jueves, 26 de noviembre de 2020

Madrid plaza de temporada

Sobraban toros por todas partes, hasta que llegó Florito y dijo que no los había para que hubiera temporada en Madrid. Raro, ¿no?


Que ahora resulta, señoras y señores, que no hay toros para Madrid y que no se va a poder mantener una temporada como hasta ahora, porque falta la materia prima, el de las patas negras. ¡Qué cosas! Menos mal que el señor mayoral de la plaza/ veedor/ cabestrero, Florito, nos ha abierto los ojos. Que nos pensábamos que después de todos estos ciclones víricos que nos están pasando por encima una y otra vez, va a resultar que nos vamos a tener que despedir de la temporada de Madrid tal y como siempre la habíamos entendido. Lo que son las cosas.

 Que llevan meses contándonos que hay toros de sobra en el campo, que ha habido que mandar más cabezas de las deseables a ser sacrificadas en el matadero y resulta que no hay toros. Que ante la extrema carencia de festejos de este año la respuesta es que tiene que descender el número respecto a una temporada normal. La verdad es que uno se pierde. Que queremos creernos a pies juntillas lo que los taurinos nos cuentan continuamente desde marzo y ahora resulta que lo ideal, lo bueno para la fiesta es todo lo contrario. Que no seré yo quién le pida explicaciones a Florito sobre este cambio de rumbo tan radical y yo diría que hasta sospechoso. ¿Y por qué sospechoso? Llámenme malpensado, pero es que encaja como un guante con lo que llevan intentando desde hace años las distintas empresas que han gestionado las Ventas, acabar de una vez por todas con la temporada madrileña. Que lo que les interesa es una feria eterna, si acaso algún festejo suelto de junio a otoño y adiós muy buenas. La feria del corta y pega, la de Otoño con retales del año y luego igual hasta nos plantan dos desafíos ganaderos de esos que tanto frecuenta el señor Casas, don Simón, para calmar a los que con tanto desprecio llaman toristas. Vamos, que quién diría que don Florito se ha limitado a ser la voz de su amo.

Ante este panorama las dudas se multiplican. ¿Los festejos serán de seis o de cuatro toros? ¿Habrá festejos de cuatro toros? ¿Se mantendrían los precios actuales con una corrida completa para una de dos tercios? ¿Contará esta o la empresa que toque con la anuencia y permisividad necesaria de parte del Centro de Asuntos Taurinos y en consecuencia de la Comunidad de Madrid? Quizá no encontremos unas respuestas directas a tanta duda, pero así, a poco, nos van respondiendo, sin querer, pero van contando sus intenciones. Que nos enteramos que en las primeras ferias del año próximo quieren dar los festejos con un 50% del aforo. Y para disipar preguntas, del entorno del señor Casas sale que con menos de ese aforo es inviable montar nada. ¡Vaya! El señor empresario de Madrid dice que con menos del 50% no hay nada que hacer. Traducción: en Madrid, fuera de las ferias de mayo y otoño, el mejor de los días reúne a 6.000 personas, no llegando en la mayoría de los casos a los 5.000. Lo que viene siendo un 25%. Lo que viene siendo que no les es rentable dar festejos de temporada. ¿Solución? Fuera todo lo que no sean ferias y abonados que tienen que sacar las entradas obligatoriamente, so pena de quedarse sin su abono de años.

Pero no se crean que esto queda ahí, porque ya que los aficionados de Madrid no van a tener que gastarse el dinero fuera de las ferias, pues subámosles el precio de las entradas y así no tienen que pensar en gastarlo en otra parte. Todo acaba en la misma saca. Eso sí, con la infinita comprensión de la Comunidad de Madrid, cuyo representante en estos temas es el señor Abellán, experto conocer de la problemática taurina de empresarios, toreros y demás satélites de esta gente, pero absoluto ignorante de lo que le preocupa al aficionado, sencillamente porque eso a él no le preocupa. Que la pandemia ha hecho mucho daño, lo sigue cabiendo y ya veremos hasta que punto llega el mal que pueda ocasionar en el futuro, pero no seamos tan necios, ni tan cínicos como para echar sobre ella todos los males del mundo. Males que ya venían de largo, mucho antes de que nos manejáramos tan bien con términos como pandemia, confinamiento, toque de queda, gel hidroalcohólico y mil palabros más que ya hemos hecho nuestros. Que para eso de poner dinero, para pagar a quién ha de pagar y para ocuparse de mantener el prestigio de una plaza como la de Madrid, que no busquen al señor Casas, don Simón, pero para medrar y arañar hasta el último céntimo siempre estará el primero. Y como Madrid le importa un bledo, ni sabe lo que es Madrid, ni le interesa y además quiere convertirla en una de tantas, no parará hasta que solo sea un recuerdo lejano eso de Madrid plaza de temporada.

Enlace programa Tendido de Sol del 22 de noviembre de 2020:

https://www.ivoox.com/tendido-sol-22-noviembre-de-audios-mp3_rf_60765850_1.html

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero que hay que ver qué cosas se les ocurre a los gestores de la primera plaza del mundo. Primero que no hay toros para Madrid. En la cabeza de ningún aficionado entra esa mentira. Segundo pretenden quitar la categoría de plaza de temporada para sustituirla por festejos de 3 al cuartos como los de la reconstrucción? La verdad que desde provincias no lo entiendo quizás desde Madrid vean otras cosas. Rigores.

Anónimo dijo...

Un cuento de Calleja del trilero de Casas lo de la falta de toros.Es un sondeo para solo dar corridas con el abono asegurado. Docurdo.

Enrique Martín dijo...

Rigores:
En este caso, la distancia no te hace ver las cosas peor que desde aquí. Es la forma de acabar con la temporada, como bien dices, montar dos ferias y marchando. Hay un detalle curioso y es que durante la temporada, los domingos de toros, el señor Casas, don Simón, se ausenta bastante a menudo. A él lo que le va es ir de plaza en plaza como los feriantes.
Un abrazo fuerte

Enrique Martín dijo...

Docurdo:
Lleva años con la misma cantinela. Eso sí, si se lo permiten, sepamos quién. Que la que accede o no a esas peticiones es la Comunidad de Madrid, que supuestamente, solo supuestamente y de boquilllas, apoya a los toros.
Un abrazo