jueves, 9 de junio de 2011

Julián, es que me matas

Aquel Morante y aquel capote desparecidos desde hace tiempo.


Corrida de Beneficiencia, que ya no es ni extraordinaria y casi ni fuera de lo común. Una corrida en la que todo lo relacionado con este adjetivo era la inclusión de Juan Mora en el cartel, porque de los pupilos de Curro Vázquez, hijo predilecto de Madrid, y Roberto Domínguez, al que siempre se esperó, han tomado unos caminos realmente oscuros, como los de sus representantes en los despacho… y quizás también en los corrales.

Pero era un día especial, ¡qué caray! No faltaba “na de na”. El Palco Real en su día oficial de puertas abiertas, el amable público pertrechado con unos barreños llenos de hielo hasta el borde, los claveles reventones, vestidos como para la ópera, saludando con una sonrisilla sardónica a los múltiples famosos que poblaban los tendidos y que no habían encontrado acomodo en el callejón; era tanta la emoción que a muchos se les nublaba la razón y no eran capaz de saber cuál era su localidad y por eso llevaban la entrada en la mano, sin parar de mirarla, como si fuera un GPS que les fuera indicando el camino. Pero no, esta mejora aún no se ha instalado en los billetes; será este el motivo por el que tantos y tantos yupises esperaron al último momento para sentarse en su sitio. O el mismo que les impulsa a pasearse por los tendidos, gradas y andanadas, durante la lidia, ignorando aquella santa norma de que no se puede salir con el toro en la plaza. Faltaría más.

Pero a lo que vamos, a la corrida ya no extraordinaria. Si empezamos por los toros, casi hemos acabado antes de empezar. Novillos para figuras de don Victoriano del Río, esos de los que José Tomás no va a matar ni uno ¡Menos mal! Quizás el primero tuvo más apariencia de toro, pero a partir de ahí, nada. Yo entiendo que las figuras necesitan este torito para hacer sus cucamonas y desplantes de opereta, pero hombre, así no aficionamos ni al príncipe, ni a la princesa, ni al Papa. Aunque todo tiene su compensación, no se les pica y así todo resulta más llevadero para los espíritus sensibles. Para eso son las corridas sin caballos. El más grande de don Victoriano era notar el palo y escapaba como alma que lleva el diablo, a los demás se les simulaba la suerte, en otros era solo un paripé, pero picar, lo que se dice picar, a ninguno. Considerando que el señalar el puyazo desde antes de que llegue el toro al peto, o aguantar el palo sin apretar, no es hacer la suerte de varas. Luego en la muleta, pues valían o no, depende. Si el que toreaba era un torero y exigía un poquito en los derechazos, naturales o pases del desprecio, entonces el toro no aguantaba. Pero si el matador era una fi9gura del toreo que se limitaba a abanicarle el belfo, entonces eran toros de bandera, qué digo de bandea, de indulto y requeteindulto.

Juan Mora encabezaba el cartel como un intruso en esta orgía de vulgaridad y mentira. De él salió lo más artista de la tarde, aunque los yupises no se enteraran y además creían que no alargaba la faena hasta los cincuenta muletazos por jindama. Verónicas mecidas a pies juntos, un estupendo doblón para recibir a su primero, derechazos demasiado despatarrado, aunque uno derrochó clase desde el cite hasta el remate, el del desprecio y la estocada que sorprendió a muchos. Resulta intolerable que no se pegue ese paseíto hasta la barrera, entonces ¿Cuándo achuchamos a la pareja? Al segundo lo recibió con unas verónicas bajas con torería y tuvo el detalle de colocarlo en su sitio en sus dos encuentros con el caballo. Y aunque tampoco se le pudo castigar al de Victoriano del Río, Carlos Prieto le toreó y le pico en el sitio, aguantando los embates del toro. Entre derrotes lo enganchó Juan Mora con la muleta y por bajo, doblándose, macheteándolo, lo sacó hasta los medios para acabar rematándolo con gracia y con gusto. Algún derechazo suelto, pases del desprecio y una estocada entera recibiendo un pelín trasera, emborronada por los cuatro descabellos que siguieron.

Después de estos brotes verdes del toreo clásico vendría la transición, el puente de unión entre ese clasicismo y la postmodernidad. En una tarde en la que no se iban a parar los relojes, el arte por excelencia, el retruécano del toreo, la orquídea de la tauromaquia, la rosa en un vergel, Morante I el Grande. El que enamoró a todos, yo el primero, y que parece haber abjurado de la fe que le inculcó el maestro Paula. Allí salió a torear con el capote rectificando los terrenos en cada lance, metiendo el pico de la muleta con descaro, pasándose el toro muy lejos, cuando teniéndose que pegar una carrerita para recuperar el sitio que no puede mantener a base de muleta y muñeca, para acabar indecorosamente con infames cuchilladas a sus novillotes.

Pero como no hay mal que cien años dure, en estos momentos de crisis y de agonía de la tauromaquia siempre aparece él, El Juli. El número uno de la postmodernidad, exaequo con el Niño Manzanares. Todo torería, todo afición, todo verdad, aunque sea mentira. Ya nos dio una señal en el tercio de banderillas del segundo, cuando él solo, en el centro del ruedo, se puso a dar verónicas al viento con ese toreo de salón que atesoran solo los elegidos. Él no torea novillos, él torea trapío muy concentrado. De capote ni molesta a los toros, será por no agobiarlos, pero cuando toma el trapo rojo, sigue sin molestarlos. Hay que haber librado muchas batallas para ser capaz de ponerse delante del novillo, adelantarle la punta de la muleta estirando mucho el brazo, para después acompañar la embestida en línea recta y muy retorcido, hacer que remata el pase, y echar ceremoniosamente la pata atrás, Y todo ello sin ruborizarse. Lo mismo desposea por el derecho, que decide que en la misma tanda se cambia la muleta de mano y sigue por naturales. Cuanta vulgaridad reconcentrada, cuanta ausencia de gusto en su toreo y cuanta cla que le aplaude hasta en la ducha. Faenas largas, muy largas para finiquitar con el famoso julipié, tal y como lo bautizó Joaquín Monfil hace tiempo. Pero en la Beneficencia dio un paso más y presentó en publico el julipié a la envainadasilla; una nueva suerte del toreo que, en su carrera por no molestar jamás al toro, consiste en ejecutar la suerte como siempre, pero en lugar de meter la espada en los bajos, la mete aún más abajo, cogiendo mucho menos toro, y envainándole la espada, que hace guardia unos 20 o 30 centímetros. Vamos, “pa’ morirse”. En el sexto quiso poner en práctica su estrategia de “la soba”, eso de ponerse a dar pases y más pases, hasta que allá por el sol se empiezan a escuchar los primeros ¡bieeeeejn”, que inmediatamente se extienden por toda la plaza, hasta crear un ambiente de histeria colectiva que necesariamente acaba con la oreja. Acabó con otro julipie trasero, guardándose para otra ocasión la nueva suerte recién inventada.

Al menos el público que asistió a las Ventas fue lógica, no entendió el toreo de Mora, no entendió la brevedad de la faena, ni nada de lo que hizo el placentino, que tampoco fue excesivo, pero sí que vibró con los trapazos de El Juli, se metió en su faena como si bebiera en las fuentes del postmodernismo más vanguardista. Cuanta locura ante algo tan vulgar, aunque yo lo entiendo a la perfección, porque tengo que reconocer que a mi, El Juli me mata.

24 comentarios:

Anónimo dijo...

La plaza sin engalanar y el ganado del todo impresentable. Habrá que estar alerta por si sale alguna oposición como técnico de mantenimiento de la báscula de la plaza porque se avería con demasiada frecuencia. Los pesos reseñados no se los creen ni ellos, cualquier novillada veraniega tiene más trapío que los de Don Victoriano. ¡Cómo sería el desaguisado que hasta El Rosco los protestaba! Y eso que, según dicen, son amigos y anteriormente nunca se lo había visto hacer. De sabios es rectificar.

Juan Mora, con esa sábana que lleva como muleta, tras sacar a un calamocheador primero a los medios sometiéndolo por bajo, anduvo muy perdido en las primeras tandas y, aunque dando su mejor versión, ejerciendo el toreo habitual en él: toreo de perfil, con la pata retrasada, sin cargar o apenas cargando la suerte en el primer muletazo y perdiéndole pasos continuamente. Es de agradecer la brevedad de su faena (aunque el toro aún estaba algo crudo por falta de sometimiento), los inicios por bajo y algunas trincherillas con regusto añejo. El cuarto, pese a los atisbos de bravura que mostró en varas (aunque salió suelto), cantó la gallina y, pese al intento de Mora de llevarlo a los medios, se rajó en tablas.

Hay que agradecer a Julián el intentar dar la mejor versión de sí mismo, el problema es que eso no da para un aprobado. Entre su archiconocido destoreo habitual, hubo algún atisbo de hacer toreo del bueno. Alguna vez se puso en el sitio, algún muletazo mandón hubo y hubo alguna tanda de derechazos en los que estuvo firme y sin ceder un palmo de terreno al toro, algo que he visto hacer a pocos toreros en el ciclo ferial, lo cual indica cómo está el toreo. Suerte hubo de que el julipié saliera envainado porque podríamos estar hablando de otra oreja y es que hace daño a la vista verle entrar a matar pero ¡últimamente lo que importa es cómo caiga la espada y no la ejecución de la suerte!

De Morante creo que lo has dicho todo. En un gran artículo de José Ramón Márquez, aludía a que la fiebre morantista conecta a su torero con Curro Romero, no en su época buena, sino en el tardocurrismo. Aquella etapa en la que bastaba con “verle hacer el paseillo” o “la verónica mejor de toda la feria”. El artículo de J.R.Márquez finalizaba así:
-¡Papafrita, más que papafrita! –rezongaba Paula en el callejón de Jerez, liando un cigarro mientras en el ruedo Morante pegaba capotazos.
¡Y era su apoderado!

Saludos,
J.Carlos

Cincinato dijo...

Vamos a discrepar un poquito, a ver si se anima la mañana.

Bstante de acuerdo con lo de Juan Mora. En una tarde en la que solo se salvaron los detalles y otra cosa que luego diré, fueron de Mora los detalles mejores. Y los más numerosos.

Pero discrepo en lo de su primera faena. Creo que le quedaba toro por torear. No me gusta la manía del toreo moderno, de llegar al primer aviso sin entrar a matar -salvo excepciones justificadas que no suelen ser el caso- ni de aburrir a las moscas con eso que llaman "justificarse", pero creo que Juan Mora no llegó, ni de lejos, al justo medio. ¿Acaso estaba axfisiado? No lo sé. Pero fue una pena. Creo que de poner más empeño y haber prolongado la faena con un par de series, hubiéramos podido ver algo más que esos detalles que menciono.

Morante este año no está. Y lo que es peor: ni se le espera. Algunos atisbos muy remotos, atisbos para optimistas más que nada, en un par de momentos, pero nada más. Dejemoslo ahí y corramos un tupido velo. Un torero con arte, valor y técnica (esa es mi tesis) va a pasar sin desarrollar ni siquiera un mínimo de su tremendo potencial. Una pena.

Y la discrepancia seria: El Juli.

Coincido en que a la faena le faltó profundidad. Pero en mi modesta opinión, su primer toro -escasito de presentación- era muy complicado. Creo que su actuación tuvo la importancia de vencer esas dificultades.

Aun así, si hubiera matado bien y le llegan a dar una oreja, ésta me hubiera parecido excesiva. Pero admitiendo eso, creo que tu crítica es demasiado dura.

Bueno: para repartir un poco a El Juli, voy a comentar la estocada.

Por supuesto, el que fuera tan escandalosamente mala tuvo su componente de mala suerte. Pero solo relativamente. La suerte hay que buscarla.

Nunca he considerado a El Juli un gran matador. Solo un matador eficaz, que no es lo mismo. Su famoso "Julipié" no responde a los canones de ejecución que yo exijo para considerarle un gran matador. Pero era eficaz y a menudo los defectos del "Julipié" no eran demasiado evidentes, al practicar el alivio que tal técnica supone de una manera, digamos, contenida.

Creo observar que últimamente se está pasando. No sé si es desconfianza o qué, pero me parece que está exagerando el saltito lateral más que nunca. Y claro: cada vez es más difícil colocar bien la espada. En ese contexto, lo de ayer es una consecuencia lógica. Que no se refugie en la mala suerte y que le sirva para hacer una autocrítica.

Pero reconozcamosle una cosa: las figuras huyen de Pamplona y él se anuncia dos tardes. Quiero decir con esto que hace más gestos que las demás figuras, que cada vez se esconden más del toro-toro. Antes al menos tragaban quina tres veces al año: Madrid, Pamplona y Bilbao. Ahora a Pamplona no van, lo de Madrid este año ha sido para llorar, y aunque en Bilbao todavía no hemos llegado a los extremos vistos este año en Las Ventas, se observan indicios de una evolución preocupante. En ese contexto, El Juli es el tuerto en el país de los ciegos.

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Ya ni nos ponen flores. Aunque en el caso de que lo hubieran hecho, hoy tendrían que haberlas quitado a toda prisa, no fuera a ser que el Niño Capea se nos distrajera. Mora ahora tiene el privilegio de que cuando mueve el capote o la muleta lo hace como nadie y su idea de toreo es muy diferente a todos los demás y eso puede ayudarle a mantenerse. Pero que tampoco esperemos regularidad, que aunque en Otoño fue algo increíble, ya sabemos lo que es, irregular y aveces como bien dices., ventajista, pero le salva que cuando lo hace, lo hace como nadie. Otros, como en el caso que dices de El Juli, en su mejor versión ya es vulgar y tramposo. Morante creo que es una necesidad del p´blico, que necesita un ídolo con barniz de artista al que agarrarse y lo ha encontrado en él. Un torero que solo dé satisfacciones, porque los fracasos no se le tienen en cuenta, es como si fueran parte de su guión. Pero esperemos a ver lo que nos queda, que aún breve, no es poca cosa, con los Capea, Ferrera, Puerto y compañía.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Cincinato:
Te tengo que dar la razón en algunas cosas. Juan Mora quizás acortó demasiado la faena a su primero y quizás pretendió el efecto logrado el año pasado, de que se le quedara el toro pidiendo la muerte y allá que se fue. Lo que hizo bien, estuvo bien, pero tampoco buscó el acoplamiento que precisaba el toro y a los enganchones y trompicones respondió con la espada. Sobre el Juli coincido en lo de dar más la caa que los demás, pero es que los demás no la dan nunca. Para mí, la complicación del segundo era que nunca se le sometió, ni se le castigo. No se le colocó al caballo, se le simuló la suerte y nunca se le lidió con la muleta de otra manera que no fuera que siguiera el trapo. Más bien él seguía al toro por el ruedo. Yo no vi el toro tan complicado, es que nunca se le intentó corregir el más mínimo defecto, no era el toro carretón al uso, pero tampoco se comía a nadie, no habría tenido fuerzas. El resto todo es hacer que parezca lo que no es. Su toreo se basa en sobar al toro y requetesobarlo, pero no en torear. Sobre el julipie, ya lo has dicho todo. Igual tuvo mala suerte en que el toro se le fue un poco, pero si haces bien la suerte y te tiras como se debe, igual no se te va tanto la espada.
Morante parece que ha caído en la molicie y con pasar como un genio excentrico ya le vale; y si además tiene arte, porque lo tiene, en el momento que le hace algo a un toro, pues te llena, pero se tienen que cumplir esas dos premisas, hacer algo y toro.
Siempre es un placer leer a quien estando de acuerdo o no, expresa sus convicciones con tanta claridad, tan bien argumentado y con tanto respeto. Y ójala que Bilbao sea una excepción y que podamos utilizarlo de ejemplo para el resto de plazas.
Un saludo

Cincinato dijo...

A fuer de sicero, tengo que matizar algo sobre lo dicho sobre Bilbao.

La feria de 2009 fue impresentable. Un adelanto de lo que habéis vivido este año en Madrid. Luego hubo marcha atrás, y el año pasado hubo algunos boorones pero mantuvimos más o menos el tipo.

A ver qué pasa este año. Yo me temo lo peor. Han vuelto a abusar de Domecq, y el clima general que se ha creado con la prohibición en Cataluña y el G10 no es de aumentar la exigencia, sino de fomentar el triunfalismo. Lo que incluye toros "que no molesten". ¿Seremos capaces de evadirnos de ese contexto? Ya veremos

Enrique Martín dijo...

Cincinato:
Pues cre que es muy complicado. Todos los taurinos se han apuntado a lo del triunfalismo y no quieren salirse de ahí. En momentos de crisis, en lugar de buscar la verdad y la integridad, ahondan más en la trampa y la vulgaridad. Habrá que esperar
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Cincinato:
Pues cre que es muy complicado. Todos los taurinos se han apuntado a lo del triunfalismo y no quieren salirse de ahí. En momentos de crisis, en lugar de buscar la verdad y la integridad, ahondan más en la trampa y la vulgaridad. Habrá que esperar
Un saludo

Anónimo dijo...

detalles muy muy caros de juan mora ayer en especial su forma de empezar las faenas!!que calidad!y toreria!!me gusta mucho como se mueve por la plaza y como torea de natural,mucha naturalidad!!ayer en su segundo toro fue un autentico lujo como se lo llevo a los medios con un gusto y una toreria de viaja escuela de altos quitales!!!Y MADRID SIN ENTERARSE!!EN FIN MADRID YA PARECE QUE LO QUE LES MOLA ES VER ROTORCIMIENTOS Y MAS RETORCIMIENTOS..

Enrique Martín dijo...

Anónimo:
Yo también tuve un poco esa sensación, de que Juan Mora era una incomodidad delante de los otros dos. Lo comentábamos en la plaza y parece verdad, que lo que interesaba eran las docenas de pases y no otra cosa.
Un saludo

Diego Cervera Garcia dijo...

Enrique, una vez mas lo has descrito todo tal cual es...
Por mi parte en una tarde rara y apatica, nada mas que decir.

Scotty dijo...

Hola a todos,

Julian es una mierda similar a Manzanita, todo lo que hace es de mentira, si hace gestos como ir a Pamplona(vaya gesta, es la plaza que mejor paga de España y ademas no creo que vaya con cebada y miura..)es normal, no le cuesta nada, no veis que no arriesga ni en el paseillo??sus gestos cuentan 0.

Mora tiene detalles bellisimos, y mucha toreria, perfecto, pero si lo que a venido es a dejar 4 detalles por tarde y poner la mano...mal vamos. Tambien podria exponer y buscar mas triunfos que pudieran catapultarle aun mas. El es el que tiene que decidir y tal y como le han tratado las empresas no se le puede exigir nada.

Victoriano, siempre me ha gustado tu ganaderia, para mi lo mejor de domecq y siempre te he defendido de los que intentan meter todo en el mismo saco, una decepcion tu corrida de hoy, tu embarca una corrida para Madrid y el que quiera que se ponga.

Scotty dijo...

Y ahora Morante:

Si seguis habitualmente este maravilloso blog como yo hago me conocereis y sabreis que me enamora morante...

Hoy para mi es igual que el 15 un dia triste, mi ilusion desde que salieron los carteles estaba puesta en estos dias, 15 y 8.

Yo creo que no es de recibo jugar con las ilusiones de las personas, Morante lleva tiempo ESTAFANDO a muchas personas y al final lo acabara pagando...espero

La frustracion de ver como una persona con un infinito potencial tira todo por la borda es aguantable, pero cuando juegan con tu ilusion te jode de verdad.

Habia apostado con mi novia, fiel seguidora de Castella,(porque?) a que Morante en 2 tardes lo haria mejor que Castella en 3..asi estaba de ilusionado.

Bueno que estoy divagando..que el proximo dia iremos ilusionados otra vez como tontos, pero hoy te odio Morante, eres un sinverguenza que no te mereces nada de lo que tienes.

Un saludo Enrique, lo que daria porque Fandiño, Urdiales, Mora...tuvieran la suerte que les falta y reventaran el chiringuito a estos JETAS

Xavier González Fisher dijo...

Ayer se notó algo. Que la "beneficencia" fue... ¡para la empresa! Confeccionaron un cartel en el que sabían que los dueños de los abonos irían y escamotearon todo lo que pudieron. En la tele, por allí del cuarto, Victorino hijo, a pregunta directa acerca del encierro, dijo algo así como de que Don Victoriano seguro había mandado "de lo mejor de su casa", pero que cuando una tarde iba en ese tenor "difícilmente se levantaba."

¿Qué sabría, o qué habría visto? No lo alcanzo a comprender, pero entre "la comodidad" del encierro y la ambigüedad en el criterio de los "del clavel", la corrida fue un fiasco.

Me quedo con algunas cosas de Juan Mora y de El Juli y a lo mejor Morante (que traía más "romana" que algunos de los lidiados), debería tomarse otro "sabático", porque está, como dice la gente aquí, "que no se halla".

Saludos.

Enrique Martín dijo...

Diego:
Sí fue rara, pero es que había gente que iba a los toros y otros no se sabe muy bien.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Scotty:
Mora está rentabilizando su gran tarde de Otoño y a lo mejor vuelve a estar parecido, pero nunca fue u torero regular. A mi me gustaría que mantuviera una misma línea, pero eso es complicado. Pero tampoco es mucho esperar dos tardes, cuando nos toca tragar lo que nos toca con otros.
Sobre Morante, pues parece que ha vendido su alma al diablo. Pasó de un excéntrico apoderado que se sentía torero, a otro más comedido cuando era matador, muy buen torero, pero que ahora se está pasando la torería por el forro. Y no es por malmeter, pero sigo prefiriendo a Morante antes que a Monsieur Castelá. Y si esos que nombras tendrían que tener suerte en momentos muy determinados, como le pasó en varios momentos a Esplá, que si no le habríasn retirado mucho antes.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Pues atinas muy bien, y es que es aparecer ciertos toreros y todo se enrarece y se nota en el ruedo.
Yo estoy contigo en que Morante, como en el caso de El Cid, igual deberían pararse a pensar un tiempo. Al primero ya le salió bien la cosa hace años. Así igual afinaría un poquito la figura, que falta le hace.
Un saludo

uno de Guadalix dijo...

ROSCO no es amigo de Victoriano, eso para el anonimo, otra cosa es que sea de su pueblo.Ayer si protesto y si no lo hace , otros no, y no pasa nada.A veces se dicen tonterias sin saber.

Enrique Martín dijo...

Quizás prestamos demasiada atención a lo que opinan otros y no a nuestras propias ideas.
un saludo

Anónimo dijo...

Para "Uno de Guadalix".

Ni conozco a Rosco, ni conozco a Victoriano. Lo de que son o eran amigos lo he oído por ahí (de varias fuentes) pero lógicamente no puedo afirmarlo por eso puse eso de "según dicen". Vuelve a leer y verás que en ningún momento digo que sean amigos.

En cuanto a lo de no protestarlos en otras ocasiones eso no me lo ha contado nadie, eso lo he visto yo en la plaza. La única vez que he visto en la plaza discutiendo (taurinamente) a Rosco con el difunto Salva fue por culpa de los toros de Victoriano. Salva los estaba criticando y Rosco defendiéndolos.

Para la próxima vez, aprende a leer correctamente y te ahorrarás el meter la pata y lanzar exabruptos.

J.Carlos

Diego Cervera Garcia dijo...

Enrique, haciendo una reflexión de todo lo que ha pasado en la feria, y sobre todo ayer con Mora, Morante y Julian, (y no se si el resto de los que escriben en este blog estaran deacuerdo conmigo), Para mi el principal responsable de lo sucedido es la empresa gestora Taurodelta, por haberle dado 3 tardes a las llamadas figuras y otras 2 tardes a toreros que no se merecian ni una, como es el caso de José Ignacio Uceda Leal, Matias Tejela, Manuel Jesus El Cid (3 tardes con poca lucided)
Jose Maria Dols Samper(3 tardes) Juan Bautista (ni tendria que aparecer por Madrid) a mi forma de ver he interpretar esto de los Toros, hay toreros llamados figuras que con 2 tardes tienen suficiente, y el resto solo una, y muchos otros tantos toreros con verdad y con talento que estan esperando una oportunidad como agua de Mayo, por ejemplo Tomas Sanchez, que aún que verde por torear poco, tiene gusto. y asi un largo etc... y señores, no le echemos siempre la culpa al toro, bien es cierto que han salido toros flojos, escasos de trapio, pero si un toro se mueve y hay un torero con alma y corazón (por muy verde que este ese torero) y ese torero es capaz de sacar pases con gusto y emocionar, hay tenemos la clave de muchas tardes, toreros que tengan ganas de torear, toreros con un punto de gusto y humildad, toreros que se sientan eso, TOREROS, toreros que tengan ganas de sacar muletazos o destacar por algo en concreto, toreros que sean capaces de plantar cara a un toro encastado y saber posicionarse por encima de los problemas que pueda plantar el burel, ¿nadie se acuerda del Toro Bastonito de Iván? ¿nadie se acuerda de un Cesar Rincón con ganas y valor? ¿Nadie se acuerda del San Isidro de 1.999 donde José Tomas fue capaz de arrancar una oreja a un complicadisimo toro del Sierro? ¿nadie se acuerda de Luis de Pauloba? ¿o de como fue en su dia Manuel Jesús el Cid? ¿y de ese Jose Miguel Arroyo Joselito? Señores, los que no saben ni quieren embestir son los toreros.

Enrique Martín dijo...

J.Carlos:
Yo personalmente valoro mucho más tus opiniones que las protestas de El Rosco. Es más, disfruto leyéndolas y creo que deben ser tomadas más en cuenta que las protestas de una única persona.El que este señor proteste o no tiene su valor, como el de otro aficionado y lo puede hacer cuando le apetezca, aunque también es verdad que algunas veces llame la atención la pasividad ante unos toros o toreros, pero también tiene su derecho a sentir debilidades por quien le venga bien. Te repito que a mi me valen mucho más tus acertadas argumentaciones.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Diego:
Para mi tan culpable es la empresa, como la Comunidad de Madrid. Y los toros no son los culpables, lo son los que los traen y los aprueban, pero sí creo que el cambio debe partir del toro. Si sale el toro íntegro y encastado, entonces todo el mundo se tendría que adaptar a él, por la cuenta que les traería. Y yo a las figuras les obligaría a venir varias tardes, incluso les dejaría elegir ganado, pero además también le sobligaría a matar esas corridas que ahora no quieren ver ni en pintura. Lo que nos íbamos a reír.
Un saludo

Scotty dijo...

Diego, discrepo y corroboro segun el caso, que bautista luque...tengas 2 o 3 tardes...me parece horrible, que las tengan otros me parece bien, asi que depende de que nombres hablemos.

Esos que he nombrado considerados figuras van bien servidos con 1, y sin embargo algunos que viven en el ostracismo por torear de VERDAD vease urdiales o fandiño dos tardes se me queda hasta corto, porque van con el alma y el 99% de las veces les sacan por chiqueros los saldos de taurodelta!!

Enrique, respecto al debate MORANTE-CASTELLA me parecia una herejia hace 2 dias, y seguro que en una semana me lo vuelve a parecer, pero ahora mismo me quedo con sebastian por que?

Yo voy a Morante y salgo siempre cabreado dolido...
Con Castella salgo bien, hace siempre lo que espero, cambiado derecha*5 izquierda*1 arrimon y estocadita, no me va a emocionar en la vida, pero es lo que espero, sin embargo morante siempre me decepciona.

Hay algo que tu me enseñaste, hace bien poco, que cada uno le emocionan cosas distintas, y eso hay que respetarlo, ella entiende la tecnica y todo cuanto sucede(no es un problema de desconocimiento clavelero), pero le gusta la emocion de cruzarse-arrimon que impone Castella, no lo entendi hasta que tu me lo explicaste el dia de Talavante que me encanto, recuerdas?

un saludo

Enrique Martín dijo...

Scotty:
Que fuerte me suena eso de que yo te enseñara nada, como mucho caíste en la cuenta al leer mi respuesta. Es verdad que a cada uno le gustan unas cosas. Yo por ejemplo, hace muchísimo que Castella no me dice nada. Puede que sea por eso, porque siempre es lo mismo, no varía nada. Yo lo de los arrimones lo entiendo muy poco, prefiero el que se pongan a dos o tres metros del toro, que le saquen la muleta, que le llamen y que esperen allí con el trapito en la mano. Lo de Morante creo que va más allá de uno u otro concepto del toreo. P?uede que esté ganando dinero a espuertas, pero parece que está aburrido de si mismo yesoes peor, sobre todo en este torero. Pero no desesperes.
Un saludo