Hay una serie de frases o actitudes que definen con bastante
exactitud al que se considera aficionado a los toros, y si unimos todas estas
pinceladas, igual conseguimos un retrato bastante aproximado a lo que es la
realidad o nos sale el Ecce Homo de Borja, un adefesio, pero gracioso y con
fama entre los amantes del arte… por la televisión.
El aficionado a los toros sabe más que nadie y desprecia a
los demás, a los que considera unos ignorantes y háganme caso a mí, qué sé de
lo que me hablo, no como esos que andan por ahí.
El aficionado a los toros suele tener un as en la manga,
sabe algo de lo que nadie tiene noticia, pero él está dispuesto a jugarse una
mano para demostrar la veracidad de lo que dice, y esto lo sé buena fuente,
porque quién me lo dijo era un tío de los de arriba.
El aficionado a los toros sabe de toros, porque se rodea de
gente del toro y basta con que un ganadero, un torero o un simple almohadillero
esté entre sus conocidos, a él le llega la ciencia por influjo divino y que no
me lleve nadie la contraria, que yo soy amigo de varios ganaderos, mayorales y
toreros.
El aficionado a los toros no necesita un ordenador, tiene en
su memoria ordenados por fechas, plazas, toreros, ganaderías y ferias, lo que
ocurrió tal o cual tarde, cómo vestía la terna, el nombre y peso de los toros y
el comportamiento de estos en la plaza, y les aseguro que doy fe que lo que
dicen es verdad, pues tengo esos datos grabados en la memoria.
El aficionado a los toros es respetuoso con el prójimo, en
apariencia, y hasta que no le llevan la contraria, a partir de ahí la actitud
puede tornarse casi hasta violenta y no creo que nadie tenga suficientes
bemoles para contradecirme.
El aficionado a los toros trata a los toreros de maestros y
a los ganaderos de don, mientras que a los banderilleros le llama por el apodo,
con tanta familiaridad como si hubieran comido en el mismo plato, y de esto se
quejaba mi amigo Periquito, peón del maestro Antoñete y muy amigo de Don
Eduardo Miura.
El aficionado a los toros se siente como tal si viaja
durante toda la temporada a todas las ferias, en especial a las de los pueblos
más escondidos de la geografía taurina, dónde siempre hay una plaza que es la
más seria y con el toro más cuajado que en ninguna otra de primera, lo cual no
es cierto, porque la única a la que se puede ir a ver toros de verdad y el
público más entendido es la plaza de Villarrubia del Castañar, que cada año
organiza una corrida de toros y una novillada, pero con toros de casi 7 años y
700 kilos y unos novillos que podrían pasar por cinqueños en Madrid.
El aficionado a los toros trata a los toreros por el nombre
de pila, con una familiaridad más que patente, cómo si un rato antes hubiera
estado echando un mus con él, mientras se vestía de torero, algo que yo nunca
haré con José Antonio, ni con José Tomás, ni Alex, ni ninguno, juego bastante
mal al mus.
El aficionado a los toros no viaja a una ciudad para ver una
corrida, se acerca en un momento si alguien se anima. Y si el bolsillo se lo soporta,
que a algunos en el nuestro hasta hay eco.
El aficionado a los toros siempre conoce los bares que
importan alrededor de cada plaza y conoce al dueño y los camareros por su
nombre, no como otros, que pensábamos que todos se llamaban “Cuandopueda”.
Luego, cada uno hará lo que le venga en gana, sea o no buen
aficionado, pero ante todo, hay que parecerlo; nunca le descubrirán, porque de
toros, realmente no sabe nadie, y el que suscribe, menos que nadie, pero, por
supuesto, uno intenta dar el pego.
22 comentarios:
Enrique, en mi casi retirada de este puñetero vicio (me siento expulsado), sólo puedo decirte que lo bordas. Nos quieren calladitos y entrenando con Perera...
Efectivamente Enrique, decía el inefable Cantinflas: "de toros no saben ni las vacas, porque algunas mueren célibes...", pero como en estos tiempos que corren todos hacemos como que sabemos, pues varios pasamos por "léidos y escribéidos" en estos menesteres y así resulta lo que resulta... ¿Será el efecto de las pildoritas?
Je je…
Si me permites, un apunte.
El aficionado a los toros conoce dos o tres novilleros, auténticas figuras en ciernes, que ni por asomo alcanza a conocer nadie más. Acordaos de lo que os estoy diciendo…
Saludos (y ovación)
¿Ves?, por eso siempre digo que yo soy aspirante a aficionado. Porque yo conozco pocos bares aledaños a las plazas, las pocas veces que voy a la plaza no discuto con el de el lado y para mas inri, no me gusta el mus. Y por el camino que llevo, creo que jamás sere aficionado.
Un abrazo Enrique.
Amigo fabad,como estoy en la misma disposición tuya,cuando quieras me lo dices y celebramos nuestra despedida en Sevilla o en Graná...o en los dos sitios.Seguro que cortábamos orejas rabo y pata,a ser posible negra y 5 J.
Un abrazo
Fabad:
Primero, muchas gracias. Y lo siguiente es que sí que es verdad que nos van empujando fuera de esto, pero uno también piensa que igual es porque les fastidiamos un poco el truco. Así que sigamos para adelante. Eso sí, que sepas que cuando abren el Aula Taurina de Granada, alguno que otro lo disfrutamos muchísimo.
Un abrazo.
Xavier:
Los hay que saben más que otros y normalmente son los que más reniegan de el volumen de su saber. Y no sigo por ahí, porque no quiero que usted se me enfade, así que no le diré que usted sabe mucho y, afortunadamente, no todo, si no, sería aspirante a títulos como el de máximo conocedor de la tauromaquia mexicana y cosas parecidas, que usted no quiere ser.
Un abrazo
Juselín:
Qué verdad más grande, jejejeje. Ahora me acordaré de ti cada vez que lo escuche, lo que puede significar que te tenga en la mente todos los días de San Isidro. Pero me acordaré para bien, aún a riesgo de que me ría yo solo y se piensen que estoy falto.
Un abrazo
Marín:
Tú, cada día que pasas te alejas más y más del modelo de aficionado al uso, ¡gracias a Dios! Eso del bar y del mus ya ha sido definitivo, a mí no me vuelvas a hablar. bueno sí, que si no, no tengo quién me enseñe el campo.
Un abrazo
Franmartin:
Pues no estaría nada mal esa celebración. Yo incluso me apuntaría, pero para que no estuvierais solos, por supuesto, no porque tenga yo otro interés como probar el pata negra, ni cosas de esas.
Un abrazo y ya digo que igual esa idea no es ninguna locura.
Estimado Enrique Martín te contesto en tu casa. El toreo como el flamenco, la poesía, la pintura, el amor tienen un sentimiento intimo que los eleva sobre los hábitos cotidianos diarios. Son contrapuntos del devenir diario que no hay que entender sino gozar. Ese encogimiento del corazón al que haces referencia es tu mayor tesoro. Vívelo, disfrútalo y sobre todo no tengas prisa en encontrarlo, porque te encuentra el a ti. No sólo en el toreo, en el flamenco, en la poesía, en la pintura que tan bien ejecutas, sino en la misma vida...
Un sincero y fuerte abrazo.
Enrique: Yo creo que lo que propone Franmartin es lo más interesante de lo que por aquí se ha dicho. "Salirle al patanegra" en Sevilla o en Graná o en el mismísimo Madrí... Eso requiere "jarta afisión" y no tanta "voluntá" y poco ánimo de discutir y más de charlar sin deseos de sabihondez... ¿No lo crees así?
Pues la idea no es mala... El único problema es que casi seguro que reaparecemos. Ando luchando conmigo para ni siquiera ir a Sevilla (Fuente Ymbro, Victorino y Miura, son las candidatas y tengo el atractivo de mis nietos sevillanos) ni a Vic, ni a Céret...Podemos preparar una despedida al uso de las figuras, dándonos una vuelta por las Plazas "donde mas nos quieren" y garantizándonos el 5J.
En el fondo, necesitamos despotricar para que se note nuestra condición de "aficionados"...
Un abrazo.
Enrique, el aula está entreabierta, serán los recortes...
Aficionado es el que no va a la plaza porque está harto de que le tomen el pelo.
Saludos
J.Carlos
Enrique:
Como siempre, genial. Enhorabuena. Acabo de acordarme de muchos de esos aficionados y me he echado unas risas.
Un abrazo.
Pues fíjate que yo a esos aficionados a los que tú te refieres les llamo "taurinos", término que como comprenderás y creo que compartirás, odio.
Los aficionados que no nos ponemos delante de una Victorina como la de tu dibujo, no sabemos de la misa a la media, y si no, pregúntale a tus amigos toreros jajaja.
Lo peor o lo mejor de todo es que tienen razón, ni sabemos ni entendemos, pero como el loro del chiste: lo que nos fijamos...
Juan Arolas:
Después de este comentario, me va a permitir que me lo guarde para mí y que lo disfrute. Y es verdad que hay sentimientos que no se encuentran, te encuentran ellos. Quizá esa sea la maravilla que nos engancha a todo esto, esa irracionalidad que intentamos explicar racionalmente.
Un fuerte abrazo
Xavier:
Pues te tengo que dar la razón. Y sin sabihondez, por supuesto, eso sólo se da cuando hay gente que sabe y todos estos que andamos por aquí, sólo sabemos que no sabemos nada, así que al pata negra y seremos igual de ignorantes, pero con la panza llena.
Un abrazo
fabad:
Si es por celebrar, lo mismo podemos tomar como excusa el cierre, que la apertura, la despedida o la reentrada, el motivo es lo de menos. Y cómo le digo a Xavier, como todos somos ignorantes de esto, y cada vez más, pues hablaremos de nuestras locuras que nos creemos que son verdades.
Un abrazo
J. Carlos:
Creo que pronto hablaremos de esto en persona, porque a nada ya empieza la temporada y nos veremos en nuestra plaza, aunque sin capota, jejejeje. Esos que dices son los aficionados, tú y yo somos de los tarados que siguen picando el anzuelo.
Un saludo
Alberto:
No seas malo. Bórrate esa idea de la cabeza, no vaya a ser que te salga la risa cuando te los encuentres de frente y tengas que explicarle por qué te ríes.
Un abrazo
I. J. del Pino:
Nos fijamos, pero además hablamos, que eso también les molesta. ¡Ay! Esos taurinos que todo lo saben y de nada entienden, a diferencia de otros, que ni sabemos, ni entendemos, ni creo que tengamos posibilidades de progresar.
Un abrazo
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