lunes, 24 de marzo de 2025

Toros muy fotogénicos, pero...

 

Que no se me enfaden los adolfistas, pero es para enfadarse con los de Adolfo. Que bonita estampa pero si se les agita, suenan a hueco.


La primera de temporada bien podía haber sido un homenaje a la fotografía, un reconocimiento al señor Daguerre, Eastman ya a todos los pioneros del arte de la imagen detenida en un instante. Que a más de uno se le pusieron ojitos al ver la fotos de los de Adolfo en el campo; unos torazos, torazos cinqueños, torazos para esculpir, torazos como no se habían visto jamás, pero...Que nadie puede decir que la corrida estuviera mal presentada, ni mucho menos, pero de aquellos torazos de la foto... que igual es verdad eso que se decía que las fotos engordan. Engordan y hacen parecer torazos lo que luego en vivo son una corrida bien presentada, pero sin estridencias. Que los aplaudieron de salida, desde luego, aunque igual a lo que algunos aplaudían era a la foto. Pero ya digo, no hay que fiarse de las fotos, porque lo mismo sucede si haces una foto a los tendidos de sol, andanadas aparte, y parece que la plaza está de bote en bote, pero el señor de la cámara se daba la vuelta y apuntaba a la sombra... Esa foto no era recomendable, se veían más calvas que en un vuelo de Turkish Airlines aterrizando en Estambul. Pero los habrá que les hablan de gran entrada, cuando quizá mejor se podría hablar de media entrada.

Y si hablamos de fotos, a Rafael de Julia se le acabó la fotogenia en el momento en que se lio el capote de paseo, porque a partir de ahí, todas las instantáneas han debido salir movidas y desenfocadas y la foto que muchos habrían pensado como la más honrosa, no se dio, no hubo un corte de coleta que podría haber dado dignidad a una tarde nefasta, un petardo de esos que se recordarán como paradigma de petardo. De salida ya se vio apurado con el capote en sus dos toros, viéndose rebasado por los de Adolfo, que le acorralaron contra las tablas en ambos recibos de capote. A su primero, que ya se paró prácticamente en los primeros compases, le trasteo con mucha desconfianza, la misma que exhibió con la espada. Que quizá debería contar las veces que pinchó en los tres toros que hubo que estoquear, pero me van a perdonar, pero a estas alturas no sé dónde habré dejado el ábaco. En su segundo, un animal que flojeaba, aunque hasta parecía que metía la cara, no lo quiso ni ver, como en su primero, durante la lidia y llegados al último tercio, tras verse desarmado al segundo trapazo, optó por tomar la espada y empezar su particular vía crucis con la espada... otra vez un rosario de pinchazos, la mayoría en los bajos y ninguno en las agujas, saliéndose descaradamente y no llegando casi ni a pinchazo hondo. Poco hay que contar, que está fuera, sin facultades, sin sitio, desconfiado y en estas, ya me dirán qué es lo que se puede esperar. Pues nada, de momento, volver a verle en mayo, aunque lo más sensato y torero fuera hacer trabajar a las tijeras y que estas se llevaran el añadido por delante.

Seguro que Damián Castaño podrá elegir fotos de su trasteo en las que este y el mismo saldrán muy favorecidos, pero claro, esto del toreo no es cosa de instantáneas, igual la tauromaquia de ahora sí, pero el toreo, lo de torear es otra cosa. Y es otra cosa, porque en las fotos no salen las carreras a todo correr después de cada trallazo, igual que tampoco se aprecia si el muletero va cazando muletazos allá adónde pille toro. Trapazos abusando del pico y sin rematar en ningún caso y la vez en que más se enroscó a un pupilo de Adolfo lo hizo bailando y sin parar quieto. Ausencia de temple y mucho más de mando, pero quizá por esa emoción del que no manda, del que está a lo que diga el toro, el personal se enciende. En su segundo, como en el primero, le manteó con el capote como un peón, dándose la vuelta para perderle terreno hacia los medios. Bueno, en este que hizo quinto lo mismo perdía terreno para afuera, que para las tablas, a lo que el Adolfo decidiera. Este pudo ser al que menos se picó en toda la tarde, para llegar al último tercio con la misma tónica, trapazos corridos, aperreado con el animal, pretendiendo hacerlo ver como un toro intratable. E intratable era si no había ni asomo de toreo, que ahora te quito el engaño de repente, que te dejo el telón para que derrotes y así, después de basar todo el trasteo sobre el pitón derecho, la tomó con la zurda y en una de estas de quitar el engaño, fue volteado de mala manera, teniendo que pasar a la enfermería con dos cornadas. Salió a pasaportarlo Rafael de Julia y... creo que no merece la pena abundar sobre la forma de quitárselo del medio.

Y cerraba la terna Adrián de Torres, al que me cuesta calificar si resulta fotogénico o no. En cuanto a la lidia, pocas fotos eran posibles, si acaso en su recibo al sexto, con cierto garbo, pero que no va más allá de posar para una posible instantánea. A su primero se empeñaba en levantarle la mano y ahí el animal decía que nanay, pero si la bajaba, la cosa cambiaba de color, pero nada, pico, más pico, aire al mundo y algún que otro enganchón que los entusiastas aún jaleaban. Que igual pensaban que eso surtiría el mismo efecto que si decían patata, que el trapazo se vería bien, pero ya les digo que eso no funciona. Con cuidado de que no se le viniera abajo el toro, terminó acortando en exceso las distancias, recurso muy valorado por los entusiastas partidarios y por otros lares... aunque ahora eso también gusta y mucho en Madrid. Si no es por un bajonazo infame, igual los más leales le habrían pedido algo agitando los pañuelos. El sexto, que se vencía por el izquierdo, bastante tenía con aguantarse en pie; trapazos con el pico y el animalito entrando al engaño como un burro. Soso, pegando banderazos y otra a meterse entre los cuernos, para acabar pinchando una y otra vez, que algunos ya le investían como alumno adelantado del otro as de espadas, pero afortunadamente, no fue tan poco hábil y tan pesado como quién abría plaza. Y así acabó la primera del año, con unos preguntándose por qué tal no se había cortado la coleta, por qué cual se quedó al descubierto con tan mala pata que resultó cogido, por qué se insiste en un torero que dicen que hace, pero que en realidad no dice nada y por qué siguen anunciando un hierro, que alguno habitual no protestó ni por disimular, que no tenían nada dentro y que todo se quedaba en que eran toros muy fotogénicos, pero...


Enlace programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:

https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html

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