jueves, 14 de abril de 2011

La Quinta gesta



Yo es que me pasmo. Se pone uno a echar un vistazo a los medios oficiales del taurinismo y uno se encuentra con que los plumillas profesionales no caben en sí de gozo de poder ser testigos de un acontecimiento tan memorable como el que se prepara para Málaga. Ponce, Juli y Manzanares con toros de la Quinta. Aunque no habrá nadie que no me diga que no es un acontecimiento histórico. La de fotocopias que habrán tenido que romper al cambiar el nombre de cabecera. Venga a borrar eso de Núñez del… o Zald… y cuando no les quedaba ni tipex, ni pelos en el pincel, han tenido que optar por tirar todo a la basura. Lo mismo que harían, si estuviera en su mano, los aficionados de Madrid, Sevilla, Castellón, Valencia y tantas y tantas plazas.


Un acontecimiento, sí, pero igual que lo es que el Barcelona juegue con el Alcantarilla en la Copa del Rey o en el trofeo del Coscorrón pero, de ahí a considerarlo una gesta... Lo que han cambiado las cosas, el cumplir con las obligaciones de matador de toros es una gesta. ¿A dónde hemos ido a parar? Y que conste que no seré yo el que desprecie el ponerse delante de un toro santacolomeño, ni mucho menos, pero a priori no se me ocurriría elevar a los altares a los osados coletudos.


Cada cosa tiene su justa medida. Este tipo de toro no suele ser un animal que se coma a nadie ya de salida, es más si se come algo es la muleta, pero eso sí, cuidadito con el pequeño, que de tonto no tiene un pelo. Es una sangre exigente, que pide un torero que le mande y le diga como son las cosas. Suele mostrar ciertos inconvenientes y ciertos problemas de inicio que el matador tiene que solventar poniendo en práctica todos sus conocimientos lidiadores y estando ojo avizor en todo momento. Para ese puntito de picante que estos mozos llevan dentro se precisa firmeza, mando y aguante y así, hasta puede que lleguen a exhibir una embestida bonancible, pastueña y por qué no, noble.


Igual la gesta es de los picadores, que por una vez y sin que sirva de precedente tendrán que emplearse con el palo y olvidarse de eso de simular la suerte. Todo sea que pidan un plus en su sueldo por hacer aquello para lo que se supone que están contratados. Pero como los “héroes” no se espabilen y se percaten a tiempo de que aquello no es una bobona, podrán comprobar en sus carnes como el torillo les come terreno, se pone pegajoso, les aprieta y no consiente esas faenas de mil y un pases lineales y matando moscas. Y lo que solo era un problemilla de inicio se convierte en un infierno en el que el toro es el amo y la causa de tener que visitar la enfermería. Y es que eso es la fiesta, la fuerza bruta contra la inteligencia y conocimientos de un ser humano, que paga sus errores con su sangre.


Pero… siempre hay un pero. ¿Serán estos de la Quinta lo que el aficionado espera? ¿O ya se habrán puesto en marcha todos los mecanismos cosméticos que las figuras exigen que se apliquen al ganado al que se van a enfrentar. Me gustaría pensar que no, pero han sido tantos los casos en los que se ha domesticado la sangre brava, con el consiguiente quebranto en la casta para generaciones posteriores. Podemos recordar algunos nombres, como Sepúlveda, Samuel Flores o el Puerto de San Lorenzo; una lista de hierros que años después de sufrir a las figuras, o han desaparecido del panorama de las ferias o arrastran las consecuencias de atender los caprichos que en cada momento estas le plantearon. Y si no accedieron a ellos, lo que sí es evidente es que adaptaron su toro a lo que estas exigían.


Si la Quinta ha entrado por este aro sería un golpe demasiado duro para el aficionado y para la fiesta. Un paso más en esa adecuación constante que marcan los poderosos y que parece que no tiene nada en cuenta que no sea la comodidad y continuar con este irrefrenable proceso de degradación. Nada se sabe de competencias en el ruedo, del orgullo de los toreros, de la vergüenza torera y de tantas cosas que han sido sacrificadas, con el único fin de buscar la extrema comodidad de los que torear toros supone una gesta.

16 comentarios:

MARIN dijo...

Hala, pues nada mas que decir Enrique. Yo quiero pensar de verdad que estos de la Quinta siguen siendo los de la Quinta. Es que no se me pasa ni por la cabeza que hayan tirado la toalla.
Pero esto de que las figuras se apunten a esto... me trae con la mosca detras de la oreja. Con ello no quiere decir que no sean capaces, que estoy seguro que lo son, pero eso de renunciar durante tanto tiempo y ahora de buenas a primera apuntarse...
Esperemos que todo esto mas que como gesta, se quede en un acontecimiento historico.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Todos estamos de acuerdo en que, torear ganado encastado, no debería considerarse como una gesta sino como una obligación donde, los primeros espadas del escalafón, deberán demostrar poder, técnica y maestría ante unos hierros que no se prestan tanto al lucimiento y sí a una labor de lidia, en el más amplio sentido de la palabra.

¡Cuidado con hablar de gestas! Primero vamos a ver qué pasa con el ganado y después juzgamos lo acaecido en el ruedo. Uno de los errores que cometemos los aficionados es catalogar como difícil, complicado y otra serie de calificativos a todo lo proveniente de Santacoloma, Saltillo, Albaserrada, Veragua, etc y, a su vez, considerar como noble, bobo, descastado y falto de fuerzas al encaste Domecq y sucedáneos.

He visto corridas de las denominadas “duras” pegar un petardo de órdago. Unas veces por falta de fuerzas, otras por falta de casta y así sucesivamente, sin por ello librarse de la sospecha/certeza de haber sido afeitadas en plazas de segunda y tercera.

Ya he presenciado alguna “gesta” de El Juli con toros de La Quinta y, si no es porque sé la ganadería que estaba toreando, los hubiera confundido perfectamente debido a su comportamiento, con cualquier “garcigrandada” o “zalduendada”. Cuando las figuras se apuntan a estas “gestas” es señal de que sus veedores han estado mil veces en la ganadería y le han dicho al ganadero lo que van a torear: “esta sí, esta no, esta me gusta, la toreo yo….” que diría Chimo Bayo, jeje.

En los tiempos que corren, prefiero ver al ganado duro en manos de los Urdiales, Rafaelillo o Sergio Aguilar.

Saludos,
J.Carlos

Enrique Martín dijo...

marín:
Que traicionera es la vida del aficionado, que algo que podría ser para frotarse las manos, lo primero que nos produce es desconfianza. Y coincido contigo en lo de histórico, porque al paso que vamos, podremos recordar a esta corrida como aquella que mataron estas figuras.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

J.Carlos:
Yo también prefiero matadores que sepan lidiar y que se adapten al ganado que salga por toriles y no al revés. Ellos mismos tiran por tierra el valor de ponerse delante de un toro y siembran la desconfianza allá por donde van.
Un saludo

Anónimo dijo...

Ya lo has dicho tu todo con tu sello, que más se puede pedir.
Yo quiero confiar en La Quinta, el año pasado pude ver en la plaza dos novillos bravos y con emoción. Espero que los toreros no se anuncien porque en casa de los Martínez-Conradi le añadan agua al vino, sería una decepción.
Ahora lo de que anunciarse con La Quinta sea una gesta pues no se, eso es lo malo que parece una gesta cuando antes era lo normal, por ejemplo en lo tiempos de Paco Camino que mataba todo lo de Santacoloma.
Un saludo.

lesaqueño dijo...

que peligro, cuantos malos pensamientos me vienen. Mañana sigo.
Son cosas "importantes de familia"
Mis primos lejanos en manos de "esos". Permitidme que resople.
Que Dios nos coja confesaos.

Saludos del pequeño saltillo.
Pero cinqueño y cuajao, eh, no os confundais

David Campos dijo...

Enrique:

Éstos se apuntan a lo de La Quinta, porqué esta ganadería en este momento es de "La Cuarta" y como están metiendo la carita sin molestar, se pueden torear. Si La Quinta siguiese siendo lo que era (brava y encastada), ten por seguro que cuando se la ofreciesen, mirarían de soslayo silbando el pasodoble El Gato Montés".

Un saludo!

Enrique Martín dijo...

Isa:
Ya ves, que en lugar de ilusionarnos este anuncio, solo nos produce desconfianza, incluso en tu caso que viste dos buenos novillos el año pasado.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Lesaqueño:
Con la autoridad que te dan esos cinco años y el cuajo, a ver si reunes a tus primos y les conciencias del hierro que llevan y que no se dejen apabullar por las posturitas de los señores que se van a encontrar delante. Por Dios, no les dejes que se vengan abajo.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

David:
Si fueran bravos y encastados... pues se habrían apuntado a otra. Lo que no sé es lo que pensarán estos señores que están por encima del bien y del mal, al leer que la afición desconfía de ellos, aunque el público se vuelva loco con sus cosas, pero ¿y el aficionado?
Un saludo

Scotty dijo...

Alguien se acuerda del toro de la quinta que trajo bajo el brazo julianin en la corrida de la prensa del año pasado??? pues eso..

Enrique Martín dijo...

Scotty:
El Juli llevaba años coqueteando con la Quinta, que sí, que no y cuando se decide, la invita a cenar un sandwich de chpped en un banco. Como bien dices, ¡pues eso!
Un saludo

Jose Morente dijo...

Evidentemente, que tres buenos toreros toreen ganado de Santacoloma, no puede considerarse en absoluto gesta, pero yo si que lo calificaría como un bonito "gesto".

Los aficionados nos pasamos la vida diciendo lo que deben o no torear los toreros (esto no es de ahora sino de siempre) y cuando tres figuras se deciden a matar una corrida de un encaste hoy no habitual, en vez de congratularnos por empezar a conseguir lo que pretendemos, se nos empieza a colocar la mosca detrás de la oreja y les buscamos tres pies al gato.

Puede que tengamos razón, pero a mi no me extraña el planteamiento de la empresa de Málga y menos el de los toreros. No olvidemos que en esa feria se anuncia la reaparición de José Tomás después de la tremenda cornada de Aguascalientes de la que lleva convaleciendo más de un año.

En mi opinión, la feria de Málaga reviste este año (por lo anunciado, veremos en que queda realmente) el máximo interés.

Un abrazo

Enrique Martín dijo...

José:
Esto es tal y como dice, que nos pasamos la vida pidiendo esto y cuando llega desconfiamos, pero es a lo que nos han llevado. Muchos han sido los anuncios que ha n precedido a una decepción. Y todos conocemos la lista de ganaderías del gusto del aficionado que una vez que pasaban bajo e manto de las figuras no valían ni para tirar de un carro.
Un salud

I. J. del Pino dijo...

En los últimos dos o tres años, he visto novilladas de la quinta con altibajos: desde el que ha mantenido el encaste, hasta el que parecía "otra cosa". Habrá que seguir con atención ese duelo en la cumbre a ver qué sale. Pero la oportunidad es buena, muy buena. No se..., tengo mis dudas.

Enrique Martín dijo...

I.J. del Pino:
Es lo que hemos hablado en otras ocasiones, una cosa que sería para felicitarse, aunque debiera ser lo habitual, el primer sentimiento que nos despierta es el de la desconfianza. Pero también es a lo que nos han enseñado.
Un saludo