. Eso sí, no se le permite decir ni palabra. Se le sacan los billetes de la cartera y andando, ya tenemos el mejunje ideal para aguantar a unos niños “malcriados, caprichosos con el papá castrador”.


jueves, 12 de diciembre de 2013

Cuando Frankenstein se compró una ganadería

Ya podían resucitar en los carteles la casta navarra mediante esos milagros genéticos.


Si será fuerte esto del toro, que según rumores que vuelan por esos mundos, el afamado científico centroeuropeo Herr Víctor Frankenstein se ha hecho con una ganadería de bravo, Todo indica que la vacada adquirida era de pura sangre saltillo, más concretamente de Albaserrada, lo mismo que tenía Victorino Martín y que tiene el señor Escolar y el señor Martín, don Adolfo. Lo de Victorino lo dejo en tiempo pasado, porque si uno se atiene a lo que sale ahora con la “A” coronada, hasta duda que sea Saltillo. Vale que son cárdenos, pero con un tufo a Fundador que tira para atrás.

Pues bien, Herr Victor, una vez llegó a la finca decidió eliminar todo lo anterior y empezar con una punta de reses de Juan Pedro Domecq. Todo parece indicar que ha sido asesorado por alguien muy implicado en el taurinismo predominante, pues estos primeros pasos responden a la conducta habitual de todo nuevo ganadero que pretende recibir abundantes satisfacciones en su nueva actividad. Satisfacciones en forma de talones o billetes de curso legal, así absténganse los que pretendan obsequiar con cromos del Capitán Trueno. Se ha filtrado que el nuevo hacendado mostró ciertos reparos en un principio, pues no se veía con los mínimos y básicos conocimientos de la cría del ganado de lidia, pero tras una conversación con esos taurinos, y tras poder comprobar una extensísima lista de otros osados ganaderos de nuevo cuño que tampoco tenían ni idea, se decidió a lanzarse a la aventura. Se dejó embaucar por la atracción que provoca el verse rodeado de gente adulándole, el aparecer en las fotos del brazo de las figuras del toreo cuando estos fueran a visitarle a su casa, el ocupar un burladero en el callejón de todas las plazas del orbe taurino, el que le invitaran a salir en la tele en el palco de la cadena taurina por excelencia, aparte de tener que contestar a las agudas y punzantes preguntas de los reporteros:  El torero ha estado muy bien, ¿verdad? Lástima que el toro haya sufrido ese colapso parasimpático con esguince pulmonar, que no le dejado durar algo mas, sobre todo por como el toro se desplazaba. A lo que el ganadero debería sentenciar con gravedad y sapiencia: “Sí” y quiero saludar al maestro… Un abrazo. Y punto, se acabó esa comprometida “interviú”.

Que no es tan complicado ser ganadero hoy en día, que tú vas al hiper de las ganaderías y te dan el pack completo, te lo llevas y siguiendo las instrucciones, la puedes montar tú mismo con tus manos y casi sin herramientas, una llave Allen, un destornillador y ganas, muchas ganas. Luego te aprendes las leyes de la genética de Mendel, no para ponerlas en práctica, sino para contarlas en tertulias, foros de debate, entrevistas en prensa y en programas taurinos. Y si encima te prestas a que prueben en tu casa la nueva puya retráctil, el nuevo vestido ultraflexible y a prueba de retorcimientos, la espada de carbono, las banderillas de carbono, el toro de carbono, el presidente de carbono, el público de carbono y todo lo que se preste, pero de carbono, igual hasta te sacan en Tendido Cero, el mejor programas de toros que hay actualmente en la tele pública, muy por delante de los demás, quizá porque cuenta con periodistas también de carbono, que no sirven para nada, pero dan el pego a simple vista.

Quizá don Victor, perdón, Herr Victor, se animaría más si le cuentan que para esta nueva faceta suya no necesita saber nada. Él basta con que empiece a mezclar cosas, igual que hizo con su criatura, aquella que tenía el cuerpo de un señor gigante del Cáucaso, el traje de un enano de Castuera, la cabeza de un señor alemán, el cerebro de un político, pues había que ahorrar y no derrochar en tonterías, los tornillos de un barco mercante y los zapatos de una Drag Queen con los pies planos. Lo del toro es mucho más sencillo, dónde va a parar. El pobre se debía pensar que los criadores del ganado que van a las plazas saben lo que se hacen. Basta con imitarles en sus costumbres y ya está, Escucha a unos cuantos, escucha a las figuras de postín, a la prensa especializada… especializada en hacernos tragar ruedas de molino, para que él mismo se monte su mandanga, pero sin reírse, que eso crearía desconfianza, poniendo cara de bueno y de sesudo y asunto concluido. Que luego, hasta habrá quien le admire como ganadero, vaya que sí. Se podrá escuchar aquello de que él tenía una idea de toro y mediante unos cuantos experimentos genéticos, ¡Zas! Se obró el milagro. Un animalito moñudo, pequeñito, soso, sin fuerzas, sin fiereza, sin casta, bobón y con unos plátanos como toda defensa, vamos, lo que se dice un pura sangre de mojicón con cuernos. Pero ¡ojo! eso es un triunfo, eso rebela la dimensión que como criador tiene el susodicho caballero. Y te lo tienes que tragar. Luego unas gotitas de soberbia y ya está. A ver si no va a ser capaz de conseguir esto un señor que creó un prodigio tan grande que hasta hizo películas y todo.


Siempre estará el típico inconformista que dirá que esos toros son una birria. Pues claro, ¿qué nos pensábamos? Pero una auténtica porquería, ¿y por qué? Pues porque no tenía ni idea de Toros, ni de la Fiesta, ni de la madre que la parió. ¿Alguien pensaba que de ahí iba a salir algo bueno? ¿Alguien esperaba que la criatura le saliera guapa? Por favor, que podemos ser golfos, algo ingenuos, románticos incluso, pero no imbéciles. Pero lo que nadie puede negar a estos señores que crían este ganado es su habilidad como genetistas, como expertos dominadores de las leyes de la genética. Eso les sale que ni bordao. Tienen la capacidad de coger el cuerpo de un cebón, no hace falta que sea ibérico, ni tan siquiera de bellota, un cebón no muy grande, por supuesto, con una cabeza de cabra común, cuernos de caracol, alma de perrito pekinés y actos de corderillo asustadizo, y hacerlo pasar por toro, no sólo sin que nadie proteste, sino que además consiguen que el público se “jinche” a aplaudir y a pedir indultos. Y lo que es más grande, lo hacen a base de cruces, sin tener que pasar por quirófanos ni na’ de na’. No me pregunten cómo se puede cruzar un cebón y un caracol, o una cabra con un perrito pekinés, pero el caso es que lo hacen. ¿No se cruzó un perro y un lobo o un oso y una hormiga? Con estos antecedentes, podrán hacerse una idea de las razones que empujaron a Herr Victor a internarse en estos nuevos campos de la investigación genética, un proceso que culminó “cuando Frankenstein se compró una ganadería”.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Diccionario de términos taurinos III



Intentando incrementar la ignorancia taurina de quienes deciden pasarse un rato por esta grada, continua la publicación de esta magna obra del profesor don Carmelo Comí Maduro, aunque no podamos asegurar su continuidad, pues tampoco sabemos si el autor se rajó antes de tiempo aculándose en tablas o si le dio fin. En el primer caso haría honor al sobrenombre por el que fue conocido entre un grupito de señoritas a las que frecuentaba: el “interruptus” o el “aaay ya”. Aunque no queda claro si se hace referencia a su costumbre de no acabar los trabajos iniciados y dejar a la audiencia con ganas de más. Y es que el profesor Comí no deja de ser un enigma para los estudiosos de su obra.

-         Aficionado: Se dice de aquel sufridor al que no quieren dejar que proteste, que se queje, que exija y todo lo que suponga un esfuerzo para los taurinos. Eso sí, no tienen inconveniente en concederle el derecho a pagar, siempre que mantenga la boca cerrada, a no ser que sea para aplaudir. Muchos de estos aficionados, “ni siquiera se han puesto, lo que no quiere decir que no tengan criterio para juzgar y valorar lo que pasa en el ruedo.
Otra de las variantes es la de aficionado práctico, que normalmente reconocen lo difícil que es ser torero, porque ellos sí que se han puesto. Esto tampoco es que siga nada positivo de este sector, pues si para comprobar lo difícil y peligroso que es torear, tienen que torear, no quiero yo pensar qué ocurrirá cuando duden si es difícil pilotar un avión o ser capitán de barco.

-         Agalgado: Jinete, ya sea picador, rejoneador o alguacilillo de piernas tan extraordinariamente largas, que se ve obligado a llevar los pies arrastrando o a llevar el paso de su montura, lo que le impide llevar el caballo al galope, excepto a velocistas como Bolt o Carl Lewis, que por otro lado no montan, pues si tienen que ir corriendo, ¿para qué necesitan un penco? También se dice que es agalgado el toro que tiene las patas tan largas y la panza tan escondida que lo de montarse en un caballo le resulta o muy complicado o muy absurdo. De hecho, ¿alguien ha visto un toro subido a un caballo? Pues eso.

-         Agarrochar: Lo que che pasa una charde larga e insufrible senchado en las gradas y andanadas de la plaza de Madrid, que se che agarrochan las piernas y no puedes andar, hascha que ya llevas un rachicho caminando.

-         Agresividad: Díganle a los taurinos que El Juli es un tramposo, que Manzanares torea borregas desmochadas o que Talacante no pasa de pegapases, entonces sabrán lo que es agresividad.

-         Agujas: Posiblemente a lo que se llegará en la suerte de varas y banderillas, a picar y clavar los palos con agujas, como paso previo a ser sustituidas a su vez por el velcro. También es la zona del lomo del toro más alta.

-         Ahijar: Lo que parece ser que hacen algunos vivos con los padres de los niños que quieren ser toreros, que pareciendo un cariño real y verdadero por el niño, se diluye en cuanto que el papá deja de poner machacantes encima de la mesa. También se llama así cuando se le echa un ternero a una vaca, para que esta le críe, pero sin que nadie tenga que “aportar” nada.

-         Ahogar: Recurso utilizado por muchos toreros, figuras y figurines, acercándose en demasía al toro, con el fin de que el toro acorte su embestida, llegando incluso a no acudir a los engaños. Muchas veces se le llama arrimón, lo cual sirve a los coletudos para intentar sacar una oreja facilota de un público más facilón aún.

-         Ahormar: Y ahorpiscina, dependiendo de si apetece más nadar con sal o con cloro. En la prehistoria taurina era ir acomodando la cabeza, la forma de la embestida del toro, para poder continuar la lidia de la mejor forma posible.

-         Albahío: Esos toros blancos amarillentos como si fuera que se les va yendo el color por el paso del tiempo. Así como el del charolés, recientemente incorporado a los encastes fundacionales del toro de lidia, la raza charolesa. Esto es modernidad y no lo de los robots que te planchan las camisas.

-         Albardao: Se dice del señor que lleva una carga de millones de envidiar al banco, bien sea por haber cobrado el maestro unas pocas de corridas o porque el señor empresario ha cobrado una filfa de corrida, como si fuera buena. También son los toros que por el cambio de tono en el pelo de su capa parece que llevan una albarda sobre le lomo.

-         Abonado: Señor que saca el billetaje de todas las corridas de la feria de una localidad, que al final acaba más quemado que el palo de un churrero y que con tal cabreo y tanta ira contenida, despide un cierto olor fétido, como si acabaran de echarle encima un camión de abono.

-         Aldiblanco: El toro que recién pintado se metió en una charca y se le quedó la mitad de su color y la otra, hacia abajo, blanca. No se podía haber esperado a que secara.

-         Aldinegro: El mismo caso, pero de un toro que vivía en unos campos petrolíferos y el baño en cuestión se lo dio en un gran charco de petróleo. Y con lo mal que eso se quita, se acabó quedando con esa mitad “renegría”.

-         Aleonado: Si acaso, nacido en la provincia de León. Lo más frecuente es el agatado, aborregado, asardinado o cualquier otra referencia a un animalito que más que miedo, da lástima.

-         Alto: Párese, no siga, deténgase. O el toro ese feo fuera de tipo, que nada tiene que ver con el bajito, bonito, muy fino, arregladito y recogidito, que es que permite a los artistas expresarse.

-         Alunarado: No confundir con alucinado, que es el estado habitual de mucho aficionado que asiste a las plazas de toros, cuando ve a la masa desenfrenada y enfervorecida, sin saber por qué. Pero en este caso el término se refiere a las manchas como lunares de los toros de capa berrenda, con forma y tamaño irregular.

-         Amorcillado: Término que en la terminología casi arcaica describía al animal a punto de doblar que se mantenía en pie a duras penas, bien abriendo más de lo habitual las extremidades, o incluso apoyándose en las tablas. En el momento presente es casi el estado natural de muchos animalejos de las ganaderías favoritas de las figuras, que no tienen otro objetivo que hacer que eso no se les desmorone, e ir dejando pasar el tiempo poniendo caras de lamento y enfado por no poder pegarle mil pases por tanda. Lo que no quiere decir que no repitan con ese hierro todas las veces que sea necesario.


Y ahora, si me lo permiten, voy a ver si le saco una tanda más de términos taurinos al profesor Comí, que últimamente se está mostrando un poquito rácano en eso de compartir sus conocimientos.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Todos unidos y a balar como borregos

El toro es quien puede espantar borregos de la Fiesta


Pocas personas hay que se planten y no sigan una consigna que llame a la unidad, porque sobre todo aquí, por estos lares, esta casi al mismo nivel que la tortilla, la paella y el “Como aquí no se vive en ningún sitio”. ¿Que hay que ganar a Malta? Unidad ¿Que hay que acabar con la crisis? Más unidad ¿Qué hay que organizar una romería? Unidad ¿Una paella gigante? Unidad ¿Que hay que hablar con el jefe para lo de las subidas de sueldo? Unicidad, o sea, de uno en uno, que el que quiera peces, ya se sabe. ¿Qué queremos arreglar este sin dios de la Fiesta de los Toros? Pues hala, más unidad. Pero miren ustedes, que uno no está convencido de que esta sea la mejor fórmula. Será que no soy un buen español, que igual tengo por ahí un cromosoma bereber desperdigado y liándola o que uno es un desconfiado y no se acaba de creer esas palabras tan llenas de buenas intenciones.

Pero no se crea nadie que nací ya con esta desconfianza ante el ser humano, que va, mi desconfianza, entre otras cosas, viene de los taurinos, de los que manejan este lío que a tantos les tiene a mal traer y dándole tantas vueltas a la cabeza, que un día se nos va a desenroscar y va a acabar rodando por los tendidos hasta el callejón, donde esos mismos “profesionales” le darán una patada para apartarla del medio. Vemos como estos son los de la modernización, los de la humanización, los del toro artista y colaborador y todas esas pamemas que al final sólo procuran favorecer su negocio, aunque sea a costa de vender la casa para comprar la tele de plasma. Además hay que sumar a esta gentita el grupo de aficionados que con una mano sirven a Dios y con la otra al diablo, que hoy están justificando las tropelías de los taurinos y mañana te cuentan que esto está fatal y que hay que unirse para salvar la Fiesta. Ya aparece la palabra mágica, la unidad.

Uno no tiene ninguna duda sobre eso de que la unión hace la fuerza, pero eso se puede aplicar a un colectivo que aúna esfuerzos para conseguir un fin deseado por todos en fondo y forma. En el Toreo el fondo está claro, que sobreviva la Fiesta, pero la formas son tan dispares que no hay intento de unidad posible que los amalgame en un solo movimiento. Unos se enzarzan en que se legisle para impedir una posible prohibición futura, llegando a una situación que por las mismas puede revertirse y mediante otras leyes abolir de una vez los Toros. Los otros pretenden que la Fiesta se fortalezca desde la base, empezando por el toro, por su integridad, que a partir de ahí ya vendrá lo de ponerse en su sitio a los que se vistan de luces, pues si no, corren el riesgo de pagarlo caro. Los taurinos pretenden básicamente proteger su negocio y mientras este siga, les importa muy poco en las condiciones en que se desarrolle este espectáculo. Sus enemigos son los antitaurinos y según quien hable, también lo son los aficionados a los que ellos llaman toristas. Dos puntos de vista opuestos, pero que amenazan su bolsillo. Los aficionados también se ven enfrentados a los grupos antis, pero el peligro más inminente lo ven precisamente en los taurinos, en los que viven del toro, que parece que todo su afán está en recaudar lo que sea lo más rápido posible, pues están convencidos de que a esto le quedan dos telediarios. Y queremos que haya unidad. No sé si esto es un exceso de optimismo e ingenuidad o un maquiavelismo extremo, pretendiendo atraer a las víctimas hacia sus terrenos, para acabar engulléndolas sin compasión.

Nos invitan a formar parte de esa unidad teniendo que pasar por alto demasiadas cosas, tantas que los aficionados pueden pensar que qué pintan ellos allí con estos señores con los que no tienen nada en común. Se les exige que formen en estas filas supuestamente defensoras de la Fiesta, sin opinar en contra de las consignas que vengan de arriba y cerrando los ojos ante los atropellos que se vienen repitiendo desde hace demasiado tiempo. Y si te intentas desmarcar cargarás con el sambenito de enemigo del toro. Hay que seguir al líder que te impongan, hay que jalear sus órdenes, cumplirlas a ciegas y censurar a quien no lo haga, aunque tú te mueras de ganas por desobedecer. No sé a ustedes, pero a mí este panorama me recuerda a otros tiempos y otras situaciones. Imaginemos a un taurino de los “güenos”, de esos que emparentan a los figurones de ahora con las divinidades del toreo, uno de esos que acude a los foros aunque no le inviten, para comer, beber y mangonear, que lo mismo te quieren organizar un festejo que un homenaje a quien se tercie, situado en una colosal tribuna a gran altura, con los leales formados a sus pies y coreando al unísono las consignas del jefe. ¡Puff! A uno se le ponen los pelos de punta solo de pensarlo.

Entonces parece que está claro que no quieren aficionados que edifiquen también sobre la crítica, no desde el halago, intentando eliminar carencias, construyendo un bloque sólido sobre el que se levantará el futuro, sin necesidad de leyes ad hoc, que igual que se promulgan se pueden derogar. Quieren borreguitos que vayan como rebaños a las plazas o donde les manden, para decir ´”beeeee, sí señor” cuando les manden. ¿Y a quién beneficia esto? Pues a los de arriba, a los que quieren seguir haciendo a su antojo, sin tener que dar respuestas a voces contestatarias que les pudieran obligar a poner más empeño en hacer las cosas bien. Ellos prefieren los borreguitos a los que un día sacan a pastar de la mano y vuelven al redil felices porque el jefe les llevado a su lado y les han humillado en público, a ellos, sólo a ellos y nada más que a ellos, porque hay que ver, que bien humilla el jefe. Así que ya saben el que quiera puede presentarse voluntario para ir todos unidos y balar como borregos.