lunes, 14 de marzo de 2016

Sí a los toros, claro que sí

El toro, la verdadera fortaleza de la Fiesta.


¿Se imaginan una manifestación contra la corrupción, encabezada por la casta y los aspirantes a casta? Y con un lema diciendo por “la libertad y no a la corrupción”. ¿Quién en su sano juicio es capaz de estar en contra de eso? Pero claro, de lo que te dan ganas en esos momentos es de arrancarte de lejos y que sea lo que Dios quiera. Pues esto lo trasladamos al toro y quizá pueda hacerme entender mejor, sin necesidad de más explicaciones. Cuanto menos, podrán entender que me sienta burlado, estafado y pisoteado al ver a los políticos a los que todos ponemos cara, liderando una cruzada contra la corrupción y el mangoneo continuado de lo público.

Pues aquí andamos viendo los carteles de San Isidro que nos echan a la cara, después de ver lo que sale a los ruedos, tras deleitarnos con esos señores que calzan medias rosas y que nos quieren hacer tragar la gran rueda de molino de su toreo destoreador, de tener que soportar las estupideces que parece que el arte y la inspiración provocan en las almas sensibles, teniendo que aguantar la verborrea irrefrenable de los que con el micrófono en la mano ofrecen una coartada a los agentes del fraude. En definitiva, los que se han apropiado de la Fiesta de los toros para montar su negocio, solo hasta que este aguante, porque en el momento en que empiece a hacer aguas abandonarán el barco a su suerte y a los embates de la mar bravía de la ignorancia y del querer arañar cuatro votos a costa de lo que sea.

¿Qué creen que se puede pensar al ver semejante espectáculo? A los señores del Plus; al amo de esa factoría de borregos, criador de medios toros que los vende como toros enteros; al maestro que no entiende y desprecia todo lo que no le halague; al señor de las chepas, inventor de tretas para no hacer frente a su responsabilidad; a los maestros que dan cobertura técnica a lo dicho por los micrófonos, que nada aportan o aportaron a la Fiesta, pero que sí que están sacando un excelente rendimiento de ella con eso de la complicidad en las ondas; al dios que ahora se atreve a explicarnos que el destoreo no lo es, montado y enseñoreado en su mentira; al señor productor de eventos singulares, que ha convertido la desvergüenza en su forma de vida y tantos y tantos otros que la tele del movimiento nos muestra; y no hablo del figura de Alicante, pues no sé por qué, será que a pesar de su destoreo, tengo la sensación de que simplemente anda por ahí y aunque no ayuda, tampoco enreda demasiado.

Pero también había miles de personas que querían reivindicar su afición. A pesar de las compañías, no considero que esa multitud fuera a apoyar a esta gente, al menos eso parecía; a lo que iban a era a gritar su sí a los toros, a reclamar su derecho a poder seguir acudiendo a la plaza, a poder vivir su pasión en libertad y a no tener que depender de que al político de turno le sople el aire del norte o del sur para ganar un puñado de votos, para hacer componendas o para... vaya usted a saber. Quizá más bien deberían plantearse que, aunque a ustedes no les gusten los toros, algo muy respetable y honroso, pues no todo el mundo nace con esta sensibilidad, ¿qué se le va a hacer? pero reflexionen y tengan muy presente que a favor de los Toros se han manifestado miles de ciudadanos; que estos, los manifestantes, los no manifestados y los que no podemos digerir esta manifestación, también votamos y pagamos impuestos y hasta los hay funcionarios, emprendedores, autónomos, trabajadores por cuenta ajena, jubilados, pensionistas, estudiantes o simplemente rentistas, todos, también tenemos derecho a nuestro bienestar. Que este también reside en ver al toro en el campo, en contemplar y disfruta las dehesas de bravo, en acudir a la plaza y ver cómo este animal desarrolla en la máxima expresión sus instintos, las cualidades y condiciones de que le ha dotado la naturaleza, lo que en definitiva es el toro íntegro, al que le planta cara un hombre con toda la verdad y ofreciéndose en cada embestida. Algo que los que se han encaramado a la cabeza de la manifestación ven como tragedia, como imposible y que ellos mismos quieren hacer que desaparezca, que paradoja, pero a pesar de todos estos, a pesar de sus mentiras, claro que estamos de acuerdo con el sí a los toros, ¿cómo no lo íbamos a estar? Si estaremos de parte del toro, que queremos apartarlo de los políticos, los antis y estos negociantes del toro y por eso no nos cansamos de repetir una y mil veces: sí a los toros, claro que sí.



Enlace programa Tendido de Sol del 14 de marzo de 2016:
http://www.ivoox.com/tendido-sol-14-marzo-2016-audios-mp3_rf_10791965_1.html

No hay comentarios: