miércoles, 4 de marzo de 2009

Verónicas rodilla en tierra















Ya tenemos al toro en la plaza y, según las tauromaquias antiguas, hay que poderle desde el primer momento, enseñarle quien es el que manda en la plaza y encelarle en los engaños. Y según los viejos maestros, no había mejor cosa que echarle el capote al suelo para obligarle a humillar y evitar posibles derrotes que levanten al torero los pies del suelo. Y aunque pueda parecer un contrasentido por la forma de dar las verónicas hasta los inicios del siglo XX, verónicas altas, también es verdad que se le obligaba a variar el viaje, a diferencia de lo que ocurre en la actualidad. Hoy en día la verónica se da con las manos bajas, intentando templar la embestida. No se si hemos salido ganando con el cambio. Aquellas eran más dramáticas quizás y estas más estéticas. Aunque se trate del mismo lance, son dos interpretaciones diferentes.

Siguiendo con las verónicas por bajo, que es lo que ahora nos ocupa, y comparando unas con otras, en la antigüedad como en casi toda la lidia de la época, era un toreo más defensivo. Por contra en el toreo más moderno el toro permite un mayor relajo y asentamiento del matador en la tierra. Y puede que sea por lo poco frecuente y por la belleza que este tipo de toreo ofrece, siempre son bien aceptadas estas verónicas por bajo rodilla en tierra. Al menos en estos primeros lances de recibo, el toro suele aguantar sin perder las manos.

Aquí os dejo una mezcla de toreo antiguo y moderno y que cada uno ponga fecha a los diferentes estilos de recoger al toro por bajo.


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