Los Jandilla, ideales para una barbacoa, pero no para una corrida de toros
Menudo sopapo que nos hemos llevado los que hemos acudido a la primera corrida de toros de la nueva temporada de la plaza de Madrid. En el metro y autobuses que partían de Ventas y en los alrededores de la plaza se conocía en seguida a los taurinos por llevar una mano tapándose la cara. La cosa no estaba para dejarla al aire. Con la ilusión que iba la gente a la plaza. Con los dos matadores que más gustaron en el pasado año y en los comienzos de este, pero… ¡Ay! ese pero, el pero de siempre. Lo que no puede ser es anunciarse con una corrida de Jandilla. Con una presencia en algunos casos muy justita, pasados de kilos, contradiciendo esa máxima de que los toros no deben sobrepasar los 525 o 530 kg. Pero el señor ganadero esto se lo ha pasado por el forro.
Mansos, blandos, descastados, algunos inválidos y de una nobleza rayana en la bobonería. Entre todos no se podríamos juntar un correcto tercio de varas. El que mejor ha cubierto las apariencias ha sido el tercero, que pareció que empujaba fijo, aunque sin fuerza, pero que a la primera escaramuza salió pidiendo socorro y en el segundo encuentro con el caballo cabeceó el peto sin pudor alguno. El castigo que recibieron casi se puede reducir a un “¡te voy a…”! pero luego nada, ni una colleja. Tras esa “dura” pelea en el caballo, en banderillas se dolieron como y se retorcieron por las molestias de los palos de colores. En la muleta algunos iban y venían, pero con una sosería. Ha resultado más encastado el molesto viento que los chicos de Jandilla.
Abría la tarde Iván Fandiño y sin dudarlo se fue a la puerta de toriles a recibir al primero con unas destempladas gaoneras apartándose. Luego un quite por chicuelinas trapaceras, en las que ponía más interés que en estar bien colocado durante el tercio de varas. Ya se sabe. Lo importante de esta Tauromaquia 2.0 son los pases, el resto, como la lidia, los terrenos o poner el toro en suerte y no soltárselo a la acorazada montada al relance, son naderías sin importancia. Inició la faena con unos banderazos a una mano y a pies juntos. Ya ha quedado claro lo inconveniente del viento, pero eso no tiene nada que ver en que el vasco retrasara la pierna y se retorciera como una ostra con limón. Mucho mantazo al soso primero, sin poder cogerle el sitio al natural, sin mando, para acabar con una casi entera y trasera. En su segundo, Fandiño siguió en la misma línea al mansote y descastado Jandilla; más mantazos, más trapazos, más aburrimiento y paseos por el ruedo y sin vender una escoba. Quizás fue en el quinto donde el espada se encontró más a si mismo, al torero peleón que asusta al miedo. Pero el mulo que le tocó en suerte no estaba por ayudar y le faltó la casta y ganas de pelea de su oponente. Con este material, tanto los mantazos de recibo, como las tafalleras en un quite, lucieron bastante menos de lo deseado. Empezó por el pitón derecho, intercalando algún pase más que aceptable, con otros que decían poco o menos. El animal se tragaba tres y el de pecho, porque en el cuarto ya decía que nanay, que no bailaba ni él, ni su prima. No se puede decir que el torero se cruzara, el punto estaba al hilo del pitón, porque bastaba que se quedara un dedo más en la pala para que el mulo no diera un paso. Por el izquierdo ni uno, ni dos ni tres; además de que se le acortaron demasiado las distancias, se defendía. Vuelta a los orígenes cambiando de mano, pero ya no había nada que hacer, el pozo ya se había secado. Ni las manoletinas animaron ni al de negro, ni al de luces, ni al personal. Parecía que el ambiente era propicio para cortar una oreja y como en otras ocasiones, Fandiño se tiró a matar, aunque sin la épica de otras tardes, para cobrar una estocada trasera, soltando la muleta. Ya son demasiadas las oportunidades en las que pierde la muleta al ejecutar la suerte suprema, dándose la coincidencia de que esto sucede cuando asoma algún trofeo en el horizonte. Esto puede hacer pensar a más de uno que tal circunstancia sea más abusar de un vicio, que un accidente propio de la lidia.
No se puede decir categóricamente que Iván Fandiño haya bajado su cartel en Madrid, pero lo que sí es cierto es que ha quedado demostrado que él necesita del toro. No es un artista fino y pinturero, así que su camino parece apuntar hacia la lucha con el toro de verdad; lo que no quiere decir que tenga que mejorar en cuanto a su capacidad lidiadora, porque torear no es solo aguantar delante del toro a ver si me coge o no me coge. También hay que saber poner sobre la mesa los recursos que todo buen lidiador tiene que llevar siempre en el esportón, por lo que pudiera pasar.
El otro espada, David Mora, a mi me ha aclarado bastantes de las dudas que me levantaba el de Borox. Intentó el toreo a la verónica, siempre echando la pierna atrás, cuando no dando un pasito para aliviarse. Decidido a ofrecer variedad, a su primero lo quiso llevar al caballo con un garboso galleo, pero ni fue garboso, ni fue galleo. El torero iba por un lado y el toro por otro, pero siempre a una distancia prudencial. Se retorció en demasía con la muleta, muy a la moda del momento, aunque con cierto temple. AL natural se limitó a dar medios pases y todos, tanto con una como con otra mano, dándolos de uno en uno, teniendo que rectificar los terrenos a cada momento. En su siguiente, más variedad con el capote; en este caso unas chicuelinas apartándose y dándole la salida antes de que el toro llegara a jurisdicción. Empezó la faena citando de lejos, pero sin mandar nunca en la embestida y hasta escupiendo al toro de la suerte. Un conato de arrimón y poco más, mientras el público se empezaba a desesperar con tanto afán por hacerle faena a un zambombo sin fuerzas. En el sexto tuvo un inicio de faena un tanto ratonero entre retorcimientos y siempre dejando atrás la pierna de salida. Pico, enganchones y muchos pases, que no es lo mismo que torear. Aburrido, pesado y desesperante. Entera caída para cerrar una tarde en la que nunca mató arriba y lo que es peor, en la que parece que ha empezado a dejar claras sus intenciones de querer subirse al carro de la Tauromaquia 2.0 y a ver si con un poco de suerte suple a algún compañero del G-10 o éste se amplía al G-11.
Tarde aburrida y decepcionante, en la que los toros de Jandilla tuvieron mucha culpa del chasco, pero no hay que perder de vista las intenciones que han dejado ver los dos matadores, uno que parece querer ser el protagonista de Gladiator II, el corajudo, y el otro renovándose el pasaporte para viajar a la república independiente de las figuritas 2.0. Y mientras, los aficionados que se las prometían tan felices, tuvieron que irse corriendo a casa con la mano tapándose la cara, hasta poder ponerse hielo en la zona afectada por un sonoro sopapo en toda la jeta.
29 comentarios:
Muy interesante su reseña. Los abonados jóvenes de la grada del 7 desearían conocerle y tomarse unas cañas con el aquí escribiente y buen aficionado como demuestra en sus artículos. Un cordial saludo y un placer leerle.
Me muero escuchando la grabación de reseña que has colgado de esta tarde, que fiera, muy ironicamente cierto; ya sabes, cuando quieras estás invitado a unas cañas. un saludo.
Enrique yo la he visto en tendido de sofá. De acuerdo. Estos toreros son algo si los Toros dan miedo y su toreo emoción.
Fandiño ayer me recordó a Manzanares en la forma de esconder la pierna de salida. Mora me ha dado muchos malos ratos en Céret y Vic (allí no hay multas y se aprovechan). Me cuesta verlo con imparcialidad, pero si TOREA TOROS me rindo.
Están retrocediendo en su concepto del toreo, con respecto al verdadero. Eso sí, avanzan hacia el G-lo que sea.
¿A quien se le ocurre anunciarse con Jandillas?. La Empresa de Madrid es especialista en estrellar toreros emergentes. Esta vez creo que ha sido en connivencia con los apoderados. Estos piensan que sus toreros son ya figuras si pueden torear Toros comerciales.
¡A empezar otra vez!
Muy interesante y ajustado comentario. Creo que pones el acento en el toreo (y en el toro), y eso es lo que está haciendo falta en la fiesta. Aficionados que sepan lo que están viendo y lo digan. Hay que hacer pedagogía. Saludos.
Muy acertado Enrique, estoy totalmente de acuerdo contigo. Se empeñan en vendernos las pureza de estos dos toreros, pero entre ambos hay un abismo, creo que hay más verdad en Fandiño que en Mora, pro de ahí a la pureza desmedida queda un trecho que todavía no han recorrido. Veremos qué sucede con los Victorinos en Sevilla.
Emilio:
Estoy a vuestra disposición para cuando queráis y si es para unas cañas, mejor, jejeje. Muchas gracias por tu atención, pero si ves que afecta a tu salud, corta inmediatamente, jejejeje. Un saludo y de nuevo muchas gracias.
Fabad:
Coincido plenamente con tu comentario y me alegra ver que no soy el único que ve fantasmas, Realmente, en este compromiso los espadas tenían mucho más que perder y dejándose anunciar con este ganado, la cosa se agrava. Los Jandillas solo pueden servir para mostrar la clara tendencia de uno al torero moderno y la ausencia de emoción en el toreo del otro, a quien el toro le obliga a ponerse en su sitio. Estos torillos de nula exigencia solo valen para acabar roncando. Y esa frase lapidaria es una verdad como un templo ¡A empezar otra vez!
Un saludo
Elías:
Muchas gracias, aunque yo no me atrevo a hacer pedagogía, menudo compromiso. Pero como bien dices, la tarea del torero hay que medirla con el toro. Él es la raíz de donde nace todo. Y claro, si no hay toro, ¿qué sentido tiene todo lo demás? Muchas gracias de nuevo.
Un saludo
Luis:
Será por la escasez de toreros de verdad por lo que el público está constantemente buscando su torero y a veces nos precipitamos. Mora nunca me llenó, pero de vez en cuando le veía alguna cosa que podría hacerme pensar que podría progresar en la buena dirección. Fandiño es un torero con valor y del que cabía esperar una continuada mejora. Pero no son ninguno de los dos ese torero cuajado, con valor, con recursos y con cabeza. Ese tiene otro nombre y creo que tú y yo lo conocemos, el nombre digo. Tú lo conoces personalmente, pero yo no tengo esa suerte, habrá que volver a la Rioja este verano a ver si le pillamos por allí.
Un saludo
después de lo dicho por Fabad queda poco que decir, bueno si, ¡¡que que pena que no haya toros todos los dias para que Enrique nos escriba de lo que ha visto!!
Hola Enrique,
Cuantísimo me acordé de ti ayer, más por Fandiño que por Mora, ya que a Mora no creo que lo quieran estrellar, es el máximo exponente del G10.
Fandiño ayer no tuvo su día, pero mostró el valor, la raza y las ganas que se le suponen. Por mí no ha bajado ni un ápice su cotización, aunque estuvo mal ayer.
Respecto a Mora, que pena, parece ponce el año de su retirada(no me lo quiero imaginar). Este chico ha entrado en el G por la puerta grande(no la de Madrid por supuesto).
Una cosa para corroborar tu teoría de la conspiración, hay gente que dice que la corrida la eligieron los toreros, que tenían 3 para elegir, manolo gonzalez, montalvo y jandilla............!!!!!!
Eso es como decir, ¿que prefieres que te arranque, la mano o el pie?
Vaya desilusión, y más despues de llevar varios amigos conmigo para que vieran eso...
Un saludo
Costillares:
Yo pensaba que me tenías más aprecio como para desearme ir todos los días a los toros. Jejejejeje. Pero mira, ojo por ojo y diente por diente, yo seguiré contando las corridas a condición de que no paréis la Tartanilla. ¿Trato hecho? Siempre es una gozada ver el toro en el campo y las ganaderías que elegís.
Sobre lo de Fabad, pues que tiene un ojo y un conocimiento para esto del toro, que ya quisiéramos más de uno.
Muchas gracias por tus palabras y hasta por tus deseos. Espero verte algún día en el mes de mayo.
Un abrazo
Scotty:
Pues podía haber sido una tarde en la que hubieras enganchado a tus amigos a esto del toro, pero ya sabemos como funciona esto. Sobre Mora se me han aclarado muchas dudas, la principal es ese afán de ser "figura". Y espero que a Fandiño y a su apoderado les quede claro que él es torero y necesita el toro y que si se baja de ese autobús, será uno más.
Un saludo
La verdad es que no me sorprendió nada de lo que pasó en la tarde de Ramos, es más, lo vaticiné a mis amigos antes de entrar a la plaza. No me sorprende porque he visto a muchos que apuntaban alto, anunciándose con corridas duras y haciendo una digna labor, y en cuanto pueden se pasan al “otro circuito”. Lo malo es que nada tienen que ver unos toros con otros y amoldarse bien a ambos estilos es más cosa de figuras del siglo pasado con las que, a día de hoy, no encuentro parangón alguno.
He leído muchas críticas del ganado pero ¿es que alguien se esperaba algo más de lo que vimos ayer? Ni en mis mejores sueños hubiera soñado con ver en los Jandilla un decente tercio de varas o verles con picante. De ese ganado uno sólo puede esperar que se caigan lo menos posible y que metan bien la cara. Pues bien, ayer vimos ganado manso y descastado pero no es menos cierto que hubo varios que metían bien la cara, que iban de largo y embestían con nobleza. Es decir, había pelo para cortar. Que no se pudiera materializar ya no es cosa del ganado, sino de los matadores (justo como pasó la semana pasada con la novillada de Carmen Segovia).
Ayer, excepto el viento y parte del ganado, lo tuvieron todo a su favor. El público estaba por entero entregado a ellos. Se les sacó a saludar antes del festejo sin venir a cuento, ni habían salido en su última comparecencia por la puerta grande, ni habían sido cogidos en la plaza. En ocasiones se les cantaban los “olés” antes de haber terminado el muletazo, aunque después hubiera enganchones, que los hubo y con frecuencia. Fandiño no mató como otras veces y Mora apuntaba directamente a los bajos. Nada reseñable en labores de lidia por parte de ambos, tan sólo los inicios de Mora a la faena del sexto. Por el contrario estuvo muy desacertado en la lidia del cuarto y, no fue Mora, sino El Puchi quién enseñó a embestir al toro después de los numerosos enganchones en el recibo a la verónica.
Y del público, ¡qué decir! La sombra callada ante el inválido segundo y la plaza entera haciendo que se desmonterase El Chano por dos pares a toro pasado. Así como protestando toros que metieron la cara y perdonando los numerosos fueras de cacho que vimos en los matadores, sobre todo a un Mora que le cabía un tranvía entre el toro y él.
¡Y es que Madrid tiene sus predilecciones!
Saludos
J.Carlos
J. Carlos:
No sé si a ti te pasará lo mismo, pero cuando veo los tercios de varas como los de ayer, a partir de ahí a mí todo me interesa menos, aparte de desanimarme. Es verdad que podrían haber cortado alguna oreja, pero ¿qué valor tendría? Como tú dices, lo que no cuadra es que se anuncie el nombre de Jandilla y que se espere ver al toro. Eso es como nos decían en el cole, que no puede ser la ardiente nieve, ni el sol helador. No casa. La gente tenía ganas de triunfo grande. Me sorprendió ver jalear el toreo de capote de un torero que siempre se aliviaba, como un galleo en que el toro necesitó catalejo para ver el capote. En fin, nada nuevo, por desgracia. Pero tranquilo, que este chasco se verá superado con creces.
Un saludo
Enrique: Sin toro, ¿qué podías esperar? Con los bovinos anunciados, el resultado tenía una alta dosis de previsibilidad... Lo interesante que Ustedes tienen allá, es que no cuentan con el "truquito" del toro de regalo y los "matantes" tienen que apechugar con lo que resulte de la tarde... sin recurrir al "séptimo cajón" y sus "agradables y dulces 'sorpresas'", para tratar de salvarse de algo que ellos mismos han propiciado...
Xavier:
Como otras muchas veces, en tu entrada que evoca un momento del pasado, parece que te adelantas a la tarde de ayer en Madrid. Y claro, resulta muy difícil hacer una tortilla de patata sin huevos, ni patatas, una sangría sin vino o un chuletón sin chuletón, igual que montar una corrida de toros sin toros. Pues Taurodelta no cayó en la cuenta.
Un saludo
Aunque lo decimos de broma, un día de estos, los "taurodeltos", los "geses" o los "alguienes" nos van a mandar al frenopático (como dicen allá) o al neuropsiquiátrico (como decimos aquí), por andar "viendo visiones"... y si no, al tiempo...
Voy a poner un contrapunto, si todo el mundo escribe en la misma direccción pierde algo de gracia, creo.
"Unas destempladas gaoneras apartándose"...uf...¿cuándo fue la última vez que lo vimos en Las Ventas? Mucho valor hace falta para irse a toriles, de pie y con el capote a la espalda. Independientemente del resultado, merece mi ovación.
Respecto a otros comentarios de la afición de este blog ¿por qué ovacionamos después del paseíllo? Las Ventas siempre ha reconocido una buena actuación previa, independientemente de las orejas. Y la de Otoño lo fue.
El público de sombra también protestó el 2º toro, había varios espectadores debajo de la Presidencia, dados las vuelta y haciendo aspavientos.
Y el Chano se llevó una ovación que se convirtió en división al desmonterarse.
Un cordial saludo. Espero no haber molestado a nadie.
Xavier:
Haz el favor de no publicar comentarios tendenciosos para que las enfermeras te traten mejor. Irás al neuropsiquiátrico cuando lo mande el médico, no se pueden dar ideas, eso es favoritismo y te darán toques cuando lo merezcas, no antes, y las pildoritas de una en una.
Un saludo
Si la Fiesta más sorprendente, más inabarcable y menos previsible del mundo,se convierte en una certeza previa que se confirma plenamente a su finalización,lo único que queda latiendo en nuestro interior de aficionados, es la seguridad de su desaparición,si no es que ha desaparecido ya.
Badila:
Molestia ninguna. Simplemente disparidad de opinión. Así que vamos al grano. En esto pesa mi opinión personal, al no ser periodista, ni escribir en un medio de comunicación, es una licencia que me puedo permitir. Claro que valoro el esfuerzo de irse a la puerta de toriles, pero el resultado obtenido no me parece que justifique este alarde. Si te vas allá, al menos no te eches para atrás, porque entonces da la sensación de que no es tanto el valor. Yo prefiero las cosas bien hechas a las cosas poco pensadas. A mí me ganan mucho más plantándose y no rectificando ni un milímetro, que con estas cosas. eso sí, tampoco censuraré a quien lo aplauda. En mi caso pesa más el resultado. Lo de la ovación, pues tres cuartos de lo mismo. Yo ni salí tan feliz aquel día, ni aplaudí al acabar el paseíllo, pero bueno, tampoco es para rasgarse las vestiduras, porque en una sola tarde ofrecieron más que muchos juntos en toda la temporada.
El Chano también fue aplaudido por esas cosas de Las ventas, porque tampoco fue para tanto, ha estado otras tardes bastante mejor.
Tampoco creo que la discrepancia haya sido tan honda, pero estoy seguro que esto se animaría mucho más si saliese el toro. Y en esto seguro que coincidimos plenamente. Un cordial saludo también para usted y las gracias por la visita y el comentario.
Franmartín:
Precisamente antes de la corrida hablaba yo de estas previsiones y de las posteriores certezas. Yo decía que no es que se sea más sabio, simplemente se es más mayor o se ha visitado más veces la plaza, porque todos estos males se repiten y se repiten. Y lo único que acaban siendo son nuevas paladas de tierra sobre la Fiesta.
Un abrazo fuerte
Yo como siempre el último ultimaménte (valga la redundancia). Lo que pasa es que tuve la reseña de la corrida al acabar la misma ja ja.
Mira Enrique, que quieres que te diga, que ojalá estos dos no se nos hayan pasado al lado oscuro. Lo que si es cierto es que cuando el toro no pone emoción (ya no digo que sea bravo y encastado, solo que ponga emoción), no hay nada. Estos dos, con la mansada de Gavira en otoño nos hicieron disfrutar, pero cuando el toro no sale por la puerta de chiqueros, hasta ellos se contagian.
Esperemos que estos dos tampoco se hayan perdido.
Un saludo Enrique.
Marín:
Fandiño veo más complicado que se mude y si lo hace, puede que sea el inicio de su caída. A Mora le veo más dispuesto a ello. Quizás los dos estén locos por la música, pero tendrían que medir muy bien las consecuencias. Y una de ellas es si los de arriba les harían sitio.
Pero como bien dices, todas estas cábalas no tienen sentido sin toro, y cuando sale éste, ya se ocupa él de colocar a todos en su sitio. Con él no hay supuestos, todo es realidad. Y no tengas prisa por salir, ya sabes que uno siempre espera.
Un saludo
Hoy te entro más tardío. Reconozco haber mantenido ciertas esperanzas con este "mano a mano". Fundadas además, según te explico:
Después de veinte años del Borja. Bueno el Borja sí, sus toros -o lo que sean- no, esperaba que enviase una corrida con toros de los que yo supongo guarda como reserva por si algún día hay que echar mano de casta y sangre brava.
El hecho de ver el cuatreño regordío para completarla en las fotos de la mañana, ya me dió a entender de qué lo que íbamos a ver era subproducto y más de los mismo en los cinco toros restantes. Los que cerraron plaza pudieron salvar al de los Baños Arabes de Jaén la tarde; pero no veamos luz, cuando la obscuridad domina. A éste se le fué la ganadería de las manos aquella noche de Jaén, cuando a bombo y platillo, anunció -año 1983- eso que se llama Jandilla, para desgracia de LA FIESTA.
Saludos de Gil de O.
p/d No me gusta que Fandiño se salga del camino. Los de frente por detrás sobraron. Son gaoneras si se ejecutan con el envés, y viniendo ligada la primera de medio farol para colocarse.
Gil de O.:
A este blog nadie llega tarde, llega en el momento preciso, que eso no es fácil. A mí la corrida me empezó a dar mal tufo cuando oí de quien era el ganado. Es verdad que algunos me hicieron albergar alguna esperanza sobre los toros, precisamente pensando lo que tú apuntas, esos ahorrillos de casta bien guardados, pero no. Y los toreros, igual que unos necesitan la borrica para que no se les vean las vergüenzas, otros necesitan el toro, porque si no parece que no están. Gracias por ese matiz. A mí no me gusta que se pongan el capote detrás, prefiero que lo hagan tal y como dices, con un afarolado. Me parece que así no se rompe la línea del relato que es la lidia de un toro. Muchas gracias por pasarte por aquí en el momento que creas, siempre es una satisfacción recibirte.
Un abrazo
Enrique:
Nada mas salir de la corrida me eche las manos a la cabeza...y ya todo lo que se pueda decir es agua pasada.
El toro, los toreros, el encaste de donde proceden....
No se, siendo atípico y contrariado en mis comentarios y rompiendo una lanza a favor de Jandilla, he de decir que la gention de la plaza de las Ventas a llevado a esto, y con esto no quiero defender la ganadería, pero si decir que lo que llevaron fueron las sobras de la ganadería y aquí los que mas culpa tienen son 2 señores que se llaman Ivan Fandiño y David Mora por apuntarse obligadamente a una corrida con pocas garantías porque no tiene motor por regla general...
¿culpables? todos, unos por proponer y otros por verse obligados a aceptar.
Un abrazo
Diego:
Quizás sea cierto lo de Jandilla, seguro que lo sabes de primera mano, pero si es así, tengo que reconocer que el señor ganadero tiene muy poca cpnsideración con el público de Madrid, pues esto y cosas peores se han sucedido desde hace hace años, las pocas veces que viene por aquí. Yo no sé si tendrán "motor" los que se han quedado en el campo, pero es muy difícil que tengan más casta. A mí los toros no me defraudaron. Y no lo hicieron porque no esperaba nada de ellos. Esperaba mulos y salieron mulos, pero mulos de los de albarda. Gordos para pasar el reconocimiento y poco más. Sobre los toreros, independientemente del problema ganadero o de otras obligaciones, no se puede salir de esa manera. Si Mora echa la pierna atrás o no se para aquieto en ningún lance con el capote, eso es cosa suya. Y si Fandiño se quiere empezar a acomodar, también es cosa suya. Ellos verán. Pero no creo yo que la empresa les pusiera pegas con otra ganadería que seguro que es más barata que Jandilla. Y si las pone, se dice en la prensa y a ver que pasa. Pero aquí todos se agarran a ese ente que no permita a nadie salirse del carril, por miedo a que les veten. Pues si tantas son las víctimas, ¿A qué esperan?
Un saludo
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