lunes, 29 de julio de 2013

La Fiesta de las Olimpiadas dejará huella

¿Sería "El Gallo" el precursor del toreo en la playa?


Llevo tiempo pensando, dándole vueltas y más vueltas a eso de que asignen a Madrid para organizar los Juegos en el 2020. Si esto me lo preguntan hace años, no tendría ninguna duda y estaría deseando ver a los mejores atletas del mundo pasearse por mi barrio. ¿Se imaginan ir a tomar un helado y que Hussain Bolt se acabara todo el bidón de chocolate? Menuda faena, pero si es Bolt, merece la pena. Pero ahora mismo no veo más que negros nubarrones y fantasmas amenazantes.

Aparte de que me pueda parecer una chapuza, el momento menos oportuno o una sarta de parches por parte del Ayuntamiento de Madrid, hay una cosa que no para de berrearme. En su momento salió la señora alcaldesa afirmando que el baloncesto tendría su sede en la plaza de toros de Las Ventas. Qué bonito y cuánto tipismo, ¿verdad? Pero claro, lo que dejan ahí en una nebulosa es que los “señores de los anillos”, de los cinco anillos, exigen que el recinto esté cubierto y seguro que puestos a pedir, no permitirán que los aficionados estén encajados entre si, tal y como están los que puedan llenar la plaza en una corrida de postín en mayo. Como idea de base, ambas opciones parecen magníficas, cubrir la plaza y hacer más confortables las localidades, pero la pega reside en el cómo. Ahí es cuando se empieza a liar la madeja. Si se busca el confort, parece lógico que habrá que sacrificar aforo y si esto no fuera así, habrá que emplear tiempo en unas obras de magnitudes poco previsibles. Pero ¿Y la cubierta? Todavía los hay que escuchan la palabrita y se llevan las manos a la cabeza, pero para taparse, no vaya a ser que se lleven un telonazo en plena coronilla. Que el numerito de este invierno ha sido como para pensarse hasta meterse debajo de un paraguas. No creo yo que vayan a llamar a los mismos de la otra vez, aunque todo es posible estando de por medio la Comunidad de Madrid, Taurodelta, el Centro de Asuntos Taurinos y los políticos con mando en plaza, esos que dicen defender la Fiesta a capa y espada, siempre que aquella no se les enrede entre las piernas.

Tampoco creo que los “señores de los anillos” traguen con cualquier cosa, pues durante esos quince días de competición quieren que salga todo a pedir de boca, luego a toro pasado, da lo mismo que se descubran compras de votos, cohechos, casos de doping o que una súper campeona de la RDA ahora sea un hombre y se llame Andreas. Pues bien, si se cubre la plaza con garantías, como en el caso de un proyecto presentado a la Comunidad de Madrid allá en los 90, que permitía cubrir y descubrir la plaza en pocos minutos, gracias a un sistema muy similar al diafragma de una cámara de fotos clásica, sin suponer ningún daño estructural o estético al edificio de la plaza, se necesitaría un año de trabajos, haciendo imposible los espectáculos taurinos durante ese tiempo. Y si a ello unimos que lo más probable es que el año de los Juegos no se permitiera dar a la plaza el uso para el que se construyó, puede que nos encontremos que la temporada taurina de Madrid se suspendería al menos durante dos años. Dos años, que pueden ser mortales para los Toros en Madrid, tal y como entendemos ahora mismo este espectáculo. Se abriría la caja de Pandora y de repente eliminaríamos el hábito de algunos de ir a los toros, el aficionado harto se alejaría de la plaza obligado, pero puede que con la excusa perfecta para abandonar definitivamente esta afición. Y los claveleros, pues a lo mejor hasta se sienten más cómodos en el tenis, en la hípica o en un palco en Chamartín o en el Estadio Olímpico. Todo dependerá del sitio donde pongan mejores canapés.

Me dirán que todo esto son elucubraciones mías y estoy absolutamente de acuerdo con quien piense esto, pero hay una cosa que me escama, ¿por qué la señora alcaldesa de Madrid no aclara de una vez cuales son los pasos a seguir en este caso, los plazos de ejecución, si será posible la celebración de festejos, si la temporada será viable, si continuará San Isidro… Y la Comunidad de Madrid, antes presidida por doña Esperanza y ahora por don Ignacio, la propietaria del coso, no dice esta boca es mía. Ellos callados como muertos, sin aclarar nada. Pero por el camino van dejando las huellas de sus intenciones, que hasta el momento se han podido frenar. Lo de la chapuzatapa respondía a un intento de convertir este edificio en la sala de conciertos más grande de Europa, se abortó un plan que pretendía sustituir a gran parte de los trabajadores de la plaza por mozas y mozos esbeltos y bonísimos ellos, incluyendo algo tan específico como los areneros, que no voy a decir que sean imprescindibles y que no haya nadie que pueda hacer esa labor, pero, como dicen los modernos, tienen un “Know how”, un conocimiento de su tarea, que otros ignoran. Y con todo este guirigay, se dejaría todo en manos de la Warner, para que dispusiera de Las Ventas de acuerdo a sus intereses. Yo te dejo este muerto, tú haces lo que te dé la gana, si quieres dar toros los das, que para eso están estos arruinadores profesionales de Taurodelta y de lo que saques me das una parte y aquí paz y después gloria.


Que me perdonen los señores de Taurodelta, esos que tantos desvelos padecen a causa de la plaza de la calle de Alcalá, el primero de ellos ver la forma de quitarse de en medio esa molesta temporada que les hace trabajar para cada domingo y festivo de finales de marzo al 12 de octubre, con lo que a ellos les facilitaría las cosas hacer una feria de 70 festejos basura con obligada adquisición del abono so pena de perder los derechos sobre él. Lo mismo hasta pretenden integrar Las Ventas en un tour deportivo, que viendo el estado del ruedo en estos últimos festejos, podría perfectamente tratarse del de Volley Playa o Fútbol Playa. Hasta ahora el de novilladas Playa no está siendo demasiado exitoso, pues no es lo mismo ver a unos señores vestidos de luces y a unos novillos enterrando la pezuña en semejante arenal, que ver a una pareja de brasileñas y otra de suecas en “top”, luchando por la victoria mientras se rebozan en la arena como “crocretras” caseras. A ver si alguien nos explica algo, más que nada para que el aficionado no empiece a darle vueltas a eso de cambiar los turnos en mayo para poder ir a los toros, aunque qué tonterías dice uno, si para entonces igual no hay nadie que tenga trabajo. Nos manejaremos todos en esa economía sumergida en la que el principal objetivo sea sablear a los turistas llevándoles al bar de un colega a comer, vendiéndole camisetas, palos del campo como antigüedades, haciendo de guías clandestinos cobrándoles 100 € por cabeza por enseñarles la Plaza Mayor y otros 100 € por no llevarles a un lugar oscuro y peligroso. Que viva la ilusión y la esperanza, porque seguro que “La Fiesta de las Olimpiadas dejará huella”.

6 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

En 1968, cuando los Juegos Olímpicos fueron en México, hasta "corridas olímpicas" organizó la empresa de la Plaza México. Simplemente, no puedo creer que en Madrid se vaya a cerrar la plaza de toros, con el fin de usarla como escenario deportivo, en lugar de "aprovechar el viaje" y hacer una "feria" para la gente que asistirá al evento.

MARIN dijo...

No sé como va el asunto este Enrique, pero creo que suspender los festejos en Madrid dos años seria una catástrofe parecida a un suicidio taurino en toda regla. Es que me imagino cuando vi la plaza de las arenas en Barcelona y ahora recuerdo las Ventas... joder! que mal rato.

Un saludo.

Antonio "el canalla" dijo...

¿Amigo mío.....y si en vez de cubrir Las Ventas, se van a jugar al Baloncesto a Vistaalegre? que digo que sería lo más sensato y "lo menos costoso" puesto que la antigua Chata ya está cubierta y sin uso para el cual fue reconstruída. Qué es dar toros. Un gran abrazo, querido amigo canalla. Por lo demás, de acuerdo en casi todo, y con todo mi cariño, que sabes qué es mucho, difiero en los nubarrones de los JJOO.... Un abrazo fuerte.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Esa era una costumbre secular, cualquier acontecimiento se acompañaba de corridas de toros, cuanto más extraordinarias, mejor, pero si los señores Taurodelta no están por la labor, ¿cómo se lo vamos a pedir a los señores políticos? Parece que prefieren esconder la Fiesta en el trastero, hasta que se vayan los invitados.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Marín:
Pues no te preocupes, que igual se convierte en una macrodiscoteca con bares temáticos con un toque cañí.
Un abrazo

Enrique Martín dijo...

Antonio:
A mí lo que me hace tener la mosca detrás de la oreja es que no se cuenta nada de cómo se desarrollaría esa idea de "Las Ventas Basket Pavillium". Con lo fácil que sería explicar los pasos a dar. Pero la sensación que tengo es que no quieren que se conozcan hasta que la cosa no tenga remedio.
Un abrazo