Sólo les ha hecho falta reunirse cinco minutos en Albacete y ya han empezado a tomar decisiones. Perdón que no he dicho quién; pues nada más ni nada menos que las escuelas de toreros, las fuentes de la sabiduría taurina, el sancta santorum donde se guarda celosamente el germen de la fiesta futura, las Escuelas de Tauromaquia de todo el Mundo.
Ya el otro día me adelantó la noticia nuestro buen amigo Xavier González Fisher y me quedé un tanto perplejo. Leyendo los cuatro puntos de las conclusiones de este III Encuentro Mundial, he podido comprobar cómo sienten la fiesta, cómo darían un brazo a favor de ésta y cómo sólo les guía su desinteresado amor a ella. No se me saltan las lágrimas, se me rebotan en los carrillos de la emoción. Y nosotros ahí, acusándoles de que no enseñan a lidiar, que los aspirantes a figuras del toreo sólo aprender a dar pases, y mal, Somos unos desalmados.
Si entramos en analizar las conclusiones finales, podemos apreciar cómo se preocupan del futuro, del suyo, solicitando una normativa que les garantice que no se van a ir a las colas del paro mañana mismo y además exigen que se les trate cómo verdaderos maestros, dando a sus enseñanzas categoría de formación profesional. ¿Qué menos para tanto saber derramado sobre los cacúmenes de esos veletas jovenzuelos que no se dan cuenta de que están delante de los herederos de Pedro Romero, director de la antigua Escuela de Sevilla?
En este sin vivir por la situación actual de Cataluña, exigen que los jóvenes puedan elegir en libertad el querer ser toreros. Hasta ahí podíamos llegar, y si alguien no se da por aludido, le recordamos el artículo 35 de la Constitución Española. Pues, ¡no somos nadie pidiendo libertades en nuestro beneficio!
Y ya puestos a asegurarnos el sustento de aquí en adelante, vamos a pedir lo que nos corresponde, y perdón que hable en primera persona, pero es que cuando me ciego, no veo, luego ya sí, pero de momento no veo nada. ¡Por favor, una vela que nos alumbre! Pues a lo que íbamos, ¿qué es eso de que los figurones del toreo nos saquen las entrañas y se nos lleven todo el saber torero que llevamos dentro? Nos exprimen como a un limón y luego, si te he visto, no me acuerdo. Pues no, hay que exigir que paguen por lo que se les da desde tan dentro. A partir de ahora se va a exigir que los matadores destinen una cantidad a determinar en la escuela de la que salieron al mundo taurino.
En el cuarto apartado del comunicado sólo se anuncia el nombramiento del nuevo responsable de los destinos de este Ateneo de la tauromaquia. Lo que se desconoce es si después se dan instrucciones sobre no avisar a la policía por la seguridad de la fiesta o si dan las señas suficientes donde depositar el rescate, pero si me entero de algo, que nadie se preocupe que lo haré saber.
No me digan que no es para pensárselo. Igual hasta se les debería hacer caso, pero con una serie de puntualizaciones. Porque a raíz de estas demandas se supone la suficiente capacitación del personal docente para impartir clases de tauromaquia, sin necesidad de tener que superar examen alguno ante el correspondiente tribunal. No hay tribunal bastante sabio que pueda juzgarles a ellos. De la misma forma se da por hecho que el temario es lo suficientemente amplio y exhaustivo para garantizar que todo alumno que salga con el diploma de torero, o de figura el toreo, eso aún hay que meditarlo un poco más, sabrá plantar cara a cualquier toro que salga de chiqueros. Con un perfecto conocimiento de las suertes, de su ejecución, del momento de ponerlas en práctica, de las querencias del toro y de los terrenos, de los diferentes comportamientos de cada encaste y por supuesto de la historia del toreo. Aunque todo esto no quiere decir que desaparezcan figuras tan necesarias como el veedor o el ponedor, tampoco hay que confundir a la gente.
Creo que son unas medidas tan acertadas que podrían extenderse a todo el ámbito laboral. A partir de ahí, ¿no se debería premiar al maestro que nos enseñó las primeras letras, poniendo en nuestras manos el arma imprescindible para poder aprender todo lo se nos enseñaría en nuestra vida? Esa profesora de lengua y literatura que enseñó a Vargas Llosa, Gala, Pérez Reverte o Ken Follett; el profesor de física de Pedro Duque; el profesor de gimnasia de Messi o Fernando Torres; el de la autoescuela de Fernando Alonso. Por favor, un poco más de respeto para esos maestros que nos pusieron en el buen camino.
Ahora vemos a esas figuras del toreo pasearse por las plazas sin echar ni un segundo la vista atrás para acordarse de sus maestros. ¿Quién se acuerda de quien enseñó a El Fandi a banderillear? ¿Quién sabe el nombre del que enseñó a Ponce a torear al natural? ¿Y quién reveló los secretos de la profundidad y el dominio a Perera y a Castella? ¿Y quién perdió el sueño convirtiendo a El Juli en el estoqueador que es? Pues en estos últimos casos todas estas figuras se ahorrarían una pasta, porque no parece que estos semidioses tengan que agradecer nada a nadie en esto de torear, pero el día en que los identifiquen a lo mejor les corren a gorrazos por la calle de la Estafeta y lo podremos ver con la cámara superlenta y narrado por Manuel Caballero y el maestro Molés.
PD.: Os dejo con este enlace de un vídeo en el que José Ignacio Sánchez da una clase de cómo torear con la muleta, tal y como lo hacía él en aquellos años en que se echaba la pañosa a la zocata y levantaba al público de Madrid de sus asientos. Creo que resulta suficientemente elocuente.
Ya el otro día me adelantó la noticia nuestro buen amigo Xavier González Fisher y me quedé un tanto perplejo. Leyendo los cuatro puntos de las conclusiones de este III Encuentro Mundial, he podido comprobar cómo sienten la fiesta, cómo darían un brazo a favor de ésta y cómo sólo les guía su desinteresado amor a ella. No se me saltan las lágrimas, se me rebotan en los carrillos de la emoción. Y nosotros ahí, acusándoles de que no enseñan a lidiar, que los aspirantes a figuras del toreo sólo aprender a dar pases, y mal, Somos unos desalmados.
Si entramos en analizar las conclusiones finales, podemos apreciar cómo se preocupan del futuro, del suyo, solicitando una normativa que les garantice que no se van a ir a las colas del paro mañana mismo y además exigen que se les trate cómo verdaderos maestros, dando a sus enseñanzas categoría de formación profesional. ¿Qué menos para tanto saber derramado sobre los cacúmenes de esos veletas jovenzuelos que no se dan cuenta de que están delante de los herederos de Pedro Romero, director de la antigua Escuela de Sevilla?
En este sin vivir por la situación actual de Cataluña, exigen que los jóvenes puedan elegir en libertad el querer ser toreros. Hasta ahí podíamos llegar, y si alguien no se da por aludido, le recordamos el artículo 35 de la Constitución Española. Pues, ¡no somos nadie pidiendo libertades en nuestro beneficio!
Y ya puestos a asegurarnos el sustento de aquí en adelante, vamos a pedir lo que nos corresponde, y perdón que hable en primera persona, pero es que cuando me ciego, no veo, luego ya sí, pero de momento no veo nada. ¡Por favor, una vela que nos alumbre! Pues a lo que íbamos, ¿qué es eso de que los figurones del toreo nos saquen las entrañas y se nos lleven todo el saber torero que llevamos dentro? Nos exprimen como a un limón y luego, si te he visto, no me acuerdo. Pues no, hay que exigir que paguen por lo que se les da desde tan dentro. A partir de ahora se va a exigir que los matadores destinen una cantidad a determinar en la escuela de la que salieron al mundo taurino.
En el cuarto apartado del comunicado sólo se anuncia el nombramiento del nuevo responsable de los destinos de este Ateneo de la tauromaquia. Lo que se desconoce es si después se dan instrucciones sobre no avisar a la policía por la seguridad de la fiesta o si dan las señas suficientes donde depositar el rescate, pero si me entero de algo, que nadie se preocupe que lo haré saber.
No me digan que no es para pensárselo. Igual hasta se les debería hacer caso, pero con una serie de puntualizaciones. Porque a raíz de estas demandas se supone la suficiente capacitación del personal docente para impartir clases de tauromaquia, sin necesidad de tener que superar examen alguno ante el correspondiente tribunal. No hay tribunal bastante sabio que pueda juzgarles a ellos. De la misma forma se da por hecho que el temario es lo suficientemente amplio y exhaustivo para garantizar que todo alumno que salga con el diploma de torero, o de figura el toreo, eso aún hay que meditarlo un poco más, sabrá plantar cara a cualquier toro que salga de chiqueros. Con un perfecto conocimiento de las suertes, de su ejecución, del momento de ponerlas en práctica, de las querencias del toro y de los terrenos, de los diferentes comportamientos de cada encaste y por supuesto de la historia del toreo. Aunque todo esto no quiere decir que desaparezcan figuras tan necesarias como el veedor o el ponedor, tampoco hay que confundir a la gente.
Creo que son unas medidas tan acertadas que podrían extenderse a todo el ámbito laboral. A partir de ahí, ¿no se debería premiar al maestro que nos enseñó las primeras letras, poniendo en nuestras manos el arma imprescindible para poder aprender todo lo se nos enseñaría en nuestra vida? Esa profesora de lengua y literatura que enseñó a Vargas Llosa, Gala, Pérez Reverte o Ken Follett; el profesor de física de Pedro Duque; el profesor de gimnasia de Messi o Fernando Torres; el de la autoescuela de Fernando Alonso. Por favor, un poco más de respeto para esos maestros que nos pusieron en el buen camino.
Ahora vemos a esas figuras del toreo pasearse por las plazas sin echar ni un segundo la vista atrás para acordarse de sus maestros. ¿Quién se acuerda de quien enseñó a El Fandi a banderillear? ¿Quién sabe el nombre del que enseñó a Ponce a torear al natural? ¿Y quién reveló los secretos de la profundidad y el dominio a Perera y a Castella? ¿Y quién perdió el sueño convirtiendo a El Juli en el estoqueador que es? Pues en estos últimos casos todas estas figuras se ahorrarían una pasta, porque no parece que estos semidioses tengan que agradecer nada a nadie en esto de torear, pero el día en que los identifiquen a lo mejor les corren a gorrazos por la calle de la Estafeta y lo podremos ver con la cámara superlenta y narrado por Manuel Caballero y el maestro Molés.
PD.: Os dejo con este enlace de un vídeo en el que José Ignacio Sánchez da una clase de cómo torear con la muleta, tal y como lo hacía él en aquellos años en que se echaba la pañosa a la zocata y levantaba al público de Madrid de sus asientos. Creo que resulta suficientemente elocuente.
http://www.youtube.com/watch?v=bThh9w6RRtM
11 comentarios:
Pues imagínate, al rato las señoras progenitoras de esos genios, también van a pedir sus "derechos" por haberles dado la vida...
Ya en serio, creo que es justo que aporten algo a las escuelas que les dieron formación, el problema estriba desde mi punto de vista, en la manera en la que se administrarán esas aportaciones, que debe ser lo más transparente posible y de eso, en la información transmitida, poco o nada se señala, de allí mi preocupación.
Un abrazo.
Enrique:
Como está el personal. Aquí cada uno quiere asegurarse las habichuelas ¡como sea!
Resulta que ahora todos los médicos, abogados, ingenieros, Arquitectos, Torneros, Fresadores, Carpinteros, etc... deberían, desde el momento que empiezan a ejercer, pasar un sueldo vitalicio a sus correspondientes profesores de universidades y academias.
¿Porqué no se reunen para hablar de la exigencia de pagar los mínimos (reglamentarios) a los chavales?, que andan los chicos por los pueblos, paliza tras paliza, sin llevarse un duro. ¡Ah, coño... que eso no interesa, que no nos llevamos nada!
Entiendo que los chiquillos tienen que curtirse por esos festejos menores de la España profunda y no tan profunda, pero habrá que pagarles, que las penas con pan son menos.
¡... Y si al menos no les quitaran la personalidad a cada torerillo!
Un saludo!
Xavier:
Desconozco de donde obtienen sus ingresos las escuelas en otras partes del mundo, pero aquí en España las mantienen las Comunidades Autónomas, Diputaciones o Ayuntamientos y si sus trabajadores quieren un aumento de sueldo, quizás deberían mirar a otro sitio. Además los profesores no tienen que acreditar su sabiduría taurina, basta con que pertenzcan a este mundo y que les lleve alguien de la mano (¿enchufe se llama esto?). Y como muy bien dices, lo preocupante es que se creen que las materias impartidas son suficientes para formar toreros, sin plantearse nada más. Y tendrías que ver lo que se enseña en la escuela de Madrid, donde una de las primeras cosas que se les dice a los chavales es que si rematas el pase atrás, el toro te coge. Creen que con que conozcan muchos quites con el capote es suficiente, pero tampoco les dicen que hay que cargar la suerte, que hay que quedarse quieto o las condiciones del toro que se precisan en cada caso.
Un saludo desde España y mira la que has liado con aquel mensaje "inocente", que yo te agradezco profundamente.
David:
Tocas dos puntos vitales, uno que llevan a los chavales de acá para allá, pero eso cuando los llevan a los que llevan, que no es a todos. Lo normal es que cuando estén en la escuela tarden lo suyo en ver una vaca, aunque sea en fotos. Y lo otro es ese tremendo rapto de la personalidad, que tampoco es que les lleven hacia el toreo de calidad, sino que les adocenan. En lugar de enseñar a torear, les enseñan a dar pases a imagen y semejanza de las figuiritas del momento que más dinero ganan.
Un saludo
Gimo:
Muchas gracias por su comentario. pero no sé porque, cuando me disponía a responderle, éste se ha borrado. Nunca he eliminado una aportación de un lector, pero en este caso mucho menos. Sé que es abusar por mi parte, pero si es posible le rogaría que me lo volviera a mandar. No me gustaría que su opinión quedara fuera.
Un saludo y lo siento
No me imagino yo al profesor de Einstein pidiendo los derechos por la bomba atómica. Pues eso, que hay que ser desvergonzado para pedir los derechos de formación del atómico con la muleta Rubén Pinar, por ejemplo. Señor profesor,tápese y dé gracias a que le dejen llevarse un buen sueldo por dar clases de algo que enseña sin poder haberlo demostrado durante su corta y futil carrera como matador.
Otro talibán anti-escuelas taurinas.
Saludos
Antonio:
Tal es el descaro o la ceguera que provoca el ansia de dinero, que no le preocupa al ser humano hacer el ridículo, si con eso puede conseguir 30 monedas de plata.
Un saludo
Debido a que últimamente el sistema me está dando varios problemas con los comentarios, llegando a desaparecer uno escrito por Gimo para esta entrada y por producirse algo parecido con otro de Franmartin, del que afortunadamente he logrado recuperar el contenido, voy a reproducir el texto de Franmartin, para a continuación darle respuesta como es habitual en este blog. Muchas gracias y perdón por la situación.
Franmartin dijo:
Enrique como "casi" siempre,porque no parezca ésto un referendum en Cuba, ¡Diana!. Alguna vez he expresado aquí mi certeza de que los toros tienen sus dias contados por un montón de razones de todo tipo, pero fundamentalmente, porque sus actores han traicionado a la Fiesta y la han vendido por un montón de millones,de cortijos de "güeys" y de Mercedes Benz (que hay que evitar malos pensamientos y poner el apellido). Estuve el pasado dia 7 en Valladolid a ver sus "ferias" y me dió por ir a ver el festejo del día.Pués bien al finalizar la lidia del cuarto "toro" me fuí asqueado de lo que estaba viendo y estoy seguro de que no te tengo que hacer la crónica para que me entiendas a la perfección.Después me enteré del exitazo del muchacho éste de Gerena que se ha hecho figura con ocho o diez toros y no veas el berrinche que tengo, ya sin dormir dos dias por haberme perdido tan fastuoso triunfo. Dicen que un pesimista es un optimista bien informado y a tenor de lo que está pasando, creo que el plazo de diez o quince años que calculas para el posible cese del negocio de los "taurinos",porque la Fiesta tal como fué concebida,como nos emociona está muerta, es muy optimista.Y daría mucho por equivocarme.Hice un plano general de la Plaza con mi camarita que está a disposición y allí habíamos "acá y el apuntador". Un saludo cordial. franmmartin
Franmartin:
Perdona lo atípico de la situación en que se ha publicado tu comentario, pero el sistema me está dando unos problemas que yo no alcanzo a comprender. Serán los antitaurinos o lo que es peor, los propios taurinos. Estoy de acuerdo contigo en que esto se acaba, aunque igual la fiesta que nos apasionaba puede que ya esté dando sus últimas bocanadas. La lástima es que hagas una crónica completa o no, casi siepre es un calco de la anterior, algo impensable en los toros. Como a veces comento con mis compañeros de localidad en Madrid, ahora mismo hay un grandísimo porcentaje de toreros que aunque estén sublimes, a mí no me gustan. Antes teperdías el día de las dos verónicas de Paula y te tirabas de los pelos y eras capaz de ir una y mil veces a verle, porque si tocaba el día compensaba toda una vida de espera. Pero eso también ha pasado a mejor vida.
Un saludo
Mira que he disfrutado leyendo esta entrada.
Lo peor de todo no es lo que les enseñan, lo peor es que no les corrigen nada.
El video Enrique es una delicia.
Desde luego que en el mundo de los blogs yo si voy aprendiendo lecciones de los maestros y por supuesto te considero a ti como uno de los mejores que tengo.
Escribir con tanta verdad, con ese gusto, esa calidad y ese valor, es algo que se agradece.
Saludos desde Castellón.
Iván:
Siempre tus comentarios siempre me animan mucho, pero seguro que para que te gusten las cosas que digo, tú también pones mucho de tu parte. Sobre todo esa afición que tira de tí y a la que sigues con toda sinceridad. No hay nada más que leerte y ver como te enfrentas con los faltones botarates que en ocasiones que pretenden atacar. Pues sigue por donde vas, porque si eso les molesta, vamos bien.
Un abrazo
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