martes, 12 de abril de 2016

De filosofía... barata, animales, animalistas y hombres, con perdón

No me saques de paseo al parque, déjame en la dehesa, déjame vivir cuatro años en libertad y morir sin que me acribillen por la espalda


Admiro a los animalistas, en principio estoy completamente de acuerdo con ellos y abomino del maltrato a los animales, pero es justamente en este punto en el que no solo discrepo de forma radical, sino que me siento ofendido, entre otras muchas cosas, porque me tomen por tonto, se quieran burlar de mi capacidad intelectual y esos permanentes conatos de tomarme el pelo, sin saber realmente cuáles son sus intenciones finales. Por un lado, estos “amantes” de los animales, amantes no sé hasta que punto, no cesan en su desatada actividad de parir melonadas, sin tan siquiera detenerse un segundo en medir las consecuencias de dichas “iniciativas. Y por otro, esa clase política que tiene más miedo de meter la pata y que le exilien a Siberia, perdiendo el curro, que de actuar en favor de la comunidad. Que digo yo, ¿los mandamases de los partidos no podrían pensar en darle los cargos a los listos y no solo a los dóciles? Que no quiero yo dudar de las inteligencias ajenas, ni mucho menos, pues para llegar a ciertos puestos, hay que tener cacumen y lucidez pa’ regalar; otra cosa son las ruedas de molino que tienen que tragarse para no perder el condumio.

Estos señores, perdón, estas señoras y señores, que se preocupan y “preocupon” por la bienestar y “bienestor” de las “animalas” y los “animalos”, ya pueden querer imponer una medida en favor del gamusino manchego, que al final siempre acaban en intentar soltarle un zurriagazo a las corridas de toros y, en consecuencia, al toro de lidia. Si empezamos a contar, es un no parar. A cuatro jubilados vascos se les ocurre peregrinar al Rocío desde Bilbao en un carro tirado por dos mulas, y la que les montan, vamos, que les quieren detener, porque parece ser que las acémilas, animales de tiro, son víctimas de un flagrante caso de maltrato animal; sacar caballos u otros animales en un desfile, del tipo que sea y ¡zasca! maltrato animal; y para rizar el rizo, en La Rioja la montan con una ILP que promueve el que los animales nocturnos tengan zonas oscuras para su refugio, pero claro, ¿iban a quedarse los toros sin su sopapo de turno? Nooo, ni mucho menos. A los señores con estas inclinaciones animalistas se les ha ocurrido que no puedan entrar en las plazas los menores de 18 años. Y dense cuenta que no digo a las corridas de toros o novillos, sino a las plazas, quedando excluidos de poder asistir a las sueltas de vaquillas, a los recortes, a los encierros y si esto progresa, hasta a contemplar un Belén con el buey y la mula.

Son propuestas y más propuestas, pero en la mayoría de los casos, por no decir en todos ellos, me falta saber si han medido las consecuencias de aplicar todas estas melonadas que tan rápido se les ocurren y que tan poco parece que han meditado. Y allá vemos a darles una idea de lo que puede suceder con todos esos animalitos a los que defienden a brazo partido. Si a los señores del Rocío o cualquier otro que tiene animales de tiro para ir a una romería o para adornar y darle vistosidad a un desfile les prohíben este uso, ¿qué creen que harán? ¿Tenerlos en el salón de su casa viendo la tele y compartiendo lecho? No, lo más lógico es que se deshagan de ellos, porque si estos no tienen utilidad, aunque sea lúdica, no tienen razón de ser para sus dueños, que por otra parte se desviven para mantenerlos en perfecto estado de salud, con sus visitas veterinarias, su dieta asegurada, su ejercicio y un lugar en el que poder estar cómodamente. Qué cosas, ¿verdad?

¿Qué creerán que ocurriría si mañana se prohibieran las corridas de toros? ¿Qué pensarán que ocurrirá con ese empeño de apartar los animales de la cotidianeidad de nuestra sociedad? ¿Cuál es la consecuencia de eliminar todo rasgo de lo rural en este mundo urbano y perfectamente controlado en que creen que viven? ¿Acaso creerán que lo más idóneo para el campo es que se urbanice como el parque al que llevan a hacer pipí a sus mascotas? Esos perros que viven entre cuatro paredes, pero a los que se les permite subirse al sofá y dormir en la misma cama que su dueño y que hasta visten bonitos abrigos tejidos con primor; lo mismo los cerdos vietnamitas, que un hurón, que una iguana, que una serpiente, que un chotacabras al que ponen nombre y le piden las cosas por favor. Quizá quieran “ayudar” a los animales, no lo dudo, pero piensen que en ese empeño de convertir todo en mascotable y en que dejen de ser animales domésticos, están muy próximos a mandar todo bicho con cuatro patas, con alas o con escamas al limbo, por no decir al matadero, como sería el caso del toro de lidia.

Todas estas benditas intenciones, ese afán de waltdisneyzar la naturaleza puede llevarse por delante gran parte de los espacios naturales de los que gozamos en la actualidad, entre otros motivos, gracias al toreo y a la caza. Quizá no se han pasado por una dehesa de bravo en su vida; no se lo pierdan, merece la pena el mancharse un poco los zapatos de barro y estar calladito un rato sin vocear, ni subir fotos a instagram, por aquello de no molestar a los animales. Lo mismo se llevan la gran sorpresa de poder contemplar, además del toro en su medio natural, en libertad, otras especies de ganado de carne, rapaces, animales carroñeros, halcones, gavilanes, cigüeñas, verdejos, cerdos ibéricos, que también los hay, liebres, hurones, caballos y hasta el lince ibérico, ese emblema ibérico que tanto nos preocupa a todos, pero que algunos parecen querer conservar a pesar de destruir su casa. No he nombrado a los lindos burritos o mulas, porque ya no se ven tantos, es más, están al borde de extinguirse en nuestra península, simplemente porque ya no tienen ninguna utilidad y los que se conservan, en muchos casos es por romanticismo de los amos, que no suelen buscarles sustitutos y se ayudan para mantenerlos de sacarlos en cabalgatas, desfiles y las celebraciones que aún mantienen ese espíritu rural que dio origen a muchas celebraciones de nuestra tierra. Qué malos son los que tienen un burro y no tienen doscientos por tenerlos. Pero, ¿saben que ocurre? Que todos estos animales no se mantienen del aire y quienes aún los conservan no lo hacen de cualquier manera, les cuidan, les alimentan y se desviven por tenerles como reyes, animales, pero reyes, pero sin confundir a un hijo o a un hermano con un buey o con una mula, ni tan siquiera con un perro, porque tienen muy claras las diferencias de términos y terminología y nadie les tiene que dar lecciones de filosofía... barata, animales, animalistas y hombres, con perdón.


Enlace al programa Tendido de Sol del 11 de abril de 2016:

18 comentarios:

Lito dijo...

Es del placer de la tortura lo que gusta eh??? Como siempre, comentarios personalizados en los animalistas y nunca comentarios de contenido: la barbarie del sacrifico y la tortura pública...nada tiene que ver con el mundo rural (te lo dice uno que sí que se ha manchado la vida de barro), no mezcle el tocino con la velocidad, por favor, ni sea tendenciosos en su análisis "filosófico" del asunto. El argumento de la hipocresía de los animalistas ya cansa....no ataque a los animalistas como defensa del toro...o hágalo si le viene en gana, pero si defiende el toreo...hágalo sin mirar para otro lado. Lo que significa el toreo es lo que se discute y no los motivos de los contrarios (animalistas y no animalistas) Un saludo.

Anónimo dijo...

Saludos...compañero Lito, permitame usted una puntualización. Los animalistas son necesarios,los que defienden los derechos de los animales tienen su espacio y su importancia.
Por todo ello, sería conveniente que no se desacrediten ni se ridiculicen tan a menudo como suelen hacerlo, por el bien común y el bienestar animal,
Ängel.

Enrique Martín dijo...

Lito:
Cuénteme usted qué diferencia hay entre el número de personas que disfrutan de la tortura dentro y fuera de una plaza de toros. No voy a entrar en hablar de la generalidad, pues ya he entrado en esos temas con cierta frecuencia; simplemente me me ciño al texto en cuestión que a usted le ha impulsado a comentar en este blog. Los animalistas seguro que son personas de bien, estupendos seres familiares, pero no me dejará de reconocer que son demasiado frecuentes los casos en que parecen hablar sin tener en cuenta las consecuencias de los postulados que defienden y que hasta a algunos nos hacen pensar que pretenden poner a los animales en el lugar de los seres humanos, con el perjuicio que esto les provocaría a ellos mismos. Mi defensa del toro no reside ni mucho menos en atacar a los animalistas y como muestra está este blog, las más de 700 entradas que de momento van. No le voy a pedir que se lea todas; es más, no le voy a pedir que lea ninguna, pero eso sí, si usted quiere opinar, hágalo con elementos de juicio y no como esos animalistas que tanto nos sorprenden con sus argumentos, cuando menos, muy particulares. Yo,por ejemplo, no opino sobre eso de mancharse de barro, porque no lo entiendo, ni sé a cuento de qué viene, ni realmente lo que quiere decir, ni si para opinar sobre esto hay que meterse en el barro hasta las cejas.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Ängel:
No sé si el señor al que usted responde tomará en consideración su opinión, pero ahí queda dicho. Algo con lo que estoy de acuerdo, todo sea dicho de paso.
Un saludo

Lito dijo...

Pues sí tendré a bien comentar, ya que parece este un foro donde se pueda plantear posicionamientos sin entrar en insultos...me parece bien, porque puestos a ponerse en ridículo, la defensa que he oido en otros foros de la "fiesta nacional" es para echarse a llorar. Si nos ceñimos a las consecuencias de los postulados percibida por parte de los animalistas, le responderé con sus propias palabras y le diré que no generalice pues en algunos casos que ha señalado estoy de acuerdo con usted....donde vivo mucha gente saca su burrito en alguna procesión y con eso se contentan. No hay maltrato, hay respeto...pero dígame sinceramente...¿es eso lo que abunda en las procesiones y ferias españolas? ¿el respeto al animal? Pues mi experiencia es que no: he visto a caballos apaleados, a burros emborrachados y castigados, a bueyes dopados hasta las cejas...y las consecuencias de veo de todo ello es un sociedad (mis paisanos) embrutecida y anclada en el siglo XV y yendo más allá, la verguenza de la maldita "marca españa taurina" cuando uno sale por ahí fuera.En todo caso, gracias por una respuesta con mesura y respeto. Un saludo.

Enrique Martín dijo...

Lito:
Pues, ¿qué quiere que le diga? Eso de la "fiesta nacional" me pilla muy lejano y se me queda pequeño, porque esto de los toros hace siglos que sobrepasó las fronteras y en otros paises también lo consideran como propio. Eso sí, es innegable que el toro es una muestra de identidad como la que más, de esta parte del mundo. Así es. Puede que no le guste, es su opción, pero a otros no nos gustan otras supuestas señales, como lo del país del sol, el desmadre, el que parece que nos pasamos el día comiendo, la siesta, las sevillanas, las peinetas y un no acabar, pero ahí está y no puedo pretender quitar y poner cosas a mi gusto. Le aseguro que llegaría a un absurdo insufrible.

Sobre lo de los animales en procesiones y desfiles, claro que hay quién maltrata a los animales, por supuesto, pero no por eso hay que prohibir nada, hay que ir contra esa gente y empapelarlos, porque aunque se quiten los animales de la vista, esos seguirán maltratando y apaleando; y esto es lo que hay que borrar de nuestras vidas. Porque se roben bancos, no hay que eliminar los bancos, hay que pillar a los malos.

Y ya sobre el toreo, le aseguro que puede haber muchos puntos de crítica, pero es una fiesta que ni es bárbara, ni está anclada en un mal pasado, es más a muchos nos gustaría que en muchos aspectos se volviera a costumbres pretéritas, entre otras cosas en lo referente al respeto al toro y en darle las opciones que nunca puede perder.
Un saludo y gracias por asomarse por aquí, por considerarlo un lugar en el que puede expresarse y por verter sus opiniones. ¿Insultos? Podrían aparecer, pero entonces desaparecería el intercambio de opiniones, se acabaría el diálogo y sería una pena, saldríamos perdiendo, sobre todo el que esto escribe y que tanto disfruta con lo que ustedes cuentan.

Lito dijo...

Gracias por su respuesta Enrique, pues aquí es donde discrepamos: dice que hay que “empapelar” a la gente que maltrata a los animales. Sin embargo, apoya la tauromaquia. Pues qué quiere que le diga, yo ahí veo un maltrato y una tortura. Igual que el que las peleas de perros, tirar una cabra de un tejado o dejar ciego a un toro pendiéndole fuego a sus cuernos. Para mi no hay diferencia. Y algunos también la consideran un acervo cultural aunque tal vez ambos consideremos que es una barrabasada. Es algo que nunca comprenderé: qué tiene de atractivo hacer espectáculo del sufrimiento de un ser vivo. Y sí...considero que hay que prohibir cualquier hecho que atente con unos principios básicos.Y en el de mucha gente, el respeto al animal es un valor significativo. Y le plantearía el argumento de la libertad de elegir (acudir a los toros) de otra manera: y por qué tengo yo que sufrir y por qué tienen mis hijos que convivir con algo que hiere profundamente??? Si los taurinos tienen el derecho de exigir su cuota de tortura (y el que no le guste, no mire), yo tengo el derecho de exigir que mis hijos no vean algo que considero (yo, y muchos, la mayoría) profundamente desagradable e inmoral...para nosotros es como la nicotina.....usted tiene derecho a fumar dónde le viene en gana y yo tengo el derecho a quejarme porque no me quiero tragar su humo.

Le agradezco el tono de sus respuestas.

Un saludo


Anónimo dijo...

Si los taurinos tienen el derecho de exigir su cuota de tortura (y el que no le guste, no mire), yo tengo el derecho de exigir que mis hijos no vean algo que considero (yo, y muchos, la mayoría) profundamente desagradable e inmoral...

Hombre por Dios ¡¡¡ tenemos que vivir en comunidad, ¿¿ha escuchado usted hablar de la tolerancia??
Para empezar, La Tauromaquia No es tortura, la lidia de un toro bravo es algo absolutamente legal en este y en otros muchos países.No es igual a las peleas de perros ni arrojar cabras por los tejados, la perversión del lenguaje también es una forma de insulto, levantarse por la mañana y encaminarse a un trabajo que no agrada no tiene por que ser prostitución.
En la vecina Francia, abanderada de las libertades,la Tauromaquia esta protegida como bien cultural. Aún hoy día, hay personas que se escandalizan solo con ver indicios de amor homosexual, otros practican deportes insanos y excesivamente arriesgados, los hay que se hacen tatuajes en el cuerpo ...Tolerancia.
Soy agricultor, cultivo hortalizas en los invernaderos de Almeria, si avanzamos por el caminíto que usted propone, una vez prohibidos los toros, podrían acusarme de haberme lucrado con la venta y consumo de cadáveres de tomates, de calabacín o berengenas??? le damos tiempo al tiempo??? una vez que comenzamos a prohibir y a no tolerar la senda solo conduce al estado íslamico.
Para terminar, le diré a los partidarios de abolir las corridas de toros que cuando lo consigan enviaran del tirón al matadero toda la cabaña brava,unos cuantos miles de animales que nadie podrá mantener, patrimonio genético que se ha conservado desde hace siglos y no es la "marca España",para eso está la siesta, la corrupción, la impúntualidad, el cainísmo y la cerrazón empecinada.
Les recuerdo que hay quinientas mil (500.000) héctareas dedicadas a criar toros bravos que viven como reyes, en las cuales no se puede entrar a hacer barbacoas ni hacer el cimbel llenándolo todo de basura; Miles de hectareas protegidas por el guardián Minotauro donde se cobijan la flora y fauna que hace años exterminaron en toda la Europa hipócrita de motores ecológicos trucados,flora y fauna real para contraponer a tanta Play Stassión y tanto mundo virtual y fingido. Los toros son casí casí lo único real y verdadero de nuestra vida cotidiana, junto con los anti-taurinos.

Saludos...Ängel.


Enrique Martín dijo...

Lito:
Usted da por supuestas muchas cosas, empezando por lo del maltrato, de lo que habría mucho que hablar, empezando por los que cercenan los instintos de los animales y los pretenden sustituir por usos impuestos por la buena voluntad del ser humano. No es absolutamente comparable todas esas cosas que dice con las corridas de toros y aunque no lo crea, esto se basa en el respeto al toro, sin él, no podrían existir las corridas de toros, las dehesas, los criadores de toros, ni mucho menos los toreros. Usted pone como verdades absolutas sus opiniones, sus creencias y sus pareceres, que aún creyendo que son muy coherentes con su sentir, no coinciden ni de lejos con los de otras personas. Usted no quiere convivir con los toros y decide que nadie lo tiene que hacer. Está bien, pero si iniciamos ese camino, quizá nos encontremos con un mundo que no nos guste. Usted ve inmoral lo que otros consideramos entrega y apoyo a la naturaleza, porque yo le pregunto si se ha parado a pensar qué ocurriría con el medio natural en nuestra península, si mañana dejaran de criarse toros de lidia para las corridas de toros. Yo abogo por la vida del toro de lidia, no por la muerte, que es otro de los puntos de vista en los que parece que muchas personas no se han detenido, por una vida de un animal y la supervivencia de multitud de especies, tal y como estaban hace siglos. En fin, son muchos puntos de discrepancia y le aseguro que en cuanto a la moralidad y en lo tocante al toro de lidia, a los toros y a otras muchas cosas, no creo que usted, ni nadie me pueda venir a dar lecciones, al igual que le ocurrirá seguramente a usted. Me resulta demasiado pretencioso el que alguien se crea con la potestad, sabiduría y valor como para decirle a nadie lo que es moral o no, aparte de lo que es robar, matar o tratar a cualquier ser humano sin respetar sus derechos como tal. Aquí se puede hablar, ya lo ha visto, no se insulta a nadie y de eso procuro encargarme yo, pero hay formas y modos peores que el insulto. Por ponerle un ejemplo, yo no trato a nadie de ignorante por no saber lo que es un toro de lidia, cómo vive, dónde vive y cómo se le cría.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Ängel:
Le confieso que mi respuesta al anterior comentario la he redactado sin aún echar un ojo a lo escrito por usted y de verdad que no puedo estar más acuerdo. Veo que hemos ido coincidiendo casi punto por punto y además he podido comprobar la forma en que ha defendido la Fiesta de los toros, o mejor dicho, al toro. Pues no puedo añadir más a lo dicho por usted, si acaso dos cosas, gracias y enhorabuena.
Un saludo

Lito dijo...

Muchas gracias por su respuesta, señores Angel y Enrique:
1.- Es cierto, lo que usted dice de que "vivimos en tolerancia". Eso significa que, por una parte tan tolerante tengo que ser YO con que mis hijos tengan que convivir con lo que, para nosotros es una tortura gratuita y cobarde. Pero también USTED debería serlo. Sean usted y los suyos también TOLERANTES y en aras de la buena convivencia renuncien a sus "placeres taurinos". Puestos a ser tolerantes, no se olviden ustedes de que la tolerancia tendría que ser de las dos partes no??? O solamente es intolerantes una de ellas??? O sea usted pide me pide a mi tolerancia para aceptar la tortura taurina. Sin embargo, usted no ve la necesidad de ser tolerante para renunciar a lo suyo.
2.- Dice: "una vez que comenzamos a prohibir y a no tolerar la senda solo conduce al estado íslamico"…entonces ¿no hay nada que se haya prohibido que le parezca bien? ¿legalizamos la prostitución, el consumo de drogas, las armas, la trata de personas, la esclavitud, etc.? ¿o sólo se legaliza la parte que considera adecuada?
2.- Por otra parte, me dice que no considera que algunas barbaridades que se hacen en este país bajo la excusa del acervo cultural (la cabra y el campanario, por ejemplo) se pueda comparar con el "arte taurino". Bueno, aquí le recordaría entonces su argumento de la tolerancia: seamos tolerantes con lo que tiran la cabra, los que les gustan las peleas de perros, o los que ciegan a los toros con antorchas…. …seamos también tolerantes con eso…no??? Si a usted no le gusta, no vaya. Su argumento de la tolerancia….¿no tiene límites? porque siguiendo con su línea de pensamiento….dónde pararíamos (tal y como usted me plantea a mi)?... Porque por ese camino, permitiríamos muchas cosas que seguro que a usted y a mí nos parecerían crueles e inmorales….como siempre, en el debate taurino, se hace demagogia, haciendo referencia al vegetarianismo y el no sé qué cosa con prohibir el cultivo de plantas (sic). No señor, estamos hablando (y yo intentando entender) de la aceptación acérrima que hacen algunos de la tauromaquía. Intento entender cómo es posible que dónde muchos ven tortura, sufrimiento y verguenza, ustedes vean "arte" (sic).

Lito dijo...

3.-Dice que los toros no tiene nada que ver con la "Marca España"…entonces…¿lo de la fiesta nacional? Guste o no, por ahí fuera España son toros y siesta (y corrupción). Sólo tenemos que comprobar los estudios sobre la imagen que tenemos en el extranjero. Y eso, a muchos nos avergüenza enormemente.
4.- Sobre lo de la selección genética…..lo siento, qué quiere que le diga para hasta dónde yo he leído para entender el mundo taurino…el toro de lídia sólo es raza como aspiración ganadera. Pero aquí, reconozco mi desconocimiento del asunto. En todo caso, qué hay de particular y único en el hecho de que se haya realizado una selección artificial y manipulada de una especie? Desde mi punto de vista, nada.
5.- Dice que he puesto como verdades absolutas mis opiniones. Releo mi comentario y no hallo nada que suponga eso. Entiendo que estamos en un foro abierto y respetable DONDE SE OPINA sobre este tema. Por lo que entiendo que todo lo que digo es rebatible y no espero sentar cátedra con mis opiniones. Sólo me mueve el deseo de ENTENDER qué demonios ven ustedes en la muerte y tortura de un animal. Leemos de nuevo el artículo que aquí acompaña a esta discusión y, qué quiere que le diga, veo bastantes muestras de falta de respeto en algunas de las expresiones e ideas que se vierten. Pero bueno, entiendo que se trata de una página taurina y la entiendo entonces en su contexto.

Lito dijo...

6.- Me dice: "Usted ve inmoral lo que otros consideramos entrega y apoyo a la naturaleza". Y es cierto, lo considero inmoral porque supone el uso y la tortura. El sufrimiento GRATUITO de un ser que siente dolor. Yo lo considero inmoral porque no es un enfrentamiento justo. Yo lo único que veo es la manipulación sádica de la naturaleza por parte del hombre y más bien la irreverencia del ser humano por la vida. Yo veo antropocentrismo rancio donde usted ve respeto. Y es cierto, vemos el respeto por la naturaleza de manera muy distinta….de verdad que para mostrar respeto hay que torturar?
7.- Me dice: "Me resulta demasiado pretencioso el que alguien se crea con la potestad, sabiduría y valor como para decirle a nadie lo que es moral o no"….y sin embargo, en el artículo que acompaña a esta discusión no parece que se predique con el ejemplo. La moralidad es intrínseca a la sociedad en la que se vive. Y hoy en día hay una sociedad que está diciendo basta en este tema. Y lo dice porque se siente vivamente herida.
8.- Cuando dice que: "pero hay formas y modos peores que el insulto. Por ponerle un ejemplo, yo no trato a nadie de ignorante por no saber lo que es un toro de lidia, cómo vive, dónde vive y cómo se le cría." espero que no se refiera a mí. Creo que he sido respetuoso en mis palabras aunque algunos de mis argumentos hayan sido "melonadas" según usted. En todo caso, si así no fuera, pido disculpas.

De nuevo gracias por permitirme dar mi opinión en este foro y disculpas por la longitud de mi respuesta.

Un saludo



Enrique Martín dijo...

Lito:
Mire, me he perdido, lo siento, no acabo se saber si me contesta a mí o a todo lo que usted considera satánico. Me aplica ideas que no comparto, me quiere meter en los clichés que usted tiene en la cabeza, quiere que todo se ajuste a su realidad y ahí ya sí que me rindo, mi capacidad no llega más allá. Mezcla todo lo que considera que haya que mezclar y en gran parte habla bajo el paraguas de la ignorancia y la intolerancia que esta provoca siempre. Mezcla cabras con perros, con toros y con palomas mensajeras, ¿o quizá con esto último no? No sé, puede que no. Que si una raza artificial, que si manipulación del hombre, ¿o igual esto tampoco? No sé, ya digo que me pierdo. Pero tranquilícese, ya no nos vamos a perder ni usted, ni yo, pues ya están suficientemente expuestos sus argumentos, que por otra parte no tengo ni intención, ni ganas de modificar. Y yo le contesto a lo que yo escribo, no a sus ideas preconcebidas que me atribuye a mí como aficionado a los toros. Y mire por donde, en muchos casos, yo no lo considero arte, pero eso lo sabría si no se hubiera agarrado al clavo ardiendo de esta entrada para soltar lo que le parece, venga o no a cuento.
Un saludo y celebro que haya disfrutado de este foro, lo que no le puedo asegurar es le vuelva a brindar más oportunidades, al menos mientras no se ciña a comentar sobre lo escrito, entonces, aquí me tendrá para lo que quiera, pero para nada más. Y es que uno se pierde y se aburre de dar vueltas y vueltas a la noria.

Lito dijo...

Lo siento Enrique,

sólo he contestado a las cuestiones de su respuesta. Por favor, eso sí, le ruego que no diga que hablo bajo el paraguas de la ignorancia y la intolerancia. Como le he comentado, me he acercado aquí sólo para mantener un intercambio de ideas, que creo que ha sido respetuoso por mi parte. Que usted haya leído en ellas intolerancia me sorprende enormemente pues,precisamente, el motivo de este intercambio no ha sido otro que entender a los taurinos. Y no creo que eso sea considerado intolerancia precisamente. Le he expuesto mis opiniones como respuesta de las suyas. Y ya está. Tal vez intolerancia sea llamar al otro intolerante.

Un saludo

Enrique Martín dijo...

Lito:
No me había parecido a mí que usted viniera con idea de entender a los taurinos, lo cual es cosa suya y no me puedo meter en ello. Me habría bastado con que quisiera entender mi parecer y mis escrito, pero en eso tampoco me puedo meter, tampoco es cosa mía; y ni mucho menos el pretender que se leyera ni media docena de escritos míos, sería una gran falta por mi parte y una muestra de poca consideración hacia usted. Eso sí, lo que sí le pido es que si comenta algo, que sea de lo que se escribe aquí, no que me venga a contar sus pareceres sobre generalidades y clichés de los que aquí no se ha hablado. Porque, ¿QUé quiere que le empiece a contar mi idea de eso que usted llama fiesta nacional? ¡Ufff! No es que me apetezca mucho. Y seguro que no tiene usted tampoco interés en saberlo, pero en caso contrario, si lo quiere saber, entonces sí, lea lo que se ha publicado sobre eso en este blog. A lo mejor ni encuentra tal expresión.
Un saludo y le agradezco mucho su participación, pero tampoco es necesario que ponga tanto celo.

Lito dijo...

Señor Enrique,

se lo crea o no mi, motivo fue el que le indico: curiosidad. Yo simpre he pensado que no puede ser que todos los taurinos sean gente mala. Los conozco y tengo amigos taurinos que nunca me han dado ningún argumento que me haya valido para, por lo menos, entender la cosa taurino. Si usted ya recela de mis motivos,y ve falta de respeto en mis palabra,apaga y vámonos. Lo de siempre vamos. Ven ataques y fantasmas donde sólo he querido tener un dialogo constructivo e intelectual sobre el tema. Y sí, admito que no me he leido sus ocho artículos, pero sí que me he leído uno (como también me he ventilado otros artículos e incluso acercarme a la biografía de José Tomás, imagínese). Entiendo que usted no se haya tomado la molestia de leer mi última respuesta con algo de interés. Muchas palabras, supongo y pocas ganas de entender por su parte.

Así que usted por su lado y yo por el mío que seguro que eso mejora las cosas.


Un saludo.

Enrique Martín dijo...

Lito:
Claro que le he leído con atención, y no es cuestión de respeto o no, simplemente es responder a lo que yo escribo, no meterme en el paquete de todos y echarme encima los argumentos de siempre. Que igual en algunos puntos coincido con usted y no sabe hasta que punto. Y yo me pregunto si realmente hay algún argumento de sus amigos taurinos que pudieran llegar a ser valorados por usted. El diálogo es posible, pero el entendimiento es otra cosa.
Un saludo