lunes, 16 de febrero de 2015

Defiende lo nuestro, toro, cultura y tradición

Toro, Torero y Tradición; no cabe más


Así se encabezaba la manifestación sucedida en Castellón, junto con otra pancarta en la que se abogaba  “por la libertad de elegir”. Grandes propósitos para una gran causa, pero cuando se veía a algunos de los que sujetaban el cartelón, entonces cabía preguntarse por la intención de estas sentencias y por la intención de esta concentración. No me dirán que cuanto menos, todo esto resulta un tanto esperpéntico. Los verdugos de la Fiesta en una manifestación a favor de ella. Parte de los responsables de la degradación que estamos viviendo de la Fiesta de los Toros, la Tauromaquia, que se dice ahora con tanto bambolloneo, clamando por su defensa. Pero no hay error posible, la única diferencia es que a lo que muchos llaman Fiesta es al toro íntegro y a los toreros que con toda la verdad por delante; mientras que los otros y en especial los taurinos que viven del toro, a lo que se refieren como Fiesta, o Tauromaquia, es a su negocio a esa forma de vida que les permite vivir muy bien. Con una clientela sumisa a la que no se le permiten más derechos que el de pagar y callar, entiendo ambos como derecho irrenunciable y obligatorio. No hay posibilidad de elección, no existe esa libertad que ahora reclaman.

Habrá quién quiera ver desacuerdo con una manifestación a favor de los Toros, lo que no sería otra cosa que abundar en la postura inmovilista de los taurinos contemporáneos ese “O estás conmigo o estás contra mí”. O me apoyas incondicionalmente o estás en contra de la Fiesta. He ahí el principal problema, que ellos se creen la Fiesta y no admiten otra vertiente que no sea la suya, la de los que hacen un negocio muy rentable para sus bolsillos, sin importarles si hacen o dejan de hacer daño, y los aspirantes a vivir del cuento, que por algo se están tragando lo que se tragan, con toda la alegría del mundo.  No sé si serán muchos o pocos a los que les produce salpullido el ver a ganaderos que han tirado por la cloaca un hierro y una sangre insigne como la de Albaserrada, a otros que crían un pseudo toro como el que cría gallinas para vender las plumas para hacer almohadas, o como don Manuel Molés, el que crea figuras y las descabalga según le parece o según atiendan a sus caprichos, sin importarle los cadáveres que queden en el camino. Ese mismo que justifica todo, absolutamente todo a las figuras y que suelta palos a los más modestos.

“Por la libertad de elegir”. ¿Quién nos deja elegir a nosotros? Nadie, es más, no elijas lo que marcan, que entonces vas dado. Menos mal que los que no eligen lo que se debe normalmente son locos que viven para el toro y no del toro, que son tan ambiciosos que no se conformarían con hacer de esto su medio de vida, no señor, quieren más y por eso convierten los Toros en una pasión. No, pero lo que hay que hacer es luchar contra los agresores externos y luego si acaso, ya arreglamos esto desde dentro ¡Miau! Esa es la cantinela que utiliz
an como coartada estos asalta plazas, estos aprovechados y aspirantes a ello, pero la cuestión es que cada vez avanzan más en el desgüace del Toreo. No les importa destruir el pasado, el presente, lo que vale y lo que puede valer, pero con un par se agarran a esa pancarta de “Toro, torero y tradición” ¡Ele! Justamente lo que más les estorba para mantener su negocio, el toro, al que no quieren ni en pintura; el torero, que no puede ni molestar a los que están acomodados en la cúspide; y la tradición, la historia que a nada que asoma les saca los colores y les descubre el fraude.


Pero los que hablamos así y no estamos de acuerdo con estos señores es simplemente porque estamos amargados. Pues tienen toda la razón del mundo, porque vemos desde hace años como esto está más cerca de la pantomima, que de la verdad de lo que siempre ha sido el Toro y el Toreo, porque somos testigos de una degradación que hace dos décadas nos sonaba a película americana de catástrofes y encima nos quieren obligar a abrazar el pensamiento único. Si será grande esto del Toro, que es capaz de reunir a miles de personas, a miles de aficionados, dispuestos a clamar por su derecho a seguir viviendo esta pasión, por su voluntad a no dejarse arrancar algo verdaderamente importante en sus vidas. Incluso a pesar de esa cabecera de la manifestación que una vez más vacía de contenido todo lo que cae en sus manos, que lo mismo es “el Toro, Torero y Tradición”, que “la libertad de elegir”. Justamente lo que llevamos pidiendo los aficionados, y aspirantes, desde hace mucho, pero mucho, cada tarde que vamos a la plaza, cada vez que charlamos de toros y todas las noches cuando soñamos con toros encastados y toreros embraguetados, con la ilusión de que nunca se pierda nuestra tradición.

6 comentarios:

MARIN dijo...

Enrique:
Creo que manifestaciones como esta son necesarias. Ya está bien de que nos ninguneen y no podemos estar mas cruzados de brazos. Dicen las cifras que habían diez mil personas, no lo sé, y me da igual si hay dos mil mas o dos mil menos. Llevas razón en que quizás la primera fila de combate no sea la mas adecuada y que esos cien sobran. Ok, pues vamos a quedarnos con los otros nueve mil novecientos. Esos a los que realmente les importa el toro y la fiesta, los que pasan por taquilla.

Pero me hacían falta mas caras, de los que realmente comen de esto. De las figuras rutilantes (las que están por aquí y no haciendo las américas claro). Pero si a ellos no les preocupa esto, a nosotros si. Ahora hace falta una concentración como esta en cada ciudad, que si sumamos a los de Castellón los de Madrid, los de Sevilla, los de Bilbao, los de Santander...los de Huelva, seguro que alguien se pone las pilas...o no, pero por lo menos no nos quedaremos de brazos cruzados. Y a los de la primera fila, si no quieren acudir que no lo hagan, que tampoco se les va a echar en falta.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Así es amigo Enrique, pero que Fiesta defienden algunos de los promotores?, para mi el circo y esa como aficionado no me interesa...amigo Pepe, claro que son necesarias manifestaciones pero dejando claro que Fiesta y a esa muchos de los que estuvieron me da que no estarían o quizá si por aquello de con Dios y con el diablo...me parece que no he visto la más mínima reivindicación sobre los esperpénticos carteles de la Feria de la Magdalena y es que era en castellón, ni sobre Olivenza y Valencia y el dasaguisado Cuadri...un abrazo a los dos
Pgmacias

Unknown dijo...

Enrique:

Vaya por delante mi apoyo a cualquier muestra de tolerancia y respeto en favor de la defensa por y para la fiesta de los toros.
Acuerdos a un lado, y partiendo de la fundamental base que debiera ser lo realmente concluyente, esto es, el toro, no puedo estar más en contra de las demostraciones populistas, donde, además este grupo de viles demagogos se autoproclan, micrófono en mano, defensores y protectores de este espectáculo actual hecho a su medida, pero que tristemente, otros, los que pasamos por taquilla, sufrimos.

Càspita! mi asombro no alcanza a entender cómo puede la zorra cuidar de las gallinas...

Desde luego, para "atenciones" como estas mejor en sus madrigueras, calentitos y bien servidos. Para preguntarnos Qué o quienes terminarán por largarnos de las plazas, ya estamos otr@s, eso sí, nunca por nunca con "el rabo entre las piernas".

Mi total acuerdo pues con tu visión nítida y audaz que tanto esperábamos, aún a pesar de que a algunos les escueza de pura vergüenza ajena.
Mi enhorabuena, Maestro.
Un abrazo.

Enrique Martín dijo...

Marín:
Te voy a contradecir por una vez, aunque sí coincido en que faltaban caras, eso tiene fácil solución, como bien dices, bastaría que esta manifestación de adhesión al Toreo se reprodujera en otras ciudades. Así habría comodidad para todos, pero habría que pedir a esas caras que también comparecieran en los ruedos vestidos con toda la verdad y ante el toro, pero eso no creo que lo vayamos a ver. Ese es el empujón que no quieren dar. Y no creo que sea contradecirte, porque bien visto, hay cosas que no son incompatibles, ¿no?
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Pgmacias:
Pues ahí está la cosa, que se echa de menos el impulsar todo esto de verdad, tocando lo fundamental y no con acciones más para la galería, vamos, lo que en esto de los toros se ha dicho toda la vida que era un brindis al sol.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Gloria:
Muchas gracias, lo primero. En lo referente al resto, pues son un cúmulo de contradicciones y sucesos que no hay cristiano que lo entienda. Los dinamiteros piden protección para lo que llevan años dinamitando. Eso está muy bien, pero uno diría que es que ellos quieren exclusividad sobre la autoría de la demolición total de la Fiesta. Pero que tampoco se hagan mala sangre, no creo que otros les puedan dar caza, pues llevan mucha ventaja sobre cualquier potencial seguidor, ya sea animalista, defensor de los derechos de las berzas silvestres, quién sea; ellos van muy por delante, sobresalientemente destacados.
Un beso