sábado, 25 de enero de 2014

Comunicado de un servidor, para no comunicar nada

El toro es el único que puede acabar con tanto comunicado fuera de lugar.


Antes decían que si escribías en Google tu nombre y no aparecías, es que no eras nadie, no existías, pero como los tiempos cambian, ahora no eres nadie si no emites un comunicado. Que está muy bien esto de comunicar, pero la verdad es que dice más bien poco del comunicador que lo comunica y que buen comunicador será, entre otras cosas porque se cree que tiene algo importante que decir y que además le va a interesar a alguien. Pero como yo soy vanidoso, inmodesto y cumplo con los siete pecados capitales como el que más, pues voy a emitir mi propio comunicado. Faltaría más.

Servidor quiere hacer saber que está hasta el gorro frigio de tanta estupidez, tantas maneras cuasi versallescas de respeto, amabilidad, victimismo en algunos casos y que luego, a la hora de la verdad sin mediar palabra sacan la faca y primero te limpian la bolsa y luego te rebanan la afición, todo en la misma rebaná. Te prometen cosas, ponen a Snoopy por testigo de sus buenas intenciones, pero ¡amigo! del dicho al hecho hay mucho trecho, el mismo que hay de las palabras vacías a la dura realidad. Todos los años parece que las empresas, en mi caso la de Madrid, va a traer lo más granado del campo bravo y al final repetimos las mismas birrias de años anteriores. Igual es que los baremos de unos y otros no coinciden y lo que para Taurodelta es bueno, para los aficionados es la ruina, que todo puede ser. Nos cuentan que va a venir lo mejor de la torería y nos traen a Luque, los mexicanos y otros cuantos que son la leche, pero que no dan ni frío, ni calor, que los pones el 12 de julio y no llenan ni el cuarto de plaza habitual de los veranos de la Villa.

El que suscribe está harto de esta tauromaquia de mentira, de los analistas del bisturí que te explican las cosas de una manera que en lugar de aclararme algo me ponen de una leche que pa’qué, como si fueras un lili que no se entera de la misa la media. Esos enterados que te atiborran de mensajes, que se han enterado que la prima del tío del cuñado del vecino del quinto de la querida del carnicero de José Tomás ha dejado al novio. Y qué cosas, siempre sale el de Galapagar. Que la chica deja al novio, pues porque sale con el torero, que cambia de coche, porque se lo ha comprado el torero, que se cambia el corte de pelo, pues está claro, por el torero. Señales evidentes que indican que el torero vuelve a los ruedos. Un razonamiento perfecto, no me dirá nadie que no.

Uno quiere hacer saber que está aburrido, pero aburrido del todo, de que le pretendan contar la historia del toreo y del toro según le cuadre mejor a una u otra figura, que resulta que en una misma obra te dicen que allá por los años de los 1600, cuando ni tan siquiera a nadie se le podía pasar por la cabeza eso de 6 Toros 6, de la afamada ganadería de Núñez de Victorino Martín, encaste Domecq blandito, que ya los criadores se habían percatado de que el toro más pequeñito era más cómodo para torear. Se pusieron manos a la obra y ¡hala! el toro más chiquito. No me dirán que no es para hacerse mirar tanto poder de imaginación. Nostradamus al lado de estos era un cantamañanas. Pero cuidado, que luego, en el mismo libro, te sueltan la milonga de que a finales del s. XX, cuatro centurias después, se buscaba un toro más grandón, eso de sacarlos de tipo. Pero, ¿Quién lo sacó de tipo realmente? Los clarividentes que presentían el G 7, 8, 10, 5 y lo qué venga o los iluminados que se postran de hinojos a los pies de estos fenómenos de la Tauromaquia 2.0 y actualizaciones sucesivas.

En el presente comunicado quiero pedir un poco de sesera en esto de los Toros y que se recuperen unas gotitas de sentido común y no dejarse enfangar por esa molicie, vulgaridad y falta de afición que nos asfixia. A ver si es posible que los puestos de las ferias se vayan ganando a medida que avanza la temporada, que haya toreros que puedan hacerse un sitio en San Isidro durante las corridas previas a la feria, aunque al paso que vamos, la temporada de Madrid va a acabar comenzando en mayo, sin lugar a posibles corridas para irnos calentando. No pido que las ganaderías vengan en las mismas condiciones, porque eso es inviable, sería un absurdo, pero bastaría que los hacedores de carteles se fijaran en lo ocurrido en los dos o tres últimos años y que se borren esa idea que parecen tener de que al que fracasa estrepitosamente un lustro, hay que seguirle dando oportunidades, como si fueran sus taurinos exámenes de septiembre, de febrero, de junio, recuperación, septiembre otra vez y las convocatorias de gracia que el empresario quiera. Y si nos metemos con lo de la Beneficencia, pues podemos echar aquí unos cuantos comunicados especiales más. Ahora el señor Ponce, por si no nos acordábamos lo que es destorear desde Almusafes un borrego entrado en carnes en Madrid. Que aún recuerdo la faena destartalada de Lironcito, en que la incapacidad de dominar a aquel animal fue la gran gloria de don Enrique.

Y a uno le quedan muchos más comunicados en el bolsillo, pero tampoco pasa nada, pues ya veo que se puede difundir uno y sus anexos, y las respuestas a las respuestas, total para no decir nada, que es lo más sorprendente del caso, aunque en casi todos se aprecia esa actitud de “Señorita, que ese niño ma’ mirao mal”. ¡Por favor! un poco de tacto, que ese niño es “Juanito el bizco”. A ver si nos fijamos un poquito, que a veces parecemos menguados.

Puede que alguien eche de menos algún punto centrado en el aficionado, apoyándole y pidiendo algún detalle para él, lo que demuestra muy poca perspicacia y poco poder de observación por su parte, y perdonen que les diga esto, pero ¿no se han dado cuenta que en los comunicados el aficionado no pinta nada? Que esto de los comunicados es algo muy serio, sólo los pueden emitir personas de prestigio taurino para tratarse con sus iguales, aquí el aficionado es un cero a la izquierda, al que se le reconocen sus derechos y sus obligaciones, pero con tiento. Tiene derecho a pagar religiosamente, o agnósticamente su entrada o abono, y la obligación de estar más callado que los Toros de Guisando. ¡El aficionado! Ese sí que es el verdadero cáncer, la perdición de esta cosa tan bonita. Y espero haber conseguido mi propósito cuando comencé a escribir el “Comunicado de un servidor, para no comunicar nada”.


9 comentarios:

Lola MU dijo...

Pues a mí me parece que has dicho mucho, Enrique. ¡Olé tu arte!
Un beso.

MARIN dijo...

Enrique, he hecho un alto en el camino del estar junto a mi patrón para pasarme por casa. Por esta tu casa y la mía. Y no quiero ponerme a dar la tabarra también para no decir nada, porque al final lo que digamos va a ser para calentarnos mas y mas mientras estos se lo pasan todo por el arco del triunfo.

Mucho comunicado, que si no cobro lo que me dijeron, que si me dejan fuera un año si y otro no...como si esto mismo no se lo hiciesen a otros miles de millones de toreros (compañeros suyos también a la postre) y ninguno han dicho nunca esta boca es mia. Pero mira, lo del Perera medio se justifica (medio) pero ¿y lo del Sr. Manzanares?. Cuanto compañerismo joder. Esperemos que saque un comunicado apoyando a Castaño, por el lugar que le ha quitado en Castellón entre otros.

Y porqué lo hacen solo en Sevilla?. El año pasado, El Juli, uno de los cinco magníficos no estuvo en Madrid y ninguno se negó a ir. Ah...será porque Canorea no es apoderado de nadie ni ganadero de chotos esmochaos.

Mira Enrique, que mi Santo me espera en la calle y ninguno de estos cinco me va a quitar ni un solo minuto mas de su lado.

Un abrazo.

Xavier González Fisher dijo...

Don Enrique: Usted pide sesos y "sentido común" a las "fuerzas vivas"... le pregunto: ¿dónde lo van a comprar?, porque la realidad es que lo que natura non da, Salamanca non presta... y esos están como decía un pariente mío, "chango viejo, no aprende maroma nueva"...

Enrique Martín dijo...

LolaMU:
A veces pienso que me posee un ifrit, una especie de genio revoltoso de los árabes, que hace de mí lo que quiere. A mí tampoco me molesta, porque así tengo a quien echarle las culpas. Muchas gracias por esta visita.
Besos

Enrique Martín dijo...

Marín:
Gracias por pasarte por aquí en un momento de descanso de honrar a tu santo. Pero ya ves que no cambia nada, o sí, todo lo que cambia es que estos chicos a nada que pueden se descubren solos, se ve que ellos tienen un objetivo único, su beneficio, el de cada uno, sin importarle nada más, pero que a nada que tienen campo libre, y una vez que han soltado lo que se aprenden de memoria para quedar bien, empiezan a dejar claro lo que buscan. Ellos solos se retratan. Pues estos dicen que son las figuras mayores de la historia del toreo.
Un abrazo y presenta mis respetos a San Antonio Abad, al que me has hecho mirar con mucho cariño.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Creo que debo aplicarme el segundo dicho, el del chango viejo, y quizá también e de ingenuo mayor del reino. Pero bueno, así somos y no vamos a mejorar a estas alturas. Ya sabes lo que me cuesta esto cada día, imagino que es una cuesta arriba común a muchos, pero con estos empujoncitos que me dais, y sobre todo por quienes los dais, uno se mantiene en la garita.
Un abrazo

Anónimo dijo...

buenas noches señor Martin. Pa mí, es el mejor comunicado de todos los que leí. Y cierto, !!!!pasta,pasta y mas pasta,el respeto de las figuras!!!!! ese es mi resumen, y los aficionados , no pintan nada de nada de nada en esos comounicados, el mejor el suyo.
Un saludo señor Martin.
Kaparra

Enrique Martín dijo...

Kaparra:
Quizá sea porque uno no quiere decir otras cosas diferentes a lo que dice. Que hay muchos que se enredan de mala manera para decir algo que creen que queda bien, pero lo que quieren es salvar sus intereses.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Kaparra:
Quizá sea porque uno no quiere decir otras cosas diferentes a lo que dice. Que hay muchos que se enredan de mala manera para decir algo que creen que queda bien, pero lo que quieren es salvar sus intereses.
Un saludo