lunes, 8 de junio de 2015

Gladiator and the end

Pocas ilusiones llegan tan lejos y duran tanto tiempo, como la de un niño que quiere ser torero. Que no se pierda.


Señoras y señores, damas y caballeros, público en general, esto se ha terminado, se acabó, la burra no da para más, esta maravillosa y grandiosa feria de San Isidro, se ha terminado, que ya saben ese refrán de “No hay mal que cien años dure”; aunque a veces parecía que este mal duraba por lo menos doscientos años. La feria del triunfalismo, la feria en la que para muchos la mejor corrida ha sido Parladé o Juan Pedro, que en verdad ha sido de lo mejor, pero si esto es lo que se considera como óptimo, ¿dónde estamos? Que la faena de la feria es la de Sebastián Castella, premiada con dos orejas sin haber tan siquiera llevado la lidia medianamente, enjaretando un trallazo tras otro, toreando sin poner la muleta plana y con un bajonazo estratosférico. O ese mismo toro de vuelta al ruedo tras mansear en el caballo y dolerse de los palos como un condenado, que hasta el matador tuvo que esperar para comenzar la faena de muleta porque se quería comer las banderillas, a ver si así le dejaban de escocer. Pues así estamos.


Y en la última, una de Miura, que se reduce a que el ganado flojeó mucho, tuvo dificultades, lo que no creo que deba sorprender, y el clamor que levantó Rafaelillo a base de estar ahí a merced del animal, a ver qué pasaba, si le cogía o no le cogía. Ya digo que el entusiasmo fue rotundo, pero esa sensación de estar viendo gladiadores sin recursos, no va conmigo, lo siento mucho. Que dio naturales y pases del desprecio monumentales. Bueno, pues que lo disfruten los que lo quieran disfrutar. Quizá esto sea lo que me hace sentirme absolutamente ajeno y muy alejado de esta juerga, que ya no fiesta, en que se ha convertido este espectáculo, en el que hay muchos señores que se disfrazan de toreros, pero ni se sienten como tales, ni lo son. Se ponen delante de un animal, corren el riesgo de que se lo lleve por delante, que eso es algo que no se debe olvidar nunca, pero esto nada o muy poco tiene que ver con la Fiesta de los Toros que uno conoció disfrutó y que le enganchó. Me podrán dar mil razones, mil argumentos de lo “güeno” que es todo esto, pero a mí no me gusta, así de simple. El puenting, las carreras de motos, las de elefantes bravíos, los encantadores de serpientes, los que se ponen escorpiones en la frente, el descenso de abismos, el buceo a pulmón, todo eso tiene mucho riesgo y lo valoro y respeto como tal, pero no me despierta mayor interés. Pues esto lo mismo. Igual que tampoco me despierta ninguna emoción el ver a Castaño queriendo endilgar pases y pases retorcidos o a Serafín Marín haciendo lo mismo, pero menos retorcido. Muchas, muchas, muchas gracias a todos los que tanto apoyo me habéis dado, me lo habéis regalado. Ha sido una de las cosas más gratificantes y emocionante que me ha tocado disfrutar. Ahora tocar pensar, meditar y dar tiempo al tiempo. Muchos abrazos para todos. Nos vemos más pronto o más tarde, pero aquí se acaba mi feria de San Isidro.

10 comentarios:

Cincinato dijo...

La feria de mi plaza -Bilbao- dura solo una semana larga.

Alguna vez me he planteado hacer lo que hace Enrique, y colgar en internet, no crónicas completas como las de "Toros Grada Seis", pero si al menos un resumen sobre mis impresiones.

Siempre he desistido porque, pese a estar siempre de vacaciones esos días, me parece una paliza y una esclavitud. Además bastante tiempo le quito a la familia esos días -coloquios, festejos, alguna velada con amigos aficionados- para encima andar haciendo eso.

Por eso quiero testimoniar mi admiración a Enrique por haber sido capaz de mantener vivo este blog durante la mastodóntica feria de San Isidro. Me parece que tiene un gran mérito.

Por mi parte he visto apenas media docena de corridas por televisión. Mi impresión sobre alguna de ellas ya la esbocé en su momento. Resumen: decadencia de Madrid, decadencia de la Fiesta.

Hace tiempo que comprendí que eso de "lo de antes era mejor" lo estamos diciendo los aficionados desde la época de Paquiro. Por lo tanto, hubo un momento que dejé de tomármelo en serio.

Pero desde hace unos pocos años, me lo tomo en serio no: lo siguiente. Esto de ahora es diferente. Esto de ahora es verdad. Vamos cuesta abajo y sin frenos.

Pero no sé a qué viene esto. Vuelvo al principio. Reconocimiento y gratitud al titular de este blog que, como cada uno somos de una forma, a veces me parece acertadísimo, otras matizable, en ocasiones equivocado... Pero siempre, siempre, interesante.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

D. Enrique : Ha sido un placer leerle durante todo este largo mes de Feria en la Plaza de Madrid . A pesar de no coincidir con su punto de vista en muchas ocasiones , he disfrutado cada día con su visión de lo ocurrido a través de este blog , al que llegué por casualidad la temporada anterior . Espero poder seguir leyéndole en el futuro y para eso le envío muchos ànimos pues supongo que en ocasiones debe ser difícil plasmar negro sobre blanco lo que acontece en la Plaza del pueblo màs grande de España . Un saludo .

Enrique Martín dijo...

Cincinato:
Siempre intento ser maravilloso, pero afortunadamente, no lo logro, pero la cosa es contar esto como lo veo, porque como me enrede en querer agradar, apaga y vámonos. Lo que no te puedes imaginar es la satisfacción de vuestras visitas, que unas veces es para decirme que sí, otras que bueno y otras que ni de broma, y eso es muy gratificante, pero mucho. Esto ya se acabó, ha sido complicado y algunos días en la plaza, hasta duro, pues el no estar de acuerdo con muchas cosas a veces no es cómodo. Es verdad eso que dices, que desde Paquiro esto no tiene remedio, quizá primero porque esto del toreo iba buscando su sitio natural, pero ahora es que parece que lo quieren encajar en un lugar que lo primero de todo lo que hace es plantearnos la legitimidad de este espectáculo, con remordimientos y cargos de conciencia por la crueldad, la sangre y el peligro. Y así vamos en este navegar, que no sé dónde nos llevara.
Recibe un abrazo y mucho agradecimiento desde esta grada.

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
Me gustaría poder llamarle por su nombre para darle las gracias, pero respeto este anonimato, que por algún buen motivo será, ya que para echar flores normalmente la gente se identifica sin reparos. Está bien la disensión a veces, igual que otras lo está el acuerdo, pero sobre todo, que haya diálogo y que se pueda hablar de toros. Y a ver si seguimos hablando de la plaza del pueblo más grande de España y del mundo, pero eso aún requerirá tiempo y hacer antes un buen acopio de ganas. un saludo y muchas gracias

MARIN dijo...

Enrique:
Ya te lo dije personalmente el otro día por teléfono, ¿Que queda de todo lo que un día conocí por Tauromaquía?. Nada. Y después de perder Madrid, como bastión donde apoyar mi afición, ¿que mas puedo hacer que entregar la cuchara?. Desde el momento en que la EMOCIÓN falta en un ruedo, nada de esto tiene sentido. Fijate que me he llegado a emocionar con Agitador de Fuente Ymbro, con algún que otro toro que se ha ido al peto de verdad, con la corrida de Juan Pedro (porqué no decirlo)...e incluso con un Rafaelillo, que bastante tuvo con estar ahí. Pero como dices, no es suficiente con estar ahí dispuesto a que un Miura te mande a la grada a tu lado. Los picadores podían haber cogido el mes de vacaciones en Mayo, amen de Tito Sandoval. El tercio de banderillas, el que no ha sido un puro trámite ha sido un suplicio, amen de Angel Otero. Ni un solo novillero que ilusione...

Ya puede estar contenta Madrid que ha premiado como mejor toro de la feria a un mansito. Al final, como te dije el otro día, a alguna que tildaron de sosa (que lo fue), las demás quizás la han hecho buena. Enrique, sinceramente, no me quedan ganas de todo esto. Espero que en ese respiro y descanso que te vas/vamos a tomar, no te olvides de un servidor. Aunque sea para mandarme al carajo.

Un abrazo maestro.

David dijo...

David ( el de al lado de Pepe ) :
Llegué el primer día de Feria. Tres años tres, sin pisar la plaza, mi plaza. Cuanto presumía yo de mi plaza antaño. Que si Madrid exige, que si Madrid da y quita, que si en Madrid sale el toro...¿Y ahora que? ¿ Que quedo de todo aquello? Solo han quedado algunos buenos aficionados a los cuales quieren echar de la plaza a cualquier precio. Molestos, protestones, ¡ Claro porque exigen ! Exigen emocionarse, exigen integridad, exigen salir algun día, alguno, toreando de la plaza.
Me encuentro en un momento de reflexión profunda acerca de si esto merece la pena. No se si a este calcetín se le puede dar la vuelta. Para ser sincero creo que no. Esta fiesta de toros que tantos sentimientos me produjo desde niño, mas que cualquier otra cosa me tiene completamente contrariado. Quizás no he evolucionado y me he quedado anclado en un pasado añorado y querido, pero si vuelvo los domingos, si vuelvo en otoño, será por esos recuerdos y por poder revivirlos cuanto comentamos en esa maravillosa compañia que es la vuestra.
Va por ti, Enrique. Y por Pepe ( aunque no lo quiera, jejeje )

Enrique Martín dijo...

Marín:
Nombras momentos y cositas, pero como dices, esto es muy poco. Es desilusionante al extremo. ¿Un mes para solo esto? Que ya la emoción viene de si a un señor le coge el miura o no. Que yo no quiero que cojan a nadie, pero ahora parece que eso es lo que gusta. Yo quiero que el torero me haga estremecerme y que me enseñe que lo que yo no veía, él sí lo vio, que el miedo que a mi me daba un toro, él lo venció porque sabía como hacerlo, simplemente era torero y sabía torear, no gladiador con muchos c... Eso yo no lo he querido nunca.
Pero no te voy a dar gusto, no te mandaré al carajo, ni mucho menos. Ya habrá tiempo cuando llegue el Betis y nos gane en casa, aunque ya sabes tú que entonces, tampoco.
Un abrazo, torero

Enrique Martín dijo...

David:
Esa afición te sale aunque no lo quieras, porque a nada que ha aparecido no lo has podido controlar, pero, ¿quién se puede controlar cuando la verdad brota en la plaza? No sé si seguiremos yendo o no, eso ya se verá, pero lo que sí está claro es que no iremos con aquella ilusión de hace tiempo. Pero ahora el motivo para ir a los toros, si te paras a pensar, es el encontrarte allí con la gente con quien te encuentras a gusto y pasas un rato, otros por la merienda y el gintonic, por las orejas, por desconectar, por el sol, por la luna, pero lo del toro ya es algo excluido.
Ha sido un gusto los poquitos días que habéis podido ir, pero ya habrá otros días.
Un abrazo

franmmartin dijo...

Enrique ¡GRACIAS!.Coincido plenamente con los colegas de afición que han opinado (pidiendole a Marín que aguante por lo menos hasta el día 21 en Sevilla) y como dice la copla , me muerdo el labio hasta hacerme sangre.
Para acabarlo de arreglar,ahora vienen las ristras de premios , homenajes y loores ,casi siempre los mismos con las mismas. ¿Premiando qué , Dios mío?.

Enrique Martín dijo...

Franmartín:
Gracias a ti y a esos colegas de afición. Esos premios y homenajes creo que valen tanto como los despojos que se han cortado en la feria. Pero ya sabes, el problema son los antis, los que hablan de quitar esto, los que protestan y molestan a estos semidioses. pero nadie parece mirar con rigor a lo que pasa en el ruedo.
Un abrazo