lunes, 31 de diciembre de 2012

Menú de Nochevieja, vacas de la India

Los que hay que van detrás de las vacas sagradas y otros que corren delante del toro. Feliz Año Nuevo  a todos.


Cuenta Marvin Harris los motivos más profundos que explican eso, que para muchos occidentales de pensamiento pragmático es un atavismo fanático religioso, de no comerse las vacas sagradas que campan a sus anchas por las calles de las ciudades de la India. Un país en el que a cada momento nos puede asaltar la miseria, la muerte, el hambre, la desnutrición y unas tremendas desigualdades sociales seculares, se permite el lujo de no convertir en chuletones ese ganado al que se idolatra. Según Harris, este precepto religioso es un seguro de vida para muchísimos hindúes, pues las propias vacas les aseguran el sustento y la posibilidad de comer a diario. Qué gran contradicción, se aseguran un bocado si no se dan un festín, porque si lo hicieran, este sería el primer paso hacia el abismo del hambre.

Este enigma se despeja fácilmente al oír los por qué de todo esto. Ya sabemos que las vacas no se pueden sacrificar y que hay que dejarlas vagar a su capricho, pero esto no quiere decir que no tengan dueño; de hecho, todas las noches vuelven a dormir a casa del amo. Las vacas se ordeñan a diario y esa leche es para consumo humano. Por supuesto que también paren terneros, los cuales son perfectamente aptos para el consumo, pueden trabajar en los campos y además tienen la particular característica de alimentarse de los hierbajos que nacen en las cunetas, metabolizándolos en forma de esa resistencia y energía que les permite tirar de un arado o de una carga, casi hasta el mismo momento en que mueren. Mientras las madres seguirán vagando por las calles, pero siempre seguidas por un numeroso grupo de personas que van allá donde el azar guíe los pasos del bovino. Puede que alguno haga esta peregrinación empujado por su sentimiento religioso, pero no es esto lo más frecuente; lo normal es que vayan recogiendo los excrementos que la deidad va esparciendo por el mundo. ¡Menuda afición! A eso se le llama fervor religioso, pero si a continuación aclaramos que estos desperdicios son empleados como combustible o como material de construcción, entonces puede que empecemos a comprender más de una situación. Así, al final del día, los acompañantes acuden a vender su carga al mercado, sacando unas rupias para llevar a casa. Estas vacas sagradas son una suerte de recurso extremo, de reserva, que un precepto religioso ha protegido para al menos garantizar unos mínimos en una sociedad en la que se hace especialmente complicada la subsistencia.

Una gran enseñanza que podríamos aplicarnos a los habitantes de esta zona del mundo situada entre Marruecos, Francia, Portugal y el Mediterráneo. Pero no, aparte del pragmatismo que nos corrompe, nos adorna esa soberbia y ese complejo de superioridad que a la larga puede llegar a devorarnos. lo estamos viendo ahora mismo en nuestro país, como en situaciones de emergencia extrema, en lugar de intentar crear recursos, recursos perdurables que garanticen un rendimiento aceptable durante un tiempo considerable, vamos corriendo a echar mano de las joyas de la abuela para mal venderlas al que nos ha llevado a esa situación crítica, para dentro de un tiempo estar en sus manos sin joyas, sin las cuatro monedas que nos dio y además esperando a que este decida en qué condiciones vamos a vivir. Nos convence de que no necesitamos no los collares, ni el reloj de oro del abuelo, ni esa parcela donde íbamos a montar un negocio, ni negocio, ni nada, que cojamos los cuatro duros que generosamente nos da y a correr. Y todavía nos hace creer que nos está haciendo un favor. Y lo único que ha hecho es tragarse nuestras reservas, devorar nuestro futuro, fumarse nuestra esperanza y garantizarnos una miseria de la que difícilmente conseguiremos salir, a no ser que a nuestro “protector” le dé la gana, seguramente que para obtener un mayor beneficio aún. Son tan retorcidos, que incluso llegan a hacernos creer que podemos perderlo todo, nos permiten mantener la esperanza mientras nos manejan a su antojo, nos acaban arrebatando hasta la camisa y nos crean la falsa esperanza de poder recuperar lo perdido, siempre y cuando hagamos lo que se nos manda, aunque entre sus deseos esté el que entreguemos a veinte doncellas puras de nuestra tribu una vez al año.

A esta situación, a sus protagonistas, a los pobres que venden su futuro y a los chupasangres que se lo arrebatan, les podemos poner nombres y apellidos, o siglas de organismos nacionales e internacionales y seguro que hasta es fácil citar el artículo del código penal que están infringiendo, pero en eso no me voy a meter, ni tampoco tengo ánimo para ello. Lo que sí que voy a hacer es traspasar esta situación al mundo del toro, ese biosistema en el que habitan golfos, pícaros, vividores, ignorantes, chupasangres que solo ven por la cantidad de billetes que creen conseguir a corto plazo y los ingenuos que aún siguen, seguimos, pagando para alimentar este circo de los monstruos.

Es estado en que se encuentra la Fiesta de los toros es el más crítico de su historia. Y esto no lo digo yo, en esto están de acuerdo voces de todos los estamentos taurinos. Pueden diferir en la percepción del origen de esta situación o en las posibles soluciones para dar la vuelta al problema. Los que viven de esto del toro ven peligrar su negocio a causa de la presión de los antitaurinos, de la crisis, de la variada oferta de ocio y por supuesto por esos que se hacen llamar aficionados y que solo buscan el descalabro de una tradición de siglos.

Pero la realidad nos está mostrando como no han sido capaces de darse cuenta de que si matan a las vacas sagradas para hacerlas filetes, al mismo tiempo estarán devorando el futuro de esta tradición, arte, rito, manifestación cultural o como quiera usted llamarlo. ¿Y qué es comerse las vacas sagradas? Pues lo es esa labor de solución final que parece recaer sobre el toro de lidia en su más estricto sentido de la palabra, el toro que ofrece dificultades y que exige una preparación del torero para afrontar las reacciones y comportamientos de los animales de diferentes encastes. De repente un día se decidió que este tipo de toro no servía, tras juicio sumarísimo, se decretó pena de muerte para los hierros que en su momento dieron gloria a la fiesta, pero que en la actualidad no se ajusta a los deseos tiránicos y dictatoriales de la Tauromaquia 2.0. Y como suele ocurrir con los regímenes dictatoriales, el criterio de selección no es el de la calidad, la personalidad o la creatividad, como siempre ha sido, se prefiere la docilidad, aunque su consecuencia más directa sea la vulgaridad y el adocenamiento.

Los estamentos del poder taurino se están pegando un gran festín con los dineros de los que acuden a las plazas, sin caer en la cuenta de que algunos de los bolsillos ya están vacíos, si no es que lo que se ha vaciado es el ánimo, la afición y las ganas de seguir aguantando un espectáculo vulgar, monótono y hasta cruel, siempre que en el ruedo no parezca el toro íntegro y de verdad. Y he aquí uno de los problemas y es que en el caso en que se percatan del problema, solo llegan a pensar en la falta de dinero y no en la falta de interés. Ellos, sobrados de recursos, solo llegan a abaratar las entradas para los jóvenes, como si estos estuvieran deseosos de verles hacer cucamonas delante de un borrego. ¿Por qué no salen de su burbuja y piensan que a lo mejor lo que pasa es que no interesan, que aburren? Pero la soberbia, los palmeros y los vapores de la adulación falsa y gratuita no les permiten ver la realidad. Tanto se les deforman las imágenes, que hasta creen que el problema está en el de enfrente, que no sabe ver su grandeza de oropel, ni tan siquiera identifica lo que le debe gustar. Pero de momento siguen rebuscando unas monedas en los bolsillos de la gente, aunque no en el cofre de la afición.

Van devorando todo aquello que en un momento puede ayudarles a hacer renacer la Fiesta de los toros, incluidos los aficionados que viven para el toro y que no viven del toro. Quizá los más fieles, los que muestran más lealtad que nadie a algo que sienten como suyo, como parte de su vida, como la herencia de sus mayores, como el honor de su casa y de su nombre. Pero todo tiene un limite, en todo hay un “hasta aquí” y ya son muchos los que lo han rebasado, se han desprendido de eso que tanto quisieron y que viven en su refugio repasando libros, revistas, fotos, vídeos y recordando las glorias pasadas con otros exiliados del toreo. Quizás sería bueno que algunos se diesen cuenta de que más valen muchas buenas cenas, que no el último festín. Y que es preferible comer gambas de Huelva y jamón de Guijuelo, que las vacas sagradas de la India.

lunes, 24 de diciembre de 2012

La modernización de la Fiesta, año cero



Paso a la modernidad, adelante los faroles
Si hay algo que diferencia a las mentes privilegiadas del resto es su alta capacidad de adaptación a las nuevas corrientes y oportunidades de éxito que les brinda la vida. No hay más remedio que abrirse a las nuevas tecnologías y abrazar  la modernización con entusiasmo de adolescente con cara de paella. Pero no siempre los adelantos de la ciencia son recibidos como se debe por todo el mundo; siempre hay algunos retrógados que solo ven pegas al confort que nos depara la vida del siglo XXI.

Hace unos días, la tauromaquia ha sido testigo de un hito en la historia de la fiesta, un antes y un después mucho más trascendente que la incorporación del peto, la Edad de Oro de José y Juan, las corridas retransmitidas por televisión o la incorporación de la cámara superlenta para contemplar cómo caen las gotas de sudor por la nariz de los toreros,  o que estos son capaces de hablar mientras parpadean y gesticulan al mismo tiempo. Al fin ya ha llegado la fibra de carbono al toreo,  definitivamente se ha incorporado al mundo de hoy. Se han superado las plantillas con carbón activado, las carrocerías de los fórmula 1 de fibra de carbono, los balones de fútbol,  que son más redondos gracias a la fibra de este material, las vajillas irrompibles, el chándal que absorbe los fluidos humanos, los calcetines que dan más calorcito. Nada de esto alcanza la proyección de “LA AYUDA DE FIBRA DE CARBONO”.

¿Qué quieren que les diga? Se me saltan las lágrimas ante tal acontecimiento. Y todo esto se lo tenemos que agradecer al gran innovador de la Fiesta del siglo XXI, el Niño Manzanares. Anda que no ha tenido que padecer por las críticas de esos cavernícolas que se agarran a un pasado idealizado al extremo. Incorporó la espuma de mar al traje de luces;  fue el primer espada del que se tiene noticia en lucir falda cruzada y chancletas;  posó con una señora estupenda, pero sin acabar de estar vestido del todo de torero, luciendo torso, insinuando actitudes y se lo censuraron. Pero, como los avanzados de las Indias, siguió con paso firme, siempre adelante y sin mirar atrás, lo cual se nota y mucho. Y se ha encargado de que dos de los palos que se utilizan en el toreo, pesen mucho menos, sin perder la resistencia y robustez que se le debe exigir. El palillo de la muleta, el estaquillador, y el palo que usan los toreros para montar la muleta, evitando llevar el estoque de acero templado, tal y como hacían y exigían los matadores de toros.

Parece ser que, al pesar todo esto mucho menos, hará que los toreros estén más cómodos delante del toro. Bueno, es una forma de verlo. Tiene la desventaja de que si después de una gran faena y cuando el toro le pide la muerte el coletudo, tiene que cortar e ir a cambiar el palo por la espada; pero eso lo llevamos sufriendo décadas: primero cuando se presentaban los partes médicos ad hoc, y después sin necesidad de avisar mediante un cartelito, con el reglamento que aprobó el señor Corcuera (nunca le  estaremos suficientemente agradecidos por ser el que abrió tantas puertas que aún tendrían que permanecer cerradas a cal y canto).

Pero el camino, una vez iniciado, ya no tiene vuelta atrás, no nos queda otra que seguir al líder. Reconozcamos en él al regenerador de la Fiesta, sigamos su ejemplo y extendamos el progreso sobre todos los aspectos de este rito secular. Despojémonos de ceremonias arcaicas, de artilugios inútiles, de costumbres bárbaras y de actitudes que no añaden nada a este espectáculo que la sociedad exige que se humanice más y más cada día. Hay que evitar que un torero padezca cuando dice que no le gusta ver sufrir a un animal; que otros califiquen como tragedia lo que pide el aficionado al toreo de siempre; que los artistas se sientan incomprendidos, con el esfuerzo que hacen para poner poses histriónicas e incomprensibles.

Demos un paso hacia delante, ayudemos a modernizar y humanizar la tauromaquia. Quizás lo más urgente sea actualizar el traje de luces. Ya está bien de incomodidades. Con los progresos que hay en la industria textil, seguimos con esos leotardos incómodos, cargados de adornos inútiles que solo aumentan el peso y no garantizan la seguridad del individuo. ¿Por qué no utilizar unas telas serigrafiadas o impresas con tintas resistentes al pitonazo del toro? Sería mucho más fácil: se pintan los alamares, las hombreras, el corbatín… y se conseguiría además un plus estético al ceñirse más al contorno del torero, marcando más las formas. De la misma forma, se puede prescindir de la montera. Pocas cosas, aparte de las gafas con nariz y bigote incorporado, favorecen menos a la cara que una montera. Señores, no nos rasguemos las vestiduras, que la Guardia Civil ha desplazado el tricornio por la tan española teresiana y no se ha muerto nadie. Solo se usa el charol en días muy señalados. Pues lo mismo con la montera, que solo se usaría para la Beneficencia, la corrida del Domingo de Resurrección en Sevilla, el Corpus en Granada y Toledo el día del patrón en las poblaciones en que así lo regulen.

Ya está bien de martirizar a los pobres caballos en la suerte de varas y a los espectadores que la padecen. Algo que ya se ha demostrado que es inútil y que va en contra del espectáculo, como es la suerte de varas, debe ser eliminada o sustituida por algo más humano y artístico, quizás algo parecido a esas atracciones de feria en que un señor pega un puñetazo y hace encenderse una luz roja o a eso en que se da un martillazo y una bola sube dependiendo de la fuerza del batacazo. Pero en este caso sería que el toro topara contra una diana y dependiendo de la fuerza hiciera que saliera despedida una imagen de la empresa patrocinadora del primer tercio de la corrida, Saneaminetos Lucas, Ron el Cocotero o Tejidos la Costurera. Si es que hay que abrirse, que tal y como estamos, esto no puede durar mucho tiempo.

No me digan que tampoco es posible cambiar eso de las banderillas, unos palos con los mismos adornos que hace doscientos años. ¿No se nos ocurre más decoración que unos papelitos de colores? Por favor, con lo bien que quedaría que en el momento de clavar saliera una banderita con mensajes publicitarios intercambiables. Hasta asa se les podría incorporar para que los banderilleros no se lastimaran las manos. De capotes y muletas, para qué hablar si es de lo que más urge a la hora de innovar. Resulta que no va a haber materiales textiles resistentes al viento, al agua, al sol y que pesen poco. No sé, pero yo ahí se lo dejo a los investigadores de las telas y los tintes, que se lo piensen un poquito, a ver qué pueden hacer. Incluso se puede echar una miradita fuera de este mundo y ver cómo se actúa en otras disciplinas. ¿No creen que el parapente y ala delta pueden guardar el modelo perfecto de capotes y muletas esperando a que alguien lo recoja? Ya ha habido ciertos intentos, pero muy tímidos y que se han venido a bajo con las primeras críticas. Sería muy fácil utilizar unas varillas de un material resistente y ligero, como por ejemplo, la fibra de carbono, ese don caído del cielo.

¡Y esos callejones, que parecen trincheras! No habrá sitio suficiente para instalar allí unas camillas y así, después de su toro, cada torero podrá recibir una sesión de masaje por parte de un fisio que le recoloque los huesos y músculos que tanto sufren entre estiramientos imposibles y retorcimientos increíbles. Pero lo que creo absolutamente innecesario son las tapaderas móviles de las plazas de toros, es un gasto superfluo sin beneficio algunos. Total, no creo yo que la plaza de Madrid vuelva a haber una de aquellas faenas magistrales que la hacían descubrirse ante los matadores de toros. Del toro no sé si incorporaría más cambios, si acaso el conseguir toros mecánicos que funcionen con hidrógeno, para así no contaminar. No sé si esto lo llegaremos a ver algún día, ni si tan siquiera conseguiría un show más divertido, pero si todo esto se llega a producir, por supuesto, que no cuenten conmigo.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Anuncios Breves, Compras, Ventas, Alquileres, Empleo



Compro, busco, se vende
Inmobiliaria
Local multiusos se alquila para celebraciones de empresa, familiares o juergotes de taurinos a costa del personal. Amplios espacios, Bares completamente equipados, salas con diferentes ambientes, todas ellas muy elitistas, Posibilidad de reformas para instalar más bares, hasta que se toquen unos con otros. Espléndido salón para conciertos, magnífica acústica y cubierta móvil, instalada en invierno, desmontada en verano. Negocio con beneficios garantizados. Razón CAM, Asuntos Taurinos o Tapadelta. Tfno.: 123 45 67 8 Maaaambo.

Terrenos para construir, a diez minutos del centro, ideal para chalets unifamiliares, ya parcelado en forma de corraletas, con amplias zonas verdes y de ocio, en plena Casa de Campo de Madrid, junto al Parque de Atracciones y al Zoo Aquarium. Con equipamientos docentes próximos, Escuela Marcial Lalanda, instalaciones para deportes acuáticos (Estanque Casa de Campo), extensa zona de restauración (Pabellones antigua Feria del Campo), vecindario internacional y bien relacionado con varones con posibles que pagan por entablar amistad efímera, pero intensa. Terreno no urbanizable, pero que si hace falta se recalifica. Metro Batán.

Automóviles
Se vende furgoneta en buen estado, pasada la ITV recientemente, ideal para el transporte de cuadrillas y maestros por toda España y Francia, así como para acudir a la plaza. Con Vestidor de grandes dimensiones, incluyendo modelos exclusivos de famoso diseñador italiano, sala de prensa incorporada, conexión Wifi con Sálvame y prensa del corazón. También el modelo “Señora Duquesa”, que incorpora caja fuerte para custodiar títulos nobiliarios. Razón Caye y Fran.

Se necesita camión para transporte de ganado por toda la península y regiones del sur de Francia, Imprescindible que tenga como mínimo capacidad para 20 cajones, para abaratar coste de transportes de idas y venidas a la finca. N. del C, J. P. D y V. del R.

Empleo
Grupo de toreros en desintegración, se ofrece como cuerpo de baile para reposición de Las Leandras o como número contorsionista en el Cirque du Soleil. Experiencia demostrada por todas las plazas de toros, en los despachos y en los corrales las mañanas de corrida, driblando y sorteando voluntades, hasta el infinito. Pregunten por Julián; no, mejor por Cayetano;  no, tampoco, por José Mari, Alejandro, César, Manueljesús, Dani, Miguel Ángel, Enrique o vaya usted a saber.

Se ofrece apoderado en paro, especializado en montar unos pitotes de impresión en los reconocimientos de reses de lidia. Amplios conocimientos en Office, para vetar toreros, para elegir ganaderías, para prohibir la tele, etc… Roberto

La ONCE busca personal para trabajar como veedor en empresas taurinas, imprescindible falta de visión absoluta. Los anteriores veían perfectamente y no valían ni para… No valían.

Se buscan palmeros para acompañar a figuritas del toreo por todas las plazas. Contrato de obra, seguridad social a cargo del palmero, otros impuestos a cargo del palmero, dietas a cargo del palmero, imprescindible con vehículo propio. Se retribuirá por incentivos mínimos conseguidos, 5 indultos, 25 puertas grandes y una cantidad regular de “Bien torero, bien” cada tarde de trabajo. Asimismo, serán responsables de conseguir que los señores presidentes saquen los pañuelos blancos o no y de acallar las posibles protestas de los disidentes indeseables e ignorantes.

Se busca mediador contable, para contar la recaudación de la plaza de Madrid y repartir los beneficios a partes iguales y sin provocar conflictos, entre la empresa de la plaza y la Administración Autonómica, y aquella primera parte entre los tres asociados, de conveniencias. Preguntar por Choperitas, no, por don Simón, no por Matilla, no por… Cuando se pongan de acuerdo les informaremos sobre la persona por la que hay que preguntar.

Se buscan taurinos, especializados en saber maquillar tardes de sopor como grandes éxitos de las figuras; se requiera mucha imaginación, gran capacidad creativa, una verborrea aplastante y conseguir no reírse de las propias tonterías que digan.

Se precisan estudiantes de arte dramático para actuar como picadores en corridas comerciales. Imprescindible gran fuerza interpretativa para hacer creer al respetable que está picando al toro, sin que le cause el menor daño. Absténganse personas rencorosas.

Urge encontrar torero que no esconda la pierna y que toree cargando la suerte y adelantando la pierna de salida. No es necesario que sea joven, solo es para goce y disfrute de nostálgicos.

Varios
Se precisan lotes de calcetines de lana para ponerlos encima de las fundas del ganado de lidia durante el invierno. No importa color, porque aunque si piensan que los toros estarán horribles, eso es porque no les han visto con las fundas. Preguntar por Álvaro N. del C.

Se vende camada de toros bravos, especial para antitaurinos, idóneos para tenerlos en casa como mascota, animal de compañía u objeto decorativo en el jardín. Una vez entregado el pedido, no nos hacemos responsables de los posibles desperfectos que ocasiones en su nueva vivienda, Se recomienda mantenerlos alejados de jarrones de la abuela, del coche nuevo de papá y de la mampara de cristal para cubrir la piscina en invierno. No se precisa sentido común, pero sí mucha paciencia.

Oportunidad, se venden 12 toros para llegar a ser figura. En perfecto estado, no han sido toreados, bien alimentados, guardados siempre en garaje. Razón Daniel L.

Relojero traspasa negocio, liquidación por cierre motivada por no conseguir que no separen todas las maquinarias al mismo tiempo, los días en que torea un conocido artista.

Se busca urgentemente casta, no importa el envasado, puede ser cárdeno, colorado, negro, berrendo, mulato, es indiferente. A cambio se regalarían miles de dosis de toreabilidad, durabilidad, bobonería e indultabilidad. Preguntar por ganaderías de encaste Domecq.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Julián se hace a un lado

Antes de que sea tarde, quería mostrarle a El Juli como es un toro de esos que gustan en Madrid, uno de Urcola, por ejemplo, aunque casi sean fósiles vivientes los pocos que quedan por el campo.



Los hay que hablan de retirada, otros de eludir compromisos, otros de irse a lo fácil o de acudir únicamente dónde atiendan sus caprichos. ¿A quién creemos? Pues a nadie, si acaso al torero, qué es el que mejor sabe el por qué de esta decisión. Igual todas las versiones tienen algo de verdad y algo de mentira. Tampoco es algo que no hayan hecho otros matadores, aunque sin anunciarlo a los cuatro vientos, cómo ha sido en este caso. Pero en este mundo de Twitter, Facebook, Tuenti y responsables de prensa de los toreros, parece que hay que explicarlo todo y si no se explica, es que hay oscuras circunstancias, que los analistas taurinos nos descifrarán en dos patadas, especialmente si su verdadera intención es la de ensalzar a un tercero del que se cree que se pueden obtener mayores satisfacciones.

Igual esto es tan simple como que después de lo del año pasado, El Juli está hasta ahí mismo de servir de felpudo a los demás y que estos vayan a limpiarse los zapatos del barrizal de las teles y los “geses”. Que no es que uno se haya convertido a la Julilatría así de golpe, ni me he caído de un jamelgo camino de Damasco, ni he partido el quicio de una puerta de un melonazo, ni tan siquiera me he fumado el césped del Retiro. No, pero he de reconocerle los sufrimientos pasados, primero la traición a José Tomás y después el abandono y acusación como único culpable del problema de los derechos de imagen, por parte de los otros geses, bien por apuntarle directamente con el dedo o por no apoyarle cuando alguien lo hacía. Demasiado castigo para una culpa compartida; y no me vale a hora eso de que yo no quería, pero me obligaron, yo es que no sabía o que me pillaron con un pato en el horno. Que ya tenemos una edad como para saber lo que hacemos.

Repito que ignoro los motivos reales de este paso a un lado, pero ¡Madre mía! lo que han corrido algunos para decir que se retira o que declina la responsabilidad de las figuras. Pero, ¿qué más os dará? Con todo lo que viajáis por ahí para ver a las figuras y con lo valiosos que son los triunfos que cosechan por esas plazas de Dios, aunque sea de tablones, no tendréis que penar porque el madrileño no vaya ni a Sevilla, ni a Madrid, ni a Valencia y parece ser que tampoco a Pamplona y Bilbao, aunque esto ya se irá viendo. O a lo mejor es que en esos pueblos como Olivenza, Zafra, Chinchón o Peñaranda de Bracamonte no va la tele oficial del taurinismo; sí, esa en que uno de los locutores tiene lagunas taurinas y oculares, que no ve nada malo con las figuras y con los demás se le agudizan los sentidos que es un primor. Y el acompañante, depende del que toque, lo mismo hace la ola entre clamores, que habla de la tragedia con voz queda, que felicita a todo el mundo y recibe el abrazo virtual de todo el que se asoma a ese micrófono.

También puede ser que don Julián empiece a saber quienes son sus amigos y quienes le pasaban la mano por el hombre interesadamente. Igual hasta le quieren hacer pagar posibles imposiciones en los carteles, ya fuera para incluir o excluir a un compañero o a un hierro; esas maniobras nada sibilinas de don Roberto Domínguez los días de corrida por la mañana; o quizás simplemente la envidia que produce al que se ve como triunfador inalcanzable o el que te defenestra de tu trono y tu posición de privilegio en esto del taurineo. Porque claro, si incluso muchos de sus detractores parecen reconocerle ciertas virtudes que dicen que posee y que parece que le permitiría enfrentarse a cualquier hierro, mientras a otras deidades se le niegan sus méritos incluso en tardes históricas, como puede ser aquella en la que hizo perdonar la vida a un toro. Son muchos los factores que pueden haber influido en estas actitudes.

Quizá si esos envidiosos, resentidos o simplemente antipáticos se pararan a escuchar a muchos aficionados, tendrían argumentos suficientes para derrocar a Julián I el Magno. Basta con recordar las trampas que pone en práctica ante el toro, ese tallo tronchado por la mitad para torear igual que un segador se parte el espinazo en el campo. Esas distancias tan desmesuradas a las que se pasa a los borreguitos, esos retorcimientos, esa pierna contraria camuflada lejos del alcance de los pitones, esos arrimones ante monas cuasi-disecadas, y esa forma de matar en la que el toro se ve cegado por un trapo, mientras el matador se aparta y le pega un navajazo a traición. Pero los hay que siguen diciendo que si quiere, tiene facultades y conocimientos suficientes para enfrentarse al mismo Belcebú con pitones enfundados y sin haberle sacado de tipo. O lo que es lo mismo, en lugar de enfrentarse a un tío de uno ochenta, con su tableta en el torso, sus brazos como columnas trajanas y ágil como un corzo, lo hace ante un peso mosca venido a menos, y perdónenme la comparación. Pero a mí estoas buenas intenciones no me valen, es como los malos estudiantes que suspenden ocho, pero que son justificados por la abuela con aquello de “no lo saca porque no quiere”. Pues valiente memo, porque si quisiera, se evitaba las collejas de los padres, la vergüenza de los compañeros, la mirada de los profesores y tener que madrugar en verano para estudiar la Física y Química, el Latín, las Matemáticas y la Lengua.

Pero señores, veamos la parte buena de todo esto, que no es que no veamos al Juli por Madrid, que a uno le importa un bledo que venga o no a Madrid, como el que lo hagan esas figuras de pitiminí de la Tauromaquia 2.0; pero creo que si se pasea como figura, tiene la obligación de mostrarse en Madrid. Igual ahora le da un arrebato y empieza a enfrentarse a ganaderías de otras sangres que no sean las de Domecq o Núñez. ¿Y si se pone a catar los albaserradas, los Buendía en sus diversas variantes, los Cuadri, Miura, Ibanes, Atanasios o lo que se le antoje al señor empresario de turno. O que de repente decide empezar a darle todas las ventajas al toro, llevar la lidia, adaptarse a lo que le pide cualquier animal. Quién sabe. Solo tenemos que esperar y ver si El Juli se va, si se queda con todas las consecuencias, si rehúye la pelea y solo se presta a caminar por sendas confortables o si únicamente se ha echado a un lado, para no molestar a los que van y vienen de triunfo en triunfo de plaza de talanqueras a plaza de tablones, o sea, lo que él ha venido haciendo hasta el momento presente. Don Julián, estamos que no vivimos, por favor, denos señales de vida y márquenos el camino.

martes, 11 de diciembre de 2012

Resumen de la temporada, Madrid y su afición



En este año de reivindicaciones y disputas, estos señores y yo os deseamos a todos mucha felicidad en las fiestas y el año que se nos echa encima

¡Madrid, que te quedas sin gente! Esa era la frase que se escuchaba hace años cuando los hijos de la Villa y Corte, que son todos los que aquí viven, sin tener en cuenta su procedencia, se encaminaban a las playas de Levante y Andalucía para pasar el verano, o a los pueblos de origen, o a las elegantes ciudades del Norte. Dejaban el Foro vacío, convirtiéndolo casi en una ciudad fantasma, por escasez de almas que atascaran sus calles, porque los turistas, por muchos que fueran, no eran capaces de llenar el hueco dejado por los madrileños ansiosos de sol, playa, descanso y paseos por el pueblo.

Pues trasladémonos al coso de la calle de Alcalá y exclamemos ¡Madrid, que te quedas sin afición! Y apliquen todo lo dicho anteriormente a la plaza de Las Ventas. Solo unos años después, pero las circunstancias son idénticas. Unos aficionados que antes poblaban los tendidos, gradas y andanadas, que hartos de tanta vulgaridad, tanta pantomima y tantas ilusiones dinamitadas por la ineptitud y ansias recaudatorias de una empresa, con el consentimiento de la Comunidad de Madrid, han abandonado su punto de encuentro con la Fiesta de los toros, la plaza. En su lugar se han incorporado otras gentes, nuevos aficionados perfectamente adoctrinados por los medios de comunicación, especialmente por la tele de las corridas, por gentes que sacan su entrada con el único objetivo de ver cortar orejas para luego poder contarlo a los amigos y los que acompañan al paisano que esa tarde se viste de luces, con la tarea de sacarle por la Puerta de Madrid a fuerza de sacar pañuelos a dos manos.

Entonces es cuando esos señores, acompañantes o seguidores de ídolos de cartón, lanzan las campanas al vuelo, porque su torero ha triunfado en Madrid. Pero no nos hagamos trampas en el solitario, si los que piden las orejas son los isidros y transeúntes ocasionales, entonces no es el aficionado de Madrid, aquel que antes tanto se valoraba, el que les ha sellado el visado como torero bueno, dominador y de arte. Porque haber si nos damos cuenta de una cosa, las piedras de Las Ventas no imprimen carácter. Uno, por mucho que se roce con el granito de los tendidos, no recibe el saber taurómaco por ciencia infusa, y si no podemos decir saber, digamos que no se ve inundado por el gusto que siempre ha tenido esa plaza. Puede que muy diferente a las del resto del mundo, pero era el que tenía y el que se tenía como baremo para calificar a toreros y ganaderías que por allí pasaran.

¿Y por qué todo este preámbulo? Pues muy sencillo, para explicar sucintamente el declive y bajada a los infiernos del adocenamiento de esta plaza. Ya no se ve el no hay billetes todas las tardes de feria, que algo quiere decir, y a veces, aunque se agotara el papel, era significativo el vacío de localidades de grada en el sol y de las andanadas. Que si leemos entre líneas, nos damos cuenta de que hay muchos que han preferido quedarse en casa, aún con la entrada en el bolsillo. En San Isidro se vendieron muchos menos abonos que hace dos o tres años; vale como excusa la crisis, pero el que se quede en este argumento, de nuevo se engaña a si mismo. Ha habido otras crisis, y en mayo se llenaba la plaza casi todas las tardes. Igual es que el desinterés empieza a adueñarse del público.

Pero aparte del desinterés, no hay que ocultar el preocupante bajón en el nivel de exigencia, que ha sufrido la plaza. Actuaciones que hace no más de diez años causaban risa, crítica y censura procedente de los tendidos, ahora son jaleadas como hazañas del Capitán Trueno. Han saltado al ruedo animales infames, que si no se han caído ha sido porque ni se les ha castigado, ni se les ha sometido, aunque esto no le importara a nadie, lo que esperaban era ver cortar orejas. Tan estricta en otros tiempos a la hora de juzgar la suerte suprema, ahora solo se valora la rapidez en hacer doblar al toro, ¿para qué? Para seguir pidiendo orejas. La protesta, muy reducida tanto en intensidad como en expansión por los tendidos, así como la duración de esta, en demasiadas ocasiones es casi algo testimonial, una expresión de cuatro que se aferran al pasado, que son tomados como locos por el resto del respetable. Atrás quedaron aquella andanada del 8, el más reciente tendido 7, del que solo quedan algunos restos fosilizados, y por supuesto los tendidos de sombra que ya en otra época, eran verdaderos Torquemadas taurinos. Aquello era la afición de Madrid, mucho más protestona y ruidosa que ahora y mucho más entendida que lo que hoy se aposenta en la piedra de Madrid.

Madrid ya no marca el camino, ahora Madrid imita a otras plazas; si Manzanares triunfa en Sevilla, también lo tiene que hacer aquí; si en Albacete se aprecia sobremanera las eternas faenas de Perera, pues aquí también; si en México se idolatra a El Juli y Talavante, ellos no van a ser menos. Qué tiempos en los que un torero salía catapultado de Madrid. Y lo peor de todo, es que si las cosas no salen como marca el guión, a esta nueva afición le entra sentimiento de culpabilidad. Él solo se inventa coartadas. De siempre han sido conocidas las novilladas que se echaban aquí, pero ahora resulta que nos parece inhumano, porque los chavales vienen con dos o tres festejos en la talega; cómo si nosotros tuviéramos la culpa. Que no los traigan, porque al que pasa por taquilla se lo cobran como si fuera bueno. Lo mismo ocurre con el ganado. Cuando no son los hierros que las figuritas se traen bajo el brazo, son ganaderías infames, cuya única virtud parece ser lo arregladito de su precio y las facilidades de pago de que se beneficia la empresa.

Y dirán, ¿esto qué tiene que ver con la afición de Madrid de siempre? Pues nada, pero no pensemos que lo que se sienta en los tendidos no es el público de Las Ventas, no cometamos ese error, porque nos guste o no, esa es ahora la que se llamaba la primera plaza del Mundo, pero que va desbocada al abismo para convertirse en una más en el circuito de los Coros y Danzas del taurinismo. Aunque no se crean, todavía queda ese el grupo de los incrédulos, esos que habitualmente se pasaban por aquí dos o tres veces al año para empaparse del espíritu venteño, y que respiraban el toreo desde que asomaban por Manuel Becerra; pero se dan cuenta de que es inútil hacerse una montonada de kilómetros para ver toros, que con ir a la capital de su provincia o a las fiestas de su pueblo, es suficiente y además se ahorran el paseo en coche.

Mientras seguiremos viendo como aplauden en el arrastre a un manso que pasaba por la muleta con el ánimo de un tractor a pilas, se protestarán cada vez más los mansos, gritándose eso de “Fuera ese toro”, como di esperaran que el señor presidente cometiera el error de mandarlo para adentro. Aprovecharán el primer tercio para llamar al de las bebidas, porque el caballo es algo de otro tiempo y no respetarán aquello que era tan sagrado en los toros y ejemplo para todo el mundo, eso de no ocupar, ni abandonar su localidad durante la lidia de cada toro. Pero no nos engañemos, ahora, así es Madrid y su afición.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Qué supone la Fiesta en mi vida



Siempre el toro
Hablando de toros con amigos, consciente o inconscientemente, en algún momento de las conversaciones decían lo que era para ellos este veneno de los toros, porque al final eso es lo acaba siendo, aunque los motivos sean muy variados, pero al mismo tiempo acaban siendo muy similares: la herencia de los mayores, un fuerte vínculo con ellos, un mundo poderosamente atractivo, el campo, la naturaleza, la fuerza, la pasión… y así hasta un largo etcétera, pero ya digo, la conclusión es que todo converge en el toro, en la pasión.

Todo esto quería recogerlo en una entrada y así lo pedí en Facebook. Y aquí están las respuestas de unos valientes que salieron a la arena con la verdad que les exigen a los toreros, dando el medio pecho y ofreciendo la femoral al juicio de los demás, pero yo, sinceramente, pienso que quien no sepa apreciar este ejercicio de honestidad y valor debería replantearse muchas cosas. Aquí están las respuestas tal y como ellos me las dejaron. Solo he tratado de eliminar las referencias directas que me hacían a mí, siempre y cuando no cambiaran el sentido de sus palabras.

Qué supone la Fiesta de los toros en mi vida....Pasión, Ilusión, Amor, Ternura, Locura, una forma o una manera de vivir.....la fiesta de los toros es Emoción,..., es mi vida. (Antonio Vaquerizas)

Para mí a sido mi vida entera, de ella hemos vivido mi familia durante media vida hasta que empezamos a vivirla solo como aficionados (ahora), he crecido ya mamando los toros en mi casa con lo cual era complicado que no me gustasen, gracias a ello tengo una total y absoluta devoción por el TORO, no entiendo la fiesta sin EMOCIÓN, gracias a la fiesta he conocido a muchos de mis mejores amigos que hoy en día no contemplo mi vida sin ellos, son muchas cosas las que me a dado la FIESTA, no se si te vale para tu idea todo esto. (Cristina Barba)

Más que la fiesta en si, yo diría que EL TORO para mi lo es casi todo en la vida. Es una manera de vivir, de adquirir unos valores que difícilmente los encontraré en otro lado, es un sentimiento, una superación de mis propios miedos. El toro es una adición maravillosa. (José María Pérez Marín)

Es seguir apostando por la última liturgia viva de occidente, es emocionarse con la verdad y lo puro, es desilusión y exigencia, es volver a retomar una herencia recibida, es poder compartir momentos irrepetibles con personas únicas, es aprender, es sentirse vivo! (Gloria Cantero Martínez)

Mi abuelo ha estado de tienta con JOSELITO, en lo de Alves do Río, luego me hablaba de Manolete y me decía que Ordóñez era el más grande y después apareció un tal de Ojeda... y (joder los toros y los toreros y afines...) hasta el día que... CURRO VALIENTE Y PUNTO..."la media aquella que le ha “pegao” ahí hace un ratito"... ¿te acuerdas Enrique? Eso ningún francés nos lo puede quitar. (Qué supone la Fiesta de los toros en mi vida....Pasión, Ilusión, Amor, Ternura, Locura, una forma o una manera de vivir... la fiesta de los toros es Emoción..., es mi vida. (João Rodrigues)

En mi familia hay gente dedicada al mundo del toro, algún mayoral por ahí. De pequeña ir a la ganadería era pánico para mi, nunca quería ir por miedo a los toros. Pero por suerte mi padre llevándome a los toros y luego conociendo a julio al cual también le apasiona el toro, acabamos con abonos en Madrid y recorriendo España y un poquito de Francia disfrutando de las plazas y conociendo costumbres y gente de allí que te cuenta sus fiestas y compartiendo hasta merienda sin conocerte. No me imagino no poder volver a una plaza a aplaudir a disfrutar y a emocionarme que ha ocurrido alguna tarde también. Y celebrar mi cumple en esa grada con amigos que aunque sea 40,50 o 60 días al año los consideras amigos. (Yolanda Fernández) 

Desde que me aficioné al TORO, tanto en festejos populares y sobretodo, y no se me olvidará, con los terroríficos "Palhas" en San Isidro hace unos añitos, tengo claro que lo que más me ha aportado han sido unos valores por los que regir la vida, y sobre todo basado en el respeto. El TORO ha sido incluso un animal donde me he fijado para proseguir en mis andanzas. Crecerse ante el castigo e intentar no dejar nada por perdido luchando hasta el final. Por lo tanto el TORO forma parte de mi vida, me ha servido en ella y para encontrar nuevas y grandiosas amistades junto a sensaciones indescriptibles. Le debo mucho. (Alejandro Pastor Jabonero) 

Para mi la Fiesta es un compendio de numerosas facetas: casta, bravura, valentía, coraje, torería, arte, perseverancia, temple, ritmo, compás, empaque, codicia y así un largo etcétera...pero lo fundamental es un torero pudiendo a un toro, entendiendo sus dificultades, sus necesidades, y lidiándolo de forma consecuente a las mismas -o bien todo lo contrario, el toro siempre destapa a quien no ha sabido entenderlo y ensalza al que sabe interpretarlo y ejecutar lo que pide; es el juez supremo- Y la lidia, por supuesto: ese patrón no escrito que se adapta a cada toro, haciéndole las cosas correctamente desde que sale por la puerta de chiqueros hasta que el tiro de mulillas lo arrastra al desolladero. En ocasiones, surge el arte, que a mi juicio siempre aparecen sus cotas máximas cuando se cumplen unos cánones de pureza y verdad. Y cómo no, tiene su parte de historia, y no solo taurina: ahí está ese despeje a la usanza de los tiempos de Felipe IV, o esos trajes de luces basados en la composición del traje popular español del siglo XIX. Por último, cuenta con ese factor de rito, que sigue unas estrictas normas, una liturgia; es una ceremonia de la cual trascienden numerosos valores, pero ante todo, donde se funden los dos conceptos que más dudas e incertidumbres han levantado en la historia de la humanidad: la vida y la muerte. (Víctor Foguer) 

La Fiesta para mi es una metáfora perfecta de la vida. Es un arrebato racional, el desgarro y la valentía activa frente a las desavenencias de la vida. Un arte que traspasa fronteras culturales aunque su identidad sea hispana y que abarca las demás expresiones de lirismo de nuestro pueblo. Una pasión heredada de mi abuelo y una forma de sentir que va más allá de lo que acaece en el ruedo; es el aroma, el ambiente añejo que se respira; en una tarde de toros se pueden vivir innumerables emociones debido a que el toro no conoce el guión. Reúne además una compendio de valores que en la sociedad se están perdiendo y que yo admiro; el orgullo, la caballerosidad, la admiración, el respeto máximo al que lo merece, la "vergüenza torera", la valentía, el dar la vida por lo que uno siente...Es la vida y la muerte unidas en un hilo muy fino quebrantable a cualquier despiste, el poder estar en el cielo y caer ante el mínimo error...El ver cuatro pases del toro a un paño rojo y saltar del asiento por sentir un eclipse en tu alma. La inteligencia del humano, que planta cara sin aspavientos ni engaños al poder físico de un animal de más de 500 kilos, frente a frente, sin artificios de ningún tipo y con la verdad por delante, siendo fiel a lo que piensa, a lo que siente. (Emilio Roldán)

Espero que haya emocionado a todos como me emocionó a mí. Muchas gracias a los autores de esta entrada, que para mí ha sido una de las más interesantes de las publicadas en este blog, porque cumple uno de mis deseos, el que sean los aficionados los que hablen, igual que en muchas ocasiones lo hacen cruzando comentarios sobre lo que aquí se dice, que al fin y al cabo no es otra cosa que lo “Qué supone la Fiesta en mi vida”.

lunes, 3 de diciembre de 2012

De EJEcutores, EJErcicios, EJEmplos, vEJEstorios, sin saber dónde está el EJE

No creo que haya un EJE mejor, que unos buenos mozos con trapío y encastados


¡Eje! Se le dice al toro para llamar la atención, ¡eje! dice el que esboza una medio sonrisa, ¡eje! el que muestra cierto acuerdo con su interlocutor, anda que no hay “ejes” ni nada. Si queremos halagar a alguien, decimos que es un EJEmplo; si se le recomienda una vida sana, se le manda a hacer EJErcicio; para una labor complicada y que no permite fallos, se echa mano de un buen EJEcutor; y cuando no se cuenta con alguien, a veces se le quiere apartar diciéndole que es un vEJEstorio, como si esto fuera un insulto. Pero no todo el mundo provoca tanto enfado, tanto consenso, tanta risa e incluso burla, a veces indignación y otras vergüenza ajena, que don Álvaro, el amo de Núñez del Cuvillo.

Vamos a hablar de don Álvaro y para eso hay que haber hecho antes un punto y aparte, y una vez hecho, pues cojámonos de la manita y hala para adelante. Resulta que a este señor que tanto se emociona cuando tiene que llevarse un toro de vuelta a la finca, el toro le importa un pimiento; y se nota, vaya que si se nota, aunque cuando es porque se lo indultan, bien que le gusta luego salir en los medios, no muchos, porque ya se sabe como casa de mal esto de los medios y los toros, pero en los que lo admiten, bien que le gusta aparecer. Que si fue un momento histórico, que vaya suerte la que tuvo con ese torero… Vamos a ver, ¿cómo puede hablar de suerte de que a un torero le toque uno de sus toros? Ahora va a resultar que es cuestión de suerte el que sus corridas las mate Manzanares, Morante y todos los que van siempre detrás. Pero hombre, piénsese usted las cosas, si son los que le matan todo, hasta el pulgón en las macetas del balcón, ¿cómo va a ser cosa de la fortuna? Si en el esportón llevan sitio para los capotes de brega, capotes ligeros, pesados, de vueltas amarillas, azules, muletas para viento, muletas livianas, palillos largos, cortos, medianos, con mando a distancia, con agarre telescópico, banderillas por si el maestro dice “Niño los palos”, con los colores de España, Andalucía, Extremadura, Navarra, la Rioja Ucrania, Rusia y Bielorrusia, el fundo con las espadas, la de pinchar, la de los bajonazos, la de los julipieses, de Toledo, Albacete o made in Taiwan, con sus correspondientes verduguillos, ayudas, ayudas para las ayudas, algunos también una silla, para lo que surja, el termo del café, la caja de puros y hasta la FX 4 de Gillete, por si hay que arreglar las patillas y en el espacio que sobra, meten dos corridas con dos sobreros cada una del hierro de don Álvaro. ¿Cómo va a ser cuestión de suerte el que le maten toda la camada. Suerte sería el que un año lograse componer una corrida completa medianamente digna para Madrid.

¡Ay Madrid! Menudo EJEmplo hemos ido a tomar, la plaza de Madrid. Anda que no tendrá el señor ganadero una camada amplia, anda que no habrá donde elegir, que no habrá veedores que van y vienen; pues nunca cogen los buenos, nunca escogen los que a don Álvaro le gustaría que señalasen. Siempre van y se deciden por los más aborregados y con menos guapura de toda la finca. ¿Se puede tener peor suerte? Y él, pues tampoco les va a llevar la contraria, que los maestros los quieren gatunos, pues ¡Ea! pa’lante, y entre las dos corridas que se le llevan del campo, no aciertan con ninguno de los buenos. Que desdicha que no encuentre la dicha en Las Ventas, en tardes de claveles y geranios solaperos.

Tiene don Álvaro el orgullo de que sus toros sean los preferidos para hacer arte de los más grandes toreros de la historia, porque él ofrece casta, bravura, lámina y por lo que se ve, un magnífico sentido del humor. Humor que algunos le hacen perder por impertinentes, como ese tal José Tomás, que ha decidido no tocarle ni un animal en lo que le queda de vida taurina. Pues él se lo pierde. A don Álvaro con esas, a él que tan bien ha entendido esto de la Tauromaquia 2.0, a él que como un doctor Frankenstein ha contraído una criatura dócil, colaboradora, educada, con aguante, porque anda que no le tienen que tocar las palmas, para que el animalito tire un derrote. Es que con estas obras de arte, no necesita de títulos, ni menciones honorarias, ni doctorados, ni gaitas en adobo; él es el que marca el camino.

Ahora se nos desmelena con lo de los EJES, con no sé que problema que tiene, que si el toro, el torero, la madre que los… El caso es que “porque no engrasa los EJES, le llaman abandonao, y si a él le gusta que suenen, pa’ que los ha de engrasar”. Pues es usted muy dueño, pero no le vendría mal una manita de grasa, aunque lo primero de todo tendría que ser el identificar cuál es el origen de todo esto, cuál es el por qué de su existencia, no sea que provoquemos un desvío del EJE de rotación de la tauromaquia y provoquemos un cataclismo de insospechadas consecuencias. Que la última vez que la Tierra se puso a cambiar el ángulo de inclinación se ventiló de golpe a los adorables dinos, se llenó todo de hielo y se inventaron los saltos de esquí del día de Año Nuevo. Así que ojito con estas cosas, no vaya a ser que de un meneo de estos desaparezca definitivamente el toro de lidia, se cubra todo de arte y nos veamos a Arrojado dando las Campanadas de Fin de Año, con un vestido super escotado, haciéndole la competencia a Anne Igart…, a Anne Igururt…, A Ramón García.

Don Álvaro vamos a dejarnos de cosas raras que encima luego le cuesta un mundo explicar para intentar quedar bien, que sí es verdad que es lo que muchos quieren oír, pero como la cosa no salga bien, entre los primeros a los que van a mandar a purgar sus vergüenzas, v a a ser a usted, que se está significando demasiado como dinamitero de la Fiesta de los toros, no de los toreros, y que nadie le agradecerá los servicios prestados a la edificación de la Tauromaquia 2.0, que por otro lado se ha construido con paneles prefabricados, que igual no aguantan una buena tormenta de primavera. Y luego le echarán en cara el que usted, con sus EJErcicios de pirotecnia para no iniciados, es el más claro EJEmplo de perversión taurina, que le acusen antes que a los antis, como el verdadero EJEcutor de la Fiesta y que acabe como un vEJEstorio arrinconado, sin disfrutar de la anhelada jubilación dorada, recogiendo parabienes por el mundo. Y todo esto, por no haber sabido cuál era el verdadero EJE de la Fiesta, primero el TORO, después el TORO y por si quedara otra posibilidad, también el TORO.