Cruzado, profundo, sin retorcimientos, si es que me oigo a mi mismo y no me lo creo. |
Talavante, eso me ha llegado al alma
Don Alejandro Talavante, usted es de esos toreros que un día uno tomaba como ejemplo para explicar a los más jóvenes que es posible el toreo rematado atrás, que realmente es más arriesgado, pero que es lo que más se acerca al Toreo, con esa hondura y profundidad que al aficionado le hace saltar como un resorte. Pero tomando su trayectoria como referencia, tiempo después también sirve como ejemplo del destoreo y vicios propios de la Tauromaquia 2.0. Pasó del oro al oropel como si estuviera plenamente convencido y para colmo de males, se sucedían los triunfos, los palmeros jaleaban con todas sus fuerzas y todo era aclamado con delirio, hasta aquello del cante ante un borreguito moribundo. La sensación era por un lado la de parecer que había perdido completamente el norte en una borrachera de gloria tan desmesurada como poco sincera. Ya no había vuelta atrás, ya se había hecho su hueco en el circo de las figuras, sin toro y sin figuras.
Pero si uno se encuentra con esta frase dicha por usted, no dude que la descarga producida sacuda todos los recuerdos de aficionado a los toros, al tiempo que se le abren los ojos de par en par, como si oyera a un gallo cantando: “Estaba cansado de torear retorcido”. Y que esto no lo dice cualquiera, repito, lo dice Alejandro Talavante, alguien a quien un día, o varios, se le vio torear con verdad y naturalidad, sólo forzado por intentar alcanzar mayor hondura en su toreo. Que la expresión torear retorcido no creo que sea gratuita, es la descripción que muchos aficionados hacían de su toreo más reciente. Es el reconocer que algo no estaba bien y la disposición para enmendar el error y esto siempre es de valorar, una actitud que no daña en absoluto su imagen, todo lo contrario, la engrandece.
Quizá podríamos albergar alguna duda, pero si uno sigue leyendo sus declaraciones, estas se disipan como el humo:
“He estado buscando e investigando otros caminos ante el toro que quizá me ayudaban a triunfar con más facilidad, pero, sinceramente, ninguno me ha llenado. Porque aquí no sólo se trata de pegar pases, sino de pegarlos buenos.”
“El buen toreo es sensibilidad, naturalidad y entrega sincera. El abuso de la técnica y de los recursos fáciles te aleja de la pureza y de tus propias raíces. Y me he dado cuenta de que puedo transmitir más a la gente haciendo lo mismo, pero colocándome más derecho, más de frente y más cruzado con los toros".
Alguien podría tener la fea respuesta de “¿Lo ves, lo ves? Yo tenía razón”, Pero eso es caer en un mal gusto extremo, porque esto no va de tener razón o no, porque ni nadie la tiene, ni hay donde la fabriquen. Es más, estos dos párrafos ni los voy a comentar, es una reflexión del torero en la que se puede deducir que está dispuesto a cambiar el concepto de toreo de su última época. Don Alejandro, no sé si sabrá valorar usted mismo la dimensión de estas declaraciones, seguro que no y no por ignorancia, sino porque en estos casos, el menos impresionado es el protagonista del hecho. Ni tan siquiera diré que ha vuelto al camino de la verdad, aunque lo piense, simplemente ha decidido tomar un camino que a una parte de la afición le llena más, le llega como un rayo al corazón y se aleja de una forma de hacer más alejada de lo que aprendimos de niños. Creo además que si regresa a las maneras de sus inicios su torero ganará en belleza, profundidad, trasmisión y emoción. Pero ya le digo, esto es una opinión personal, que vale lo que cada uno quiera hacerla valer y punto.
Eso sí, lo mismo hay a quien pueda molestarle, porque claro, igual alguno se ve un poco al descubierto, aunque en este caso bastaría con subirse a este mismo carro. De golpe y porrazo ha convertido posibles tardes de San Isidro de tedio, aburrimiento y vulgaridad, en días marcados para ver si salta el duende del Toreo. Gracias por despertarnos de este sueño pesado y modorro, de esa rutina que tantas veces nos ha llevado a la plaza como el que camina hacia ninguna parte con rumbo fijo. No puedo dejar de alabar la intención que encierran estas declaraciones; ya lo sabe usted, en Madrid basta con notar que se quiere, para que su gente se entregue, es lo que tiene la plaza que dicen la más complicada del mundo, pero que con esa intención ya se siente atrapada. Podemos achacar cierta culpa a Curro Vázquez, torero venerado y siempre esperado en Las Ventas, pero cuidado, que este Curro Vázquez es el mismo que desnaturalizó a otro torero y que perdía las formas y el pudor en las mañanas corraleras, clamando por el mojicón desmochado y apartando de si el toro íntegro, el que realmente da la gloria. Tiempo al tiempo.
Don Alejandro Talavante, usted es de esos toreros que un día uno tomaba como ejemplo para explicar a los más jóvenes que es posible el toreo rematado atrás, que realmente es más arriesgado, pero que es lo que más se acerca al Toreo, con esa hondura y profundidad que al aficionado le hace saltar como un resorte. Pero tomando su trayectoria como referencia, tiempo después también sirve como ejemplo del destoreo y vicios propios de la Tauromaquia 2.0. Pasó del oro al oropel como si estuviera plenamente convencido y para colmo de males, se sucedían los triunfos, los palmeros jaleaban con todas sus fuerzas y todo era aclamado con delirio, hasta aquello del cante ante un borreguito moribundo. La sensación era por un lado la de parecer que había perdido completamente el norte en una borrachera de gloria tan desmesurada como poco sincera. Ya no había vuelta atrás, ya se había hecho su hueco en el circo de las figuras, sin toro y sin figuras.
Pero si uno se encuentra con esta frase dicha por usted, no dude que la descarga producida sacuda todos los recuerdos de aficionado a los toros, al tiempo que se le abren los ojos de par en par, como si oyera a un gallo cantando: “Estaba cansado de torear retorcido”. Y que esto no lo dice cualquiera, repito, lo dice Alejandro Talavante, alguien a quien un día, o varios, se le vio torear con verdad y naturalidad, sólo forzado por intentar alcanzar mayor hondura en su toreo. Que la expresión torear retorcido no creo que sea gratuita, es la descripción que muchos aficionados hacían de su toreo más reciente. Es el reconocer que algo no estaba bien y la disposición para enmendar el error y esto siempre es de valorar, una actitud que no daña en absoluto su imagen, todo lo contrario, la engrandece.
Quizá podríamos albergar alguna duda, pero si uno sigue leyendo sus declaraciones, estas se disipan como el humo:
“He estado buscando e investigando otros caminos ante el toro que quizá me ayudaban a triunfar con más facilidad, pero, sinceramente, ninguno me ha llenado. Porque aquí no sólo se trata de pegar pases, sino de pegarlos buenos.”
“El buen toreo es sensibilidad, naturalidad y entrega sincera. El abuso de la técnica y de los recursos fáciles te aleja de la pureza y de tus propias raíces. Y me he dado cuenta de que puedo transmitir más a la gente haciendo lo mismo, pero colocándome más derecho, más de frente y más cruzado con los toros".
Alguien podría tener la fea respuesta de “¿Lo ves, lo ves? Yo tenía razón”, Pero eso es caer en un mal gusto extremo, porque esto no va de tener razón o no, porque ni nadie la tiene, ni hay donde la fabriquen. Es más, estos dos párrafos ni los voy a comentar, es una reflexión del torero en la que se puede deducir que está dispuesto a cambiar el concepto de toreo de su última época. Don Alejandro, no sé si sabrá valorar usted mismo la dimensión de estas declaraciones, seguro que no y no por ignorancia, sino porque en estos casos, el menos impresionado es el protagonista del hecho. Ni tan siquiera diré que ha vuelto al camino de la verdad, aunque lo piense, simplemente ha decidido tomar un camino que a una parte de la afición le llena más, le llega como un rayo al corazón y se aleja de una forma de hacer más alejada de lo que aprendimos de niños. Creo además que si regresa a las maneras de sus inicios su torero ganará en belleza, profundidad, trasmisión y emoción. Pero ya le digo, esto es una opinión personal, que vale lo que cada uno quiera hacerla valer y punto.
Eso sí, lo mismo hay a quien pueda molestarle, porque claro, igual alguno se ve un poco al descubierto, aunque en este caso bastaría con subirse a este mismo carro. De golpe y porrazo ha convertido posibles tardes de San Isidro de tedio, aburrimiento y vulgaridad, en días marcados para ver si salta el duende del Toreo. Gracias por despertarnos de este sueño pesado y modorro, de esa rutina que tantas veces nos ha llevado a la plaza como el que camina hacia ninguna parte con rumbo fijo. No puedo dejar de alabar la intención que encierran estas declaraciones; ya lo sabe usted, en Madrid basta con notar que se quiere, para que su gente se entregue, es lo que tiene la plaza que dicen la más complicada del mundo, pero que con esa intención ya se siente atrapada. Podemos achacar cierta culpa a Curro Vázquez, torero venerado y siempre esperado en Las Ventas, pero cuidado, que este Curro Vázquez es el mismo que desnaturalizó a otro torero y que perdía las formas y el pudor en las mañanas corraleras, clamando por el mojicón desmochado y apartando de si el toro íntegro, el que realmente da la gloria. Tiempo al tiempo.
6 comentarios:
Enrique:
Lo que son las cosas. Mas que con la frase de "Estaba cansado de torear retorcido", me quedo con la otra, la que dice eso de "torear de esa manera no me ha llenado. Porque aquí no sólo se trata de pegar pases, sino de pegarlos buenos.” Esta si que es uno de los pilares del toreo (para mi eh, que nadie se confunda).
Talavante me llegó a enamorar de novillero, aquel novillero que llego a Madrid con una verdad tremenda y enamoró a to kiski. En Sevilla, ya de matador lo ví con un toro colorado en aquel tono, pero luego se paso al lado oscuro. Dicen que rectificar es de sabios, Enhorabuena. Ahora solo le hace falta lidiar y matar toros con cara de toros, pero bueno, por el principio se empieza.
Un saludo.
Puestos a quedarse con frases, yo creo que las reveladoras:
"He estado buscando e investigando otros caminos ante el toro que quizá me ayudaban a triunfar con más facilidad pero...."
o esta otra
"El buen toreo es sensibilidad, naturalidad y entrega sincera. El abuso de la técnica y de los recursos fáciles te aleja de la pureza y de tus propias raíces..."
Y me parece interesante porque alguien que ha estado en esa tauromaquia que Enrique llama 2.0, ha vuelto (esperemos que para quedarse) y ha dicho aquello del abuso de la técnica, los recursos fáciles y los caminos que ayudan a triunfar con facilidad (es decir, la ley del mínimo esfuerzo a través de la trampa).
Pues bien, parece que ya no son solo los ignorantes, talibanes, y toristas sanguinarios los que dicen estas cosas. Aquí está un señor que ha estado en ello y lo dice y esto, como bien apuntas, deja con las vergüenzas al aire a más de uno, más de dos y más de tres.
Marín:
Para mí es una declaración de principios más contundente que esos anuncios de encerronas y de matar un toro no comercial, que hacen los figurones de medio pelo. Este es un compromiso para mantener una línea de aquí en adelante. Otra cosa es que lo que entienda Talavante y lo que entendamos nosotros por no torear retorcido y esas otras cosas. Esperemos a ver qué pasa.
Un abrazo
Óscar:
¿Te imaginas que un día de estos se te siente al lado uno de esos que te llama listo, que te pregunta si te has puesto, que te llama amargado, reventador, que te dice que en casa no te dejan hablar y que vas allí a desahogarte, que te dicen que qué más quieres? Pues nada, coges estas frases de Talavante y se las metes... en el bolsillo de la chateta, a ver si las lee con calma, serenidad y en un sitio tranquilo y se las piensa. Es tal y cómo tú dices, nos ha estado engañando todo este tiempo y se ha aburrido tanto como nos aburría a nosotros. A ver si al fin y al cabo Talavante tiene algo de afición y cariño por esto del Toreo. Es una luz de esperanza, pero habrá que ver en que se traduce eso en el ruedo. Pero lo que ha dicho ya no lo borra nadie.
Un abrazo
Alejandro Talavante me ha emocionado pero también me ha aburrido.
Estas declaraciones no dejan indiferente a nadie, y reconocer que torear de esa manera no le ha llenado es un paso importante, esperemos que las palabras no se las lleve el viento.
Saludos.
Isa:
¿Habrá visto la luz? ¿Recuperaremos a aquel Morante? Esperemos a verle en la plaza y a ver si a estas palabras él le da su interpretación particular o si coincide con lo que muchos entendemos.
Un saludo
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