lunes, 30 de julio de 2012

Para esto sí hay dinero


Belmonte, el gesto


Llevamos unos años de crisis, algunos más de lo que dicen los telediarios o los datos macroeconómicos del país, y una de las coletillas que algunos creen incontestables son esas de “Es la crisis” o “Es que no hay dinero”. Y a partir de ahí no hay discusión posible. Pero tantas veces nos machacan con esta cantinela, que al final uno empieza a ver agujeros que no hacen otra cosa que alimentar la desconfianza. No es este el sitio para recordar los recortes salvajes en sanidad, educación y en todo lo que afecte al bienestar del ciudadano, utilizando incluso argumentos insolidarios y que favorecerían el desequilibrio entre unas y otras zonas del país, con el perjuicio que se originaría en el ciudadano por no vivir en Madrid o Barcelona, por vivir en alejados del centro de las ciudades o ¿por qué no y llevándolo al extremo, que no sé si al absurdo? Por vivir en una calle en cuesta. Eso sí, si el socavón se produce en un Bankia, por ejemplo, los señores políticos pierden el culo para sacar dinero de debajo de las piedras y rescatar a la entidad; o como dicen ellos, aportar la necesaria liquidez que le permita mantener el nivel óptimo de actividad… aunque el ciudadano se quede sin nivel, sin optimismo, sin actividad y hasta sin respiración.

Pero el toreo también tiene estas cosas, también esgrime con descaro el “no hay dinero” para que cuatro espabiladillos hagan se su capa un sayo, y menudo sayo. Todo vale, siempre y cuando haya unos bobos que sí que pagan, entre los que se encuentra servidor. Ya puede venir la reencarnación viva de Lagartijo el Grande, que en las plazas dirigidas por el poder establecido, este no asomará la gaita ni para saludar a un primo. Es que “no hay dinero”. Y mientras traga que traga con los geses y aspirantes a geses. Lo que le da a uno por pensar que estos chico mucha figura, mucho artista, mucho colegueo con ministros y opositores de alto copete, y luego deben cobrar tres perras gordas. O lo mismo es que, como caballo de Atila, no vuelve a crecer la pasta por donde estos divinos han pisado. Vamos, que se reparten el botín y si queda alguna migaja, que se la ofrezcan al redivivo Lagartijo el Grande, haber si le basta con eso. Lógicamente, este dice que “atoree” el señor padre, madre o pariente cercano dispuesto a ello, por dos chavos. Y es que no hay dinero, pero estos vivos sacan dinero de las piedras. Si sacarán dinero, que en el fondo más profundo de la crisis convencieron al señor alcalde de Valladolid para que subvencionara una corrida en la capital pucelana. Eso es arte ¿o no? Vamos, que tanto convencieron al señor regidos de la villa, que se le podía ver en cualquier televisión partiéndose la cara por los tres geses de turno.

Y dinero no hay, pero igual que se contratan estos niños por un pastizal, porque no han sido capaces de rebajar sus cachés ni un céntimo, sino que exigen un determinado tipo de ganado, con el gasto extra y no presupuestado, que esto origina. Que no creo yo que los Garcis y Cuvillos se conformen con una minucia, pues es su momento y lo quieren aprovechar, no vaya a ser que la lidia de la mona caiga en desuso y se las tengan que comer todas en una multitudinaria barbacoa. Pero claro, si uno ya ha contado con pagar los borreguillos, después vienen los gastos de transportes y combustible. Habrá quien diga que esto es una bobada y que será lo mismo para una corrida de Cuadri que para una de Núñez del Cuvillo. Pues no, y se lo explico; los de Trigueros pueden sufrir cualquier desperfecto en el trayecto, algo a lo que nadie puede escapar, pero ahí se acaba su periplo por las carreteras patrias. Pero que me digan los veedores, los secretarios de los veedores, el cuerpo técnico de veedores del Estado, el veedor general del estado y su eminencia el gran veedor de la ONCE, cuántos viajes más pueden hacerse de la finca a la plaza. La cuestión es: saliendo un camión cargado con ocho animales desde la finca de El Grullo, a una media de 75 km/h. en dirección a una plaza, digamos la de Madrid; resolver cuántos viajes más tendrá que hacer dicho vehículo y cuántos animales más transportará hasta el mismo destino, hasta que los señores veterinarios aprueben una corrida completa de dicho hierro. Como decía el otro, “Dinero no habrá, pero pa’ tontaas”. Que puestos a ahorrar, seguro que en el fondo sale más barato resucitar a Capitán o al Bos Taurus Primigenius, antes que subvencionar tanta excursión con origen en El Grullo.

Pero esto del “no hay dinero” no hace que los señores empresarios y políticos dejen de pensar en como revitalizar esto. Pero chico, a veces lo hacen tan mal, abusan tanto y con tanto descaro, que uno llega a pensar que no será que lo hacen aposta, o que lo de la Fiesta les importa un pito. No lo sé. Yo les voy a contar lo que ha pasado en este mes de julio en Las Ventas y ustedes mismos podrán juzgar la actuación de gestores y autoridades. Ya saben que en Madrid, en julio no hay toros por ningún lado y nos tenemos que conformar con los novillos, con novilleros verdes como la campiña en primavera, como el mar en las Bahamas, el jade de las sultanas, o el melón que sale pepino y no hay quien le meta el diente de lo esaborío que está. Y no nos olvidemos de los parientes que tiran de autobús para ver al niño de la boticaria hacer el paseíllo en Madrid. Esos mismos que estallán de júbilo al oír como los clarines y timbales llaman al toro para que salga. Algunos se dan de codazos y dicen: “cómo se nota que esto es Las ventas, suenan las trompetas y el toro sabe que le toca salir”. Pues bien, don Taurodelta y doña Comunidad de Madrid, la que declaró Bien de Interés Cultural esto de los toros, se pegan una pasada importante. Toreros incapaces, con muchísimas carencias, ante un ganado propio de Madrid, pero no apto para sus escasos conocimientos. Y si no, que le pregunten al equipo médico de la plaza. Y como autoridad y gestores se desviven por el bien y difusión de esto, sobre todo entre los más jóvenes, deciden que toda la plaza, tendidos y andanadas, cuestan lo mismo, 10 euros. Bueno, a primera vista no parece una mala medida, si se tienen diez euros para los toros, 40 si vamos con los niños y la pareja, 60 si añadimos al cuñado y a su novia, 80 si el cuñado ya está casado y tiene niños. 80 del ala para fomentar el amor a la tauromaquia. Muy fuerte tiene que ser el flechazo ¿verdad? En lo que puede que no hayan caído los señores promotores es que el precio de las localidades de grada, para las novilladas es de 4,50 en el sol. O lo que es lo mismo, se duplica su precio no sé si por ser nocturnas, por ser en julio o porque toman por tonto al aficionado.

Igual es que algunos no acabamos de entender muy bien que es eso del fomento de la Fiesta. Que sí, que es verdad, que no hay dinero, pero aún así, se hace el esfuerzo y se monta una gran carpa temática, que en realidad es un macro bar con fotos, se ofrecen servicios de hostelería en la plaza a precio de oro y ahora nos suben las entradas el 100% y es que no le demos más vueltas, lo que pasa es que “No hay dinero” y para que el aficionado esté en consonancia, corren a quitárselo de la cartera, que es tonto y se deja y así ya podremos decir todos a una eso de “Qué no hay dinero”, pero para esto sí hay dinero.

8 comentarios:

MARIN dijo...

Cuantas verdades Enrique. Si es que no se le puede poner ni un punto ni una coma.

Preguntale a Santi Ellauri a ver que prefiere que se lidie en Madrid, si corridas de Nuñez del Cuvillo o de Cuadri. Todos los fines de semana una(s) del Grullo, y eso que el gasoil está caro.

Con respecto a lo del precio de las entradas... no te quejes, que ya te he dicho muchas veces lo que me cuesta a mi en Huelva ver una en la Merced. Si al precio de las localidades de sol para las novilladas en las Ventas le corres la coma un lugar hacia la derecha lo clavas chaval. Ea, pista que te he dao eh!.

Y para colmo esta el misterio de la desaparición por arte de magia de localides en taquillas, un misterio digno del mismisimo Iker Jimenez y su cuarto Milenio. Ojo a el Retoñal.

Un saludo.

Xavier González Fisher dijo...

¡Ay Enrique! Anoche veía un juego de béisbol y decía el comentarista algo que bien se nos puede aplicar a nosotros; junto a nuestra condición de aficionados, viene un pequeño asterisco, que al final de la página dice: "el sufrimiento viene incluido".

Esa especie de "masoquismo" no lo describe ningún tratado de psiquiatría, ni antiguo, ni moderno, pero allí está y lo más interesante de todo, es que pagamos por "pasar por la horma" cada vez que los "dueños del jolgorio" anuncian "algo"...

Por eso es que tú y yo vamos a donde dan las pildoritas...

Anónimo dijo...

Espero que el "no hay dinero" sirva para depurar ganaderías y matadores y queden sólo los mejores. Pienso que es mejor que haya un menor número de festejos pero de mayor calidad.

Por otra parte decir que el precio de 10 euros era para localidades de tendido bajo y alto y para las delanteras de grada. El resto de localidades es a su precio habitual.

Saludos
J.Carlos

Enrique Martín dijo...

Marín:
Igual en El Grullo acaban poniendo un parking para camiones y hasta un área recreativa, para los conductores. Lo del precio de las entradas ya lo hemos hablado muchas veces, pero igual tendríamos que pensar por qué en Madrid se ha formado una afición estructurada y que a pesar de todo se resiste a desaparecer, quizás por el poder pagar estos precios, lo que nos permite ir a los toros un elevado número de veces al año.
Lo de Huelva es cosa tuya, son alucinaciones tuyas, seguro que están todas a la venta, seguro, lo que pasa es que igual en vez de ir a las taquillas de la plaza, tienes que ir a una papelería a comprarte un boli. Te darán una entrada de regalo, pero ojito, prepara la cartera para el boli, no vaya a ser que te doblen del palo que te dan. Eso sí, la entrada es gratis.
Un abrazo y cuando descubras el misterio, háznoslo saber. Y que conste que ahora escribo con ventaja, porque ya he leído tu magnifica entrada en El Retoñal.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Tú y yo, como otros muchos, no tenemos remedio. Nos viene que ni al pelo el asterisco aclaratorio. Y no solo pagamos, aunque a veces salimos en fotos que puedan hacer pensar lo contrario, sino que además nos recreamos hablando de esto. Ya te pasaré el nombre de mis pildoritas; oye, mano de santo, uno se asoma a las ventanas y solo se fija ya en el paisaje, no en el vacío, jajajajaja

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Igual quitaban tres ganaderías y seis toreros, y la variedad sería mucho mayor. Sobre los precios, confieso que yo soy uno de los engañados de la publicidad en radio que ha estado haciendo Taurodelta en julio. Afirmaban que los precios eran de 10 € para tendidos y gradas. Y seguro que no he sido el único "confundido", pues han sido varios a los que he visto deambulando por los tendidos. Se puede considerar publicidad engañosa, lo que es denunciable, no por decir que las entradas sean más caras de lo que son en realidad, sino por llevar al público a error y a comprar una entrada en lugar de otra, con el consiguiente beneficio "extra" para la empresa. Habrá que agradecérselo a los señores empresarios de Madrid. ¿Y la CAM? Bien gracias.
Un abrazo

Xavier González Fisher dijo...

Pero envíame también entonces la prescripción del "facultativo", no vayan a ser, como dicen aquí, "medicamento controlado"...

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Casi que te mando las pildoritas, que no te creas que no es un gesto de infinita generosidad por mi parte, porque aquí ahora cuesta más una cajita de medicinas, que un kilo de percebes, jajajaja.
Un abrazo