domingo, 13 de noviembre de 2022

San Isidro 2023 se presenta en febrero

Aún no hemos ni catado el turrón y ya nos dicen que menos de un mes después de Reyes, ya están los carteles de San Isidro. Ya es primavera en el Corte Inglés y estamos a dos bajo cero al sol.


Otra más de este contubernio taurodemente que componen los que mal conducen la plaza de Madrid, el dúo macabro de Casas y García Garrido por un lado y por otor esos colaboradores necesarios, esos consentidores que dicen que son la propietaria de la plaza, pero que han preferido no solo no ejercer, sino entregarse a los deseos del inquilino. Pues nada, sigamos, que ya estamos a nada de dejar esto como un solar, en el que no se va a poder montar ni un parque con columpios. Ahora van y todo ufanos nos dicen que en febrero será la presentación del próximo San Isidro. ¡Vengaaaa! Que se decía que en otros tiempos se esperaba a ver lo que pasaba en las ferias previas, por si algunos daba la campanada y había que ponerlo en Madrid. Que me parece bien que el ganado ya esté apalabrado y hasta casi firmado, pero dadas las formas de estos caballeros, igual hasta han convenido con algún ganadero eso de hablar allá avanzado febrero o marzo. ¿Después de haberse presentado la feria? Que me lo expliquen, dirán ustedes. Pues muy fácil, si tal y cómo está esto montado, podrían darnos los carteles al completo hoy mismo. Que si ya llevamos años y años que los carteles de esta y de todas las ferias es un corta y pega, ahora mucho más. Que en Madrid aún nos quedaba la esperanza de que pusieran a algún torero necesitado con los toros que las figuritas no quieren ver ni en pintura, pero es que ya no los ven ni en los carteles de la misma feria.

Esto es una multinacional en la que ya hay una serie de gente en plantilla, los mismos toreros, los mismos ganaderos, si acaso alguno que se desmarque mínimamente puede ser suspendido de empleo y sueldo algunas ferias, pero muy mal se tienen que portar, mucho tienen que calentarle los cascos a los jefes para que les licencien definitivamente. Y oiga, como en las grandes multinacionales, se saben los nombres de muchos de los mandamases, pero no se tiene absoluta certeza de quién es el capo máximo. Si hasta parece ser que hay bandos, que cuando se encuentran en público se comen la boca unos a otros. Pero como buena multinacional, hasta hay unos becarios a los que explotar. Eso sí, hace tiempo les dio por llamarles emergentes, pero no nos engañemos, los becarios, becarios son. Que cuando parece que apuntan las maneras que ellos buscan, no saliéndose del carril marcado por la doctrina al uso, igual los cogen bajo su manto los del sistema, les explotan uno o dos años, lo que duren y después, si te he visto no me acuerdo.

Pero esto no acaba aquí, que como toda multinacional, siempre tienen ahí una cantera de aspirantes que se mueren porque les capten. Las que no son del toreo se van a universidades privadas y estos, pues a las escuelas, dónde siempre estarán los que hacen de ojos y oídos, que localizan a los chavales que pueden pagarse su formación y hasta prácticas no remuneradas. Lo que en otros sitios se llama pagar la matrícula, aquí se llama ponedor; cuestión de terminología. Que los jóvenes aspirantes dicen eso de que a ellos les vale con meter la cabeza y que luego, como ellos lo valen, irán subiendo poco a poco en el escalafón, hasta llegar a consejeros delegados, directores generales o presidentes, vamos, lo que de toda la vida se resume en ser figura del toreo y estar en todas las ferias. Como si fuera tan fácil. Pero ellos se lo creen y otros se aprovechan de esta tan grande ilusión y una mayor ingenuidad. Y con este panorama, ¿aún nos extrañamos de que hoy mismo ya podrían sacar los carteles del próximo San Isidro? Que para justificarse siempre tienen frases hechas e ideas requetesobadas que te sueltan sin el menor pudor, como si ellos mismos se las creyeran. Que si las figuras, que si las ganaderías que embisten, que si es lo que el público pide, que si las puertas grandes y despojos del pasado, que si esto es histórico, que si… Pero esto no es lo peor de todo. Que me dirán, ¿pero hay algo peor? Pues claro, todo lo que va mal, aún puede empeorar y en este caso se ocupan de ellos los que pagan y que parecen encantados de poder pagar, que te empiezan a decir que la feria tiene cosas interesantes, que este cartel es redondo, que esa ganadería está en muy buen momento, con resultados previos más que vergonzantes, con animales infames, toreo tramposo y verbeneo a tutiplén animado no se sabe si por el alcohol, por el querer destacar o porque les vale todo. Y acto seguido, sin ruborizarse, te hablarán de aquello de que hay que picar, que hay que cruzarse, que hay que torear de todo, que si variedad de encastes, que si… En fin, que dicen blanco y se apuntan con entusiasmo al negro más negro de la negrura del universo. Me lo expliquen. Pero ya les digo que se estarán frotando las manos para empezar a dictar sentencias de lo que viene, porque si no se han enterado, los de Plaza 1 ya han puesto fecha a la gran pantomima, que San Isidro 2023 se presenta en febrero.

 

Enlace al programa Tendido de Sol Hablemos de Toros:

https://www.ivoox.com/podcast-tendido-sol-hablemos_sq_f11340924_1.html

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