domingo, 4 de marzo de 2012

Un respeto al que paga


Ojito con esos nuevos aficionados que no respetan nada

Muchos son los que afirman que el dinero no lo es todo; y una m… El dinero no solo lo es todo, sino que además consigue que te afloren cualidades que hasta ese momento desconocías. ¿No se han dado cuenta de la inteligencia y alta capacidad de juicio y raciocinio de la gente con pasta? A mí eso no deja de maravillarme. El dinero nos hace más listos e inteligentes y además te conviertes en un señor. Anda que no me he encontrado yo con mendrugos que no distinguían un burro de una pastilla de chocolate, cuando de repente se encuentran con dinero y se vuelven un oráculo del saber. ¡Qué sí! Que no hay que darle más vueltas, los que tienen dinero son inteligentes. Vale que algunos no lo parecen, pero eso es porque tan listos se han vuelto, que lo disimulan, que es el colmo de la intelectualidad.
¿Y qué creen, que si los ricos se meten en el mundo de los toros no se convierten en seres de inteligencia notable? Por supuesto, yo diría que hasta son más “espabilaos” que los demás “espabilaos” del resto del mundo. Además, a los taurinos les adorna otra virtud y es que no dudan en dejarse la pasta en bien de la Fiesta ¡Será por dinero! ¿Quién es capaz de discutir sus conocimientos sobre el toro de lidia a un neoganadero de nuevo cuño? Pues nadie que tenga dos dedos de frente. Solo hay que ver lo concienzudo de sus pasos. Primero compran ganado de sangre Domecq, pues saben que eso es invertir sobre seguro. Antes ya se compró el BMW o el Mercedes y ahora una ganadería de las que mandan en las plazas. Después se invita a alguna figura a tentar a su casa, a la que se le hace caso a pies justillas. Si la vaca va 18 veces al caballo sin dolerse y sin un mal gesto, pero luego no tiene “durabilidad” en la muleta, pa’ ellos. En esto de la selección hay que ser muy riguroso y no dejarse deslumbrar por el oropel de las 18 entradas al caballo. Y el neoganadero, que tiene dinero y en consecuencia es muy listo, no pierde detalle y se da cuenta que esa vaca le arruinaría su pequeño tesoro. Ojito, que uno no se juega su dinero, que le sobra, se juega su buen nombre. Si el maestro al segundo picotazo dice que vale ya, vale ya y si después de más de 2000 trapazos afirma que sí vale, entonces no hay más que hablar.
Como ponen una montonada de millones, no es que sepan de esto del toro, es que son los que lo inventaron, mal que les pese a esos talibanes románticos que dicen saber tanto, pero como no tienen posibles, no saben y si no saben, no pueden opinar. Punto y carpetazo. Pero claro los neoganaderos no son los únicos inteligentes, también están los neoaspirantes a neofiguras o las neofiguras bendecidas por los indultos y por las orejas que tan a ley se han ganado. Y alguien dirá ¿pero no ganan mucho dinero? Bueno sí, pero eso es quedarse en lo anecdótico. Lo sustancial es que más de uno se ha hecho figura a base de apoquinar el padre o la familia, sus buenos euros sobre la mesa de los sufridos empresarios. Entonces, si han tenido que pagar, también tendrían derecho a exigir ¿no? Ya se sabe que el cliente es el que paga y el cliente siempre tiene razón. Como no se va a exigir ganado, plazas, público, presidentes o una prensa amiga y comprensible con la pasta gansa que papá ha tenido que desembolsar. Que un poquito más y hasta perdemos el negocio familiar. Y aunque hay que dar por buena la inversión, no hay que olvidar quien paga.
Es como si a un doctor en medicina se le queda un paciente en el quirófano, porque resulta que ese día había perdido su partida de paddle de los martes. A ver quién tiene narices de recriminarle por una mala práctica médica, con todas las horas de estudio y dinero que en él gastaron sus padres. ¡Ah! Pero hay una diferencia, al señor doctor, en cuanto empezó a ejercer le pagaron por salvar vidas, así que entonces ya no vale el ejemplo. Leña al mono y una denuncia por negligencia, aunque haya gente que no pague por sus errores, como el cirujano de Belén Esteban y Carmen de Mairena.
Pero un torero, más concreto una figura, se pasa la vida pagando, aunque también ingresa sus buenos cuartos para alimentar e incrementar su coeficiente intelectual. Si revisamos el presupuesto de lo que cuesta ser un tío listo e inteligente, capaz de opinar de todo y con buen criterio, empezamos por los gastos de hotel, viajes y dietas de la cuadrilla y acompañantes, más los trastos, vestidos, invitaciones, autobuses de los más fieles para acudir a la plaza, camisetas serigrafiadas, pancartas de apoyo, pañuelicos, merienda para la plaza, incluido el pan de tres metros de largo y el jamón y longaniza necesario para su relleno, el agradecimiento a los críticos, si es que hay lugar a ello y yo qué sé cuantas cosas más. Para que luego vayan los aficionados y empiecen con lo del piquito, fuera de cacho y que el toro es una burra bobona que sufre enanismo. Así que a ver si nos vamos centrando y nos enteramos de quien pone la pasta. Porque total, ¿qué gasto tiene el aficionado? Ir a la plaza, algunos incluso lo hacen desde varios cientos de kilómetros de distancia, la comida, hotel y refrigerios varios, la entrada, que siendo muy optimista no baja de los 30 o 40 Euros, aparte del mosqueo de los familiares, que ese día se tuvieron que buscar el ocio familiar por otro lado. Señores, piénsenlo bien antes de reclamar y protestar, que al fin y al cabo bastante tienen con que les dejen entrar para recibir los efluvios del artista y a ver si ya de una vez tenemos “Un respeto al que paga”.

10 comentarios:

Diego Cervera Garcia dijo...

Enrique:
El que paga parece ser que es el que sustenta el espectáculo, pero desgraciadamente el que paga, muchas veces de ve con 3 palmos de narices ante ciertas situaciones...
El mundo del toro en general, muchas veces es muy injusto, y el que viene pagando las consecuencias lógicamente es el aficionado...
Pero ahora te hago un comentario que bajo mi punto de vista invita a la reflexión. ¿crees que es beneficioso para la tauromaquia y no para el negocio que se llenen las plazas? te dejo la patata caliente para que pienses...
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Diego:
El caso es que las plazas no se llenan, cada vez va menos gente a los tendidos y exceptuando a uno, los demás toreros ya pueden vestirse de querubines, que no llenan. Y ellos a pesar de todo se creen imprescindibles.
Un saludo

Xavier González Fisher dijo...

Ya lo cantaba Emilio Tuero, un santanderino que se radicó en México y que era conocido como "El Barítono de Argel": "el dinero no es la vida, es tan solo vanidad..." (la canción se llama "Quinto Patio").

Pero visto lo visto, resulta que hoy la vanidad va por encima del conocimiento y de la afición. Y es la que manda... Por eso estamos como estamos.

Por eso, los aficionados estamos relegados "al quinto patio".

MARIN dijo...

Enrique, sé de sobra como lo has escrito, pero te digo que el dinero no te hace un señor. Eso lo hacen otras cosas. Es mas, casi en el 90% de los casos, el dinero es el que te deja de hacer un Señor y te convierte en un abrazafarolas.

Si supieras los negocios familiares, las parcelas y las ilusiones que se han llevado el mundo del toro para muchos. Y luego están los que se niegan a pagar por torear. Pero... ¡Ay de esos pobres! de esos no se acuerda ni Dios por muy buenos toreros que sean.

Y con respecto a los neoganaderos nuevos, que montan ganaderias de la nada, te puedo escribir libros. Pero esto no te lo voy a contar aquí. Te mandaré un e-mail personal al respecto, que es de neoseñores el respetar a la gente.

Un abrazo.

lesaqueño dijo...

¿que hacen para llenar plazas?,
quizá cada dia mas tonterias?
Esto no me esta gustando nada, lleva unos derroteros peligrosisimos.
No esta el horno para bollos y menos por el momento actual.
Como gremio es el que mas pena me da, cada dia se apartan mas de la sociedad. Esto hoy dia no tiene un pase.
Si la casta politica no fuese tan borrega, se les haria cumplir con un reglamento hecho a conciencia, y multas por doquier.
No sirven los protagonistas de esto para tener ningun tipo de autoridad y poder. Lo ponen todo patas arriba. Si hasta generalmente, si, generalmente desarrollana mal su cometido:
art 1º, aprovecharme de todo lo que pueda
2º si sobra algo, no forzar nada mis limitaciones
3ºmolestar lo menos posible.

2º circuito ya.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Y además se creen que con ese dinero lo pueden pagar todo, lo que encima alimenta todavía más esa vanidad.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Marín:
Por supuesto, pero estos inteligentes son tan ignorantes que se lo creen. Yo he conocido a muchos. Y son tan simples que no se han parado a pensar que si se quedan sin dinero, según ese mismo razonamiento, ¿se quedan sin inteligencia? Pues no, inteligencia tienen la misma, lo que ha cambiado es que los palmeros ya no ejercen con él y le desprecian.
Un saludo y a la espera estoy del correo.

Enrique Martín dijo...

Lesaqueño:
Tú lo has dicho, que los protagonistas de estos no sirven para nada. Y encima se creen en posesión absoluta de la verdad.
Un saludo

Anónimo dijo...

Lo cierto es que cada vez somos más irrespetados a la hora de confeccionar los carteles, al prorrogar la gestión de una empresa con la que nadie está de acuerdo o a la hora de incrementar por encima de lo lógico el precio de las entradas.

Hace años que las tímidas protestas de unos pocos caen en saco roto. "Sietes", blogueros e internautas cabreados han conseguido más bien poco. La única forma de hacerse respetar es boicoteando a la empresa y no acudiendo a la plaza cuando uno crea que el cartel no merece la pena.

Puede que así algún lumbrera se ponga a cavilar por qué se está reduciendo el número de festejos y por qué la mayoría de las plazas no se llenan.

Saludos
J.Carlos

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Estás muy equivocado, porque yo leo y escucho a muchos que no paran de cantar las maravillas actuales y que son las figuras las que llenan las plazas. Y luego encima ves el gran acontecimiento de Olivenza, plaza que parece ser que por méritos propios ha sido calificada como plaza de segunda. No nos enteramos de lo que está pasando a nuestro lado, pero tranquilo, que no es tu culpa, es que igual no te has dado cuenta porque viendo a estas figuras, igual te has quedado dormido, como nos pasa a muchos, que si estuviéramos un poquito más cómodos, echábamos una cabezadita. Pero en serio, de lo que tenemos toda la culpa es de seguir acudiendo los domingos a los toros. Y en esto, tú eres muy culpable. Pero es lo que tiene esta afición. Y espera la "maravilla" de feria que nos va a recetar Taurodelta y amigos. Nos vamos a enterar.
Un saludo