La primera vez que vi a Carlos Escolar Martín, Frascuelo, fue en mis tiempos de la andanada del 3, cuando lucía el abono de estudiante, cuando allí arriba nos debíamos juntar casi todos los chavales que acudían a la plaza. Creo recordar incluso que ponía banderillas, aunque ahora, con el paso de los años, es algo que no me atrevo a afirmar con rotundidad, así que si hay alguien que tenga mejor memoria que yo, espero que me lo aclare. Era uno de tantos de los que desfilaban domingo tras domingo por el ruedo de las Ventas y que sorprendían la mirada de un chaval de diecitantos años, los Gabriel de la Casa, Manolo Cortés, Bernadó, El Regio, Sánchez Bejarano, Marismeño, Paco Aguilar, Curro Luque, El Inclusero, el Hencho y tantos otros. Toreros, como Frascuelo que para nosotros no eran nadie, pero que nos enseñaron en muchos casos lo que era el toreo y que no todo eran los matadores punteros que se anunciaban en San Isidro. Puede que esta legión de toreros de la clase media fueran los que ayudaron a cimentar esta afición haciéndonos ir a los toros todos los domingos.
Con el tiempo Frascuelo no solo dejó de ser un desconocido que sorprendía a los ojos de quien estaba abriéndose de verdad a esto de los toros, sino que empezó a convertirse en un torero al que no se podía dejar de ver y en el que había que fijarse en todo lo que hacía y en lo que no hacía. A medida que pasaban los años, esa forma de hacer y de moverse, que un tiempo fueron el “abc” de todos los vestían medias rosas, empezaron a ser el testigo de otras épocas, que había que paladear intensamente, porque empezaban a caer en el olvido.
Frascuelo se convirtió en torero predilecto y mimado por el público de Madrid y todavía hay quien se extraña de que los siesos de las Ventas se rompan las manos a aplaudir en cuanto le ven asomar por la puerta de cuadrillas. ¿Por qué? - se preguntan- si aún no ha hecho nada. Pues nos rompemos las manos por varios motivos, porque recordamos aquella faena televisada en una plaza instalada dentro de un castillo, porque recordamos aquella estocada que hizo rodar al toro antes de que éste pudiera dar dos pasos, por ese toreo a la verónica tan de verdad, por las medias, por todo su toreo clásico y lleno de torería, porque aún se atreve a intentar recoger el toro por bajo al iniciar la faena, por los trincherazos, por la forma de embarcar al burel en la muleta, en definitiva, porque no quiere engañar a nadie.
Pero creo que aún hay algún motivo más, quizás para que todos los taurinos, periodistas, turistas, aficionados de aluvión, expertos en la tauromaquia 2.0, expertos en las hazañas del G7, G 10 y todos los “G” que se nos ocurran, para que todos estos se enteren de que es lo que queremos ver, de lo que esperamos como aficionados a los toros, que estamos hartos de esos torerillos de pitiminí que se creen incomprendidos. Frascuelo, víctima de las empresas, de los manejos de los que mandan en este sórdido mundo, de las cornadas del toro que otros ni saben que existe, no es un incomprendido, no tiene que justificarse con esa sarta de bobadas que otros repiten tarde tras tarde para justificar su ignorancia e inoperancia ante el toro toro.
Por todo esto, y más, Frascuelo es nuestra debilidad, esa debilidad que nos hace debatirnos entre pedir que se retire y desear que no lo haga nunca. Por un lado vemos que el tiempo no pasa en balde, que las facultades ya no responden igual que antes y que el toro al que le enfrentan exige de manera extraordinaria y que al menor descuido le puede mandar a la enfermería; no hace falta mirar demasiado para atrás para recordar la fea cornada de hace unos años. Y al mismo tiempo seguimos esperando esas verónicas rematadas con su media, o verle irse hacia el toro muleta en mano. La lógica diría que ya pasó el tiempo de que Frascuelo se vista de luces, Solo son dos o tres tardes por año, en el mejor de los casos, pero quizás esa misma escasez de contratos vayan en su contra. Resulta muy difícil, por mucha preparación que se tenga, encontrarse en la mejor condición una vez al año.
Quizás ya va siendo hora de que nos hagamos a la idea de que hay que despedirse de Frascuelo, el último de una época que parece que ya no tiene sucesor ni entre los matadores de toros, ni entre los de novillos. Sí es verdad que ha llevado a algún novillero recientemente, pero parece que éste no ha acabado de asimilar esa forma de entender el toreo. ¿Tendremos que resignarnos? Pues parece que sí, que una vez que deje de acudir a su cita de todos los años en el duro agosto de las Ventas, ya no tendremos clasicismo al que agarrarnos, ni torería con la que llenarnos los ojos y si algún joven aficionado nos pregunta que a quién se parecía Frascuelo, ya no sabremos qué contestar. Y esto me pasó a mí en este mismo sitio. Fue una de las preguntas más complicadas que me han hecho, el autor se acordará, sin duda. Pues la respuesta podría ser que Frascuelo es lo más parecido a un torero, quizás porque él es un torero; si alguien quiero hacerse una idea, que vaya este domingo 7 de agosto a los toros en Madrid. ¿Quedará alguna cita más?
Con el tiempo Frascuelo no solo dejó de ser un desconocido que sorprendía a los ojos de quien estaba abriéndose de verdad a esto de los toros, sino que empezó a convertirse en un torero al que no se podía dejar de ver y en el que había que fijarse en todo lo que hacía y en lo que no hacía. A medida que pasaban los años, esa forma de hacer y de moverse, que un tiempo fueron el “abc” de todos los vestían medias rosas, empezaron a ser el testigo de otras épocas, que había que paladear intensamente, porque empezaban a caer en el olvido.
Frascuelo se convirtió en torero predilecto y mimado por el público de Madrid y todavía hay quien se extraña de que los siesos de las Ventas se rompan las manos a aplaudir en cuanto le ven asomar por la puerta de cuadrillas. ¿Por qué? - se preguntan- si aún no ha hecho nada. Pues nos rompemos las manos por varios motivos, porque recordamos aquella faena televisada en una plaza instalada dentro de un castillo, porque recordamos aquella estocada que hizo rodar al toro antes de que éste pudiera dar dos pasos, por ese toreo a la verónica tan de verdad, por las medias, por todo su toreo clásico y lleno de torería, porque aún se atreve a intentar recoger el toro por bajo al iniciar la faena, por los trincherazos, por la forma de embarcar al burel en la muleta, en definitiva, porque no quiere engañar a nadie.
Pero creo que aún hay algún motivo más, quizás para que todos los taurinos, periodistas, turistas, aficionados de aluvión, expertos en la tauromaquia 2.0, expertos en las hazañas del G7, G 10 y todos los “G” que se nos ocurran, para que todos estos se enteren de que es lo que queremos ver, de lo que esperamos como aficionados a los toros, que estamos hartos de esos torerillos de pitiminí que se creen incomprendidos. Frascuelo, víctima de las empresas, de los manejos de los que mandan en este sórdido mundo, de las cornadas del toro que otros ni saben que existe, no es un incomprendido, no tiene que justificarse con esa sarta de bobadas que otros repiten tarde tras tarde para justificar su ignorancia e inoperancia ante el toro toro.
Por todo esto, y más, Frascuelo es nuestra debilidad, esa debilidad que nos hace debatirnos entre pedir que se retire y desear que no lo haga nunca. Por un lado vemos que el tiempo no pasa en balde, que las facultades ya no responden igual que antes y que el toro al que le enfrentan exige de manera extraordinaria y que al menor descuido le puede mandar a la enfermería; no hace falta mirar demasiado para atrás para recordar la fea cornada de hace unos años. Y al mismo tiempo seguimos esperando esas verónicas rematadas con su media, o verle irse hacia el toro muleta en mano. La lógica diría que ya pasó el tiempo de que Frascuelo se vista de luces, Solo son dos o tres tardes por año, en el mejor de los casos, pero quizás esa misma escasez de contratos vayan en su contra. Resulta muy difícil, por mucha preparación que se tenga, encontrarse en la mejor condición una vez al año.
Quizás ya va siendo hora de que nos hagamos a la idea de que hay que despedirse de Frascuelo, el último de una época que parece que ya no tiene sucesor ni entre los matadores de toros, ni entre los de novillos. Sí es verdad que ha llevado a algún novillero recientemente, pero parece que éste no ha acabado de asimilar esa forma de entender el toreo. ¿Tendremos que resignarnos? Pues parece que sí, que una vez que deje de acudir a su cita de todos los años en el duro agosto de las Ventas, ya no tendremos clasicismo al que agarrarnos, ni torería con la que llenarnos los ojos y si algún joven aficionado nos pregunta que a quién se parecía Frascuelo, ya no sabremos qué contestar. Y esto me pasó a mí en este mismo sitio. Fue una de las preguntas más complicadas que me han hecho, el autor se acordará, sin duda. Pues la respuesta podría ser que Frascuelo es lo más parecido a un torero, quizás porque él es un torero; si alguien quiero hacerse una idea, que vaya este domingo 7 de agosto a los toros en Madrid. ¿Quedará alguna cita más?
30 comentarios:
Enrique:
Muy buena y merecida entrada para alguien que todavía nos hace saborear las mieles del toreo. Menuda nómima de buenos toreros en la andanada, ¡buena memoria!
Un abrazo!
David:
No te confíes de lo de la andanada, que también había los aspirantes a aplaudidores. Alguno incluso sale por la tele, y hasta ahí puedo leer.
Un abrazo
¡Oído cocina!
Con todos mis respetos, toreria amontones, lo que querais, en lo que yo estoy de acuerdo, pero......CREO QUE YA ES HORA de RETIRARSE.
Creo que segun dicen allegados al maestro, le quieren convencer de ello, pero esta mas pa lla que paca y no hay manera.Esperemos que no sea una cornada por no tener facultades fisicas, la que le retire del todo.
Enrique:
Hablar de Carlos Escolar "Frascuelo"
es hablar de historia en el toreo...
La entrada es magnifica,es de un romantico de los toros,y no sere yo como aficionado quien pronunucie una palabra sobre Frascuelo, por la adimiración y respeto que me entraña este Torero,es mas, ni encontraria palabras para describirle como Torero.
David:
Y dos huevos duros. A propósito, ¿estás preparado para lo de mañana? Espero que vuelvan con la eliminatoria.
Un saludo
Grada del 7:
Pues ahí está la cosa, que ya hace un par de años se llevó un susto grande, del que afortunadamente salió, pero ya se sabe que los toros son como son, y mucho más los que le echan a él. Es una contradición, porque quieres que se quede y crees que debería retirarse.
Un saludo
Diego:
Es que no es nada fácil describirlo para alguien que no lo ha visto, sobre todo si lo que pretendes es dar una imagen de él en comparación con un torero de ahora.
Un saludo
Enrique:
Si lo he visto torear,quizas no en la misma epoca que tu por la diferencia de edad pero si lo he visto.
Me refiero a que no encuentro las palabras para describirlo porque me parece un torero con un aire tan diferente que no me veo en el derecho a describirlo,y mas aún cuando siento admiración por el.
Es como cuando quieres describir una cosa y no encuentras la palabra adecuada y recurres al dicho -"no te lo se explicar, tienes que verlo"-
Suerte a rascuelo y en consecuencia a los que teneis la suerte de verlo.
Enrique:
La esperanza es lo último que se pierde. çConfiemos en nuestro Atleti, nosotros también ¡podemos!
Fabad:
Exactamente, su suerte es la de nosotros. Ya oi contaré, aunque tened en cuenta que es un torero por el que tengo debilidad, así que no seré demasiado imparcial, seguro.
Un saludo
Diego:
Ya hemos hablado en otros momentos de haber visto o no a unos toreros o a otros, pero en este caso creo que los dos hemos visto la mejor época de Frascuelo, maduro y muy asentado.
Un saludo
David:
Va a ser un año muy duro, ¿no crees? Fuerza y paciencia.
Un abrazo
Enrique: Siendo sinceros, ¿no es ya a destiempo esta salida de Frascuelo a Madrid? Padre Cronos no pasa de balde por nuestras vidas y más vale dejar un buen recuerdo que una amarga memoria por las secuelas que nos dejan las facturas que nos pasa el que según los mitos griegos, era el padre de todos los dioses. Es muy triste escuchar de tal o cual torero: "fue muy importante, pero al final, anduvo dando lástimas...".
Frascuelo tiene toda la torería que a los "figurines" juntos les falta, pero creo que ya no tiene "los 25" que el "toro de 5" exige.
Y por los que nombras de tus tiempos del "3". Me tocó ver por estos pagos a Manolo Cortés, a Gabriel de la Casa y más veces a Joaquín Bernadó (que creo que sigue siendo el torero español que más corridas ha toreado en México en la historia) y los tres tenían lo suyo. Al que más vi fue a Bernadó, que venía mucho por Aguascalientes.
Saludos.
Xavier:
Pues sí, ya le llegó el momento o quizás ya le llegó hace tiempo, y seguro que se mantiene por lo diferente que es a todos los mocitos que calzan taleguilla y lucen coleta. El domingo iré, pero sería bastante triste tener que estarle justificando por cuestiones de edad. Ya la última vez estuvo más que justito de recursos y ahora ha pasado un año más. Lo que no quiere decir que no dé una gran tarde de toros, todo es posible, pero los años están ahí.
De los que nombras de mis años de andanada del 3, seguro que tú me ganas en veces en que hayamos visto a Bernadó. Él icluso lo ha comentado alguna vez en las retransmisiones de Telemadrid. Manolo Cortés era artista hasta para rascarse la oreja y Gabriel de la Casa fue torero y se mantuvo mucho tiempo, con honradez y no falto de clase, a pesar de sus limitaciones físicas.
Xavier, nos debemos estar haciendo muy mayores, porque si ya echamos mano a los años de los diecitantos.
Un saludo
que buena tu critica enrique!
Yo me conformo con verle ir al toro como bien decias antes con muleta en mano y con andares de torero con la muleta bien planchadita y pegarse unos doblones con gusto por abajo!!CON ESO ME CONFORMO!
GUSTO,EMPAQUE,TORERIA,SABOR,HONDURA ASI ES FRACUELO!
Esto vale mil veces mas que tantas y tantas faenas repetitivas de vulgares como perera,talavante,cid,niño manzanares,juli,tendero(hay que joderse quien le dijo a esta criatura que fuera torero)
Y que haya gente que el torero jose tomas que NO ES MAS QUE UN ESPANTAPAJAROS con el capote y con la muleta lo ENDIOSEN!
Que gran torero manolo cortes!que empaque! y buahh joaquin bernado un pura clase!
Enrique ¿y ahora que digo yo?
Que agusto me voy a dormir!
FRASCUELO...ESTÁ TODO DICHO!
Gracias por estas entradas que a mi personalmente me hacen disfrutar tanto como al ver una gran faena.
Se me ha jodido la impresora y ahora me toca ir con el pendrive cuando ya tengo "recolecta" de entradas La señora de la tienda me cobra solo por el hecho de pasarlo del pen al pc, 60 cétimos y me jode, pero mañana cuando le lleve esta, si quiere que me cobre 3 euros.
Un abrazo.
Enrique, es que ya nos está llegando "l'ancia..." nidá...
Saludos.
En tiempos donde la mayoría, por no decir todos, los toreros traen la faena hecha desde el hotel, Frascuelo surge como uno de esos vinos guardados en la bodega desde hace muchos años. Siempre hay una nota que hacía tiempo no paladeábamos y sabemos que puede surgir (o no), pero al menos queda la incertidumbre de saberlo. Hasta ahí los elogios al Maestro.
Mi opinión está acorde con alguno de los comentarios, su mejor tiempo ya pasó y, por el aprecio que le tengo, creo que lo más sensato es la retirada. En el San Isidro de 2008 se llevó dos cornadas de un toro de San Martín (manda cojones meterlo a su edad con esos toros), después reapareció en El Escorial con la misma ganadería y se llevó un buen susto. Después le he visto llevarse otro susto en Madrid y muy mermado de facultades. Sensatamente no debería estar en los ruedos, por mucho que sintamos su “pérdida”.
Desde otro punto de vista y como muestra de la catadura moral de Taurodelta, en vez de meterlo como despedida en San Isidro donde pudiera tener una emotiva despedida a plaza llena, lo meten en pleno mes de Agosto cuando no va ni el tato a la plaza y con una ganadería que en Las Ventas suma fracaso tras fracaso. Si su intención no es estrellarlo, ya me contarán ustedes cuál es su propósito.
Allí nos veremos, saludos,
J.Carlos
Anónimo:
Frascuelo tiene esas cosas que ya no estamos acostumbrados a ver y que nos hacen recordar algo que era bastante más habitual, sin dejar de ser extraordinario. Aunque yo creo que no hay que resignarse y hay que seguir exigiendo que se vuelva a esto.
Un saludo
Anónimo:
Ya ves la clase que tenían, pero, en el caso de Bernadó, a lo que se ha llegado con sus comentarios en la tele.
Un saludo
Iván:
No me digas que pagas por que te impriman mis entradas. Si te sirve de algo, yo creo que no tengo ninguna en papel. Pero me alegra muchísimo el que te puedan gustar las cosas que escribo.
Un saludo
Xavier:
"l'ancia... nidá" a algunos nos llega con cinco puertas, amplio maletero y elevalunas eléctrico, porque con las cinco décadas a menos de una semana vista, uno ya necesita amplitud y comodidad.
Un saludo
J.Carlos:
Pues tienes toda la razón en los halagos y en la crítica. Yo las últimas veces que le he visto sí que es verdad que le vi bastante limitado, con el peligro de no llegar, de no saber si iba a salir con bien de las situaciones un poco apuradas, lo que se veía en las cuadrillas. Y es más, el hecho de que se aparte de los ruedos no creo que vaya a defraudar a nadie, ni que se le tome como un abandono, ni nada parecido. Sobre el trato que le ha dado Taurodelta, pues ya lo has dicho tú, que le podíam haber allanado un poco el camino para que en una tarde con todo Madrid en la plaza, se decidiera a cortarse la coleta.
Pero a pesar de todo, allí nos veremos.
Un saludo
si lo de bernado tela marinera en tv.Acompañando a moncholi que yo no he conocido en mi vida a un Critico o comentarista mas ignorante y con menos conocimiento que esta criatura.Q bobadas puede decir en una hora!
Bienaventurados aquellos que el domingo puedan ver a Frascuelo... porque de ellos sera...
Joder, que mala suerte Enrique. Os cambio la tarde por la de mañana viernes en Colombinas. Que mas quereis, tres por el precio de uno. Os cambio a Frascuelo por el Cordobés, El Cid y el Fandi... ¡Salis ganando macho!.
Un abrazo.
Anónimo:
Ya no es que sean bobadas por hora, es que es por minuto. Pero me reconocerás la facilidad que tiene para desdecirse y decir lo contrario de lo que ya había dicho.
n saludo
Marín:
SAbes que te aprecio, pero ¡puff! casi que te dejo disfrutar de El Cordobés y El Fandi. No querría quitarte ese gusto. Para lo de Frascuelo ya sabes lo que tienes que hacer, venirte.
Un abrazo
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