lunes, 14 de febrero de 2011

La temporada que viene en Madrid

En estos días se puede leer en La Aldea del Tauro, los cambios que se produjeron hace 40 años en la forma de programar la estructura de la temporada en Aguascalientes, contado a la manera siempre interesante y bien documentada de Xavier González Fisher. Pues bien, creo que dentro de otras cuatro décadas no estaremos recordando como la empresa de Madrid conformó la temporada de 2011.

No hay más que echar mano de la entrevista que se ha publicado en diversos medios de don Manuel Martínez Erice para pedir a alguien de confianza que te apriete bien los machos, que puede que se nos avecinen tiempos aún más duros de toros, toreros y en los que se nos querrá aflojar el bolsillo a cambio de nada. Si el lector es un marciano recién aterrizado en Manuel Becerra, igual su primer impulso es montar una cuestación popular de urgencia para sufragar los malos ratos que los empresarios pasan a cuenta de la plaza de Madrid. Con lo que cuesta llevarla y los sufrimientos que da. Y si no, juzguen ustedes si algún hijo de vecino es merecedor de aguantar que durante casi treinta tardes se te llene un recinto de más de 22.000 almas, año tras año, en el que unos cuantos se pasan la vida protestando y sin estar de acuerdo con nada de lo se haga. Más de un mes con un rendimiento económico envidiable, complementado con los ingresos que una televisión absolutamente domesticada que suelta sus buenos dineros y para la que todo está bien. Solo hay que adaptar los carteles un poquito de acuerdo a los intereses del canal, pero sin ser necesario ningún esfuerzo económico extra. Y si esto no fuera suficiente castigo, hay que darle una parte de lo recaudado a los dueños de la plaza.

Pues en estas que va don Manuel, el señor Martínez, y nos suelta que montar 50 festejos es una locura; pues no los monte y asunto concluido. Demos solo la feria de San Isidro y ya está, total, ¿para qué sirve el resto de la temporada? ¿Para que esos inconformistas protestotes vayan los domingos y fiestas de guardar a los toros? Menuda sandez. Quizás la mejor fórmula sea la de vaciar de contenido la mismísima feria de San Isidro, en la que como mucho se pueden rescatar uno o dos carteles, y en la que son legión los toreros que el año anterior no sumaron más de cinco festejos y en las que no es extraño ver a matadores que debutan en la temporada en la feria. La feria más importante del mundo de la primera plaza del mundo, que se convierte en la gran oportunidad para los que los mandamases del taurinismo han enviado al ostracismo.

Habrá quien opine que es una feria demasiado larga y que no hay tantos toreros para tantos días. Pues les doy la razón y menos si las “figuras” se limitan a venir a Madrid dos tardes, o tres en el caso extremo. Y esta es la forma de hacer en la actualidad. Ahora mismo noes que parezca una utopía, sino una locura, que se exija a esos mandones que vengan tres y cuatro veces a Madrid, dos con el ganado que ellos elijan y el resto con el que disponga la empresa; pero claro está que esta empresa no va ponerles en el más mínimo apuro. No veremos un cartel de José Tomas, Castella y Morante con los de Dolores Aguirre, o los Palha para El Juli, Perera y Manzanares. Y no meto a El Cid o Diego Urdiales porque a poquito que se muevan las cosas, a ellos sí les veremos en estos trances. Es más, valdría la pena ver a cualquiera de estos dos metidos en esos carteles para las figuras, con toros de verdad. Nos íbamos a divertir, seguro.

Pero claro, don Manuel, el señor Martínez, pretende acomodar los precios de las entradas según el caché del cartel. Pues adelante. Si esto se hubiera puesto en práctica el año pasado, a los abonados de Madrid nos tendrían que haber devuelto dinero. Pero no, que nadie se vuelva loco; la idea es mantener los precios actuales para tanta corrida que no tendría cabida ni un domingo de agosto, y encarecer las localidades los días de figuras. Eso sí que sería un negociazo, ¿verdad señor Martínez? Ponemos a Pichichi y Machuchi con el Juli y a subir los precios, sin quererlo hemos matado dos pájaros de un tiro. Las figuras van sin nadie que les haga sombra y la recaudación se incrementa con el amparo de una dudosa legalidad. Y ¿quién diría qué toreros se encuadran en uno u otro nivel? ¿Tendríamos que pagar a precio de oro las tardes de Fandi, Perera o El Cordobés por el hecho de que corten por ahí catorce mil orejas y por torear hasta en las plazas de carros?

Se quejan los señores empresarios de esos 50 festejos, pero nadie parece detenerse en pensar que se está esquilmando la temporada de Madrid. Por un lado la feria de San Isidro vive en una anemia permanente, pues el abono se seguirá renovando por un público cautivo, que vive encadenado a él esperando que esto cambie algún día, o para garantizarse estar el día que vengan Morante o José Tomás, y que no quiere perder su derecho por nada del mundo, pues sabe de la imposibilidad de recuperarlo, a costa de dormir a las puertas de la plaza y de estar con la incertidumbre de si tendrá que enfrentarse a las mafias organizadas de reventas, esas que a las seis de la mañana te pasan del puesto diez al setenta, con la única garantía de no poder optar a sacar el deseado abono.

Por otro lado se mantiene el invento del Cumpleaños, opcional para el abonado, pero donde se anuncian todas las “figuras”. Y aunque no sea para perder la cabeza por ellos, tampoco es cuestión de dejarlos pasar por alto, si no, ¿de qué íbamos a charlar en el bar? Estas corridas son las que en otro tiempo se daban en el mes de junio y julio, aquellas en las que se anunciaban los toreros que no tenían cabida en la feria, pero que tenían su interés y que en muchos casos aprovechaban la oportunidad para verse en Madrid en mayo al año siguiente. Ahora un buen invento como fueron las novilladas nocturnas sin caballos, se ha convertido en algo perverso y son los únicos festejos que se dan en Madrid en esas fechas, para cubrir el expediente. Luego se solventa agosto con algunas corridas para esos toreros que si fuera necesario empeñarían su alma por torear en Madrid, y que casualmente suelen contar con el respeto de la afición venteña; lo que son las cosas.

Otra perversión es la feria de Otoño, que en su día nació por las ganas que el público tenía de ver a las primeras figuras de nuevo, pero que sucesivas empresas lo han convertido en un molesto trámite exigido por el pliego de condiciones. Y casualidades de la vida, es uno de los escasos momentos en que Madrid encuentra alguna satisfacción. Ese pliego tan complicado de cumplir, tan exigente, que en definitiva es una continua sisa a la afición de Madrid. Te quitan el Batán, te quitan las corridas del verano a cambio del Cumpleaños, te quitan la corrida del domingo si hay copa Davis y parece que el señor Martínez, don Manuel, cambiaría organizar festejos taurinos por las motos, el tenis, el circo, la feria de la cerveza o la pasarela Cibeles.

Ante este panorama no sé si rezar al Niño Jesús de Praga para que licencien a Taurodelta, para que tome la gestión la Comunidad o para que se organice en la plaza Operación Triunfo. Cualquier perspectiva posible hace que me suba una sensación de desazón por la espalda y que me vengan unos sudores fríos mientras se me endurecen las sienes. Al final van a acabar haciendo buenos a los Lozano, vivir para ver, y lo de la Comunidad, pues no sé, porque, al fin y al cabo, ¿quién da su visto bueno a todo lo que se hace en las Ventas?

12 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

Enrique: Muchas gracias por tomar en cuenta lo que yo pueda decir de lo que pasa o pasó aquí en mi pueblo. Pero he de insistir, buena, mala o peor, a Ustedes al menos les dejaron la temporada. A nosotros, con la feria, nos la borraron de un plumazo, "per sécula"...

Un abrazo.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Es que ese es el problema, que la tendencia de los que mandan es la de pretender eliminar la temporada poco a poco y concntrar todo en ferias. Y tu entrada me venía que ni pintada.
Un saludo

Anónimo dijo...

Enrique, no es que vayan a acabar por hacer buenos a los Lozano, ¡es que ya los han hecho buenos!

La temporada madrileña se basa en una palabra “el EURO”, de ahí viene el nombre de “Eurodelta”. Lo que están haciendo fuera de ferias es un escarnio, es de vergüenza. Festejos con ganado de saldo para unos profesionales, mayormente novilleros, que cobran nada y menos. Las Ventas debería ser la plaza donde los profesionales tendrían que demostrar su capacidad ante los toros más exigentes. Lejos de ello, Eurodelta ha convertido la plaza en la “Operación Triunfo” del toreo mundial. Que si novilladas nocturnas, que sí el 8 Naciones…

Señores, estamos hartos de ver tanta gente que viene a la plaza a probar suerte. Cojones, aquí no se viene a probar suerte, se viene a demostrar. Y, si uno no tiene el bagaje necesario para hacerlo, pues los responsables de la plaza no deben permitir que vengan a estrellarse y a aburrir al personal. Yo entiendo (bueno, no) que vengan a ver si suena la flauta pero es que no veo que suene la flauta a nadie. Todos los años pasan decenas de novilleros y a ninguno le suena la flauta porque sencillamente, se embarcan en una aventura para la cual no están preparados. Faenas que en otras plazas son de 2 orejas, aquí en Madrid son silenciadas con toda justicia. Entre tanto, al aficionado le aburren y deja de ir a la plaza. Fuera de ferias, cada vez hay menos afición y esta gente pretende (porque ese es su último objetivo) acabar con Las Ventas como plaza de temporada. Pero no les basta con eso, también están acabando con San Isidro, eso sí, muy lentamente. Ese cemento que ronda los tendidos altos de sol en forma de “jersey de pico”, indica que muchos festejos isidriles no son atractivos para los no abonados. Si la Comunidad tuviese una visión a largo plazo, tomaría cartas en el asunto porque, de seguir así, esto se va a acabar antes de lo que muchos pensamos.

Ya hemos visto mil y una veces que para cambiar un toro hay que tocar el tan-tan porque los presidentes son bastante reacios a hacerlo, aunque se haya caído diez veces, cosa que en otras plazas se hace con toda naturalidad y sin que la gente proteste, claro que hacerlo cuesta más dinero a la empresa. Que una tarde de Abril llueve un poquito, pues nada suspendemos el festejo que sacaremos más dinero del seguro que de la taquilla. Que este año nos ahorramos dinero porque no vienen José Tomás, Manzanares, Ponce, Pablo Hermoso y algún otro, pues nada, a la buchaca sin reforzar otros carteles con figuras. Que hace dos años destacaron El Pilar o Los Recitales, pues este año no se les contrata porque piden más dinero. Que no viene Victorino, eso que nos ahorramos. Que Moreno Silva no traga con venir fuera de ferias, pues que den por ahí a los toristas que son los que más protestan. Que las cabezas de camada van para Pamplona, Bilbao o Francia, pues mejor, así pagamos menos por ellas. Que este año han sido malas las de Pereda, Bañuelos o Parladé, por poner algunos ejemplos, pues este año repiten y además se las pagamos más baratas por el petardo del año pasado.

Así andamos…y la Comunidad da la callada por respuesta!

Saludos,
J.Carlos

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Creo que hace muchos años que los carteles que se montan en Madird están hechos para cualquiera y para cualquier cosa, menos para el público de Madrid y para darle gusto. No me parece mal que se le dé una oportunidad a uno o dos, pero lo que tú dices, es que esta es la línea de actuación establecida. Coincido en los de la flauta, que no suena ni con un huracán y los niños que soplan, hacen el ridículo y no pasa nada. Y además a algunos nos los traen para bendecirlos y nos quieren hacer creer que son figuras sin serlo; eso sí, ellos se lo creen a pies juntos y si no solo hay que recordar a Juan del Álamo, que no mostró nada, a Víctor Barrio, que imita a los pegapases del escalafón superior, o Damián Castaño, que ganó sin hacer nada y ya es el nuevo rey del natural. Pues creo J. Carlos que sin quererlo estamos contando lo que va a pasar la temporada que empieza y eso sin que seamos demasiado listos, porque los listos son los otros, los que nos quieren meter el gato por liebre y además se lo creen. Paciencia amigo, paciencia. A ver si quedamos las tardes de toros y nos echamos un tute para paliar el aburrimiento.
un saludo

Scotty dijo...

Que grande Enrique, magnifico relato de lo que tiene que aguntar este pobreton que hace carteles perdiendo una millonada...pobrecito, nos da una pena...!!no crees que algun dia la gente se cansara de tener su abono solo por tenerlo, porque no sirve para nada..?es que sin ser muy conciso yo creo que con lo que vale puedes ir a la reventa y comprar entradas para esos 2 o 3 festejos que como dices merecen la pena..!!un saludo y gracias por tus entradas sobre las ventas!!me encantan ;)

I. J. del Pino dijo...

El pliego de las ventas está mal hecho. Yo pondría como primera claúsula, que al empresario le guste más la fiesta (taurina), que el dinero, pero eso si, pasándolo por el polígrafo como la Esteban, que si no, no vale.
Saludos, Don Enrique.

Enrique Martín dijo...

Scotty:
Pues lo que dices sería lo lógico,`pero en algunos casos la afición va más allá de lo puramente taurino. Probablemente los primeros que desertarían de los abonos son esos que cada tarde ves a una persona diferente y que las empresas los utilizan para regalar entradas a sus clientes, pero a los demás creo que nos costaría mucho. Y es verdad, que con ese dinero te compras las entradas que quieras, pero tamién te digo una cosa, el día en que yo diga adiós, será un adiós para siempre; aunque espero no decirlo nunca.
Un saludo y muchas gracias por tus ánimos.

Enrique Martín dijo...

I.J. Del Pino:
Puescon que les gustaran los toros yo ya me conformaría, pero como decían los aficionados de antes, no tienen afición, lo que era un defecto tan grande como el codilleo o meter el pico.
Si les ponen a estos en polígrafo lo revientan.
Un saludo

Unknown dijo...

Una vez más, un gusto, leer el blog y los comentarios.
Seguimos gastando tinta.
La pintura que ilustra la entrada, pa quitarse el sombrero.
Saludos de alguien que siempre está al acecho de nuevas entradas.

Enrique Martín dijo...

Iván:
Ya sé yo que aiempre estás ahí, y no sabes como te lo agradezco y lo que anima. Con este apoyo tú mismo eres culpable de que me den más ganas de seguir escribiendo, así que tú verás, si no quieres gastar tinta...
Un saludo

Anónimo dijo...

El modelo de gestion necesita un cambio, donde el aficionado tome partido. La ilustración de puerta grande.

Enrique Martín dijo...

En Barrera:
Muchas gracias por lo del dibujo. Quizás una de las cosas que primero habría que pedir es afición de los gestores y a partir de ahí aplicar lo que siempre ha valido e incorporar cosas que se adapten a los tiempos, pero sin inventos rocambolescos.
Un saludo y gracias por tus visitas