miércoles, 27 de abril de 2011

La lidia ante todo



Lidiar es torear



Esta lidia no es aquella compañera de facultad con la que coincidía en el metro cuando iba a clase con la lengua fuera después de comer, aquella chiquita tan simpática que tan buenos apuntes tenía. Esta lidia tiene algunas diferencias y una de ellas es que esta no debe tener unos apuntes tan buenos, con la letra clarita, con sus esquemas, sus gráficos y todo lo importante subrayado.


No estamos nada más que empezando esta feria de abril/ mayo de Sevilla y aparte del desencanto ganadero, que está siendo grande, sobre todo por lo que a Dolores Aguirre se refiere, se está evidenciando que ya no se lidia a los toros. Todo lo que no sea pase, pase y pase ha quedado excluido de la tauromaquia moderna. Lejos ha quedado aquello de muletear por bajo haciendo que el toro se retuerza, con el único objetivo de prepararle para la suerte suprema. Pero no solo es esto la lidia, también es picar bien a los toros, que no quiere decir masacrarlos. En la misma lidia está el medir el castigo y no concebir el caballo como un mero trámite en el que el toro entra dos veces al peto y punto. Se ha podido ver como alguno de los toros habrían necesitado recibir un puyazo más, aunque solo fuera señalándolo, pero que ayuda a ahormar un poco más la embestida o al menos limar la violencia con que luego embiste a la muleta. Y ya si entramos en que se tapa la salida por sistema y se pica trasero como norma, llegaríamos a la conclusión de que se pica muy mal. De la misma forma que se les ve a los de a pie bailar en la cara del toro haciendo un peligroso zigzag con el capote, que no enseña nada bueno y que hace que el marrajo aprenda más de lo que ya tenía sabido.



No creo que haya salido ningún toro que permitiera florituras y ponerse bonito, ni hacer el toreo artístico y pinturero, eso es más que evidente y no voy yo a decir que corridas como estas son las que necesita la fiesta, menos la de Dolores que la del Conde de la Maza, pero lo que sí requieren es otro tipo de toreo. Tampoco voy a cargar en este caso contra los matadores, no creo que sería justo, pero a eso que alguno afirmó de “lo he probado por los dos pitones” hay que ponerle un prólogo. Está bien eso de intentarlo por los dos lados, pero ante la mala condición para el toreo artístico del toro hay que hacer otras propuestas. Y que conste que incluso puedo admitir que se deje el toro un poquito crudo, esa es una decisión y una apuesta del matador, quien asume una serie de riesgos a la hora de tomar la muleta. Pero si todo se reduce a un vendaval de arreones y embestidas destempladas, entonces hay que echar mano del toreo sobre las piernas, que en ocasiones resulta tan artístico y mucho más torero que el derechazo, natural y derechazo.


Recordaba en “Hasta el rabo todo es toro” Antonio Díaz la faena de Diego Urdiales a un Victorino en Madrid, en la que no recuerdo ningún natural, ni derechazo, pero sí que toreo, todo a base de machetear por bajo a un toro que no admitía otra cosa. El riojano no solo venció en la pelea al de la A coronada, sino que obtuvo el reconocimiento del público y el triunfo, porque aquello fue un triunfo, o por lo menos así lo veo yo. Es más, es una de las mejores actuaciones del riojano en la plaza de Madrid. No recuerdo si hubo orejas o no, incluso si dio la vuelta al ruedo, que creo que sí, pero sí recuerdo que ante un toro imposible, toreó.



¿Por qué resulta tan difícil ver lidiar a un toro? Por un lado, parece que el público no lo asimila, que no el aficionado, y en cuanto ve cómo el matador tiene intención de empezar a machetear ya empieza a ponerse nervioso y a pitar, esos mismos que luego piden paciencia a los que protestan el abuso del pico, el toreo en línea y el cite fuera de cacho. Parece que en su concepción del toreo, esto es el final de la faena, lo que precede a la suerte de matar y no el inicio, en el que se trata de arreglar lo que no se ha conseguido en el caballo, precisamente para intentar dar algún pase con algo de gracia.



Pero no solo el público tiene culpa de esto, también los matadores, quienes no tienen en sus esquemas la lidia, no solo con la muleta, sino con el capote, en el caballo o en banderillas. Y los conatos de lidiar que esporádicamente dejan ver, se reducen a unos trapazos por la cara del toro, sin obligar lo más mínimo al toro. Es un abaniqueo inútil que no les lleva a ninguna parte.


Como en tantas cosas, la solución puede que esté en el toro, que es el único que puede obligar a la torería actual a que aprendan a defenderse y a lidiar contra las dificultades que el ganado descastado, manso, bronco, violento, imposible como dicen ahora. Aunque tal y como están las cosas, es complicado. La norma dicta que estas ganaderías se apartan del circuito y su puesto será ocupado en ocasiones sucesivas por hierros comerciales que no molestan y que van y vienen a la muleta sin problemas. Pero que no se engañen, si las empresas deciden cambiar estas ganaderías, lo más probable es que también decidan cambiar los espadas y meterán a los de siempre, a los pegapases. Quizás si aprendieran a enfrentarse a este tipo de ganado de otra forma, mostrarían que hay otro toreo además del de los mantazos, devolverían la emoción a las plazas y seguro, segurísimo, que ninguna figura intentaría quitarles del cartel.

16 comentarios:

Lola MU dijo...

Hola Enrique: en esta tarde de sol he querido ir a los toros (sé que para encontrarte debo buscarte en la plaza, je, je). Me parece entender, por lo que vengo leyéndote, que la lidia, hoy por hoy, está "descafeinada" y que, además, no tiene pinta de mejorar. La esperanza es lo último que se pierde - dicen -; quizás cambien las cosas (seguro que lo harán); entonces recuperaremos el buen toreo con todo su sabor, su intensidad y su arte.

Un beso.

Enrique Martín dijo...

LolaMU:
PAra ir a los toros, hoy había que irse a Sevilla, que no está mal, así que de momento habrá que conformarse con la tele. Lo de la lidia no es que vaya mal, es que ya no existe porque no hay quien sepa cómo era eso.
Besos

Anónimo dijo...

Gracias Enrique:

Llevo todo el día discutiendo de lo mismo con una partidaria de Fandiño que no entiende que un macheteo airoso, unos doblones poderosos y salir con la toledana en ristre, puede ser tanta muestra de buen toreo como cien mil muletazos circulares, invertidos, naturales, etc.

Vamos, que no hay nadie (o casi nadie) que entienda que a un manso que te quiere comer vivo, hay que poderle, que se vaya sabiéndose perdedor al otro barrio y montar la espada rápido.

Cada vez que pasa algo de esto, me acuerdo de Andrés Vázquez y Baratero. Hay que salir dispuesto a lidiar bien y matar en su monento.

Un salduo. Luis Miguel.

Enrique Martín dijo...

Luis Miguel:
Entonces tu amiga es de los que pitan cuando adivinan que el espada no se va a liar a pegar pases. Yo estoy contigo y disfruto viendo a un torero poder con un toro complicado y viendo como se retuerce buscando la muleta.
Gracias a ti.
Un saludo

javier dijo...

¡Qué bien estuvo Diogo Urdiales con el Victorino!, ¡Qué vuelta al ruedo!
saludos

Enrique Martín dijo...

Javier:
Ya decía que no me acordaba del premio, pero aquella forma de TOREAR no se me puede olvidar.
Un saludo

Anónimo dijo...

La práctica inexistencia de la lidia se debe fundamentalmente a la inexistencia de un tipo de toro que te pida el carnet de matador. A partir de ahí, todo viene rodado. Matadores del escalafón superior y novilleros que no están acostumbrados a encontrarse con problemas en la plaza y que, cuando por desgracia les toca en suerte un toro complicado, no saben ni por dónde meterle mano.

El que lo pasa mal es el aficionado (que no el espectador) porque ve que, a un toro con ciertas posibilidades, se le manda al desolladero sin que el matador haya intentado explotar las posibilidades que ese toro ofrecía.

Debido a la crianza derivada de años y años buscando el toro cómodo y facilón, son pocos los toros actuales que necesiten de esa labor de macheteo. A la mayoría de ellos se les puede pegar unas cuantas series de derechazos y naturales con su respectiva dosis de toreo accesorio. Digo esto porque hay algún matador que coge miedo prematuro al toro y lo intenta hacer ver al público como la alimaña que no es. Al contrario, muchos llegan mal a la muleta porque la lidia ha sido incorrecta o directamente no ha existido.

El principal problema con el que suelen encontrarse los matadores en la plaza es que el toro tenga suficiente motor como para hacérselo pasar mal. Este problema se resuelve fundamentalmente en la suerte de varas, confundiendo el “vale, vale” por el “dale, dale”. Esto es el pan de cada día en las plazas, ya vimos al picador del 4º toro el Domingo de Resurrección en Madrid, barrena que te barrena y el toro no quería entrar al caballo de nuevo ni por asomo.

Ya lo dijo Esplá: “sería impensable estar toreando a tan avanzada edad si saliera el toro encastado cada tarde, simplemente te mandaría a casa más pronto que tarde”. Desde hace tiempo, lo primero que hago al coger el programa de mano es mirar los nombres de las cuadrillas, es de su parte de donde suelen salir los mejores detalles de cada tarde. No es infrecuente ver toros acudir con boyantía al capote de los subalternos y que luego sus jefes de filas sean incapaces de templarlos con capote y muleta.

Luis Miguel, si a tu amiga la gusta que peguen derechazos y naturales a los toros, pregúntala qué opinión tiene de los que no quiso pegar Fandiño al sexto toro de Adolfo Martín en una plaza tan importante como “Alovera” el año pasado. Terciaditos todos ellos y más que sospechosos pero…encastaditos.

Enrique, aquella tarde hubo vuelta al ruedo de Diego Urdiales, pero con premio. Cortó una oreja al de Victorino, de lo cual me alegro porque seguramente en otra plaza habría pasado totalmente desapercibido por no dar los derechazos y naturales de turno.

Saludos,
J.Carlos

Unknown dijo...

Enrique PARA ENMARCAR!
Llevo días muy decepcionado con todo lo que veo. Ya no se si es la vejez prematura o que todo anda hecho un desastre.
Los toros no embisten, los toreros andan por allí y la gente calla. Llego a casa, abro tu blog y me encuentro con una de las entradas más buenas que he leído en la blogsfera en mucho tiempo.
Pues ¿que te iba a decir?
Lo de arriba, ni más, ni menos.
De corazón te lo digo, esta entrada es para enmarcar pero ante todo, es para leerla y volverla a leer.
Vamos, "pa disfrutarla" pero sobre todo, para aprender.
Impecable!
Como me gustaría tener a mi abuelillo por aquí para poder leérsela.
PD:Cuídame al Luismi que este es de los buenos, buenos en esto del TORO.
Menuda tiene montada con Fandiño y su partidaria jaja. Doy fe y eso que no soy notario.
Saludos y abrazos!

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Que suerte tengo de contar con lectores y comentaristaas que me hacen disfrutar tanto y aprender más, muchas gracias. De cada punto me gustaría tenerte delante y charlar, porque hay para mil tertulias. Y me voy a quedar con una sola cosa, sobre los peones y algo que creo que ya hemos comentado aquí y es que cuando el Cid ha triunfado en Madrid, esos toros habían sido lidiados por El Boni. Curioso. Pero por desgracia existe un tremendo desprecio a todo esto. A mí me parece que van dejando pasar el tiempo esperando a la muleta y que todo lo demás no tiene importancia, siguiendo la escuela de Espartaco; ¡qué lástima! Y como siempre, volvemos al toro, si éste cambia, cambia todo, para bien y para mal. Ahora estamos en el para mal, pero a poquita casta que hubiera, al menos creo que los toreros tendrían que aprender a defenderse, cosa que ahora no tienen ni idea.
Gracias por lo de Urdiales, aunque es inútil, dentro de tres días se me habrá olvidado ya, pero lo que no se me olvidará jamás es como toreó. Aunque era otra forma de lidiar me recordó a José Luis Palomar. No sé si coincidirás conmigo, pero aquel era un toreo serio y muy de verdad.
De nuevo muchas gracias y un saludo

Enrique Martín dijo...

Iván:
Si con estas cosas conseguimos pararnos a pensar un poco, pues ya me doy con un cantito en los dientes. Aunque no creo que a muchos os descubra nada y a otros, pues no les interesa todo esto.
No me gustaría ser motivo de discusión entre Luis Miguel y su partener, pero seguro que si se lo va explicando poco a poco, al final acabará coincidiendo con él en el fondo de la cuestión. Otra cosa son los gustos. Un fuerte abrazo

Scotty dijo...

y como son de abultados los fracasos de estas ganaderias?

he leido por ahi debut y despedida, ese tipo de titulares no le salen a otras!!

aun no he leido nunca zalduendo la misma mierda de siempre!!o por ejemplo parlade, cuando la basura se separa en dos hierros...

por que????

Enrique Martín dijo...

Scotty:
Ahí le has dado. A ciertas ganaderías no se les pasa ni media y a otras hay que aguantarlas una y otra y otra u otra vez. ¿Sabes cuál es la diferencia y el `por qué de esto, según mi opinión? Pues que unas las figuras se las quieren quitar de encima y no quiieren verlas ni de lejos, y otras están bajo el manto protector de estas mismas figura. Y si no son las figuras, son los taurinos que medran a su alrededor. Pero ninguno de estos echa la pierna pa'lante y dice que en un año va a torear dos o tres corridas de estos hierros y el año siguiente y el siguiente. Entonces, por mucho que eligieran, al final les tendría que salir el toro propio de estas ganaderías. Ahí le has dado amigo Scotty.
Un saludo

I. J. del Pino dijo...

Y es que este arte de la tauromaquia, como bien dice usted, Don Enrique, no consiste únicamente en pegar pases, que a veces también y da gusto verlos. Lo bonito de esto es que se puede disfrutar tanto de un toro con dificultades al que sólo le valen trasteos por bajo con seriedad, como del toro de carretón.
Las corridas que mencionas de Sevilla, de momento más que decepcionantes, pero nada podemos decir de los coletudos que las estoquearon, o a lo mejor sí...
Saludos cordiales.

Enrique Martín dijo...

I.J. del Pino: Sí creo que se pueda decir algo de los toreros, pero por supuesto que no de la misma manera que hablamos de las figuritas. Tienen sus carencias, pero se enfrentan a otras cosas que aquellos no ven ni por asomo.
Y lo que habla del toro creo que es en lo que todos coincidimos, la variedad y emoción. Mira que damos vueltas y siempre acabamos en el mismo punto. Al contrario que otros, que dan vueltas y más vueltas para esquivarlo.
Un saludo

Anónimo dijo...

lo mas bonito que hay que es ver doblarse con un toro y enseñarle a embestir y que vea quien es el que manda.ESTO NO LO HACE NADIE!TODOS SE VAN DIRECTAMENTE A LOS MEDIOS A EMPEZAR A DAR DERECHAZOS Y NATURALES!PARECEB BOBOS

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
Ya nadie hace eso, porque nadie o casi nadie torea ya. Al último que se lo vi hacer fue a Urdiales y se empeñan en que no lo haga nunca más, cerrándole las puertas.
Un saludo