viernes, 19 de julio de 2013

¿Qué sentido tiene todo esto?

¿Y si ni tan siquiera hubiera existido el toro? ¿Y si fuera otra ilusión?


Cada vez que un aficionado tiene que apartarse, que nunca diré que abandona, si acaso más bien le echan, se me plantea la misma cuestión, ¿qué sentido tiene esta pelea? Incluso entre unos y otros nos damos fuerza diciendo que los que están prostituyendo la Fiesta no pueden ganar, no se pueden salir con la suya, pero en conciencia creo que al final perderemos todos. Estos buscan soluciones que a lo máximo que llegan es a orbitar sobre el problema, sin atacar nunca al núcleo de la cuestión; que si rebajas en las entradas de los jóvenes, que si llevar a los niños a torear de salón, que si cardos, que si flores, pero ni se plantean eso de volver al toro en su integridad, ni recuperar la verdad del toreo, aunque para muchos interesados no haya habido un momento tan glorioso como este.

Todo magnífico, pero uno va viendo como son acosadas y expulsadas todas las opiniones disidentes y que no cantan las glorias de la oligarquía taurina, bajo pena de ser considerados amargados, rencorosos, reprimidos, ignorantes, antitaurinos, estúpidos, ciegos o dementes que esperan y desea volver a los valores de un pasado del que fueron testigos, pero que ahora parece que nunca existió. Lo que nos faltaba, locos; lo que tampoco creo que ande muy lejos de la realidad, porque quién si no unos dementes podrían aguantar todo esto. Ahora resulta que la afición crítica es la gran culpable de todo este desbarajuste, porque no exige con la contundencia debida, que el toro y el toreo dejen de ser una patética caricatura de lo que debe ser. Pero ¡ojo! en el momento en que alguien levanta la voz van corriendo a llamarle maleducado, reventador…, en fin, esa larga lista de “elogios” tantas veces escuchada. Entonces, ¿en qué quedamos? Si la buena afición es la dócil, la triunfalista, la que aplaude un desarme, un pinchazo, un bajonazo, un trapazo o un desplante al público, al que paga, el que mantiene las fincas de todo el mundo. Díganme si no es para volverse tarumba. Unos dicen que hay que protestar al final de la faena, otros que en casa y seguro que algunos pensarán que el último día del año tomando las uvas. Todo esto me parece absurdo, estúpido y un sinsentido.

Creo que ya he visto muchos aficionados, muchos de ellos blogueros, a los que han expulsado estos consentidores del fraude, intransigentes con la verdad, innovadores de la trampa y extremadamente agresivos con la libertad de opinión. No respetan ni a los muertos y ahora, años después de su desaparición, se envalentonan con don Joaquín Vidal y don Alfonso Navalón, será cuando ya tienen la seguridad de que no volverán para darles una colleja y un tirón de orejas. Les consideran los padres de toda esta corriente crítica que tanto les molesta.

Qué envidia siento de esos que han dicho hasta aquí, ahí os quedáis con vuestros torillos, vuestras figuras fraudulentas, vuestra prensa del movimiento, los aduladores profesionales y los censores oficiales que a tantos quieren callar. Envidia y unas ganas terribles de imitarles. Y no es la primera vez que he dicho que hasta aquí hemos llegado cuatrocientos en cuadrilla y si quieres que nos quedemos, saca cuatrocientas sillas. Pero por otro lado tengo la sensación de no tener libertad para hacerlo y cada vez menos. Hubo un momento en que me despedí definitivamente, en otro me daba un descanso, pero al final uno vuelve, ¿por qué? Vaya usted a saber. Leo como unos comentan las ganaderías para tal feria, que ya han salido los la Feria de no sé donde, pero siempre son los mismos. Bien es verdad que los hay que disfrutan hablando de ellos, pero no hay novedad posible. Mil veces que repartas cartas jugando al tute, al final solo pinta en oros, copas, espadas o bastos, no hay más. Podrían salir también diamantes, tréboles, picas y corazones, pero para eso hay que echar mano de otra baraja. Y en el toreo pasa lo mismo, siempre se juega con la misma baraja, que por otro lado tiene toda la pinta de estar marcada.


Pero nada, sigamos pensando en un bien universal que todos perseguimos, sigamos pensando que esta basura la recogerán algún día y la llevarán al vertedero, que las utopías son posibles y que no hay mal que cien años dure, pero uno de momento se queda con eso de que un tonto hace ciento y seguirá pensando, ¿qué sentido tiene todo esto?

4 comentarios:

MARIN dijo...

Que quieres que te cuente al respecto Enrique?. Es que en realidad no se que decirte. Es una realidad bastante triste el ver como el entorno al que tu siempre has considerado tuyo te aleja, te aparta solo por pensar diferente, por pensar en que el toro es la base de todo y los demás somos unos pintamonas. Y el verse apartado e ignorado duele mucho, mas incluso que te tilden de loco.

Como bien dices nos echan a muchos, que no es que nos vayamos. Y si tu envidias a los que nos apartamos, yo te puedo decir que os envidio a los que os quedáis, porque sois vosotros los que nos mantenéis alguna llama viva. En fin, que te voy a contar yo, aspirante a aficionado, que tu no sepas.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Enrique, no te martirices porque no podemos hacer nada o casi nada por cambiar esta situación. Lo que sí podemos hacer es apoyar con nuestro dinero a quiénes lo merecen. Te propongo unas ideas:

- Sábado 27 de Julio: corrida de Flor de Jara en Collado Villalba. El Domingo hay otro festejo con erales de Flor de Jara.

- Sábado 24 de Agosto: novillada de Escolar en Collado Mediano y, en Colmenar Viejo, novillada concurso de ganaderías (Miura, La Quinta, Partido de Resina, Cuadri, Monteviejo y Flor de Jara)

- Domingo 25 de Agosto: novillada de Flor de Jara en Collado Mediano y, en Colmenar Viejo, corrida de Carmen Segovia y Aurelio Hernando para Javier Castaño (y cuadrilla), A. Aguilar y Rey

- Viernes 6 de Septiembre: novillada de La Quinta en Navacerrada

- Domingo 7 de Septiembre: novillada de Baltasar Ibán en Navacerrada

Hay rumores sobre una corrida de Juan Luis Fraile el 17 de Agosto en Cenicientos.

Un saludo
J. Carlos

Enrique Martín dijo...

Marín:
Igual el único refugio que nos queda es coger la maleta e ir visitando manicomios para encontrarnos con otros locos como el que suscribe. Eso sí, como se decidan, nos pillan a todos de una vez y nos ponen la camisa de fuerza.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
No sé si habrá que sacarse el abono transporte para toda la Comunidad, que tal y como están las cosas, es lo caro, porque lo de las entradas es un atraco, pero menos que el de los transportes. Lo que no sé es lo que saldrá por ahí. Incluso de una ganadería de estas, alguien me ha comentado que pueden salir los animales con un pequeño toque.
Un saludo