miércoles, 13 de junio de 2012

Epílogo de San Isidro: el problema está en los tendidos


Lo que iba a cambiar la cosa si saliera el toro todas las tardes


Señores ya terminamos la larguísima y absurda feria del patrón de Madrid, y ya puestos, hasta las corridas de toros que deberían haberse celebrado entre los meses de junio y julio, tal y como se supone que debe ser en una plaza de temporada. Otra cosa es que ese afán que la empresa calla, de aniquilar tal temporada, se formalice en un futuro no demasiado lejano.

Y en las que nos andamos, el ser humano no puede evitar ese vicio, esa manía o esa tortura para los demás, de ponerse a hacer resúmenes a sacar conclusiones o vaya usted a saber que patochada puede salir de quien quiere rellenar un espacio para mantener el blog vivo. Y yo no podía ser menos, así que después de este descanso, que aún me parece demasiado corto, me dispongo a exponerles mis razonamientos después de esta gloriosa feria de San Isidro 2012 y la Feria del Arte y la Cultura o del “Jarte” y la Costura (Xavier González Fisher dixit) o las corridas que deberían haber tenido lugar en la Plaza de Madrid en junio y julio; pero los señores empresarios han decidido juntar estos festejos para aprovechar la inercia de San Isidro y hacerse con unas entradas para unas corridas a las que igual no acudirán, pero que Taurodelta se asegura recaudar lo que no sacaría en verano con unos carteles infumables. En estos meses que antes eran en los que se daba la prensa, la Beneficencia y cuando venían a Madrid los excluidos de la feria, ahora nos ponen solo novilladas los viernes a las mil y gallo. Y es que no saben que hacer para que los toros se ajusten a la hora del cubata. Que lo primero es lo primero, a ver si nos vamos enterando.

Pues después de tanto festejo, tanto inválido, tanto borrego descastado, tanta morfología asardinada de los toros que matan las figuras, la prácticamente desaparecida suerte de varas sustituida por la suerte del chotis, en la que el penco hace que de vueltas el animalito a su alrededor mientras que el picador apoya el palo en el lomo, en el suelo o en las nubes; no confundir con la carioca, pues esta suerte fue inventada para picar a los toros, no para acariciarlos, ni para simular que se castiga. Hemos sido testigos de la abolición de la lidia y del desconocimiento más absoluto de esta por parte de los coletudos, que en la mayoría de los casos no saben ni colocarse para la foto, de la incapacidad de estas figuras para solventar el más mínimo inconveniente que presente el toro, que en ese momento pasa a ser imposible. Cuántos animales exigían que se les muleteara por abajo y se ha pretendido pasar solo con derechazos y naturales. Y así podríamos seguir y no acabar. Como ha quedado meridianamente claro que la feria preparada por Taurodelta era un fraude y una pantomima desde que se imaginó en la cabeza del triunvirato, con toreros que nunca debieron venir, con toros que jamás debieron repetir después de lo del año anterior y con un excesivo número de festejos confeccionados para que el coste fuera lo menor posible y el beneficio mayor que nunca. Y a todo esto, la fiel infantería de los plumillas y los de los micrófonos, jaleando grandezas que solo existieron en su imaginación y en las mentes abducidas de los aficionados televisionarios que siguen al pie de la letra las enseñanzas de sus “maestros”, repitiéndolas después como loritos, aunque no sepan lo que dicen.

Pero aún no hemos llegado al verdadero problema que acosa a la Fiesta de los toros, el verdadero mal está en los tendidos, gradas y andanadas de la plaza de toros de Madrid. Sí señores, así es, el problema de la tauromaquia es el público y más concretamente el de Las Ventas y todos los que vienen de fuera y se dejan abducir por ese poder hipnótico que proyecta sobre las mentes débiles y adocenadas. No es de recibo que en una feria que se organiza con motivo de unas fiestas patronales, haya grupúsculos subversivos que piden el toro íntegro, el toreo de verdad y la lidia clásica, sin pararse a pensar en que el prójimo lo que quiere es pasarlo bien, pedir muchas orejas y que el matador mueva mucho el trapo rojo delante de un animal que más bien parece amaestrado y entrenado para seguirlo obedeciendo las órdenes de un contorsionista vestido de colorines.

¿Dónde hemos ido a parar? Como estarán las cosas para pensar que el público que paga y exige que un espectáculo discurra de acuerdo a unos parámetros sobre los que se ha desarrollado durante décadas, como puede ser el problema. Es el problema porque no se resigna a ser timado y engañado, a que esto de los toros sea considerado como algo en que el aburrimiento es parte integral y de mucha importancia, el aburrimiento. No admite que le dicten como deben ser sus gustos y si no, solo le queda callarse y aguantar, aunque pague como el primero y en una temporada vaya sesenta veces más a los toros que esos que cuando salen descontentos de la plaza afirman eso de: “el año que viene no vuelvo”.

Estos culpables del deterioro de la fiesta son atacados sin piedad por los plumillas y locutores, que así esperan hacer méritos suficientes para que el poder tenga una atención con ellos cuando lo necesiten. Reciben las acometidas furibundas de matadores o exmatadores de toros, que o bien buscan asegurarse un plato de lentejas, o prepararse el terreno para cuando ellos mismos actúen por esas plazas del mundo, entre las que ya no está la de Madrid por no tener ni la categoría, ni el interés suficiente para verse anunciado en los carteles de Las Ventas. Y a lo mejor, aunque creo que sería muy ruín, hasta hay alguno que con sus comentarios quiere satisfacer su rencor hacia una plaza en la que nunca o casi nunca fue aceptado, y que conste que en este apartado no incluyo a Emilio Muñoz, matador de toros que nunca estuvo acertado por estas tierras, pero que años después ha tenido el valor y la vergüenza torera de afirmar que ahora entendía mucho mejor a la afición madrileña. Pero claro, ¿Dónde está ahora? Pues en su casa, porque hay otros que se ajustan mejor al guión de la tauromaquia moderna, lo cual dice mucho a favor del trianero.

Lo que son las cosas, unos señores que no dudan en gritar libertad, libertad cuando ven las orejas al lobo de la abolición, que recogen firmas y rubrican con su nombre las hojas exigiendo esa libertad para poder seguir acudiendo a las plazas, son los que niegan cualquier manifestación contraria a sus ideas. Lo mismo da que se les expongan argumentos razonados a los que ellos solo saben responder con las consignas de sus amos taurinos, eso de “Baja tú”, “Un respeto” o que se exprese la opinión cuando ya ha caído el toro. ¡Amigo! Si nos callamos cuando se está co0metiendo el atropello, una vez cometido ya no hay vuelta atrás y entonces pasará a imperar la dictadura de la mayoría sobre la razón y los usos que sobradamente han mostrado su conveniencia y su capacidad para construir algo tan grande como es el toreo. No me resulta fácil decir tauromaquia, pues es un término excesivamente manoseado por esta gente que se inclina ante el becerro de oro de la Tauromaquia 2.0. Ahora que cada uno saque sus propias conclusiones de lo ocurrido en la feria, de la situación de la fiesta y que piense si realmente es posible que el problema esté en los tendidos. A ver si no s centramos ya un poquito y recuperamos la cordura.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Por supuesto que el problema esta en los tendidos, en feria en el sol como dijo el día de las rayas rojas desde los micrófonos del plus A.Corbacho
" panda de imbéciles,con las neuronas recalentadas al sol que no tienen ni put. idea de toreo"
fuera de feria en el resto de tendidos !están vacíos!!!.

Xavier González Fisher dijo...

Don Enrique: Un par de cosas, quizás tres...

Primera: ¿entonces, ya en los imperios del "lado oscuro" de la así llamada "Tauromaquia 2.0", no puede uno ir a expresar su opinión a las plazas? ¿Dónde quedó aquello de que esos escenarios son los "más democráticos del mundo"?

Segunda: recuerde Vuecencia que Ibsen, en aquella brillante obra titulada "Un enemigo del pueblo" decía, creo que con sobrada razón, que, "la mayoría nunca tiene la razón"..., y

Tercera: ¿a dónde puedo pasar la factura por mis derechos de (h)autor, o será (j)autor de la expresión esa que Su Merced me imputa a diestra y siniestra?

Por lo demás, yo creo que necesitamos una "cura de reposo", allá dónde las monas señoritas que usan una curiosa montera blanca y que dan pildoritas de colores... nada más habrá que recordarles que las azules y amarillas ya no nos producen efecto...

Anónimo dijo...

Ahora para ser considerado un aficionado hay que aceptar el abuso de parte de la empresa,los apoderados,figuras,autoridad, ganaderos y todos a callar.
La impresión es que muchos están comprando la idea de la prensa aúlica que así está el toreo y no hay más.Es penoso.
Lo felicito y a renovar fuerzas y seguir en la lucha.
Verdeño.

Patxi Arrizabalaga dijo...

¡Olé!

MARIN dijo...

Has tocado las teclas Enrique. Y hemos comentado a titulo personal una y otra vez esto de que a el aficionado cabal lo estan echando del tendido o hace ya tiempo que lo echaron.

Para colmo, estos sitios vacantes son ocupados por verdaderos Okupas del toreo, Corbachistas que no se cortan un pelo en ningunear a todo aquel que pide una fiesta íntegra empezando por un toro íntegro y encastado, y que despues aguante el tirón el que mas pundonor y afición tenga a la fiesta como torero.

Y mientras todo esto pasa Enrique, hay muchas aficiones y pasiones verdaderas por este bendito mundo que se van apagando, y que con este sistema actual cada dia dejaran mas hueco libre en los tendidos para que la cola de los okupas siga disminuyendo.

Un abrazo.

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
A mí Corbacho me puede llegar a convencer, pero antes se tendrá que convencer a si mismo, a ver si se decide por el toreo "suicida" o por el toreo"tramposo". Eso sí, en los tendidos hay gente que le aplauden todo.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Don Xavier:
Visto lo mal que nos contaron la historia, según como nos descubren ahora algunas eminencias, nunca debió ser democrático este espectáculo. Yo coincido con ese que decía eso de la mayoría, aunque igual le faltó decir que la mayoría tiene los tanques, pero se pongan como se pongan, la mayoría no puede imponer una realidad, esta es la que es y además no tiene remedio. Y de lo tercero creo que se pierde la comunicación y hay interferencias. Ya sé que te he robado la frase, pero no me negarás que tiene mucha sustancia.
Un saludo y saludos a doña pastillitas y toques. Aquí se han declarado en huelga. Así uno escribe lo que escribe.

Enrique Martín dijo...

PAtxi:
Olé para ti, y muchas gracias.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
Muchas gracias por esas fuerzas que me llegan. Ahora para ellos el aficionado debe estar domesticado y temeroso del poder taurino, no vaya a ser que le expulsen de esos círculos de "aficionados privilegiados".
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Marín:
Tienes toda la razón, pero lo que no saben esos linces es que esos okupas desertarán al primer revés y entonces ¿quién les sustituirá? Pues a lo peor, nadie, pues los que podían hacer nuevos aficionados de verdad ya se habrán apartado definitivamente o ya no estarán en este mundo. Me veo a los taurinos en un futuro, con canas y regodeándose de sus "éxitos", pero también arrepintiéndose de muchas cosas que debieron evitar.
Un saludo

Anónimo dijo...

Creo que ha llegado la hora de ponerse exquisitos pero no como aficionados sino como contribuyentes.

La Comunidad de Madrid, como gestor de un patrimonio público de todos los madrileños, debe explicar:

1º por qué, con la opinión en contra de toda la afición y peñas taurinas, ha permtido que Taurodelta siga gestionando Las Ventas,

2º cuánto ha costado la carpa que había fuera de la plaza y los sueldos que han pagado a los que allí han trabajado y/o dado conferencias/charlas (yo he oído rumores que asustarían a cualquiera),

3º por qué el dinero que se ha invertido en la dichosa carpa no se ha empleado en mejorar los carteles isidriles,

4º por qué permite que la empresa siga deteriorando la temporada veraniega con carteles, ya no baratos, sino de saldo,

5º por qué no se dice abiertamente lo que han pagado a ganaderos y toreros, más de una y cinco sorpresas nos llevaríamos,

6º por qué han permitido que el precio de las entradas subiera por encima del IPC

No sigo con las preguntas pero habría que contestar muchas más, ya sabes que este mundillo es muy pequeño y al final se sabe todo porque tenemos contacto con mucha gente y al final se sabe todo.

La Comunidad de Madrid ha dejado escapar de las arcas autonómicas cerca de 3 millones de euros. Si ello hubiera sido para dar un mejor servicio a la ciudadanía lo vería correcto pero ha sido todo lo contrario. Por ello deben dar explicaciones y la oposición debe exigirlo.

Si son tan ciegos de no ver que 2.000 abonados se han dado de baja y que ha habido claros en los tendidos, incluso en la corrida de Victorino, es que o tenemos unos gobernantes muy torpes o es que hay intereses de por medio. Y en tiempos de crisis tan grave como la que padece nuestro país, una Comunidad de Madrid medio seria no puede permitir que haya la más mínima duda sobre la gestión de un bien cultural como ellos mismos pretenden que así sea.

Y la afición madrileña, como conjunto, somos unos mierdas. Unos mierdas porque callamos mientras hacen con nosotros lo que quieren. Si la solución fuera abandonar el abono… pero tampoco es así pues son muchos los que se han ido hastiados de tanta bazofia y la cosa no sólo no ha mejorado sino que cada vez va a peor.

Lo vaticiné y seguro que el tiempo me dará la razón, de aquí a pocos años vamos a coger los abonos que queramos y donde queramos. Las colas se han acabado, ya el año pasado se podían coger buenos abonos sin hacer cola y este año ha sido igual, incluso han salido a la venta abonos de sombra que antaño era impensable se pudieran coger.

Pero son tan torpes que no se dan cuenta que están matando la gallina de los huevos de oro. Por mí, que les den…y si esto se tiene que acabar, que se acabe de una vez. Para ver pantomimas me quedo en mi casa viendo una película.

Saludos
J.Carlos

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
No hombre, la CAM no tiene la culpa, ¿no ves lo que han hecho por la fiesta? La han declarado BIc, que todavía no sé a lo que obliga, y después se han cruzado de brazos. Pero seguro que para no entorpecer, por supuesto. Esa misma CAm que con arduo trabajo ha elaborado un pliego de condiciones "muy exigente", tanto que casi solo se podía presentar una empresa, ¡qué casualidad! justamente la que estaba. Lo que son las cosas. Y luego se nos llenará la boca apoyando la Fiesta y firmando en las nubes. Ya ves, y no mejoramos. Le seguiremos dando vueltas a lo mismo y ellos solo a embolsarse los beneficios. No me digas que no era para que se plantearan algo después de la bazofia de feria. Pero no, y lo que queda es liquidar la temporada. Como tú dices, si conociéramos los números, más de uno se tiraba de los pelos. pero nada, aquí están todos felices. Mientras se siguen marchando los aficionados, con lo que están encantados, pues los que los suplen son unos ignorantes pintones.
Un saludo

Diego Cervera Garcia dijo...

Enrique:
Buena reflexión, pero sinceramente no se ni que opinar porque tengo la cabeza echa un lió, y antes de escribir alguna cosa absurda prefiero leer y callar.

Yo a titulo personal estoy muy desencantado con todo en general, excepto con el toro, que al fin y al cabo es el que menos culpa tiene porque es el único que no tiene poder de elegir y no es dueño de su vida.

Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Diego:
Eso está claro, pero los señores que lo crían y que los mandan para Madrid, así como los que los piden, los eligen y los compran, de esos mejor no hablar.

Un abrazo

Anónimo dijo...

No nos queda otra que resignarnos a dejar el templo del toreo en manos de los mercaderes...triste y vergonzoso final !porque esto es el fin!!!

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
Me cuesta darle la razón, igual que imagino que a usted le cuesta tenerla, pero parece que esto sigue hundiéndose y hundiéndose cada vez más. Y al final, el mar solo devolverá un cadáver a la orilla.
Un saludo

Anónimo dijo...

QUE LO SALVE EL ROSCO, EL SALVA PATRIAS DEL 7, vaya banda, ellos tienen parte de culpa, lo que era el 7 y lo que es ahora, penoso.

Viriato

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
No sé yo si sería honesto y responsable poner en manos de una persona la salvación del toreo, y más cuando esta persona está en el tendido. No creo tampoco que la decadencia del 7 sea responsabilidad suya. Quizás haya influido en mayor medida las amenazas y agresiones que algunos de los habituales de este tendido sufrieron en el pasado, la basura que aguantamos año tras año, que ha hecho que muchos se marchen de las plazas, el que no ha habido relevo. Pero tampoco me parece razonable echar la culpa al 7. Esa es una cantinela relativamente moderna, el pensar que en Madrid los críticos estaban solo ahí. También estuvo la andanada del 8, el 4 y el 3, la sombra, que no era la verbena que es de un tiempo para acá, que casi solo aloja a claveleros zampacanapes aplaudidores. Allí estaban los más serios y exigentes de la plaza. Y si a esto añadimos el adoctrinamiento de la tele oficial y de la abrumadora mayoría de medios de comunicación, pues entonces tenemos lo que tenemos y no hay ni 7, ni Rosco que remedie el adocenamiento y la vulgarización del toreo actual. Pero el Rosco y el 7 no tienen tanto poder.
Un saludo