Uno empieza a estar harto de que ciertos hechos se repitan a lo largo de la historia y de que no seamos capaces de aprender y evitar esas situaciones que solo nos perjudican a los que vivimos en esta piel de toro, como la llamó Herodoto. ¡Ay! Herodoto, si tú supieras lo que ha pasado por aquí en estos siglos, la cantidad de gente que vino y se quedó, lo que ha progresado incluso a pesar de nosotros y lo que todavía podía haber llegado a ser si no fuéramos a veces ni tan ciegos, ni tan sordos. Hemos permitido que los mejores de nosotros se tuvieran que marchar a otras tierras para poder descubrir su genio en toda su plenitud, aunque también lo hubieran mostrado aquí, pero más tarde se tuvieron que marchar: Goya, Severo Ochoa, muchos de los genios del 27, Picasso, Arrabal, Barbacid, Pedro Duque, los jóvenes que ahora tienen que buscar su futuro más de nuestras fronteras y tantos y tantos más.
Pero el mal no es solo lo que sale, sino la forma en que abrimos la puerta a los de fuera. Detrás de ese orgullo patrio que nos hace pensar que como España nada, hay una falta absoluta de sintonía entre lo que se dice y lo que se hace. Incluso hasta se podría hablar de cierto desprecio, desdén o falta de aprecio a lo que podría alimentar y justificar ese orgullo, que en ocasiones parece que solo lo aguantan la tortilla, el jamón y la paella. Del resto estamos sobrados. Ya se pueden llevar nuestro arte por cuadro duros, ya pueden asfaltar el litoral y jalonarlo de torres de apartamentos llevándose por delante todo lo que se les ponga por medio, total, si playas hay muchas y arena mucha más.
Se adocenó el flamenco para agradar a japoneses, americanos y demás devoradores del sol de España, y si se ha mantenido con vida y ha llegado al auge y respeto que ahora tiene solo es debido a cuatro locos que no se resignaban a que ese patrimonio se convirtiera en un adefesio. Qué suerte tuvieron los flamencos de que entre ellos aún quedara alguien que no se deslumbrara por el oropel de las divisas. Como en otros casos, volvemos a encontrarnos con la sentencia orteguiana que unía la historia de España y del toreo para poder comprender mejor a ambas. En esta piel de toro aún no hemos acabado de exportar cerebros para hacer progresar otros países, ni nos importa que los símbolos que más nos identifican viajen a otros lugares para gozo de aquellas gentes y que hasta se establezcan allí por los siglos de los siglos.
Dicho en otras palabras, no nos parece suficiente que sea Francia la que soporta el peso del toro bravo, manteniendo vivas las sangres no comerciales que aquí se desprecian con tanta alegría, sino que ahora emigran las ganaderías al completo buscando un futuro mejor. Habrá algún patriota que viva su ceguera nacional pensando que allí mandamos lo malo y que nosotros nos quedamos con lo bueno, con la flor y nata de la cabaña brava ¡miau! A otro perro con ese hueso. Lo que hace unos años no es que pareciera imposible, sino que además nadie podía llegar a imaginarlo, se está dando. El toro está empezando a abandonar el Campo Charro. Entre el matadero, la Unión Europea, la crisis, la falta de afición y el “buen criterio” de las figuras que van tentar a su manera, en Salamanca se está hundiendo el campo bravo. La última en hacer el petate y subirse a al tren del exilio ha sido la ganadería de Valverde, aquellos mozos del cura que con solo nombrarlos ya sembraban el pánico entre los taurinos, aquellos a los que se tuvieron que enfrentar los que no eran figuras, ni tenían pinta de llegar a serlo, pues a la mínima escapaban de verse en el mismo cartel que los toros de Salamanca.
Que felices estamos, esos tontos de franceses se llevan lo malo y los Cuvillitos, Garcigrandes, Zalduendos y todas las “grandes” ganaderías que matan las figuras, nos las dejan para nosotros. Pero que listos somos, para nosotros la toreabilidad, durabilidad, docilidad, bobonería, flojedad, toros bonitos y muy en tipo y proporcionaditos y sin pitones exagerados. Y ellos se tragan lo malo, malísimo, ¡qué listos somos! Anda y que se queden con el toro íntegro, con la variedad de encastes, la casta, las láminas de otras épocas, los toros con unos pitones de impresión, los que van tres veces o más al caballo, esos a los que no hay quien les pegue cien pases porque te comen. Eso no es la fiesta de los toros, eso es la tragedia, lo que quieren algunos aficionados anclados en el pasado, no los amantes del arte, tal y como afirmaba don Finito de Córdoba, el torero de Sabadell. Creo que nos podemos sentir orgullosos de nuestra “listeza”. Y los que no quieran ellos, los vendemos para las calles, que ahí no miran el tipo, solo quieren el toro que parece un toro.
Me siento como un imbécil vestido de payaso con una nariz roja en medio de un funeral, encantado de ser el más animado en un sitio donde todos van de negro, pensando que son unos aburridos. Y es que no aprenderemos nunca. Si de Salamanca a Ciudad Rodrigo todo eran toros a lo largo de la carretera, pronto veremos restaurantes, centros comerciales, clubs nocturnos, urbanizaciones de adosados, clubs de vacaciones, campos de golf y un vivero de plantas vendiendo palmeras, que dicen que es lo que mejor se adapta s los desiertos. La cara que se les va a quedar cuando se den cuenta que para todas esas cosas está mucho mejor Benidorm y la Manga y que además tienen playa para dormir la mona. Pero seguro que esto no es posible, no hombre, ¿a quién se le ocurre? Eso es cosa de los catastrofista y pájaros de mal agüero, lo mismo que decían hace tiempo algunos y Cataluña y… ¿Catalu… ña? ¿Fiesta? ¿Prohibición? ¿Galicia? ¿Los niños no pueden entrar en las plazas? Pero ¿qué está pasando? ¿Qué nos estamos perdiendo? Empiezo a tener la sensación de que los timadores son los timados. Con lo listos que somos aquí, más listos que nadie y nos estamos dejando hacer el tocomocho por alguien que no es ni español. Pero si los “espabilaos” éramos nosotros. Tendrá que hacer algo la Administración, las Comunidades Autónomas, esas que han declarado la fiesta Patrimonio Patrimonial del Patrimonio, el Ministerio de Cultura, Presidencia del Gobierno, el Rey y si hace falta, el Papa. A ver si ahora va a resultar que ya nunca se van a poder prohibir los toros, pero no nos van a quedar toros. Que alguien lo mire detenidamente y si ve algún resquicio por el que todavía podamos creernos los más listos del mundo y no quedar como el tonto la boina, que me lo diga. Que uno así, con esta congoja, no puede vivir.
22 comentarios:
Olé. Suscribo lo dicho.
Enrique:
¿Y que decimos ahora?
Yo anoche y sin ir mas lejos estaba escribiendo una entrada similar a esta (casualidades de la vida) y la la mitad de la entrada que estaba escribiendo cerré el archivo de word...
me dije a mi mismo...-Diego ¿para que escribes esto? -
Uno ya pierde la moral por ver algo digno y en condiciones, eso si, cuando existe una variedad de encastes que es la jerarquía y el patrimonio de la tauromaquia (cosa que ayer Manolo Moles defendía a capa y espada)
Hoy anochecerá, mañana sera otro día y mientras tanto los taurinos modernos en el olimpo de los dioses...
Cambiando de tercio hoy si voy con ilusión a la novillada, a ver si la Murciana Conchi Rios me hace volver a sentir lo que senti en las novilladas de verano de 2.011... (fíjate con que poquito me conformo)
Haber si te veo antes de entrar a la plaza.
Un abrazo
Emilio:
Muchas gracias.
Un saludo
Diego:
Pues aunque no te lo creas, hay quien no valora esa variedad, es más la desprecia. Ya ves, hay gente pa' to, como decía El Gallo. Yo iré a ver a Conchi Ríos y tengo curiosidad por verla, a ver si aquello fue de verdad o de casualidad. Que no pido que esté bien, tendrá que luchar con el viento tan fuerte, pero al menos que se le vean las intenciones de quererlo hacer.
Yo estaré por allí, así que si quieres nos vemos.
Un abrazo
Olé Enrique.
Conchi Rios tiene su importancia, como todos los toreros, pero lo màs importante es lo que acabas de tratar: el toro bravo, y sobre todo el que desaparece hoy del campo charro.
Pero te puedo asegurar que las "grandas" plazas galas continuan preferir para las figuritas pipoles las ganaderias comercialas, de Cuvillo, Mierdagrande, Zalduendo...
Dicen que los "curas" van a pastar cerca de la placita de ALÈS, donde sus hermanos fueron muchas veces acogidos. Pero aqui tambièn continuamos a sacudir los ciegos de las "peñaschuuuttcallate", mientràs que ciertos politicos y animalistos intentan prohibir a los niños entrar en las plazas, sin preocuparse que guerra, crimenes, violenzas multiplas, como ya lo sabemos todos, penetran cada dia en los hogares y en los cerebros de los niños, con la television y internet que no prohiben nada, ellos.
Pero todos andamos sobre la cabeza: unos, por la tonteria de las leyes que votan, y otros, nosotros, por aceptar sin rebelarnos.
Un saludo
Pedrito:
Son muchos los ataques que se reciben y para mí y creo que para muchos buenos aficionados, la única defensa es el toro.
En Francia seguro que también tendréis plazas en las que manden los malos taurinos, pero también las tenéis en las que lo primero es el toro y la suerte de varas. Si eso se extendiese por todo el mundo de los toros, quizás nos iría mejor. Un saludo
Te dije hace poco que iba poco a los toros y que los veia poco por televisión. Pues quizás en esta EXTRAORDINARIA entrada que nos has dejado tengas la respuesta Enrique. Pero vamos, que estoy por pedirte el traje de payaso y la nariz roja. Yo tambien me siento un extraño, pero que se le va a hacer. Uno vive en la ignorancia y lo equivocado.
Por ahora voy mas al campo a verlos que a las plazas, quizás tambien porque tengo la suerte de haber nacido en el sitio donde he nacido y vivo. El dia que no pueda ni ir a ver eso, me dedicaré a la recolección de chatarra, como Riverita (que no le va mal y está super tranquilo el tio).
Un abrazo Enrique
Pues ya ves Marín, ya ni lo de ver toros en el campo está seguro, aunque también puede que influya la forma de entender esto por parte de los que crían. Si es así, lo tienes asegurado con esa familia que cría toros en tu pueblo. QUizás en Salamanca estás muriendo del éxito de años pasados, por no haber sabido adminidtrar esa euforia que parecía eterna.
Un saludo
Señor Gradaseis,yo me quedo con su descripcion de lo que es la antitesis de toro bravo o de lidia,que tanto les gusta a los del arte. Chapeau.
un saludo
Kaparra:
Muchas gracias por la visita y las palabras que me dedica. Ellos andan a su toro artista, y les vale todo lo que se haga delante de esas bobonas mochas. Les gusta la danza, sin caer en lo del toro,
Un saludo
Enrique,daría como dice la copla,"un deíto de mi mano,el que más falta me hiciera",por no ver lo que veo y adivinar lo que adivino va a ocurrir y no a tan largo plazo.
En éstos tiempos la cosas se suceden a velocidad vertiginosa . En cien años hemos pasado de la diligencia, al Bentley (creo que se escribe así),esos coches de Reyes y Cortesanos ricos hasta la indecencia, que hablan y hasta "prenuncian".
Los grandes males,como el de la tauromaquia,requieren soluciones traumáticas y ,dolorosas y rotundas que al parecer nadie ,ni los aficionados, están dispuesto a aplicar .
Pronto,muy pronto,mucho más pronto de lo que suponemos,ésto se acaba de morir,porque moribundo está.
Todo lo que detallas en tu artículo creo que avala ésta mi opinón y pone los vellos de punta.
Me gustaría ser un necio,un ciego y un loco,antes que acertar en que ocurra lo que ,si no ponemos grandes remedios que no se ven por parte alguna,va a ocurrir,está ocurriendo ya.
Franmartin:
Bien sabes tú que desearía equivocarme de medio a medio, pero las cosas son como son. Y para mí una de las peores circunstancias que se están dando es que se asume la degeneración. Se asume que al toro no se le pique, que la tercera vara es imposible, innecesaria y hasta inapropiada. Que el toreo sea una parodia y que el toro un monigote que va y viene. Son demasiados trágalas. Si en nuestro ideal no está la verdad, nunca la alcanzaremos. ¿No crees?
Un abrazo amigo
Enrique estoy a punto de ver por telemoles la del Conde de la Maza y me pregunto ,¿cuanto tardaran en mandarla al matadero o vendersela a Simon Casas.
!Es que nos estamos quedando sin toros Dios mío¡.
Un abrazo
Franmartin:
Nos están robando la afición. Pero no dejando que se muera, primero la están desfigurando y pervirtiendo y luego la harán desaparecer. ¿Es absolutamente necesario ese paso previo?
Un abrazo
Lea esto, estimado aficionado al noble arte y abonado de la Plaza de Madrid... En mi opinión tienen toda la razón.
http://www.abc.es/20120417/cultura-toros/abci-juventud-taurina-arremete-contra-201204172003.html#.T4755DMdIm4.twitter
Emilio:
No comparto lo de Julio Aparicio, quien se ha ganado cierto crédito a base de su sangre. En los que se echan en falta alguno me sobra, pues las últimas veces que vinieron, caso de Fernando Cruz, evidenciaron sus carencias. Igual que en las ganaderías infumables se puede alargar la lista. Luego lo de Fandi, Castella, Perera y otros cuantos, pues parece que están obedeciendo a una absurda inercia. Son unos carteles nefastos que admiten muchas variaciones, pero en líneas generales responden a lo que hay, y eso es lo verdaderamente negativo, que hay poco más de donde sacar. Se lo podían pensar los taurinos y la Comunidad de Madrid, que de nuevo ha demostrado el "interés" que tiene por la fiesta, ninguno.
Un saludo
MENUDA MARAVILLA LA CORRIDA DE FUENTEYMBRO ESTA TARDE EN SEVILLA...NUEVA DEMOSTRACIÓN DE MOTIVOS A FAVOR DEL RESPETO AL TORO Y DE LA VARIEDAD DE ENCASTES..QUE LUJAZO.
Emilio:
No he visto nada de la corrida, pero si hay toro, hay Fiesta.
Un saludo
Por cierto, dicen que Ángel Teruel no va a venir, casi seguro, el día del Santo Patrón porque necesita 2-3 meses de recuperación. Sueño con el siguiente cartel y esa tarde -la de mi cumpleaños- pueden regalármela como inmejorable regalo, si funciona la tarde, claro. Toros ( de El Ventorrillo, en este caso, que para lo que hay en ganado Domeqticado no es para guillotinar a los empresarios) para JUAN MORA, JULIO APARICIO Y CURRO DÍAZ. Sería un lujazo de los que faltan en la Feria. Un saludo Enrique.
¿Pero qué esperaba Vuecencia...? Anoche veía un episodio en TVE de lo que quiere ser la biografía del profesor Severo Ochoa y tal parece que en ese "hay gente pa' tó" del genial "Gallo", el "tó" se convirtió en la norma y lo "otro" en la excepción, cuando en esos días en los que le presentaron "al otro Ortega", era precisamente al revés.
Hoy somos una mediana pelotera de gente de los que dírían "hay gente pa' tó", cuando seríamos nosotros, en principio, los que pudiéramos tener la opción de decirlo de los demás.
Por eso los pensantes buscan otros aires, prefieren eso a andar "como aves sin rumbo" en la tierra que les vio nacer...
Y ya me callo, que la señorita de las píldoras taconea por los pasillos... No sea que me pille diciendo incoherencias...
Emilio:
Por si acaso, prepara un buena fiesta después, porque si tienes que fiarlo todo a una tarde de artistas, igual no te quedan fuerzas ni para soplar las velas.
Un saludo
Xavier:
Ya no nos queda ni humildad para reconocer el mérito al señor ese raro, incluso aunque sea filósofo.
Estos serán los que no estén de acuerdo con aquel "Qué inventen ellos".
Un saludo
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