miércoles, 1 de junio de 2011

A Madrid le obligan a suspender

Jesús Arruga, el torero de la tarde


Hace varias semanas me preguntaba que cual iba a ser el resultado de la feria y la posición en que quedaba la plaza de Madrid. Se esperaba San Isidro para ver como respondía el público de las Ventas a los indultos y Puertas Grandes de otras plazas. Pues bien, a falta de los dos festejos eminentemente toristas que quedan, mi opinión es que a Madrid la han obligado a suspender. El público ha suspendido de forma rotunda y la afición solo ha podido ser un convidado de piedra al que se le obligaba a callar y a asentir en medio de este esperpento taurino, so pena de ser insultados, amenazados, vilipendiados y tratados como un elemento molesto al que es mejor arrinconar y expulsar de su plaza.

Ya llevamos varios triunfos mentirosos y varias salidas a cuestas, que no a hombros, por la Puerta de Madrid, que ha sido violentada por las turbas verbeneras y sedientas de glorias, aunque no se sustenten en la verdad del toreo. Un triunfalismo que hace felices a los de la tele, ignoro por qué, y a esos isidros que se pasan una o dos veces al año por la plaza de la calle de Alcalá y que adoran las orejas como los israelitas al becerro de oro. ¿Qué diría Paula? Idolatrar un despojo lleno de chinches. Pues ya lo ve maestro, son el único motivo de la afición de esta gente.

Era la tarde de los Peñajara, la primera de las tres corridas toristas para cerrar el ciclo isidril. Un primer toro con complicaciones no insalvables, al que había que poder, un segundo que hasta el momento es el toro de la feria y al que me habría gustado ver una vez más en el caballo. Noble y bravo y que lo más feo que hizo fue escarbar levemente con una mano cuando su matador montaba la espada. El tercero, cuarto y sexto dieron evidentes muestras de mansedumbre, siendo bastante más complicado el último, al que además se dejó sin picar y quien demandaba una lidia de mano baja, castigo y mando.

Eugenio de Mora volvía otro año más a la feria; ruego que no me pregunte nadie el motivo y los méritos de este torero para venir año tras año a aburrir al personal y a demostrar sus carencias. Practica un toreo muy lejano y abusando del pico, pero si se encuentra con un toro, como el primero, más encastado de lo habitual, puede pasarle lo que le pasó. En cuanto atravesaba la muleta, el toro se quería meter entre el hueco que había entre el torero y el engaño. Sin embargo, si se le ponía la muleta más plana, la seguía, pero había que hacerle las cosas bien desde el principio y el toledano no parecía muy dispuesto. Mucho banderazo, enganchones y poco toreo, lo que cada vez complicaba más la situación y acrecentaba el peligro del toro.

Otro que volvía, por segunda vez en la feria, era César Jiménez, un torero que llevó muy bien su carrera hasta el momento de su confirmación, en que como no podía ser de otra forma, tuvo que venir a Madrid. Y como debieron adivinar los que dirigían sus destinos en aquel momento, su toreo no es para esta plaza. Quizás le vaya mejor por las ferias de la Comunidad y de otras localidades con un público más pendiente de la verbena, que del toreo. A un toro de escándalo solo fue capaz de darle trapazos y de poner posturitas delante de él, sin enterarse de lo que tenía delante y sin pensar en dejarle ver algo más en varas, al menos ese tercer puyacito, que nos hubiera permitido ver en toda su dimensión loa bravura que se adivinaba. Ya se que es un detalle sin importancia, pero a lo mejor ahí estaba la vuelta al toro o no y eso siempre gusta al buen aficionado. Pues allá que se fue el madrileño, arrancándose de rodillas, para dar mantazos sin temple, ni mando, pero bueno, a esa altura es comprensible, aunque al menos fue ganándole terreno hacia afuera. Una tanda por el derecho templadita, pero tirando con el pico de la muleta y dejando0 que el toro pasara más allá de la M 40. Carreritas para recolocarse y enmendar lo que no era capaz de hacer con la pañosa en la mano. Muy despatarrado y escondiendo la pierna contraria, pareciendo que era entrega lo que en realidad era trampa, retorcimiento y toreo en línea recta, sin rematar. Una estocada más allá del rincón y la primera orejita arañada por el público de esa tarde, que no de otras. En su segundo, el sobrero de Carmen Segovia, ya más apropiado para el destoreo moderno, al que se le podía mal lidiar, ponerle al caballo por dentro de las dos rayas y al que con la muleta ya se le podía solo acompañar la embestida, sin tener que tirar del toro. Más toreo de M 40, y casi, casi de M 45, muy lineal, sin torear jamás, mal por el pitón derecho y peor por el izquierdo, para acabar con otra menos caída que la de su primero, pero rinconera que provocó el vómito. Otra orejita para los que estaban como locos por volver a casa diciendo que había visto como a un ti con las medias rosas le sacaban a cuestas a la calle. Que César Jiménez no toreó, creo que lo he dejado suficientemente claro, y él lo debería saber, si a lo que aspira es a ser un buen torero, pero claro, si eso le importa un pito y lo que le interesa son los despojos, pues entonces hay que reconocer que es un tío lógico y se explica a la perfección su lamentable actitud ante los que le protestaron tanta orejita de regalo. Si cuando estás acabando de dar la vuelta al ruedo, justo después de pasar por el sol, llegas al 7, lo que no puede hacer un torero es pararse a hacer una reverencia a los que protestaban y si el saludo era para un primo de Fuenlabrada, pues te lo evitas y luego le abrazas en el hotel. Porque sea el 7, el 8 o el 15, hay que saber como se ha estado, hay que respetar las opiniones adversas y reconocer que encima esos “díscolos” tenían razón. Como los penalties injustos, esas orejas no te las va a quitar nadie; la diferencia es si las puedes exhibir con orgullo o las tienes que guardar en el fondo del esportón, donde se esconden las vergüenzas.

Javier Cortés estuvo voluntarioso, pero desde casi cuando tomó la alternativa, parece haber llegado a su tope. De novillero parecía que quería hacer el toreo puro, pero parece que ya se ha decantado por el otro, el de todos. En su primero se libró de una cornada segura cuando, después de ser zancadilleado por el toro, cayó en la cara de éste, pero el destino quiso que se le quedara mirando y que no hiciera por él. Si esto hubiera sucedido en el sexto, puede que otro gallo nos habría cantado. Un toro que hacía hilo con una mosca, que cuando creía que tenía la presa segura apretaba que daba miedo y pegaba unos arreones de miedo. Poco picado, llegó demasiado entero al caballo y ahí tampoco se le aplicó la lidia deseada. Derrote por aquí, tarascada por allí, un desarme y va a buscar la muleta con saña a ver qué es eso. Javier Cortés pretendía torear por naturales y derechazos a este manso, pero la cosa no estaba para eso.

Hubo muchos momentos de emoción en la tarde, cuando el tercero saltó la barrera y el arenero corriendo con los resoplidos del Peñajara casi en el cogote, pero para mi lo mejor de la corrida y una de las mejores cosas que se han visto en la feria, fue la actuación de un torero que ya el año pasado, en compañía de Carlos Casanova, fue el triunfador del ciclo, Jesús Arruga. En su primer par al segundo puso un par estupendo, citando, esperando a que el toro se arrancara, cuadrando en la cara y clavando con mucha verdad. Pero esto se quedó corto al lado del que puso en el quinto. De nuevo citó, le dio la ventaja al toro, que apretaba y al que había que apurarse mucho para ganarle la cara, pero que sintiéndose torero, cuando estaba llegando a jurisdicción, se descaró con él, le cuadró en la cara, se asomó al balcón a ver si había ropa tendida y clavó un magnífico par, el par de la feria, sin importarle que el de Carmen Segovia le pegara un derrote echando la cara arriba y poniéndole con el pitón el flequillo; el torero solo veía el morrillo del animal y donde estaban clavados los palos, para apoyándose en ellos, salir de la suerte y dejar claro que los toreros son otra cosa muy diferente a los figurines que ponen posturas y que quieren convertir el toreo en una pantomima. Pero el toreo es mucho más. El toreo es lo que hace grande a Madrid y a todas las plazas. La mentira es lo que obliga a Madrid a suspender, muy a su pesar.

10 comentarios:

Scotty dijo...

Hola Enrique, otra tarde triste en la que una minima parte del publico jalea una actuacion de silecio...

Eugenio de Mora a lo suyo, tambien en el traje, que desastre, ademas se debe pensar que es bonito, porque se lo pone sin descanso..hasta para eso hay que ser torero...

A Jimenez no le va a servir mucho esta puerta, de hecho en Madrid va a tener un efecto contrario la proxima vez que venga. Habra ganado dinero esta tarde o perdido despues de invitar a su puebla a poblar el 5???se levantaban como si hubieran visto la luz con series penosas sobre todo con el 5.

Y cortes yo personalmente tengo ganas de verle...pero no le enviste ni uno.

En fin un saludo

Diego Cervera Garcia dijo...

Una vez mas Usted ha explicado con claridad lo sucedido en el ruedo,
1+1 siempre son 2 y eso le sucedio a Cesar, puntuando de uno en uno, pero Don Enrique, es un compecto que a mi personalmente no me extraña, dado a que se esta imponiendo torear perfilero, pata atras etc....todo empezo en aquel ciclo Isidril de 2007 donde Julian Lopez nunca tubo que cruzar el umbral de la puerta grande, y fue asi 1+1, pero esta claro que si nos regimos al reglamento es licito y justo.... otra cosa es que ahora se considere de buen toreo y buen hacer torear con la suerte descargada, y yo entiendo que de vez en cuando para ligar te quedes un poco descruzado, tambien dependiendo del toro, pero es que este concepto de torear siempre con la pata retrasada o suerte descargada no entra en mi concepto.
Como agua de Mayo llevo esperando la corrida de mañana, donde Iván Fandiño es el unico que torea puro, de verda, pata pa lante, y con un valor fuera de lo normal.

Enrique Martín dijo...

Scotty:
Yo también tengo ganas de ver a Cortés, pero él parce no decidirse a dar el paso para ser torero de verdad. Me llamó la atención de novillero, pero no acaba de encontrar su lugar.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Diego:
Ahora nos conformamos casi con cualqueira que no quiera engañar. Que sea Fandiño o que sea quien sea, pero que no nos engañen. Y que no nos falle niguna de las dos que quedan.
Un saludo

Anónimo dijo...

Javi Cortés desde que rompió con Cotan y se fué con el marido de Cristina Sanchez va a peor, su concepto era de valor y mano baja y cada vez me gusta menos, le sigo desde que toreó su 1ª becerra en público en el Batan y me da mucha pena ver que sabiendo torear se va a quedar en otro de tantos....
Ya solo queda Cuadri, el clavo ardiendo al que nos vamos a agarrar todos los que nos gustan las corridas duras porque visto lo visto es lo único que nos queda (menos mal que nos llevamos el caramelito de Escolar y Flor de Jara). Un besito a tod@s.

Una venteña

Enrique Martín dijo...

Venteña:
Creo que somos más de uno los que teníamos puestas nuestras esperanzas en Javier Cortés; de novillero parecía que iba avanzando y puliendo defectos, pero desde la alterantiva, donde ya se le vio un tanto apocado, ha ido metiéndose más y más en ese amplio campo donde están todos apelotonados. Es una pena y ójala cambiara el rumbo.
Y a ver si Cuadri cumple con lo que se espera, spbre todo después de la decepción de los Palha.
Un beso también para ti.

Xavier González Fisher dijo...

Creo que te equivocas amigo. Mi experiencia docente (de un cuarto de siglo) me aconseja que el que suspende, lo hace por sí mismo. Nadie lo obliga, ni nadie lo lleva a ese estado por la fuerza. Solito avanza a ese estado por negligencia, descuido o irresponsabilidad. No hay de otra.

Saludos.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Pues seguroq ue tienes razón. Quizás sea demasiado indulgente pensar que esto decae por pare de los que vienen una o dos veces al año, pero al final la plaza es la misma. El caso es que estamos donde estamos y puede que muchos, bien por la tele, bien porque realmente les gusta esto, pero el caso es que son muchos más los que se vuelven locos con lo vulgar y los que se revuelven contra los pocos que protestan o simplemente muestran cierto desacuerdo.
Un saludo

Xavier González Fisher dijo...

Nihil novum sub sole: En un tiempito que tengas lee esto, es de 1999:

http://www.elpais.com/articulo/cultura/FANDILA_MARIN/_DAVID_/TOROS/VILARINO/_DAVID_/TOROS/JULIA/_RAFAEL_DE_/TOROS/LINARES/_SEBASTIAN_PALOMO/MADRID__/elpepicul/19990501elpepicul_14/Tes

Saludos.

Enrique Martín dijo...

Xavier:
¿sería posible que me mandaras este enlace al correo? Por no sé que razón se corta y no puedo verlo todo.
Muchas gracias