domingo, 13 de junio de 2010

Julián, “que tiés madre”


Seguro que El Juli habrá tenido que escuchar estas mismas palabras que la “señá” Rita le espetaba a Julián en la Verbena de la Paloma, cuando el joven estaba a punto de perder la cabeza cegado por su ímpetu juvenil. Pero es que el de Velilla debe haber perdido la razón al ver cómo el señor presidente le “robaba” una oreja, “dita sea mi estampa”. Pero, Julián, no te ofusques, que ni te han “robao” la oreja ni te han robado “na”. Y es que a nadie le roban lo que no tiene, y este es el caso de la orejita de hoy. Una oreja se gana cuando el torero, en este caso tú mismo, toma el mando de la lidia, fija al toro y no permite que éste se vaya a su aire al picador reserva; que cuando toma la muleta dice “aquí estoy yo” y que cita dando el medio pecho ofreciendo la muleta plana y cruzándose; que embarca la embestida muy templadito, que se lo pasa por la faja y que remata el lance detrás de la cadera, quedándose colocado para el siguiente, así una y otra vez, hasta que el toro pide el obligado de pecho. Pero este no ha sido el caso. El toreo despegado, estirando el brazo hasta descoyuntarse, retorcido como una maroma, citando fuera de cacho con el pico de la muleta y soltando un mantazo al aire allá donde pillara, con cambios de mano sin venir a cuento y culminando con un espadazo caído después de salirse de la suerte, eso no es merecedor de ningún premio. Es verdad que ha habido gente que ha agitado los pañuelos, pero también los agitan los que despiden al Juan Sebastián de Elcano y por eso los guardiamarinas no se pegan la vuelta al mundo rumiando que les han “robao” una oreja. Julián, en tu fuero interno tú te creerás que eres una figura del toreo, un mandón, lo cual está muy bien, hay que tener alta la autoestima, pero a veces también hay que mirarse en un espejo y hacer acto de contrición. Y si no te miras al espejo, que alguien te pase un vídeo y podrás comprobar lo vulgar y ventajista de tu toreo. La afición de Madrid espera y desea que el año que viene, porque seguro que pasas de venirte antes por aquí, tengas bien aprendida la lección y nos hagas disfrutar con un toreo clásico y de verdad, y no con ese adocenamiento que te aplauden las masas con el alma poseída por el orejismo imperante.

A Alejandro Talavante le podríamos pedir que se decidiera de una vez o por el toreo clásico, el de verdad, ese tan complicado en el que al toro se le dan más ventajas o ese en el que el ventajista es el torero, que se guarda todas las cartas en la manga del pico de la muleta, en el citar fuera de cacho o en llevar al toro a dos metros de la faja, aunque para ello haya que estirar el brazo y doblar el torso artificialmente. Como en tardes anteriores parece que al extremeño aún le quedan destellos de torero. Esos naturales citando de frente nos han despertado la ilusión, reforzada al ver cómo el toro pasaba muy cerca de la faja del torero. Eso nos hacía pensar que no todo estaba perdido. Y es que cada vez nos conformamos con menos. Cualquier día nos van a anunciar por la megafonía que fulanito o menganito van a coger la muleta un pelín más atrás de la mitad del estaquillador y nos vamos a volver locos.

Manolito Sánchez ya no tiene edad para que le digamos nada. Si con los años de alternativa aún persiste en los mismos errores y ni se plantea corregirlos, pues para qué cansarse. Puede que él como otros, se sienta recompensado por sus años de esfuerzo y que gracias a su toreo le llueven los contratos por las plazas del mundo. Igual alguien de confianza le debería abrir los ojos, porque si no, lo mismo llega otro sin ningún tacto y le llama telonero de la figura. Pero seguro que encontrará quien le aconseje bien.

Tres toreros, cada uno en su estilo, que se han tenido que enfrentar con una mansada del Ventorrillo, pero que a parte de los inconvenientes propios de un toro, han permitido que se les hiciera el toreo. Eso sí, si lo que los de las medias rosas esperaban bobonas colaboradoras, se han equivocado de raíz. Lo único que pedían era un mínimo de capacidad lidiadora y de ser toreados de verdad. En cuanto podían salían a escape buscando la puerta de toriles, notaban la puya y salían despavoridos escapando de los petos o se retorcían queriendo quitarse el palo, se dolían en banderillas, se defendían, pero se dejaban torear. Otra cosa es que los matadores pudieran conseguir esculpir una faena con cierto sentido o que no se les atragantara el más pequeño vicio.

Ya se acabó todo, ahora empieza otra feria muy diferente, la de los meses de verano de Madrid. Ahora sí que podremos ver a toreros del gusto de las Ventas, ahora si que veremos a Frascuelo, el último torero, que dentro de quince días vendrá a visitarnos y a recordarnos como se vive esto de verdad. Con él volverá la torería y la sinceridad delante del toro. El público de Madrid le volverá a hacer saludar al finalizar el paseíllo y habrá quien no entenderá por qué. Pero que no se extrañe a nadie, es que no nos gusta desaprovechar ninguna ocasión en la que podamos mostrar nuestro reconocimiento a un torero.

14 comentarios:

Lola MU dijo...

Pues sí que es zarzuelero el arranque, si, y además, muy acertado y "bientraído" Enrique. ¿Te he dicho ya cuánto me gusta tu ironía y tu sarcasmo? No quisiera yo ser mal torero, no; ¡me darían más miedo tus críticas que los cuernos! ja, ja.
Sobre la oreja de la discordia solo te ha faltado añadir...

"Yo la quiero de veras
y es la pura verdad,
no le digo yo al otro ¡anda y guárdetela" (la oreja, claro)

Un beso.

Anónimo dijo...

Enrique, no voy a añadir nada más sobre el toreo del Juli porque tú ya lo has dicho todo. La faena no fue merecedora de premio, al igual que la mayoría de las orejas de risa que se han concedido en periodo ferial pero Madrid es así.

La petición estaba en la frontera entre decir que sí o decir que no, afortunadamente en el palco estaba el más serio de los presidentes y no concedió trofeo. Creo que muchos de los que sacaron el pañuelo no era su intención inicial el hacerlo, de hecho al principio se sacaron muy pocos pañuelos. La cosa se fue animando, más que como reconocimiento al Juli, para ponerse en contra de los “protestantes” del 7. De hecho el 7 ha “concedido” muchas orejas en Madrid.

La verdad es que el tema es un tanto peliagudo. No estoy a favor de que nadie reviente faenas, todos sabemos que hay ciertos toreros que no caen bien al sector crítico y lo pagan en sus faenas de mayor manera que otros que posiblemente lo hagan peor. Tampoco estoy de acuerdo con un público indocumentado que lo aplaude todo, aún sin tener una mínima idea de lo que va esto. Hay gente que lleva muchos años “mirando” toros, pero una cosa es “mirar” y otro muy diferente es “ver”. Aplaudir el destoreo del Juli y esa forma de matar (por muy bien que caiga la espada) me parece desproporcionado.

Creo que, en protesta por la no concesión de la oreja, se mostró apático en exceso en el quinto toro. Eso me hizo meditar, ¿qué pasaría si el Juli se negara a volver a torear en Madrid? Seguramente se produciría un importante cisma en la plaza, todo el mundo se echaría encima del 7. Ultimamente noto que la gente está más encrespada que de costumbre, la gente se está radicalizando, fiel reflejo de una sociedad muy crispada en tiempos de crisis. Es algo que no me gusta, creo que hay que respetar y ser respetado. El mismo derecho tienen los que aplauden y piden orejas a ser respetados, como el que tienen otros a protestar una mala lidia, una mala estocada o aplaudir al presidente por la no concesión de un trofeo.

Lo mejor de la tarde lo realizó Talavante en ciertos pasajes de la faena al tercero. De haber matado bien, hubiera sido más justa la petición de oreja en este toro que en la del Juli.

Ahora vienen los carteles de saldo. Fíjate lo que son las cosas, de momento la novillada del día 20 (la que suspendieron por una inexistente lluvia) ha cambiado de ganado. Los del Conde de Mayalde han sido sustituidos por Lozano Hermanos y eso me da mucho que pensar ¿no será que, al salir un par de toros potables del Conde en la feria, habrán pedido más dinero por la novillada? La otra en la frente viene dada por la “encerrona” a Frascuelo, ¿es lícito anunciarle con una corrida que el año pasado produjo un petardo descomunal en la plaza? Después saldrá el señor Ballesteros que Taurodelta (aparte de echar la culpa del fracaso ferial a los toreros) cumple perfectamente. ¿Cumplir es traer lo peor de la cabaña brava? Choperita dijo a Choperón que no debía haber traido a ciertos toreros porque eran reincidentes, entonces ¿por qué trae ganado reincidente?

Saludos, J.Carlos.

Enrique Martín dijo...

LolaMU:
Ya sabes que no soy demasiado zarzuelero, pero siento debilidad por la Verbena de la Paloma y la "señá" Rita. No recordaba esos versos, pero me los quedo pa'mí.
Y si quieres ser torera, pues nada pa'lante. Yo te apoyaría con mucho cariño y por eso te diría lo que no me gusta antes de que te cegaran los falsos halagos. Pero yo que tú no me metería, no es una buena vida.
Un beso.

Enrique Martín dijo...

J.Carlos:
Yo tampoco voy a añadir nada, no hace falta, está todo muy clarito, aunque habrá quien no lo quiera entender. Y tal y como apuntas, se siguen cometiendo atropellos. Quizás la única diferencia sea que a partir de ahora no se televisan por la tele del movimiento, ni está tod el mundo pendiente, ni nosotros aburriendo al personal con las cantinelas de siempre. A Frascuelo había que estrellarle y lo van a estrellar, pero habrá que mostrarles que tipo de torero nos gusta y cual no, a los empresarios, figuras, prensa y taurinos en general.
Sobre el Juli creo que ya hemos dejado claras nuestras posturas. Y te digo una cosa, creo que hasta podría llegar a ser un torero aceptable, como otros muchos, aunque les costaría Dios y ayuda soltar tanto vicio y asimilar lo que es ser torero.
Un saludo.

Antonio Díaz dijo...

Ahora mismo pasa a importarme un pimiento lo que haga el Juli, ya lo tenemos muy visto, y salvo milagros y redenciones divinas, la vida nos ha enseñado que la gente no cambia, los toreros menos. (hay escasísisismas excepciones). El meollo, grave, muy grave, tampoco es la falta de aficionados, cosa a la que es dificil darle la vuelta, sino que uno no pueda ir ya a la plaza y no estar de acuerdo con lo que piensa la mayoría. No se puede protestar porque eres un desgraciado, un violento y casi un malhechor. Por aquí si es verdad que no paso. No se puede criticar a nadie, o por lo menos a nadie de los que gustan a ellos, los toreristas. Porque si de lo que se trata es de maldecir los palhas, los morenosilvas o los cuadris cuando le sale un toro malo, ahí sí, hay ya somos multitud. Es lastimoso, si hasta he leído por ahí que los que criticamos a El Juli representamos las dos viejas Españas... Lo que hay que oir...


Saludos y a seguir aguantando, que no queda otra

Yoquieroserarenero dijo...

Pues muy de acuerdo, don Enrique. Yo pensaba que a El Juli le iba a dar un esguince de vértebra con tanto afán por retorcerse. Y es verdad: Madrid ya se conforma con destellos toreros como los de Talavante. Como diría mi suegro: "Madrid, quién te ha visto y quién te ve".

Enrique Martín dijo...

Antonio:
Está claro que debemos ser unos desalmados o a lo mejor puede que lo lleguen a ser los que piensan que vamos a la plaza a comernos a los toreros. Lo que yo me pregunto es ¿qué motivo podemos tener para eso? Y existe una diferencia enorme entre las justificaciones de cada grupo. Tú y mucha gente como tú, sabes explicar porque te gusta esto lo otro, porque no y describir una faena pase por pase. Ellos no; ellos sólo se molestan porque no nos gusta lo mismo y a decir que estuvo cumbre, muy profesional y muy por encima del toro, pero no saben decir como era el toro, que dificultades solventó el torero, como lo lidió y como fue la faena, esas cosas de los terrenos, las querencias, boberías que sólo nos interesan a los desalmados. En tu magnífico blog (Hasta el rabo todo es toro) describes como eran los toros y yo te comenté en que no estaba de acuerdo y punto. Utilizamos nuestros argumentos y hasta podemos convencernos entre nosotros. Ellos son incapaces de eso. No ven más allá de las orejas. Y lo de las dos Españas, pues, más vale hacer como si no lo hubiéramos oído. Echan mano de lo que sea. Igual tienen razón, una la de los intolerantes y la otra la del resto, pero tampoco, eso es demasiado serio como para frivolizar sobre ello. Un muy cordial saludo y a no desfallecer.

Enrique Martín dijo...

Yoquieroserarenero:
(Que buena aspiración) Eso lo decía mi padre y cuando ahora se quejan de que la plaza de Madrid es dura, me acuerdo de lo que me contaba y del respeto del torero por el que le pagaba el sueldo, el público. Estos de ahora son tan tonotos, que no se dan cuenta de que al final, el aficionado que exige les da categoría y será siempre el más fiel de todos. Un saludo y bienvenido a Toros Grada Seis.

eltorodelajota dijo...

Enrique y Antonio, estando en cierto disentimiento con vuestra opinión sobre la tauromaquia de El Juli, como ya hemos manifestado en debates generados en varios blogs, quería resaltar lo argumentado de vuestra opinión.

Lo bonito de esto es pensar diferente, pero siempre con argumentos detrás, evitando ojerizas personales. Siempre que sean debates constructivos, toddos aprenderemos. Y con vosotros, el aprendizaje es continuo. Eso no es óbice para que tengamos visiones diferentes en determinados temas. A veces pecamos, todos, de generalizar y de meter en el mismo saco a a una mayoría, normalmente en dos sacos enfrentados. La afición es mucho más diversa y heterogénea que eso. Me puede gustar el Juli y estar de acuerdo contigo en muchas de las cuestiones que debatimos sobre la Fiesta.

Antonio, repecto a El Juli, ya ha demostrado que es capaz de cambiar su tauromaquia. Gustará mas o menos, pero lo que está claro que el Juli de hace 5 años no se parece nada al actual. A mi personalmente, no me gustaba casi nada la versión anterior, sin embargo la actual me encaja mucho mas. Quien sabe, igual de aquí en dos o tres años os volvéis al julianismo, no hay que perder la fe, jejejeje.

Enrique, cada día escribes mejor.

Un saludo a todos

Enrique Martín dijo...

Eltorodela jota:
Tu de paseo por aquí y yo enredado en tu blog. Pues me parecen muy bien las dos cosas, sí señor. Y si encima me regalas los oídos, pues ya me tienes rendido y pidiendo la estocada. Es broma, ¿eh?

Ahora y desde aquí, lejos del debate de tu blog, tengo que reconocerte que el Juli no es de los toreros que me pudieran caer mal, es más, no me cae mal ni Jesulín tan siquiera. Y ¿cómo me va a caer mal, si es del Aleti? Y no te creas que me atrinchero en mis ideas cuando voy a la plaza, aunque a mí mismo me asombre, voy muy abierto a que me guste todo. Y además no te creas que sé controlar lo que me gusta o no, simplemente lo que me llega me produce como una descarga y no lo puedo controlar. Para mí esto es unapasión y como tal, no la puedo controlar. Odio esos que se ponen en el tendido y valoran como una oreja y cuarto, tres cuartos de oreja, vuelta al ruedo hasta la mitad y luego que se dé la vuelta. Esto es pasión y nada más. Si nos ponemops a analizar todo de un a forma racional, igual nos entrarían nuestras dudas. Uno de los rasgos de esta pasión son sus contradicciones y que pasamos del blanco al negro en segundos. Quizás eso es lo que ha hecho pervivir la fiesta hasta nuestros días, tal y como nos ha llegado. Bueno, ya me estoy poniendo pedante, así que lo dejo. Muchas gracias de nuevo por tus palabras y enhorabuena por tu blog, pero ¿te parece bien la qué has liado con la fotito? (De nuevo es broma, pero como aquí no hay entonaciones que valgan) Un saludo y a seguir igual.

I. J. del Pino dijo...

Que yo no soy julianista eh, pero dígame una cosa Don Enrique: usted cree que el día (si es que llega) que el muchacho lo haga bien delante de un toro en Madrid, se lo van a recompensar?
Madrid perdona, Madrid olvida y lo hace al mínimo atisbo de torería, pero a Juli..., no se, no se.
Saludos cordiales, como siempre.

Enrique Martín dijo...

I.J. del Pino:
Yo sinceramente espero y deseo que así sea. Si no fuera así no me sentiría cómodo. Yo no creo que se le tenga ninguna animadversión y pensando ahora sobre la marcha, creo que en todo esto tiene más culpa la televisión que nadie, pero yo no vi la corrida por la tele, así que esta ocurrencia mejor me la evito.Escrito está, pero de la misma forma que otras cosas las tengo muy claras, esta prefiero dejarla en cuarentena. Yo creo, y deseo, que cuando un torero va con fuerza a Madrid y hace las cosas como gustan en Madrid, la plaza se entrega. En Madrid, sea quien sea el torero, no se admite el que el torero eche ñl pierna atrás, abuse del pico y cite fuera de cacho, aunque también ha habido toreros que han pecado de los mismos vicios y han sido aplaudidos. Eso tampoco se puede negar, y yo no lo voy a hacer. Pero también es verdad que si el Juli es el Papa Negro actual, hay que exigirle como tal.
Un saludo.

Anónimo dijo...

NO OLVIDEIS QUE TALAVANTE AL NATURAL TOREAO A 200KM POR HORA!!HAY TEMPLE HABIA POKITO...
Haber fracsuelo mañana!!que ilusion!

Enrique Martín dijo...

Esperemos que Frascuelo además no tenga que pelear contar los elementos- Ya sería mala suerte.