¿Cuánto le quedará a esta imagen para ser solo un recuerdo? |
¡Su turno, mesa 12! Siempre teniendo que padecer con este
ruido al andar, toc, plas, toc plas, medio arrastrando la pierna. Sin poder
caminar con la ligereza y agilidad de los demás. ¡Maldita sea! Y para nada.
Mucho. “qué bueno”, “sin ti nada vale”, “tú eres nuestra razón de estar aquí!
Pero al final, ya se ve, nada ha valido para nada, ellos siguen a lo suyo y yo
aquí, arrastrando esta pata como una piedra al cuello, doliéndome aún de tanto
trompazo, pero aquí, arrinconado y teniendo que contarle mi vida a esta
funcionaria. ¡Dios, que cara tiene!
-
¿Nombre?
-
Rafael Mora, Morillas
-
¿Morillas es de segundo?
-
No, Morillas era el apodo por el que todos me conocían
en el mundo…
-
El apodo no me hace falta, no hay epígrafe para apodo
Qué tía, entonces no sé cómo van a saber que soy yo, si por
Rafael Mora no me conoce nadie. Pero bueno, todo sea por algo fijo al mes, al
menos mientras me vuelva a colocar con otro patrón.
-
¿Titulación?
-
¿Cómo titulación? Señorita
-
Que si tienes alguna titulación académica.
-
¿Académica? No, de eso no, yo es que siempre me he
dedicado a lo mismo, como mi padre, mi abuelo, desde ni…
-
¿No tiene estudios, entonces?
-
Sí, claro, el graduado, que mi padre se preocupó de que
supiera para manejarme en la vida.
-
La secundaria obligatoria, ¿no?
-
No sé, señorita, será. La básica, ¿no?
-
Secundaria obligatoria. ¿Otros conocimientos o
aptitudes? No, sin titulación
-
No sé, señorita.
-
Esta es su tarjeta, que tendrá que sellar en las fechas
indicadas, si no lo hace puede perder la prestación, deberá presentarse a las
ofertas de empleo a que se le cite, si no. Puede perder la prestación, no puede
abandonar el país sin notificarlo a su oficina del INEM, si no puede perder la
prestación, no podrá realizar ninguna actividad sin contrato que le pueda
reportar ingresos no declarados, porque si no…
-
Puedo perder la prestación, sí señorita, me ha quedado
claro.
-
El siguiente.
Su turno, mesa 12. Toda la vida de sacrificios, para esto,
para acabar cobrando una miseria, sin trabajo, sin ya poder trabajar en lo mío
en ningún sitio y encima, a nada que me menee, puedo perder la prestación.
-
¡Morillas!
-
¡Hombre, Carpinterito! Me alegro verte. ¿cómo tú por
aquí?
-
Ya ves, imagino que como tú ¿Me equivoco?
-
No te equivocas.
-
Qué equivocados estábamos, nosotros solitos nos cavamos
el agujero. Vale, vale, vale y ahora mira, que a nada que hagas, puedes perder
la prestación
-
¡Sus muelas! Tanto levanta, levanta, no le pegues y
estábamos quedándonos fuera sin saberlo ver venir.
-
Me cago en todo, que no queríamos escuchar a aquellos
que nos gritaban. “Os vais a ir todos al paro”. Pero tú sigues paseando la
mona.
-
Para ver si así impresiono a alguien. ¿Te acuerdas
cuándo llegábamos a la plaza y se hacía el silencio? Solo se oía nuestro
caminar. Toc, plas, toc plas, saludando a los compañeros, a los monos y al
caballo.
-
Pues ahora, ya nada. Me han contado que el otro día en Valencia
sacaron al paseíllo a las falleras mayores. Un esperpento.
-
No me jo…
-
Cómo lo oyes, le tuvieron que deformar el castoreño
para que les entrara, porque decían que los rulos no se los quitaban.
-
Pero ya ves, al público le da igual, aunque claro, con
los animales que echan ahora, ¿qué coj… se les va a picar?
-
Anda, no te entretengo, que aún te queda esperar ahí
dentro.
-
¿Te preguntan algo?
-
Sí, la titulación, pero ya te digo que de picador de
reses bravas, no hay epígrafe y de lo que hay, a nada que te pongas, puedes
perder la prestación.
-
¿Has mirado en alguna finca, en alguna ganadería,
aunque solo sea para tentar?
-
¿Para ten… quéeee? Si ya nadie tienta a caballo, para
qué.
-
Hombre eso fue lo básico, lo fundamental.
-
Tú lo has dicho, fue. Ahora todo está más humanizado. Y
ya ves, quedan, según decían, 15 plazas con actividad. Y menos mal que nos
queda Madrid, que aún da los cinco festejos por San Isidro y otro por la
Paloma.
-
Bueno, al menos esto se mantiene y no desaparece por
completo.
-
Pero, ¿tú te estás oyendo? Madrid con seis festejos al
año, Sevilla con tres, Valencia dos y las otras, con uno por año. Esto está más
desaparecido que los torneos medievales.
-
Morillas, nos dejamos engañar.
-
Tú lo has dicho, nos dejamos engañar.
-
Pues voy a ver que me dicen ahí dentro.
-
Ya te lo digo yo, que puede perder la prestación.
-
Sus… Y quítate ya la mona, que al final, todavía te
llevan con la camisa de fuerza.
-
Ya, es la costumbre, la nostalgia.
-
A más ver.
-
A más ver.
Solo nos queda pedir que la ficción no deje de serlo, que lo
que parece imposible, siga siendo imposible, aunque… Su turno.
Enlace programa Tendido de Sol del 22 de abril de 2018:
No hay comentarios:
Publicar un comentario