miércoles, 21 de diciembre de 2016

Don Ponce y su piquito de oro

Resulta que es imposible no torear con el pico de la muleta, pues que delicia esos imposibles que nos amarraron a esta afición como el señor Ponce nunca podrá imaginar, pensará que eso también es imposible.


Quizá algunos duden de la facilidad de palabra de don Enrique Ponce, del embrujo de su verborrea, de su locuacidad y poder persuasivo de su voz, pero de todos es conocido ese piquito de oro que tantas alegrías le ha dado. Y si junta la palabra con el pico, mejor dicho, con su explicación o justificación de la trampa, pues tenemos lo que tenemos, al personal desaforado y rasgándose las vestiduras, unos inclinando la testuz rindiendo homenaje al maestro y otros negando su maestría, las virtudes de su piquito de oro y hasta su singular locuacidad. Pero digan lo que digan, no me negarán ese ángel que tiene el señor Ponce para ponerse a tanta gente en su contra. Y lo peor de todo es que él, tan metido en su mundo, tan convencido de su toque divino, no entiende cómo puede haber alguien que respire bajo la cúpula celeste, que no se eche de hinojos a sus pies, como la máxima deidad del toreo que cree que es; y que además no hay quién le haga que se apee del burro.

Que se va a Bilbao para soltar que no es posible torear sin el pico de la muleta. ¡Ay señor! Con lo revuelto que estás el mundo y él apagando fuegos con gasolina. Que por menos de esto se lió la de Cuba y Filipinas. Que los héroes de Baler se dice que se metieron allí dentro porque los tagalos decían que la muleta plana y los del rayadillo que no, que no y que no, que sin pico es imposible. Y que no se crean, que no dieron su brazo a torcer. ¡Sabrán los tagalos de toreo! ¡No te amuela! Pues nada, que de un plumazo, el señor Ponce se ha quitado del medio a tantos y a tantos toreros, en otros tiempos la mayoría, que presentaban la muleta plana, que se la echaban al hocico del burel, para en el momento de su arrancada adelantar la pierna de salida, embarcando a su oponente en la pañosa, con la cara empapada de franela. Que no, que no y que no, que eso no es así, eso es imposible, así que en virtud de tal afirmación, queda prohibido tal uso y por esta misma causa, todos los vídeos, fotografías o recuerdos de los aficionados deberán ser destruidos en un plazo máximo de ya mismo, no vaya a ser que alguien se atreva a afirmar que ese imposible es posible.

Y que conste que servidor está completamente de acuerdo con el maestro de Chiva. Primero, porque no me atrevo a contradecirle, no vaya a ser que me excomulguen de mi fe taurina o lo que es peor, que me manden Siberia a picar piedra en los Urales. Segundo, porque si lo dice un maestro que lleva poniendo en práctica semejante... ¿trampa? durante un cuarto de siglo. Y tercero, porque casi prefiero que me tenga como creyente y no como descreído, no vaya a ser que me lo explique otra vez eso del imposible que resulta de intentar no torear con el pico de la muleta. Que ya es dar vueltas al molino, para simplemente justificarse e intentar convertir en dogma lo que no hay cristiano que se crea. Quizá por eso quiere convertirlo en dogma, para que nadie se atreva a cuestionarlo. Pero mi adhesión al señor Ponce es sincera y sin fisuras, es verdad, no se puede torear sin meter el pico de la muleta, torear con la panza es un imposible. Si es que no hay discusión. Pero... ¿será por eso que los aficionados hubo un tiempo en que salían toreando de las plazas? ¿Quizá esa imposibilidad era la que provocaba que se les grabaran a fuego faenas, naturales, derechazos, en definitiva, toreo puro cuándo este surgía en la arena? A ver si va a resultar que el aficionado a los toros se aferra a esto precisamente esperando que brote lo imposible, a ver si es eso precisamente lo que le piden a los toreros, lo que vieron en tantos y tantos que de verdad pueden ser tratados de maestros. Volvemos a los nombres de siempre, aunque aquí que cada uno elabore su lista. El Viti, Curro Vázquez, Antoñete, Curro Romero, Rafael de Paula, Manolo Vázquez, Pepín Jiménez, Paco Camino, José Ignacio Sánchez, El Cid en su momento y hasta un tal Enrique Ponce, pero cuándo aún alternaba la Lengua y las Matemáticas con eso de ir a torear, cuando entre toro y toro tenía que estudiarse la generación del 27, el sujeto y el predicado y la segunda y tercera declinación, aparte del verbo toreo toreas toreare, toreai, toreatum. Qué cosas. Será el tiempo el que ha provocado que al maestro de Chiva se le olviden aquellas maneras de sus inicios. Que ahora parece que él no estuvo allí. Ya han visto que no me he ido demasiado atrás en el tiempo, no es necesario, porque los hay contemporáneos del señor conferenciante, con los que probablemente hasta ha alternado en más de una ocasión. Y no cito a José Tomás, porque ahí ya se le cruzan los cables, cortocircuita y puede hasta vestirse de azafato del IFEMA para ponerse a torear o nos hace un moonwalker en un abrir y cerrar de clisos.


Puede que algunos hayan visto un rasgo de soberbia, un intento de legitimar la trampa como única forma de toreo, incluso hasta los habrá que vean una ofensa en esa afirmación de que es imposible torear sin meter el pico de la muleta, pero... ¿nadie ha pensado que puede ser un rasgo de humildad en el que el mismo Ponce reconoce su incapacidad manifiesta para hacer el toreo puro, el de verdad, el de embarcar con la panza de la muleta forzando hasta detrás de la cadera para ligar con el siguiente, siempre dominando la embestida? Que igual sí, oiga, que cosas más raras se han visto. Que quién nos dice a nosotros que con esa manifestación de intenciones el señor Ponce dimite de su condición de matador de toros para conformarse con quedarse en pegapases, en uno más de los muchísimos que ahora sufrimos. Quizá en algún momento, en alguna otra conferencia futura, nos aclare estas dudas, pero por el momento son muchos los que se apuntan a la indignidad que les ha provocado don Ponce y su piquito de oro.

21 comentarios:

fabad dijo...

Qué raro y que difícil mantener la afición ( o será vicio?). Poner el pico, echar el toro (esta vez con minúsculas) fuera para que el muletazo sea más largo.... Tapar la cara al entrar a matar y tantas cosas más ... es para no volver. Mi edad es otro motivo... pero que se jodan que seguiremos en la brecha aunque sea para seguir viendo el engaño. De vez en cuando un natural, una verónica, tercio de varas en Víc o en Ceret justifican que estemos dispuestos a seguir. Menos mal que hay cantera. El toreo de verdad tiene que reaparecer.

Anónimo dijo...

Una lástima,que al público actual la teoría de los cánones de la tauromaquia lo tienen sin cuidado.El toreo puro es la base de la fiesta y hoy es algo del pasado.
Ese comentario sobre el pico,hieren a la fiesta cuando más vulnerable se encuentra.
La "sabiduría"no debe servir para torear con alivio.Por el bien del toreo.
Lo frecuente es el toreo perfilero y con ventaja,no se cruzan,dejan la muleta retrasada para aliviarse en el embroque.Todo ello con el apoyo de la prensa triunfalista e interesada.
Docurdó.

Anónimo dijo...

La Lirio va a tener una descompensación hormonal en su menopausia con lo mencionado.
T.G.B.

Anónimo dijo...

Si es un desacierto decir que el pico es lo normal, pero que torero actual no lo usa y abusa de el?
Quien está libre de pecado al respecto?

eldesjarretedeacho.blogspot.com dijo...

Para el tal Ponce, el verdadero IMPOSIBLE, es TOREAR CARGANDO LA SUERTE y con la PANZA DE LA MULETA, LIGANDO los pases.
Por lo demás, agradecerle por haber aceptado públicamente que es un VENTAJISTA.
Aprovechar esta entrada para saludar a mi amigo Docurdó y también a ti Enrique; y desear a todos tus seguidores felices fiestas.

POCHO

Anónimo dijo...

Lo que es moneda corriente es el medio pase,pierna retrasada y estocadas al capón.
M.U.

Anónimo dijo...

Morante aun conserva esa pureza de torear con la panza de la muleta y

Enrique Martín dijo...

Fabad:
Si a todos estos les echaron dos tardes seguidas el toro, no quedaba ni uno, se abriría paso el toro y solo estarían los toreros de verdad esperando. Ojalá reapareciera de nuevo el toreo. Igual estos fieles de toda esta baratija, abrían los ojos de una vez. Lo saben todo, lo quieren saber todo, sin disfrutar de ese placer de no saber nada y que el toro te enseñe algo nuevo cada día.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Docurdó:
Exactamente y encima quieren oficializar esa trampa como única forma de torear, sin otro fin que justificar su mediocridad y conseguir que unos "enterados" crean que eso es el toreo y se lo jaleen efusivamente.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

T.G.B.:
Ha nombrado a la Lirio y esto me despierta una tremenda curiosidad, al pensar si esto le parecerá tan magnífico como dice, pero de verdad, en su interior. Quizá para eso no tendría que depender en nada su sustento.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

aNÓNIMO:
Ese es nuestro pesar, que ya el pico se ha institucionalizado y unos porque es lo que conocen y otros por resignación, lo admiten, lo aplauden y, lo que es peor, pretenden que se borre todo lo pasado, el toreo más puro y verdadero.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Pocho:
Igualmente para ti, siempre al quite. Cuándo he leído lo de Docurdó, que creo que nunca había pasado por aquí, como ocurre con otros aficionados, siempre dejan un detallito que te dan una idea del tipo de aficionado que es y en este caso, si me dices que compartís amistad, pues ya está, todo me cuadra.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

M.U.:
Así es, moneda falsa, pero muy corriente.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
Tampoco se si es posible partidismo o comparación en este caso. Morante tiene ángel, pero lo que no tiene es compromiso paa torear el toro. Sobre su toreo de muleta siempre he tenido ciertas reservas, no así con el de capote en su momento. Ahora dudo de todo, básicamente porque no se pone con el toro y ahí ya me empieza a fallar todo.
Un saludo

eldesjarretedeacho.blogspot.com dijo...

Asi es estimado Enrique. A Docurdó le debemos mucho de lo poco que sabemos de la tauromaquia de siempre, esa que también él me comentaba, lograba que el público saliera de la plaza toreando y que hasta hoy las mantengan grabadas en la retina.
Cordial Saludo

POCHO

Anónimo dijo...

Lo que no se puede torear, es cómo lo hace Ponce. Eso que hace es destorear. Y se lo corean todos los lameculos del país. De la forma en que torea el señorito Enrique, puede estar en activo hasta los 107 años, si dios u la naturaleza, no lo remedian.No le deseo ningún mal al señorito, pero vete a casa ya hombre. Los aficionados estamos hasta los cojones de tanto pico y de tanto pasarse lejos a los toros. ¡¡¡¡A casa ya!!!!.

Anónimo dijo...

Lo de ligar no,de eso no habla y del natural cargando la suerte un punto antes del embroque,bajar la mano,templar,prolongar el viaje en media luna,ciñendo la embestida detrás de la cadera y quedar para el siguiente muletazo,menos.
M.D.S.

Anónimo dijo...

Si M.D.S.,lo del tamaño de la muleta y el más largo estoquillador,tampoco lo menciona.
F.A.C.

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
PUes sí, eso es destorear y tanto mal hace él con esa práctica, que los que le jalean tal hecho y además se adhieren a esa filosofía picofílica con que ahora pretende adoctrinar al Orbe.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

M.D.S:
Pues no, de eso no habla, pero es comprensible, usted está hablando del toreo de siempre, que poco tiene que ver con eso que hace el señor POnce y de lo que tan orgulloso se siente.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

F.A.C:
No lo nombra, pero seguro que también lo piensa, por la forma de describir cómo es el toreo. Pero sí, el tamaño de los trastos es una talla más de la XXL. Quizá sea una de las cosas que admirar del señor Ponce, el poder mover semejantes telones sin tropezarse,aunque eso sea más para otro espectáculo que para el toreo.
Un saludo