lunes, 22 de diciembre de 2014

Comida de Navidad del taurinismo

Dónde estará el toro, matarilerilerile, dónde estará el toro...


Anda que no estábamos preocupados con lo de la Venta de Antequera; allí se iba a fraguar el futuro de la Fiesta, el sí o el no de todo este tinglado y por fin parece que ya está todo aclarado. ¡Qué alivio! Les arrejuntan los de la UCTL y don Carlos Núñez sale tan contento él, pues ya han encontrado el bálsamo de Fierabrás, esa pócima que todo lo arregla, la solución a todos los problemas y nos descubre que es lo que más les preocupa a los que supuestamente se encargan de criar el toro y de mantener su crianza con buena salud. La cuestión y su máxima preocupación es el parné.

Que servidor lee estas cosas y empieza a pensar que estos se han ido de merendola, de comida de empresa y que lo del toro es meramente circunstancial. Claro que el dinero es un problema, pero a lo mejor el quiz de todo esto es la forma como se quiere ganar. Que entre ganar dinero y llenar la bolsa hay una leve diferencia. Lo primero es fruto de una actividad planteada según eso de la oportunidad del negocio, su viabilidad y la sostenibilidad en el tiempo. Lo otro no es otra cosa que arramplar con los billetes a mogollón, sea como sea, que luego ya los contaremos y repartiremos el botín entre los demás de la banda. Si hasta han elaborado algo tan moderno, tan útil y tan usado hace milenios en el campo de la Comunicación, como es el DAFO. Eso es poner las cartas boca arriba, apuntas las debilidades que tú crees tener, las amenazas, las fortalezas y las oportunidades. Las que se te ocurran a ti y a tus colegas, eso sí, después de unas concienzudas sesiones de “Brainstorming”. Pensarán que estoy divagando y que no digo nada, ¿no? Pues exacto, eso estoy haciendo, igual que sucede con estos espabiladillos que descubrieron este método en una master en márquetin que se hicieron en un puente de la Constitución en un Resort de Benalmádena. Pero con este barniz pseudocientífico, no hay quien te discuta nada. Es como el que dice que es un experto en hacer paellas porque sabe abrir el paquete de arroz sin que se le caiga ni un granito al suelo. Eso sí, siempre ataviado con su gorro de cocinero y su delantal blanco.

Si quieren empezar a encontrar las debilidades y las posibles fortalezas, quizá deberían empezar a pensar que los Toros hoy en día, tal y como está montado todo esto, es un espectáculo aburrido, caro y sin sentido, pues el elemento fundamental que da coherencia a todo esto está excluido de él, el toro. Ergo todos los que crían animalejos que no responden a lo que debe ser el toro deberían marcharse a su casa. Pero eso no lo van a poner en ese análisis del DAFO. ¿Y qué es lo que realmente puede cambiar todo esto y hacer que vuelva la emoción que atraiga al público? ¡Caramba! Siempre acabamos en lo mismo, el toro. Qué curioso. Pero ellos siguen con su cuadrito de marras, llenándolo de suposiciones subjetivas, de tópicos y de argumentos victimistas, con el objetivo de conseguir que sobreviva su negocio, sin importarle lo más mínimo lo que pueda pasar con los Toros. Seguiremos escuchando y leyendo las grandezas del día a día, que por otra parte aburren y no atraen a nuevos “clientes”, precisamente porque no comprenden cómo eso que no soportan puede ser tan divino. Si eso es lo mejor del mundo, ¿cómo será lo peor? Pero eso no debe caber en el DAFO, igual que no incluirán su deseo de unos aficionados silentes, pacientes y obedientes que paguen y punto.

Están en Cultura, consiguen que se vaya declarando BIC en ayuntamientos y Comunidades Autónomas, hasta parece que se quiere elaborar un nuevo reglamento más acorde con las demandas del momento, se les pide perdón a las figuras para que vuelvan a Sevilla, regalan pañuelos blancos a la entrada de las plazas de toros, se organizan toda clase de eventos para “aficionados prácticos” (que gran expresión), pero volvemos a lo de siempre, se arrincona eso que nunca se debe arrinconar. No me digan que van a ser capaces de saber qué es, seguro que no, ¿sí? El toro. No sé quién habrá sido el del máster en márquetín y comunicación, ese que se ha sacado de la manga lo del DAFO, pero sea quién sea, no les ha dicho que en ese fin de semana el “ilustrado” no fue a todas las clases, sería que estaba vigilando a los malos de afuera que tanto les molestan a los taurinos, sin pensar en los de dentro.


Los malos están fuera, los problemas vienen de fuera y es todo una consecución de tópicos que no por repetidos acaban por ser ni el auténtico problema, ni la verdadera solución. Yo me imagino a estos señores del taurinismo, entre los que se encontraban ilustres personalidades que en su terreno y en su momento hicieron mucho por la grandeza del toreo, mirándose el ombligo y comentando sus sensaciones con el compañero de la silla de la derecha, sin levantar la cabeza y como si les hubiera abducido un bucle victimista. Les invito a que lean esas “ocurrencias” que aparecen en el dichoso gráfico, que si la gastronomía, que si los antis, que si la administración es rígida, que el turismo taurino, que si la pasta, que si los costes, que quieren salir en la tele, que los que salen en los medios no son “profesionales”, pero al final volvemos a lo mismo, el origen y el motivo de todo esto, el único que puede hacer que esto renazca no aparece por ningún sitio, ese que paradójicamente vuelve una y otra vez a la mente de los aficionados, pero al que los taurinos deben considerar un mero atrezzo para mantener su negocio, el TORO. La conclusión de todo este numerito que han montado en estos días no parece otra sino que como si fuera una empresa más, se han montado su la tradicional “Comida de Navidad del taurinismo”.

2 comentarios:

franmmartin dijo...

Desde mi ARDALES,y en el momento en que entra un ganadero,este de los buenos, con el cordero preparado para su lidia con todos sus tercios; leo y me regocijo con la lectura de tu comentario que pone de relieve,como siempre, las divagaciones,rodeos,medias verdades y hasta la modernidad del márquetin y las "tormentas de ideas" de esta gente.Todo ello,con lo trabajoso que tiene que ser, para tratar de negar la evidencia,vendernos media naranja por una y cambiar oro fino por cobre viejo,como cantaba MARCHENA.
Yo les deseo que hayan pasado una agradable jornada y si han comido,disfrutado de un excelente menú,pero de regenerar la Fiesta ná de ná. Esto seguirá río abajo y posiblemente mis nietos la vean desaparecer acompañada de toda esta tropa de autoridad,taurinos,asociaciones repate premios,peñas y militares sin graduación como servidor.
Feliz Navidad.

Enrique Martín dijo...

Franmartin:
Se engañan solos, se engañan a ellos mismos, no a los demás. Lo malo son las consecuencias de este engaño que solo favorece a unos poquitos y que pìllará a la mayoría con una mano delante y la otra buscando un clavo ardiendo.
Un abrazo y feliz año nuevo