lunes, 3 de diciembre de 2012

De EJEcutores, EJErcicios, EJEmplos, vEJEstorios, sin saber dónde está el EJE

No creo que haya un EJE mejor, que unos buenos mozos con trapío y encastados


¡Eje! Se le dice al toro para llamar la atención, ¡eje! dice el que esboza una medio sonrisa, ¡eje! el que muestra cierto acuerdo con su interlocutor, anda que no hay “ejes” ni nada. Si queremos halagar a alguien, decimos que es un EJEmplo; si se le recomienda una vida sana, se le manda a hacer EJErcicio; para una labor complicada y que no permite fallos, se echa mano de un buen EJEcutor; y cuando no se cuenta con alguien, a veces se le quiere apartar diciéndole que es un vEJEstorio, como si esto fuera un insulto. Pero no todo el mundo provoca tanto enfado, tanto consenso, tanta risa e incluso burla, a veces indignación y otras vergüenza ajena, que don Álvaro, el amo de Núñez del Cuvillo.

Vamos a hablar de don Álvaro y para eso hay que haber hecho antes un punto y aparte, y una vez hecho, pues cojámonos de la manita y hala para adelante. Resulta que a este señor que tanto se emociona cuando tiene que llevarse un toro de vuelta a la finca, el toro le importa un pimiento; y se nota, vaya que si se nota, aunque cuando es porque se lo indultan, bien que le gusta luego salir en los medios, no muchos, porque ya se sabe como casa de mal esto de los medios y los toros, pero en los que lo admiten, bien que le gusta aparecer. Que si fue un momento histórico, que vaya suerte la que tuvo con ese torero… Vamos a ver, ¿cómo puede hablar de suerte de que a un torero le toque uno de sus toros? Ahora va a resultar que es cuestión de suerte el que sus corridas las mate Manzanares, Morante y todos los que van siempre detrás. Pero hombre, piénsese usted las cosas, si son los que le matan todo, hasta el pulgón en las macetas del balcón, ¿cómo va a ser cosa de la fortuna? Si en el esportón llevan sitio para los capotes de brega, capotes ligeros, pesados, de vueltas amarillas, azules, muletas para viento, muletas livianas, palillos largos, cortos, medianos, con mando a distancia, con agarre telescópico, banderillas por si el maestro dice “Niño los palos”, con los colores de España, Andalucía, Extremadura, Navarra, la Rioja Ucrania, Rusia y Bielorrusia, el fundo con las espadas, la de pinchar, la de los bajonazos, la de los julipieses, de Toledo, Albacete o made in Taiwan, con sus correspondientes verduguillos, ayudas, ayudas para las ayudas, algunos también una silla, para lo que surja, el termo del café, la caja de puros y hasta la FX 4 de Gillete, por si hay que arreglar las patillas y en el espacio que sobra, meten dos corridas con dos sobreros cada una del hierro de don Álvaro. ¿Cómo va a ser cuestión de suerte el que le maten toda la camada. Suerte sería el que un año lograse componer una corrida completa medianamente digna para Madrid.

¡Ay Madrid! Menudo EJEmplo hemos ido a tomar, la plaza de Madrid. Anda que no tendrá el señor ganadero una camada amplia, anda que no habrá donde elegir, que no habrá veedores que van y vienen; pues nunca cogen los buenos, nunca escogen los que a don Álvaro le gustaría que señalasen. Siempre van y se deciden por los más aborregados y con menos guapura de toda la finca. ¿Se puede tener peor suerte? Y él, pues tampoco les va a llevar la contraria, que los maestros los quieren gatunos, pues ¡Ea! pa’lante, y entre las dos corridas que se le llevan del campo, no aciertan con ninguno de los buenos. Que desdicha que no encuentre la dicha en Las Ventas, en tardes de claveles y geranios solaperos.

Tiene don Álvaro el orgullo de que sus toros sean los preferidos para hacer arte de los más grandes toreros de la historia, porque él ofrece casta, bravura, lámina y por lo que se ve, un magnífico sentido del humor. Humor que algunos le hacen perder por impertinentes, como ese tal José Tomás, que ha decidido no tocarle ni un animal en lo que le queda de vida taurina. Pues él se lo pierde. A don Álvaro con esas, a él que tan bien ha entendido esto de la Tauromaquia 2.0, a él que como un doctor Frankenstein ha contraído una criatura dócil, colaboradora, educada, con aguante, porque anda que no le tienen que tocar las palmas, para que el animalito tire un derrote. Es que con estas obras de arte, no necesita de títulos, ni menciones honorarias, ni doctorados, ni gaitas en adobo; él es el que marca el camino.

Ahora se nos desmelena con lo de los EJES, con no sé que problema que tiene, que si el toro, el torero, la madre que los… El caso es que “porque no engrasa los EJES, le llaman abandonao, y si a él le gusta que suenen, pa’ que los ha de engrasar”. Pues es usted muy dueño, pero no le vendría mal una manita de grasa, aunque lo primero de todo tendría que ser el identificar cuál es el origen de todo esto, cuál es el por qué de su existencia, no sea que provoquemos un desvío del EJE de rotación de la tauromaquia y provoquemos un cataclismo de insospechadas consecuencias. Que la última vez que la Tierra se puso a cambiar el ángulo de inclinación se ventiló de golpe a los adorables dinos, se llenó todo de hielo y se inventaron los saltos de esquí del día de Año Nuevo. Así que ojito con estas cosas, no vaya a ser que de un meneo de estos desaparezca definitivamente el toro de lidia, se cubra todo de arte y nos veamos a Arrojado dando las Campanadas de Fin de Año, con un vestido super escotado, haciéndole la competencia a Anne Igart…, a Anne Igururt…, A Ramón García.

Don Álvaro vamos a dejarnos de cosas raras que encima luego le cuesta un mundo explicar para intentar quedar bien, que sí es verdad que es lo que muchos quieren oír, pero como la cosa no salga bien, entre los primeros a los que van a mandar a purgar sus vergüenzas, v a a ser a usted, que se está significando demasiado como dinamitero de la Fiesta de los toros, no de los toreros, y que nadie le agradecerá los servicios prestados a la edificación de la Tauromaquia 2.0, que por otro lado se ha construido con paneles prefabricados, que igual no aguantan una buena tormenta de primavera. Y luego le echarán en cara el que usted, con sus EJErcicios de pirotecnia para no iniciados, es el más claro EJEmplo de perversión taurina, que le acusen antes que a los antis, como el verdadero EJEcutor de la Fiesta y que acabe como un vEJEstorio arrinconado, sin disfrutar de la anhelada jubilación dorada, recogiendo parabienes por el mundo. Y todo esto, por no haber sabido cuál era el verdadero EJE de la Fiesta, primero el TORO, después el TORO y por si quedara otra posibilidad, también el TORO.

6 comentarios:

El Secreto de la Bravura dijo...

Enrique:
Me encanta la entrada y estoy totalmente de acuerdo, el eje de la fiesta debe ser el TORO. Pero ese toro que se escribe con mayúsculas, el que está bien presentado, el que tiene su peso adecuado, y a ser posible encastado y bravo.

Lo que le pasa a D.Alvaro es que, como ya dije por ahí en una entrada, busca muchos detalles, eso de humillar, tener clase, que se deje torear por las figuras sin parecer un toro de verdad, sin molestar al torero... sin darse cuenta de que lo que hay que buscar es el toro bravo. El toro bravo de verdad es noble, suele humillar y suele tener clase. Pero hay que buscar primero la bravura y en base a la bravura el resto de caracteres secundarios.

Lo que ocurre también es que hay ganaderos que buscan, como bien dices, salir en los medios de comunicación, poner tonterías en las redes sociales, figurar en los callejones de las plazas con lágrimas de cocodrilo... Todo ello aunque le suponga sacrificar la bravura de sus toros.

En fin, estas cosas de los ganaderos modernos me sacan de quicio. El ganadero se debe centrar en buscar bravura en sus toros y nada más, como hacían los de antes.

Un saludo Enrique, y como siempre, enhorabuena por tan excelente entrada.

Anónimo dijo...

Los cuvillos me interesan lo mismo que los ventorrillos, zalduendos y sucedáneos. A veces han echado algunos toros nobles y repetidores que han propiciado faenas de esas de 500 pases e incluso en ocasiones han puesto en evidencia a matadores incapaces de torear algún animal de esta ganadería.

Básicamente echo de menos en esa ganadería una cierta dosis de picante que ponga un poco de emoción en el ruedo.

Por mi parte los seguiría invitando a San Isidro pero con una sola comparecencia.

Un saludo
J.Carlos

Diego Cervera Garcia dijo...

Enrique;

Como siempre hemos dicho, y lo qué busca el aficionado es el toro encastado, y el problema ya no creo qué sea esté como tal, el problema es lo qué busca la supuesta figura dentro de un encaste o ganadería, y el mayor problema es el empresario qué concede los deseos de las supuestas figuras.
Dentro de la ganadería de Nuñez del Cuvillo, qué tendra toros muy aptos para las figuras y no tan aptos, siempre me ire a esa famosa tarde del 23 de Agosto de 2.011 (cumpleaños de mi hijo) donde Don José Antonio Morante de la Puebla corto 2 orejas y realizo una faena entre comillas historica....¿Nadie se acuerda del sexto cuvillo qué le toco en suerte a David Mora?? Faena de mucho poder, donde si a ese cuvillo le ponen otro hierro....ufff. Nadie puede decir qué ese toro no fue bravo o encastado, y en esa casa salen muchos así, pero insisto, el problema no está en el mismo ganadero en sí, el problema es todo lo qué hay detrás de la mata y no se ve....
Otro ejemplo...FuenteYmbro, ganadería predilecta hace 4 años de las supuestas figuras...en cuanto Ricardo Gallardo a lidiado lo qué el a querido, se a convertido en una ganadería qué sin ser torista, lidia toros encastados y no lo quieren matar los mas acomodados del escalafón.
Un abrazo!!!

Enrique Martín dijo...

Alberto:
Como bien indicas, hay mucho ganadero moderno, que además no entiende la filosofía del buen ganadero. Todo tiene que dar resultados rápidos, rentables y exitosos y eso... Aquí no hay prisas que valgan, porque buenos ganaderos que llevan una línea muy bien marcada, notan los altibajos. Y pongo a don Fernando Cuadri como ejemplo, que no todos los años han sido buenos, ni lo serán, pero el tener claras las ideas y vivir para el toro, es lo que le ha hecho alcanzar el éxito de estos últimos años. Y seguro que cuando llegue lo malo, no se volverá loco, ni se liará a comprar Domecq por los rincones.
Un saludo y muchas gracias por pasarte por aquí y por tus opiniones.

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Después de lo de los últimos dos años, yo no traería a los Cuvillos, como a todos, y les mantendría alejados por una temporada, a ver si resurgen.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Diego:
Esto es como eso de entre todos la mataron y ella sola se murió. La culpa es de los toreros que los exigen, los empresarios que los piden porque los quieren sus toreros y los ganaderos que renuncian a su condición de criador de ganado bravo, para pasar a ser ganaduros.
Puede que la suerte haga que de vez en cuando les salga un toro medio regular, pero la línea de los hierros comerciales ya la conocemos, toro chico, fofo, sin cuernos, tontos y descastados que van y vienen, en el mejor de los casos, y tardes infumables que nadie soporta, ni tan siquiera los taurinos.
Un saludo