miércoles, 28 de octubre de 2009

Recuerdos del mes de mayo


La feria de San Isidro de 2009, fue, tal y como viene siendo habitual, un chasco monumental, que por otra parte no pilló a nadie por sorpresa. Unos carteles pésimamente montados permitían vislumbrar el futuro que se avecinaba durante todo un mes de toros. Pero como en casi todo, en los toros también hay excepciones y sorpresa agradables. Y esa sorpresa saltó el 21 de mayo, el día en que Morante recuperó el toreo de capote. Sí que es verdad que el aficionado tenía puestas sus esperanzas en esa tarde y más concretamente en poder ser testigo del arte derrochado por el de la Puebla.

Aquella tarde nos permitió a muchos volver a casa con ese orgullo que siente el aficionado el día que ve algo destacable y que camina como si él mismo hubiera sido el autor de las verónicas, chicuelinas o naturales que le hicieron levantarse de su asiento. Morante, torero tan artista como personal e imprevisible, desparramó todo su sentimiento a la verónica, echando el capote “pa’lante” y trayéndose al toro enganchado en los vuelos de la tela, para pasárselo por la faja y dejárselo colocado para el siguiente lance y rematar con la media. Pero no sólo fueron verónicas, también nos obsequió con chicuelinas, galleos y recortes plenos de inspiración, pero muy válidos para conseguir poner el toro en suerte con gracia y evitando capotazos innecesarios.


El toreo con la muleta no desmereció lo hecho en el primer tercio, pero resulta tan caro ver hoy en día torear bien con el capote, que parece que esa tarde no hubo nada más. Hubo toreo profundo en redondo, no tanto al natural por las condiciones del toro y hasta una oreja, aunque esto casi es lo menos importante de una tarde en la que pudimos ver torear. Pero lo mejor en este caso es detenerse en contemplar el vídeo y obviar las palabras que en este caso sólo pueden distraer. Al final de este vídeo editado por la empresas de la plaza de Madrid, aparecen unos lances de José María Manzanares en ese empeño oficialista de convertirlo en un torero artista y con clase, aunque si las comparaciones siempre son odiosas, en este caso resultan elocuentes. Ya aviso que después de Manzanares ya no sale más Morante, así que si alguien quiere aprovechar para llamar por teléfono o irse a beber agua, que lo haga.


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