lunes, 2 de junio de 2014

Tutorial de la suerte suprema

El software toros estuvo muy bloqueado y por más que se pulsaran las teclas, los resultados no resultaban optimizados


Para ejecutar correctamente la suerte suprema en el toreo se precisa de varios comandos, que deberán ser activados de forma sucesiva, para garantizar el éxito de la operación. Si usted es usuario del sistema operativo Toreo Clásico podrá seguir este tutorial paso a paso sin problemas. En cambio, si su sistema es el de la Tauromaquia 2.0, tendrá que desinstalar este e instalar el anterior, ya que pueden darse serios problemas de incompatibilidad. En primer lugar, aparte de la consabida muleta, espada y toro, este último imprescindible, como el estoque; hay algunos sistemas libres que prescinden de la muleta, pero no es recomendable, pues puede dañar piezas esenciales de su equipo y problemas que no se solucionaran con reiniciar el equipo.

Para entender más fácilmente el proceso, les vamos a poner un ejemplo práctico en el que se podrá ver cada paso con claridad. Tomemos la estocada al quinto toro de la tarde del 1 de mayo de 2014 del diestro Alberto Aguilar. Anteriormente el torero había realizado una faena de muleta a base de mantazos y pases empalmados, más acompañando la embestida del elemento toro, que dominando esta, para así evitar posibles problemas como que el animal le levantara del suelo de forma violenta y peligrosa. Su función muletera prosiguió con más abuso del pico, carreras para recuperar el sitio, naturales muy acelerados, sin temple y sin rematarlos, quizá demasiado atacado, lo que podía provocar daños importantes. Llegado al final del proceso, Alberto Aguilar se dispuso una vez a cuadrar al elemento toro, para así realizar dicha suerte suprema. Afortunadamente desistió al comprobar que la posición de las manos de animal no era la mejor para ejecutar el comando estocada. El toro finalmente las juntó a la misma altura y entonces el diestro consideró oportuno iniciar la suerte suprema. Se perfiló con la espada apoyada en el corazón, contrajo el brazo izquierdo que soportaba la muleta y de un movimiento preciso, sin violencia, se la metió al hocico del toro, como si se la diera a comer. En ese preciso instante, este hizo por ella, dejando al descubierto el área llamado hoyo de las agujas, circunstancia que aprovecho Aguilar para meter la mano empujando la espada, dejando una estocada en todo lo alto y que hizo que el de Montealto rodara. Cabe destacar la lentitud y precisión con que se llevó a cabo el proceso, consiguiendo una ejecución casi perfecta de la suerte, huyendo de esos movimientos rápidos y poco vistosos, así como las imprecisiones habituales en la colocación del acero. Y todo este párrafo para explicar como se ejecuta a ley la suerte de matar.

Si aquí finalizara este tutorial tampoco pasaría nada pues todo lo demás fueron procesos infectados por virus informáticos. Lo del ganado de Montealto, Julio de la Puerta, para remendar la corrida y luego con un sobrero y otro del Ventorrillo, fue la historia de unos marmolillos infumables que no se meneaban ni coleados por cinco monosabios, y esto no es una expresión más o menos afortunada, es la realidad de algo sucedido en el ruedo venteño. Don pedro.gutierrez@elcapea.puff capoteó mecánicamente y acelerado a sus dos toros, los de Julio de la Puerta, sin ser capaz de llevar mínimamente la lidia de ambos, que no fueron ni regañados en el caballo. El primero se lió a cornear el peto y el segundo con aguantar de pie o levantarse de sus derrumbes tenía más que de sobra. Sobre su actividad en el último tercio es idéntica en ambos casos, idéntica a lo realizado otras tardes, idéntica a lo de otros años; vulgaridad, retorcimientos, pico, lejanías y mucho pase acompañando, que no toreando. Este es uno de eos programas que uno se compra o piratea y al cabo del tiempo no entiende por qué lo tiene en su equipo. Misterios de la informática y de Taurodelta Softwere.

Aparte de la gran estocada ya descrita en el presente tutorial, Alberto Aguilar no ha desarrollado ninguna función digna de archivar en el disco duro de su equipo. Capotazos desabridos al primero que buscaba refugio en toriles, o en su defecto en las tablas. Se durmió en el peto mientras le hacían la carioca y gracias a esa extendida costumbre de los picadores de no apretar el comando palo, derribo al caballo con gran riesgo para el jinete, que pudo recibir el golpetazo del caballo sobre él. Con la montura en el suelo, el toro se enceló sin que los de luces fueran capaces de sacarlo de ahí. Incapaces por no habilitar la función “échale h…”, “un capote en la cara” o “estemos atentos al quite y no jugando a los chinos con el alguacilillo”. Inmediatamente se puso en acción el antivirus “los monosabios coleando al toro”, llegando a ser hasta cuatro o cinco a la vez. Esto es algo que se debe evitar, pues este antivirus es pirata, los monos a lo suyo y no a hacer quites, ni a colear, aunque siempre hay quien aplaude este cortafuegos y nadie que lo censure. Pero claro, si matadores y peones antes de hacer el quite tiene que reiniciarse, pues estamos apañados, nos quedamos sin el periférico caballo y picador. La segunda vara fue en el reserva, mientras el respetable estaba enciscado con el lío del caballo y los monos. En la faena de muleta Alberto Aguilar nada pudo hacer con el toro, que se quedó parado, paradísimo. Una buena estocada, pero no apropiada para centrar en ella ningún tutorial. Previamente a lo narrado en los párrafos iniciales, el diestro se limitó a dejar a su segundo vagar suelto por el ruedo y este fue al caballo para que no le picaran prácticamente, a riesgo de desmoronarse contra el suelo.


www.Sebastián.Ritter suplía a Paco Ureña y vistos los resultados, se ha salido perdiendo. Pocos usuarios entendían esa sustitución para el colombiano y en este momento la entenderán muchísimo menos. A su primero, un inválido del Ventorrillo al que ni se picó, le sacudió mantazos a dos manos, con el capote, y c a una, con la muleta. Daba lo mismo la falta de fuerzas, el temple era sustituido por la actualización del trapazo acompañando. En su segundo, que en el caballo pegaba cabezazos al peto en paralelo y solo con el pitón izquierdo. Con la muleta se hartó a pegar trallazos, a darle aire al animal que entraba igual que lo hacen los borricos botijeros, pero a causa de ese mal uso del engaño, el toro se fue poniendo cada vez más complicado y más complicado y más complic… (reset). Sus embestidas eran un arreón inicial y al ver que escapaba la presa medio se paraba y salía con la cara a media altura. Una media atravesada saliéndose una barbaridad de la suerte, por no seguir el tutorial que le precedió unos minutos antes, y un rosario de descabellos de todas formas, maneras y posturas que resultaban ineficaces. Así sonó un aviso, un segundo y el tercero, para que en ese momento atinara el colombiano con el verduguillo. Pero ya no había lugar para cancelar, ni para deshacer, ni para delete (borrar). Pero cuidado no confundir las teclas y presione la tecla Supr. y elimine “Tutorial de la suerte suprema”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

“Pasemos por alto a los de Montealto”, tan sólo con la excepción del quinto, un manso embestidor que iba y venía sin ton ni son y al que Alberto Aguilar tuvo la virtud de acompañar las nobles embestidas del animal de manera poco estética y algo despegado pero que, al estar cabreado el personal con lo acontecido durante la tarde, fue motivo suficiente para que, tras una entera colocada con gran habilidad partiendo desde fuera de la suerte, le pidieran una generosa oreja. En su segundo poco pudo hacer ya que quedó parado tras un largo periplo cebándose con el caballo en el suelo.

Acudí a la plaza con el ánimo de no caer en la corriente crítica contra Pedro “Capea” al que posiblemente se le trata más injustamente de lo que merece pero es que le ves torear y tienes que acabar dando la razón a los que le abuchean. Estuvo bastante descolocado toda la tarde y, como hacen todos, colaborando en mantener a los inválidos en el ruedo para que le sea más cómoda su labor. No sé por qué sigue viniendo a San Isidro, ¿de verdad hay alguien que quiere verle de nuevo en esta plaza?

Ritter estuvo verde con los de El Montecillo, sigue verde y me temo que seguirá verde toda su vida. Intenta suplir sus carencias con valor pero llega un punto en que no cuela y que el beneplácito de la afición se acaba. Esteta no es, sólo le queda ser lidiador, cosa que tampoco es. Lo siento pero no le veo porvenir en esta dura profesión. Una puntualización Enrique, el sobrero de El Ventorrillo fue el lidiado en sexto lugar y fue el que puso en aprietos al matador… y a la cuadrilla. Parece que este año han sacado mucha guasa los de esta ganadería junto con los de Paco Medina, de esa misma procedencia. Desde luego no me aburrí en el sexto porque el peligro estuvo patente en todo momento, un toro mirón, que le buscaba cada vez que veía hueco y que le tiró algún gañafón con aviesas intenciones. El mitín con el descabello es como para hacerse antitaurino.

Como dije en la entrada, estos de Montealto son como para olvidarlos y que no vuelvan.

Saludos
J.Carlos

P.D: me cuentan que Peñajara ha realizado un análisis post mortem a los astados lidiados la semana pasada y que han encontrado que los hígados estaban sanos. Recordemos que en 2009 se encontró que los toros tenían Fasceolosis hepática. Tendrán que seguir buscando porque lo suyo no era normal.

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Ya has dejado claro lo que fueron los tres matadores. Y que cuando los toros tienen un poquito de salsa, los toreros solo saben estar a merced del toro y que sea lo que Dios quiera. Eso sí, luego se les llama valientes y punto, sin que nadie parezca decirles que es conveniente afinar eso de defenderse del toro. ¿No te ha parecido que ha habido algún toro que ha tenido un puntito de picante más de lo que era habitual últimamente?
Un abrazo