domingo, 3 de junio de 2012

Va a haber que pensarse algo



No sé si a la autora de este dibujo le quedarán muchas ganas de seguir acompañando a su papá a los toros

Está claro que esto está a punto de acabarse, la feria claro, aunque si hacemos balance de lo que ha pasado en la primera parte con toreros y ganaderías y lo que se nos viene encima con eso del Arte y la Cultura, podríamos creer que también puede que estemos a punto de echar el cierre a esto de la Fiesta de los Toros. Estamos hablando de recortes y a lo mejor le metemos mano a uno de los símbolos más conocidos de nuestro país en el Mundo. Ahora tenemos dos días de descanso y luego seguiremos, aunque sin demasiada ilusión, para qué decir otra cosa. Después de la de Cuadri, esta se nos puso a cien. “Y mañana los Adolfos” se oía entre el público a la salida de los toros, pero ese mañana llegó y el entusiasmo ha sido sustituido por una pequeña decepción..

Ya llevamos años en que el hierro de don Adolfo Martín discurre por unas regiones neblinosas, caminando en círculo por una ciénaga y sin acabar de encontrar la forma de salir de ese fangal. A veces parece como si quisiera mantener esa reserva de casta que nos despierta de la apatía generalizada, pero otras es como si intentara adentrarse en eso de la Tauromaquia 2.0, con ciertos toques más comerciales. Que no es algo tan descarado como en otros hierres señeros que ya se han entregado a los brazos del lado oscuro y ahora en lugar de criar toros, se ocupan en buscar excusas. No digo yo que don Adolfo vaya por ahí, pero en cuanto se quiere suavizar un poquito puede que se te vaya la mano demasiado. De primeras la corrida salió muy desigual, que no es nada malo, pero es un signo donde se pueden leer muchas cosas. El primero, una lámina, engatillado, se cruzaba muchísimo por el pitón izquierdo, tanto que parecía de primeras que iba al bulto, pero solo fue una apreciación errónea de inicio. Mal colocado en el caballo, se le picó trasero, empujó con fijeza y derribo al montado, para después irse suelto. En la siguiente vara el picador se vengó a base de barrenar. Se dolió de las banderillas, donde esperaba una barbaridad por el pitón derecho. José Luis Moreno, que no es que se empleara demasiado durante la lidia, empezó con medios pases y al ritmo que le marcaba la violenta embestida del Albaserrada. Toreo a base de pico, muy pesado, como si no se diera cuenta de que el toro solo escarbaba y no tenía intención de gastar ninguna arrancada más. Tuvo complicaciones para hacerle doblar, llegando a escuchar dos avisos y tener encima la amenaza del tercero.

En el segundo se apreció más movilidad en el Adolfo, pero a costa de no castigarle en el caballo. Lo recibió Juan Bautista con unas verónicas más que aceptables, en las que creo que solo se enmendó en una de ellas. Lo llevó al caballo con un galleo muy airoso por chicuelitas, rematado con una revolera que dejó al toro en su sitio. Empujó de lado mientras le tapaban la salida. Otra revolera para dejarlo en el sitio en el segundo encuentro, y cuando la gente empezaba a crecerse, el palo resbaló por todo el lomo del cárdeno y después no se puede decir que le picara. Quite de Fandiño siempre con el paso atrás y respuesta del francés con un ceñidísimo delantal y otra revolera. Estupenda intervención de Curro Robles con los palos de los que se dolió el animal. Todo parecía propicio para que ocurriera algo grande, pero ¡aaay! Comenzó Juan Bautista abusando del pico y escupiendo al toro de la suerte. Al natural todavía se empleó con más sosería aún, unos naturales de frente, pero con el feo vicio del pico. El toro ya se paró y de lo esperado nada de nada. Una media rinconerilla eficaz y a pensar en el siguiente.

El tercero, que correspondía a Iván Fandiño, del que tanto se espera, empezó yendo al caballo después de que el vasco lo pusiera al caballo con la suerte del “Ahí te quedas”, que si acaso venga el caballo a buscarte. Puyazo trasero casi solo señalado, refilonazo en el segundo, tapándole la salida y apoyando el palo trasero. El comienzo de la faena fue con el toro en terrenos del 8, junto a las tablas y con el matador en la boca de riego adelantando la muleta, a donde llegó aquel al paso y sin codicia. Tanda de derechazos sin torear, dando más aire que sensación de poder, sin rematar los pases. Continuó dándole distancia al Adolfo, algo más ajustado, pero a lo que decía el toro, noble y acudiendo a toda tela que se le mostraba. Consiguió templar algo más, pero también metió más el pico y banderazos para cerrar las series. Por el izquierdo no tenía ni un pase, por lo que hubo que volver a tomar la derecha. Llegó la hora de entrar a matar, para lo que Fandiño encontró más dificultades de las previstas, pareciendo imposible lograr cuadrar al toro. Un primer intento recibiendo que pegó en una banderilla y luego otro infierno para acabar lo que se estaba convirtiendo en una pesadilla. Dos avisos y fue un bajonazo casi en la paletilla, un metisaca, lo que puso punto y final.

José Luis Moreno tuvo que bregar con el abanto cuarto de la tarde. Se le picó mal, trasero y tapándole la salida al toro, que empujó de lado, para acabar saliendo moribundo de debajo del peto por lo recibido en la segunda vara. El cordobés ya poco pudo hacer, quizás lo podría haber hecho antes ordenando que su picador midiera el castigo. Quizás es falta de ambición de un torero respetado, con buena imagen, pero que en sus visitas por Madrid no ha refrendado lo que se dice de él. Al quinto Juan Bautista le aplicó la típica lidia moderna, dejarle a su aire en el primer puyazo, donde aunque el Adolfo empujó, no disimuló sus ganas de quitarse el palo. En la siguiente ocasión se dejó sin más. En el último tercio se derrumbó sobre la arena y el galo se limitó a merodear por los alrededor, más para justificarse, que para intentar hacer realmente algo. El que estuviera aburriendo al personal, sin pensar en lo que ya llevábamos a las espaldas, no tenía sitio en su cabeza, porque él es un profesional y se notó.

Y llegamos al final de la feria en honor del Santo, San Isidro Labrador, que según lo visto en el ruedo, los taurinos no le deben tener demasiado aprecio. Cerraba la feria Iván Fandiño, que entró en pleno proceso de ascenso y que no ha acabado de confirmar todo lo que se esperaba. Trepó a los primeros puestos a base de pundonor, valor y con toros de esos que no quiere nadie, pero con otro tipo de ganado parece que ha evidenciado sus limitaciones para bregar con otro ganado. El sexto salió defendiéndose y hasta pegando algún que otro tornillazo. Fue bien al caballo en la primera vara, donde se le picó trasero y más bien poco, y tardeó para ir una segunda vez, en la que el picador se agarró bien. En la última faena, Fandiño no se puede decir que se acoplara, comenzó por el pitón izquierdo levantando la mano al final del pase, muchos pases insustanciales y enganchones ante un oponente que no tenía nada, Un pinchazo y un bajonazo casi a cámara lenta y se acabó. Ahora viene eso del Harte y la Incultura, eso que nos quieren hacer creer que no tiene nada que ver con la feria, cuando realmente con lo que no tiene que ver es con la Fiesta íntegra y mucho menos con eso del Arte y la Cultura; ¡qué empeño! De tanto repetírmelo y según quien lo repite uno va a acabar por no creérselo de ninguna de las maneras. Quizás el mejor título para este miniciclo sería el de “Las Corridas que antes se daban en junio y julio, pero que ahora reducimos a la mitad y las juntamos, para que los señores empresarios y del clavel se puedan marchar de vacaciones y de rondón, la Beneficencia. La corrida más importante del año, porque reúne a los triunfadores de San Isidro, con el ganado triunfador del año anterior. ¿No? ¡Huy! ¿En qué estaría yo pensando?  Si esto ya se cierra allá por Diciembre o Enero. Olvídense de todo lo dicho, ahora los criterios se han modificado, aunque yo no logro olvidar como se entraba en esta corrida. Otro bodrio, otro insulto a la Fiesta de los toros, donde la única variación es la decoración de las banderillas. Si al final va a ser verdad que ante este panorama, después de tanta farsa y pantomima, bien por parte de los aficionados, los taurinos o los políticos... va a haber que pensarse algo.

PD: Perdón por tanta tardanza, pero después de tantos días ausente de casa, el primero que me han visto libre me las han hecho pagar todas juntas.

9 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

¿Qué es eso de la "fiera del harte y de la costura"? ¿O será que las pildoritas afectan mi habilidad lectora? Saludos.

Luis Cordón Albalá dijo...

Enrique, ayer por momentos me dio la sensación de que estaba viendo a los cuvis o juanpedros pero teñidos de cárdeno. Que suerte que a la 1º, por ser triunfadora del año pasado con dos excelentes encierros lidiados en la feria de 2011 como tu bien dices, la tendremos aquí el miércoles.
De verdad que no se con qué habrá refrescado Adolfo su ganadería, pero le ha bajado muchísimo el listón de casta y ha subido el de borreguez, y prueba de ello es lo de ayer.
Por cierto, me alegro de que te gustara la corrida de Cuadri, se ve que no soy el único ignorante y mamarracho que había ese día en la plaza. Más que nada porque algunos "profesionales" de esto son los más listos y los que más saben del mundo, y si encima se tienen que subir a impartir su sabia cátedra a la grada porque están en paro, muchísimo mejor.
Un abrazo maestro

MARIN dijo...

Pues a mi hubo toros que me gustaron Enrique, segundo y tercero. El que se equivocó fue Fandiño, estuvo bien, pero se equivoco en estar mas pendiente del tendido que de lo que tenia delante.

Que Dios te coja confesado para la feria del "Arte y la cultura".

Un saludo.

Juan Medina dijo...

¿O será la Feria del Harte y la Hartura? En castúo, Jarte y Jartura...

Feria que veo que incluye el cartel incomparable que gozamos to' los años en provincias: El Cordobés, Rivera y Fandi.

Felicidades a la autora de ese dibujo tan chulo. Lo suyo es afición de la buena.

Un abrazo.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Se ve que refuerza lo de encontrar el significado oculto, como si este estuviera escrito con zumo de limón.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Luis:
Claro que no eres el único "ignorante" y ellos saben lo que hay, pero como la familia Cuadri no se debe casar con nadie y además molestan a sus torerillos, pues leña al mono. Seguro que estuvo muchísimo mejor la de Alcurrucén, a la que se picó menos que lo que se llevó un Cuadri en una vara.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Marín:
Yo a Fandiño le he visto atascado. No he apreciado ninguna mejora respecto a lo visto anteriormente. Habrá que seguirle, pero tiene que mejorar.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Juan:
Y yo que me voy a perder esa corrida del arte y la cultura rosa. Esto es un castigo del más allá. Que malos habremos sido en otra vida para tener que sufrir este suplicio. La autora no sé si mantendrá mucho tiempo esa afición, porque se lo están poniendo muy difícil.
Un abrazo

Diego Cervera Garcia dijo...

Enrique:
La tauromaquia en general a entrado en un dinamismo de comodidad, y como se suele decir, sálvese quien pueda.

Desastre y tortura pues es la prolongación de un ciclo Isidril caótico, que lo pueden llamar como quieran, y maquillarlo de cualquier manera, pero sigue siendo mas de lo mismo.

Un abrazo