martes, 15 de enero de 2019

Ponce y Juli, Fígaro, Fígaro, Fíiiigaro


Tanta evolución resulta insoportable

Ya han pasado las fiestas, pero da lo mismo, siempre habrá ocasión de arreglarse y de ir presentable y para eso hay que empezar por el barbero y si no, pregunten a los maestros Ponce y Juli y les darán las pautas a seguir. Que ellos, como figurones de tronío, seguro que tienen que pensar muy a menudo en eso de ir arreglados, lo mismo ellos, que sus acompañantes. Ya no hace mucho, saltó la noticia de que le habían arreglado unos toros de una corrida, pero la historia no cesa y se vuelven a escuchar ruidos de navajas, en este caso para Huesca, seis toros, seis arreglos. ¿Qué desean los señores? ¿Lavar y marcar o solo cortar y embetunar? Solo cortar, sin medida, y embetunar, como si fuera para rejones. Y esto sale con las fotos de una corrida en Manizales en la que se anunciaba el señor Ponce. De verdad, no te dejan ni respirar, se nos acumulan los escándalos, no hemos hecho la digestión de una vergüenza y ya nos estamos avergonzando por otro lado.

Seguro, segurísimo, que el señor Ponce no sabía nada, no tenía ni idea y el Juli, pues tres cuartos de lo mismo. Si es que, ¿para qué quieren enemigos, teniendo los amigos que tienen? Que es lo mismo que podría decir la fiesta de los toros, ¿para que queremos antitaurinos, teniendo los taurinos que tenemos? Que luego estos son de los que se llenan la boca con que los aficionados piden imposibles, con que así no se puede hacer arte, con que hay que estar unidos. Que viendo lo que vemos, parece ser que el señor Ponce pone todo de su parte para poder “expresarse”. Y don Julián no duda en ponerse a su altura, para poder mostrar todo su magisterio y poder.

Que quizá esta sea la manera en que estos dos maestros insignes desplieguen todo su magisterio infinito de la tauromaquia moderna, aquella Tauromaquia 2.0 que ya se va quedando obsoleta, pero si es así, avisen para quitarnos de la foto, porque que a uno le identifiquen como aficionado de eso, cuando menos, sonroja. Que difícil resulta convencer a nadie no cercano al toreo de que eso nada tiene que ver con los toros. Que serán casualidades, pero que con tanta frecuencia aparezcan firmando la infamia Ponce, Juli y el Vellosino hacen que uno no pueda pensar en que son cosas del azar, en que estos señores nada sepan de que una tarde sí y otra también, el ganado que va a salir por toriles sale intencionada y artificialmente mermado en su condición física y muy especialmente en lo tocante a la integridad de sus defensas. Que el descrédito, la vergüenza de esta merma de la integridad del toro coincide plenamente con el daño que se produce a la integridad, al buen nombre de la fiesta. Y así, poco a poco, con estas actitudes delictivas se va negando cualquier posible futuro a esto que unos llaman rito, otros fiesta, los más modernos “tauromaquia” y los más desencantados, pantomima, vergüenza.

Señores taurinos, maestros magistrales Ponce y Juli, junto con su cómplice del Vellosino y todos los Vellosinos que campan por la fiesta, por favor, dejen ya de evolucionar, que cada paso que avanzan en esto que ustedes llaman evolución, es un paso más hacia el abismo. Su evolución no es más que un ahondar en la búsqueda de su comodidad, sin importarles otra cosa que el negocio, su negocio. Que si tanto confort necesitan, puede ser que hayan equivocado el camino, que ustedes no nacieron para ser matadores de toros, sino para ser provadores de colchones o sofás cama en el IKEA. Eso sí que es comodidad y sin riesgo. Eso sí, está peor pagado. Allí no les hará falta que ningún mandado sin escrúpulos siegue la integridad y la honra del toro. Que donde ustedes leen arreglar, otros ven insidia, mentira, trampa, fraude, vergüenza. Que lástima que aparte de al ganadero, no les sancionen a ustedes con una temporadita sin poder torear en España, que lástima que los aficionados sean cuatro y que no se puedan hacer oír en las plazas para que todo el mundo les llame lo que son, aparte de los verdaderos verdugos de la fiesta de los toros. Pero claro, ese público entusiasta se pasa el tiempo queriendo amordazar a los que les intentan abrir los ojos, en lugar de abrirlos y ver en qué consiste el magisterio de estos dos fenómenos que emborronan la historia del toreo, la tradición, una tarde sí y siete también. Si al menos en lugar del Gato Montes se les recibiera por esas plazas de Dios jaleándoles a coro el Ponce y Juli, Fígaro, Fígaro, Fígaro.

A Jorge Guevara, QEPD

Enlace programa Tendido de Sol del 13 de enero de 2019:

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es tanta la manipulación con el toro de las figuras que a la falta de casta,fuerza y codicia se suma el alevoso afeitado y ellos siguen dando pases a las ganaderías de siempre.
A las figuras no les agradan los toros íntegros y como deben ser porque los pone en evidencia.
La prensa corrupta sirve para perpetuar el fraude y aceleran la caída de la fiesta.
D.C.