jueves, 7 de abril de 2011

La expulsión o la ruina


Después de oír y leer las intenciones de los taurinos empeñados en subir el precio de las entradas a los toros, especialmente en Madrid, y de ver lo que tiene que desembolsar un aficionado sevillano para sacar o renovar su abono, no puedo por más que echarme a temblar. Estamos ante otra evidencia más de la batería de torpedos que recibe el aficionado a los toros, especialmente el más fiel el abonado, por parte de todo el que vive del toro: taurinos, toreros y apoderados, empresarios, políticos y medios de comunicación que cada día dejan sus vergüenzas al aire para que se les vean su intereses económicos en las principales ferias del país.


Una vez más todo el mundo se confabula para salvar al poderoso y para que el señorito no deje de serlo y pueda seguir ostentando el título de terrateniente y oligarca mayor del toreo. Si es necesario se le arranca el terruño a los ganapanes que cultivamos nuestra afición a fuerza de pagar nuestras entradas y seguir sacando el abono. Pero cuidado señores, que todo se acaba, todo tiene un límite. Por muy sólida que sea la afición del pagano, su bolsillo tiene un límite y si todo incentivo para empeñar el colchón, como se decía antes, son carteles como los de la próxima feria de San Isidro, o la de Abril, Fallas, Castellón y las que quedan por venir, pues va a ser que se van a llevar un gomazo en toda la jeta. Si pretenden seguir estirando de la goma esténse muy atentos y no se entretengan en mirar para otro lado, mientras comentan y se carcajean de los ilusos que seguimos poniendo los billetes uno de tras de otro, porque a lo mejor acaban con un ojo a la funerala.


Pero me da la sensación de que aunque se mueran de ganas de perpetrar semejante fechoría contra la afición, en el caso de Madrid la Comunidad y Asuntos Taurinos no lo van permitir ¿verdad que no? Ellos siempre se han preocupado por la defensa de la fiesta, solo hay que echar mano de las declaraciones de Bien de Interés Cultural, de las trabas que ponen para aceptar los carteles de las ferias, de la promoción que hacen de la fiesta en toda la región y de las veces que podemos ver a los responsables políticos en los tendidos de las plazas de Madrid; y digo en los tendidos previo pago de la entrada, no de gañote en el superpoblado callejón de las Ventas, ese que según Pepe, mi compañero de localidad, tendrían que hacerlo de dos pisos, pero ¿también incrementarían el precio de estas “localidades”?


La maniobra de los taurinos es tan burda como pertinaz su esfuerzo para meternos en la cabezota lo que a ellos les interesa. Semanas o meses llevan diciéndonos que los carteles de las próximas ferias van a ser lo nunca visto. Adelantos de carteles, que si lo que ellos llaman figuras vendrán tres tardes cada uno, que si esto, que si lo otro. Para al final endosarnos un montón de ganaderías que más que parecer que se merezcan estar anunciados, parece que repiten curso como los malos estudiantes. Nos plantan a esas figuras en carteles fotocopiados de otras ferias, como si nos compráramos el lote completo, torillos fofos, torerillos flojos, tele, corifeos y almohadilla, todo al fabuloso precio de un riñón y medio, y la temporada que viene…¡Nos quedamos con el otro medio!


Y la de siempre, ¿han tenido en cuenta al aficionado de Madrid? No, señor ¿Han pensado en la integridad del toro y en el fortalecimiento de la fiesta? No, señor ¿Han pensado en el momento tan delicado que vive la fiesta, básicamente por su modo de actuar? No, señor ¿Les importa que esto se hunda definitivamente y que lo de Cataluña sea el camino a seguir? No, señor. Aquí lo único que preocupa es abogar por la libertad de uno mismo y poner la crisis por delante para justificar cualquier atropello. Que los toreros quieren ganar más, ¡toma y yo! Pero ¿por qué no se les pueden ajustar las tarifas a los toreros? Y no me estoy refiriendo precisamente a esa legión que va a venir por cuatro reales y que en muchos casos son los únicos que demuestran vergüenza torera y dignidad en la plaza. Pues no les rebajan sus emolumentos porque no les da la gana, porque son jueces y parte y forman parte de ese circo carroñero que va rapiñando por todas partes. Eso sí, como el que pida dinero es Julio Aparicio, vete dando por excluido. ¿Por qué no cobran dependiendo de su poder de convocatoria?


Y en estas estamos en las que hasta el canal oficial de la feria en boca de su locutor estrella, afirma que los toros son muy baratos en Madrid. Lo que puede ser verdad, pero ¿acaso saben estos señores de donde se quita el abonado el dinero del abono? Del alma; y precisamente cuanto más barato sea, puede que más esfuerzo tengan que hacer los aficionados para poder ir a los toros en mayo. Y tanto es así que muchos se ven obligados a renunciar a San Isidro y matan su afición el resto del año, durante esa temporada que los Choperitas y la Comunidad de Madrid están como locos por cargarse de un plumazo. Parece evidente que quieren que el aficionado abandone el abono, quitándose ese molesto sector crítico que ya molesta hasta a los isidros claveleros que van a los toros dos veces al año o a los señoritos también claveleros a los que no les importa pagar un abono que no usan, excepto en las tardes de postín, cuando van en metro a la plaza para que se les vea lo campechanos que son. Los simples mortales parece que estamos condenados o a la expulsión o a la ruina. Pero, ¡ojo! que, a lo mejor, cuando nos necesiten ya no estaremos ahí, igual ya habremos apostatado de nuestra fe taurina.

16 comentarios:

Scotty dijo...

Hola amigo,

Las entradas de nuestra plaza son baratas, correcto, para las 3 corridas buenas que hay, de acuerdo, pero son carisimas para el resto de mierda-carteles que hacen.

Para muestra un boton:
Jueves 9 de junio: Toros de Antonio Bañuelos para Víctor Puerto, El Capea y Jairo Miguel (confirmación).
Por esto pagar una entrada es delito, ROBO en este caso.

Cuidado que con los jovenes ya han empezado, mi primer abono joven eran 88 euros, y ahora son 96, solo 2 años mas tarde. Progresion:2020 150 euros.Haz tus calculos, sin subida, con subida puedes echarte a llorar.

Un saludo

Amparo Gomar dijo...

Se supone, Enrique, que nos suben el precio de las localidades (en Valencia mi abono subió mas del 100%) para ofrecernos un mejor espectáculo. Jaja. Es para lo mismo de siempre. Para hacer ricos a unos pocos a costa de los pobres infelices que pasamos por taquilla. Pero sabes que pasa, que como hay mucha gente (vease periodistas o críticos) que no pasan por taquilla, somos nosotros los que nos quejamos, a los que nos duele el bolsillo. Y por eso somos los malos de la película. Pero esto no tiene arreglo. Si dejáramos de ir a los toros, algunas tardes estarían solo en el tendido aquellos que entran por la cara. Y entonces seguro que dicen que la tarde fue un rotundo éxito.

PD. Me hubiera gustado comentar mas veces, pero es que cuando entro ya tienes un montón de comentarios...

Un saludo

Anónimo dijo...

Enrique, los taurinos son como los jugadores malos de ajedrez (entre los cuales me incluyo), cuando hacen un movimiento sólo ven lo que puede pasar a una o dos jugadas vista. El buen jugador construye su juego sobre una base sólida y, cada movimiento que hace, lo hace mirando las consecuencias que esa decisión puede tener en un futuro, inmediato en caso de la partida de ajedrez y, a largo plazo, en el lugar de los taurinos.

Siempre he creído en una máxima: “mejor poco de muchos que mucho de unos pocos”. Como bien apuntas, todo tiene un límite. El aficionado está harto del cada vez mayor descastamiento del ganado, mucha gente ya no va a la plaza por aburrimiento y, la mayor parte de la afición, está envejeciendo y no se ve la renovación generacional por ningún lado.

A todo esto, los antis no cesan en su empeño de acabar con la Fiesta, no se atisba la salida de la crisis económica y, ya desde el año pasado, se han reducido el número de festejos en numerosas plazas. Cuando lo lógico, como han hecho en otros muchos sectores de la sociedad, es ajustar los precios (creando las marcas blancas, rebajas anticipadas y mayores en muchos establecimientos, etc) para seguir incentivando el consumo, esta gente hace todo lo contrario. Con esa cortedad de miras, les auguro un futuro de lo más incierto.

Siempre he tenido claro que la Fiesta tenía los días (años) contados pero, a este paso, va a ser antes de lo que muchos pensamos. Fíjate lo que viene: cada vez menos casta en los ruedos y fíjate cómo está la novillería, se les escapan novillos de dos orejas y los triunfadores de temporadas pasadas (Pinar, Luque o Tendero) no ilusionan ni a los de su pueblo.

Sin olvidar al último culpable, una afición cada vez menos entendida y más conformista que nunca. ¿Será que la pérdida de valores y en conformismo que padecemos en nuestra sociedad se ha trasladado al mundo de los toros? Seguro que sí.

Saludos,
J.Carlos

David Campos dijo...

Enrique:

El principio del fin. El error más grande que cometen, es que el AFICIONADO les importa tres pepinos. Ven las plazas con gente y se guían por el PÚBLICO. A éste le hacen gracia los toros un par de años y adiós. El aficionado ya se está cabreando de verdad y la consecuencia será dejar de ir. Cuando esto ocurra, que llamen a Manolo OLÉS, a ver si se lo arregla.

Que sigan jugando así, que esto tiene premio, ya verás.

Saludos!

Enrique Martín dijo...

Scotty:
¿Sabes cuánto me costó mi primer abono de estudiante? 1.000 ptas (6 €), y era barato, era pensando en los estudiantes y veíamos todo lo que se daba en las Ventas. Y coincido contigo en que hay tres tardes baratas, el resto parece Sierra Morena. Pero quieren lo de esas tres tardes todos los días.
Un saludo y paciencia para lo que nos viene.

Enrique Martín dijo...

Amparo:
¿100%? Y seguro que ni os saludaban, ni os ponían alfombra, o al menos un canapé o una mantita por si refrescaba. Así nos va, exprimiendo la vaca hasta que se seque.
Y aunque haya mil comentarios, piensa que en un cuadro todas las pinceladas enriquecen el cuadro. Y lo que es más, a mi me da mucho gusto recibiros a todos en este rincón y más cuando los comentarios vienen de buenos aficionados.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

J, Carlos:
Solo me queda decir amén a tu comentario. A mi cuando hablamos de la nula visión de futuro de estos señores se me viene a la cabeza la idea de que si los señores taurinos no pensarán en el porvenir de sus hijos y nietos. O igual sí que piensan y lo que pretenden es sacarnos el dinero a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros nietos, pero de una vez, para que su prole no tenga que trabajar jamás. Y tengo otra duda ¿Pueden ser tan tontos como quieren hacernos creer?
Un saludo

Enrique Martín dijo...

David:
Igual cuando quieran echar mano de Manolo OLÉS (me encanta el mote), éste estará preocupado por su puesto de trabajo, por querer hacer un programa de algo aburrido, que no interesa a nadie y que no divierte a los que buscan diversión allá donde se la ofrezcan. Aunque también puede acabar de presentador de Password o la Caja de tu vida o Sálvame del mus, o quién sabe que.
Un saludo

lesaqueño dijo...

una de las preguntas mas dificiles que se le puede hacer a un empresario taurino es si sabe-conoce-sabe satisfacer a sus CLIENTES. Las salidas suelen ser de lo mas divertido.
Esta claro, que la promocion-difusion de la fiesta, apenas existe. Son muchos actores los que intervienen, cada uno tratando de imponer su parcelita o "comarca" de poder y dinero.
Asi no se hace nada, andan como espiritus, entre medias tradiciones, modernidades de pexiglas (siguiendo la moda actual, de mucho colorin por fuera y dentro casi todo vacio o incluso podrido), -cosa que vale para casi todo-, ejemplo mas claro, la crisis española y los poderes facticos. Cada uno con su batallita particular (ahora mas que nunca se necesitaba arrimar el hombro); pero no, son unos autenticos dilapidadores de aficiones y de tradiciones taurinas.
Sólo interesa el colorin y el dinero inmediato. No les da vergüenza ni por su familia, la tierra quemada que han dejado muchos y que otros estan dejando, es muy considerable.
El tema de "LOS CLIENTES", la verdad es muy complejo, depende de muchas situaciones; aqui no siempre el que paga exige.
Tambien lo son los del tendido-taquillas, cada plaza, cada feria, cada corrida.
A mi me siguen preocupando los buenos aficionados que IVAN y ahora ya no van casi ni a ver a jotaté.
Como me gustaba hace años, cualquier tarde en pueblo de cualquier rincon en el tipico bar taurino, ver a los aficionados, las debilidades de cada uno.
Servidor como ha disfrutado poniendoles las telas para ver si eran mas de la maestranza o de las ventas; he tenido "arrancadas" memorables.
Deberiamos de hacer los aficionados, un homenaje a todos los bares taurinos de España. Siempre me hubiese gustado haber editado una guia. Lo que hemos disfrutado con nuestra aficion, como lugar de encuentro, esas cañas, esas comiditas, etc.
Todos tenemos a nuestros preferidos en el alma, a que si.

MARIN dijo...

Bueno Enrique, que te voy a decir que no te hayan dicho todos los que han comentado antes que yo, y ademas que tu no sepas.
Yo hace tiempo que no voy a una feria completa, o sea, con abono. Este año a Sevilla voy el primer dia, a la del Conde de la Maza y a la ultima, la de Miura. Así que fijate.
La pena es que a el unico que le interesa el toro de verdad, ese que se parte la cara con los antis por llamarte "asesino" en la cara, o sea, a el AFICIONADO, se lo estan cargando, o se lo han cargado ya.
Y no quejaros por los precios, que en Huelva te clavan cada agosto, a 40 grados en tendido de sol, 40 pelotes... Por lo menos el moreno lo coges. Como para tomarme el helado que me debes Enrique...
Un saludo.

Enrique Martín dijo...

Lesaqueño:
La imagen de la tierra quemada se ajusta perfectamente a lo que están logrando estos señores. Y como bien dices, las tertulias de antes han cambiado el tema de discusión, donde todavía queden tertulias de estas. Donde antes se reunían los aficionados a hablar de toros ahora lo hacen para ver el partido de pago por la tele. Una lástima.

Enrique Martín dijo...

Marín:
Por un momento he pensado en coger el dinero del helado y enviárselo a los pobres empresarios, que están más necesitados, pero luego me he dicho: ¡Qué c...! Un helado es un helado. No hacen más que vaciarnos los bolsillos y aún les parece poco; y lo que es peor, los que no pagan les jalean estas cosas.
Un saludo

Anónimo dijo...

Los toros son la gallina de los huevos de oro, pero un día los aficionados nos vamos a cansar de esta situación que vivimos, entonces los taurinos se encontrarán los huevos de oro rotos.
Un saludo Enrique.

Enrique Martín dijo...

Isa:
Pues en ese momento, que no te quepa duda de que los culpables del descalabro serán los aficionados, porque según los esquemas de esta gente, estamos obligados a sufragar su pantomima.
Un saludo

Unknown dijo...

La entrada más barata que encontré este año en Castellón, me costó 30 pavos.
Andanada, última fila, sol.
O sea gallinero, puro y duro, que por mi no hay problema, pero la misma me costó el año anterior 25 y el anterior a este 20.
Menos mal que solo fui a los Victorinos porque pagar 30 pavos por ver lo que se vio durante la semana magdalenera, fue para morirse.
La explicación de la subida de precios fue eso. Una mejor calidad del espectáculo.
Supongo que se referían al espectáculo del circo que había instalado en la ciudad porque de los toros...
Aún así pude disfrutar de mi zona VIP (Vaya Inútil Pringao) debería pensar el Señor Patón!
Enrique que entre los toros y la tinta me dejas más pelao que el chochito de la Barbie!
Saludos!

Enrique Martín dijo...

Iván:
No tye quejes, que seguro que tienes por ahí unos ahorrillos guardados para ver a El Juli y Fandi mano a mano en cualquier plaza de España.
Os cuentan la milonga, nos la cuentan a todos, que las subidas es para mejorar el espectáculo; entonces ¿esto quiere decir que reconocen que hasta ahora nos daban mierda? Y si el año próximo repiten la excusa, entonces ¿es que este año también nos han dado mierda y además nos la han cobrado más cara? Menuda jeta la de esta panda.
Un saludo