El volapié o vuela pies, la diferencia entre ser artista o matarife |
El decir que la Fiesta de los toros está siendo atacada por
varios, demasiados, frentes, es una obviedad que a nadie le pasa desapercibida.
Cataluña, San Sebastián, Ecuador, Galicia, los bien organizados y disciplinados
grupos antitaurinos, las opiniones que regularmente salpican los medios de
comunicación, el olvido de estos mismos que solo se hacen eco de desgracias y
sucesos rocambolescos, y tantos y tantos ejemplos que nos dicen que esto puede
encontrar su fin muy a corto plazo. Que no creo que sea la absoluta
desaparición de las corridas de toros, no, para eso igual queda mucho, pero no
nos engañemos, esos restos más testimoniales que otra cosa, no supone la
permanencia de la Fiesta de los toros. Para esto es necesaria una vitalidad y
una pujanza que ya no tiene, la Fiesta se nos ha ido por el desagüe mientras
discutíamos como taponarlo, uy no se nos ocurrió otra cosa que poner las manos,
sin caer en la cuenta que un simple picor de nariz era el final de una bella historia.
Un panorama lleno de penumbras y sombras esperpénticas, de
murmullos de muerte y de risas cadavéricas, pero… ante todo esto ¿qué hacen los
taurinos? Pues aparte de nada, el ridículo; no se sabe muy bien si es mejor que
actúen o que se queden donde están, porque a veces más parecen actuar como
colaboracionistas del movimiento abolicionista. Incluso se podría decir que
caminan por el camino que estos le marcan, como cabestros que se dejan llevar
dócilmente por la manga que les conduce al encierro. Resulta que deciden que
hay que humanizar la fiesta y se ponen manos a la obra para modificar los
fundamentos que durante siglos han sustentado todo esto. Ahora resulta que hay
toreros que se atreven a afirmar que no les gusta ver sufrir a un animal, admitiendo
que el toro sufre durante la lidia, otros utilizan el argumento de adaptarse a
los gustos del momento, suponiendo que esos gustos coinciden con esa
“disneylanización” en el trato con los animales.
Los taurinos han ido avanzando pasos hacia ninguna parte,
sin un rumbo definido hacia la verdadera salvaguarda de la Fiesta de los toros,
todos más de cara a la galería, que con un contenido real que ayude a
fortalecerla y potenciarla. La pataleta que se pillaron con lo de Cultura, como
si aquello fuera a ser el no va más, lo que los políticos han sacado pecho con
las declaraciones a favor de la Tauromaquia, que si Bien de Interés Cultural,
Patrimonio Inmaterial, luego las reivindicaciones de los derechos de imagen con
argumentos muy retorcidos, que si los ganaderos se plantaban, que se unían unos
chiquitos y formaban sucesivos grupos que empezaban por “G”, pero ¿y al final?
Pues al final uno se da cuenta de que no han hecho absolutamente nada, pero
nada de provecho. Cada uno mira por sus cosas y le importa un pito lo que le
pase al vecino, al colectivo o a la Fiesta.
Se han pedido ayudas económicas que solo sirven para
mantener el negocio de unos señores que no quieren dejar de ser unos
privilegiados, el Juli ha tomado la decisión de invitar a los toros a los
jóvenes, como si eso fuera todo, sin pararse a pensar ni por un segundo si lo
que ofrece interesa a alguien que los que se aprovechan de mantener esta
indignidad, Talavante parece que tiene intención de apoyar esa medida, si
hacemos caso de lo que dice en Twitter, para ganarse el aplauso de los públicos
y con menos sentido autocrítico que el de su compañero. Y es que una cosa es
predicar y otra dar trigo. Les tienen viviendo enana burbuja de elogios, para
que aguante la trata de borregas moribundas y descastadas, para ver hasta donde
da lo de las teles y si los ayuntamientos deciden volver a dar festejos, con el
resultado artístico y económico que sea, porque eso es lo que menos importa.
Señores taurinos están escribiendo su gloriosa historia del toreo con un
soplete, sobre una barra de hielo. Y tan ciegos quieren estar, y tan ridículos,
que además se sienten orgullosos de cómo les está quedando su obra de arte.
Viven establecidos en la queja, en limosnear, sin asumir
ninguna responsabilidad, como niños caprichosos y malcriados, que es lo que
son. Se hacen las víctimas ante los antitaurinos y se echan las manos a la
cabeza de lo perversos que pueden llegar a ser, porque quieren acabar con la libertad de la
gente para ir a la plaza, quieren mandar a otros muchos que viven del toro a
las listas del paro y por si fuera poco, pretender acabar con una tradición de
siglos ¡Miau! A otro perro con ese hueso. Eso les trae al fresco o como diría
un castizo, se la bufa, se la sopla, se la trae al fresco, se la pela, se la
trae floja o tantas expresiones que significan lo mismo, que esa no es su
guerra.
Las figuras, los empresarios, los ganaderos y empresarios
fashion, la prensa palmera y los aficionados que esperan que algo les caiga,
parece que están viendo cuánto aguanta este chollo que tienen y una vez que se
agote el pozo, pues eso mari…n el ulti. Si hasta ellos debe extrañarse de que
todavía puedan seguir chupando del grifo, aunque con tanta demanda, no sé si su
idea es la ser los primeros en llevarse la tajada más grande y el que venga
detrás…, que hubiera espabilado. Van con tanta prisa que hasta han adelantado
por la derecha a los grupos antitaurinos en la demolición de la fiesta. Ya se
sabe, no peor cuña que la de la propia madera. Ellos con sus discursos
mentecatos, mientras ustedes van dinamitando los pilares sobre los que se ha
sustentado la Fiesta de los toros. Nos quitamos de en medio el pasado,
ridiculizamos al toro de antaño, a los maestros que plasmaron su historia con
letras de oro en el libro sagrado del toreo, a los que dejaron escritas
aquellas hazañas, nada vale. Y todo aquello lo cambian por un sucedáneo mal
logrado, a partir de la trampa, el fraude y la mentira; eso sí, que ha calado
profundamente entre el público. Ya ni los colores de los ternos nos valen. Ya
he llegado a escuchar el color “maquillaje”. ¿Y para cuando irán vestidos de
desprecio y azabache?
Pero lo que son las cosas, la Fiesta será una historia
inacabada sin continuidad, como si su camino acabara bruscamente, después de que
la crecida del río de la vulgaridad se lo hubiera llevado por delante, sin
dejar rastro de la dirección que llevaba, ni donde acababa; los pocos cascotes
que aún queden solo serán la prueba fehaciente de que allí hubo algo. Mientras,
sus nombres brillarán con letras de oro en los anales de los grupos
antitaurinos, como los verdaderos ejecutores de los toros. Pero no saquen
pecho, no, porque esos antitaurinos no les agradecerán que les hayan hecho el
trabajo tan a conciencia, se burlarán de ustedes, les seguirán despreciando y
no les ofrecerán el más mínimo reconocimiento. Así que si aún no se han puesto
a pensar de qué lado están, olvídense durante un momento de su cartera, si es
que pueden, y piensen si matan a la gallina de los huevos de oro, luego no habrá
más, ni se la podrá resucitar. Es más, aunque no muera, si aprietan mucho,
puede que hagan que no vuelva a poner jamás.
Al inicio de este escrito les hacía una pregunta ¿de qué
lado están? Esperando que supieran contestarme, pero ahora sinceramente tengo
serias dudas de que sepan hacerlo, porque me da la sensación de que el dinero,
la avaricia, el desprecio y falta de afición a esto del toro les ha hecho perder
el rumbo y ni ustedes saben dónde están. Pero tranquilos señores taurinos, que
yo se lo digo, pero igual que se lo podría decir cualquier aficionado cabal,
ustedes están enfrentados al toro, a la verdad, al aficionado y a la razón, que
es lo único que puede salvarnos de la puntilla. Miren a su derecha e izquierda,
que igual comparten mesa y mantel con los que vencieron en Cataluña, con los
que aspiran a hacerlo en Galicia y con los que aseguran que lo harán en San
Sebastián. Y no se equivoquen, pero yo sí pido la abolición, ¡Abolición de la Tauromaquia 2.0, ya!
11 comentarios:
Pues yo tengo claro de que lado están muchos taurinos, y también tengo claro de que lugar estoy yo. Hace poco lo dije en una de mis entradas: DEL LADO DEL TORO BRAVO Y LOS TOREROS VALIENTES. Fuera hierros y fuera geses. Del que embista con casta y del que sea capaz de jugarse la vida con esa casta. Lo demás... me sobra Enrique. Siempre hablamos en el mismo idioma y seguro que en este caso también.
Hay una cosa de la entrada que me ha llamado la atención Enrique. Has dicho que hay matadores que les da pena ver sufrir a un toro. Yo no sé si el toro sufre durante la lidia o no, pero a mi personalmente si me ha dado mucha pena ver a un toro luchar por la vida después de un espadazo. Ahora habrá muchos que me digan de todo, pero amo tanto a este animal, que me ha pasado con algunos que lo han dado todo en el ruedo. Y últimamente sobre todo me pasa con el medio toro que sale al ruedo. Animales que los ves que quieren y no pueden, porque así los han "fabricado" a través de la selección de sus padres y sus madres para que el coletudo de turno se vanaglorie de ese quiero y no puedo.
Ni soy mas "nenaza" que nadie ni mas "hombre" que nadie por tener esos sentimientos, aunque sea consciente de que el propio futuro del toro pase por esa muerte y por eso se asume. Pero creo que nadie disfrutase con la muerte de "Bastonito" (entre muchos) después de lo que hizo en el ruedo.
Ea, pues otra parrafada que te he soltao pa´que no te aburras. Un abrazo.
Marín:
Igual que tú me quedé yo al leer esas declaraciones de Castella, en las que parecía que le sobraba toda la sangre de este espectáculo. A mí me da pena muy a menudo el ver a un animalito arrastrarse y al plantearme si eso es para ser toreado o para ponerlo en casa como mascota, pero cuando le veo desarrollar toda su fuerza, su fiereza y querer agarrarse a la vida, no es pena, es una emoción inenarrable, es admiración, adoración, te diría que casi idolatría. A partir de ahí creo que el toro pasa a ser inmortal. Igual somos un poco nenazas, no te creas tú que no, pero bueno, si la sensibilidad y amor por el toro es un síntoma de ello, creo que a mí ya me puedes ir llamando Vanessa y seguro que tú ya estarás eligiendo nombre. De nenaza a nenaza, y por muchos años, un abrazo tío grande
Enrique: ¿Así que "¡mari...nero el último!"...?... ¿Y "los primeros", los "fabulosos hombres G", que son los que se están comiendo la tarta, qué son?
Porque al final de cuentas ellos son los causantes de lo mismo que ellos acusan... Ya lo dijo Sor Juana, en sus "Redondillas", de las que parafraseo:
"Toreros necios que acusáis
a la afición sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis...
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien...
Opinión ninguna gana, pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata
y si os admite, es liviana...
Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis...
Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar...
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo..."
La versión original, aquí:
http://users.ipfw.edu/jehle/poesia/hombresn.htm
Saludos.
Ah, y a propósito del dicho de Castellita, aquí están sus declaraciones, hechas en Quito en diciembre del año pasado:
http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/no-me-gusta-ver-a-los-animales-sufriendo-519242.html
Saludos de nuevo.
Xavier:
Parece como si hubieras encargado esta mañana estos versos a sor Juana, pues los ha pintado tal cual son estos fenómenos.Si es que la estupidez ya viene de lejos y no es patrimonio exclusivo de los espabilados del momento.
Muchas gracias por refrescarnos la memoria sobre las declaraciones de Castella. Creo que después de hacerlas, descansó.
Un saludo
Enrique;
Desde luego....parece mentira qué no te hayas dado cuenta del bien qué están haciendo estos chavales!! y yo que creía que te habías modernizado y estabas a la ultima...
No puede ser amigo, no puede ser... esos chavales están volcados 100 x 100 en la causa, tanto en el aspecto ganadero, como en los derechos de imagen, como en el paso a cultura dado a qué ahora tenemos mas categoría que hace un par de años.
Un abrazo
Diego:
No te hagas de nuevas, que tú estás tan equivocado como yo, jajajajajaja. Ya ves, todo esto está mejor que nunca y no nos enteramos.
Un abrazo
Ya lo dice el refrán: "a perro flaco, todo se le vuelven pulgas".
Esto es lo que pasa con los toros, los taurinos están enflaqueciendo tanto a la Fiesta que la han convertido en una víctima vulnerable a los ataques de nacionalistas, antitaurinos, etc.
Saludos
J.Carlos
J. Carlos:
Es la víctima propiciatoria para que los malotes del portal saquen pecho abofeteando a un pelele que no se tiene en pie.
Un saludo
A mi me da pena, y mucha, ver a un pobre animalejo, que de nada tiene culpa, arrastrarse por el ruedo sin poder vender cara su vida (que es lo que se le supone a un toro cuando se le cría para ser bravo) y tantas veces afeitado para dejarle aún más indefenso.
Yo creo que lo único que puede salvar la fiesta, si es que tiene salvación, es volver a las esencias. Si cogemos el ejemplo de una escuela, tendremos tres elementos esenciales: Un maestro que enseña, alumnos que aprenden y las enseñanzas que se transmiten. Los pupitres, sillas, pizarras y demás son todo accesorios, se puede prescindir de ellos; pero si falta el maestro, los alumnos o no se enseña nada dejaremos de tener escuela.
En el caso de los toros tenemos también tres elementos esenciales: El toro bravo, encastado y poderoso, que infunde miedo, el hombre que evoca el valor y la emoción de ver como el hombre vence al toro, poniendo su vida en riesgo y haciendo lo que casi nadie es capaz. De los trajes de luces, las plazas de toros, los pasodobles podemos prescindir; también son accesorios el arte, los encastes, tal o cual lance (siendo accesorios de gran valor sin duda, son fruto de la evolución, han sobrevenido).
Pero hemos prescindido del toro y por eso se nos cae la fiesta, porque es un elemento esencial, que lleva presente desde el principio y sin el cual esto deja de ser lo que es.
¿Cual es el argumento de los antitaurinos que más daño hace, que menos defensa tiene, que resulta tan difícil de contrarrestar?. No es desde luego lo del sufrimiento del animal, sino más bien el que dice que lo del toreo es un farsa, que el torero apenas corre riesgos, que el toro está indefenso y como muestra ponen el afeitado.
Óscar:
mi respuesta es una larga lista de afirmaciones a todo lo que has dicho. No hay otra, el toro es el rey, el problema, la solución, los cimientos, el tejado, la salvación, lo es todo. A partir de ahí, todo lo demás es accesorio. Igual vuelve el toro y se cambia todo el escalafón, con desapariciones de muchos de los nombres que ahora se tienen por figuras, pero eso no nos importa. Solo le importa al sujeto aludido, a sus mentores, palmeros, chupatintas, veedores, periodistas, medios de comunicación y resto de elementos que viven del torero, pero a la Fiesta le importan un bledo los nombres. Lo importante de la fiesta es quien tú has dicho claramente, el toro.
Un saludo
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