lunes, 11 de febrero de 2013

Una temporada con interés



El toro pronto va a salir
Mes de febrero, ya han saltado los primeros negrillos a los ruedos, fríos, pero ruedos, y ya avistamos la temporada que viene. A punto de cerrarse la Feria de Abril, el primer test de verdadera importancia, ya aparecen los primeros vaticinios; aquel que asume la responsabilidad de enfrentarse a ese hierro que ya asusta solo con oír su nombre, la ganadería que pretende ganarse el prestigio que da la Maestranza y todos los demás ganaderos y coletudos que no quieren ceder ni un paso en sus posiciones de privilegio. Toda la afición con los ojos puestos en este ciclo, esperando si surge alguna agradable sorpresa, incluidos los fieles de Madrid, que querrán ver en mayo a los destacados de Sevilla. Son esos alicientes que nos alimentan la ilusión para ir a los toros y que al sacar el abono nos hace esbozar una sonrisilla socarrona, porque tenemos la seguridad de que vamos a ver a todo aquel que tiene algo que decir en esto de los toros.

Valencia y Castellón serán una buena toma de contacto después del invierno, no son Sevilla, pero especialmente la capital del Turia es una plaza con cosas que decir y dónde se empiezan a ganar los primeros contratos, porque los festejos que no se firman, ya no vuelven. Luego viene Madrid, puerto de primera especial, en el que todo el mundo quiere enseñar lo mejor que pueden dar de si. El toro de verdad, con ganaderías de todos los encastes. Se espera lo de Cobaleda, con esas arboladuras en las que se puede balancear un caballo de picar con peto y jinete, y aún le sobra sitio. Vuelve Miura, que siempre tiene algo que decir, Pablo Romero, muy del gusto de la plaza, las sangres santacolomeñas, , Coquillas, Gracilianos, los temidos Juanpedros, los más pastueños de Nuñez, Atanasio y por supuesto Victorino, que hasta podrá compararse con su ganadería madre, Albaserrada, que también lucirá sus cárdenos degollados en el ruedo de las Ventas. Muchas y variadas opciones para que el que quiera pueda dar el paso adelante y convertirse en alguien en este mundo, o para mantener ese puesto al que tantos quieren optar. Pero lo de Madrid no es fácil, ni mucho menos, es una plaza que no es sólo su feria, unos tendrán que hacer méritos en las corridas de marzo y abril para ver si así se ganan verse en los carteles. Otros si no llegan a un acuerdo o se ven desplazados por otros compañeros, aún podrán venir a las corridas de junio y del verano venteño, ese que para muchos es la otra feria. Y si tampoco cuaja, podrán lucirse el día del patrón en la “Chata”, en Carabanchel, o en Aranjuez el día de San Fernando.

Acabada la feria, el primer jueves disponible, la Beneficencia, con los triunfadores del ciclo, por si alguno quería más emociones fuertes. Los tres gallos en el mismo corral y que cada uno haga lo que pueda. Por ser la corrida más importante del año en España, lo que no admite dudas es que los elegidos se vaciarán, pues si el triunfar en Madrid ya les hace acumular contratos, hacerlo en este festejo les permite aumentar las cantidades a cobrar cada tarde. una semana después la de la Prensa, una concurso de ganaderías, para que los lidiadores luzcan al toro y para que lo hagan ellos mismos, porque si brilla el toro, brilla el torero.

Luego ya viene Pamplona, la feria del toro, las del norte, con Bilbao a la cabeza, Málaga y el resto de Andalucía, Castilla, Barcelona, el Pilar y, al que se lo pidan, las campañas de América. Aunque el que se decida por pasar el invierno en la piel de toro, después de largos meses peleando tarde tras tarde con el toro, tampoco puede ser puesto en evidencia por no cruzar el Atlántico. De acuerdo que lo más fuerte está en la capital, pero tampoco es un trago fácil salir a las demás plazas de primera, cada una con sus características y exigencias propias. Y siempre con esa espada que pende sobre ellos, que no es otra cosa que la presión del compañero que busca encaramarse a los primeros puestos del escalafón, o la de los jóvenes que luchan por hacer carrera vestido de luces. Qué difícil y que grande es eso de ser torero, ya puede uno ser respetado y considerado por el público, que basta que ceda un poco para que inmediatamente se le esté poniendo de ajo perejil y casi obligándole a cortarse la coleta.

“Señorita, ya termino”. Hay qué ver que pesadez con estas señoritas que se pasan el día haciéndome preguntas, obligándome a escribir mi nombre y la fecha de mi nacimiento, como si no supiera yo cómo me llamo y que estamos en 197... Me quieren volver loco, haciéndome creer que es el 2013. ¿Quién sabe cómo andaré yo para esas fechas? Igual para entonces tengo perdida la cabeza y de verdad no sé en que año vivo. Pero mientras tenga mi ordenador para escribir mis cosas de toros y mi móvil para hablar con los hijos, me da igual el año. Yo con mis toros, mis fotos, mis vídeos y mis tertulias con la enfermera jefe y el celador de por las mañanas, me vale. Anda que no saben los dos de toros, quizá hasta diría que es mejor aficionada ella, a pesar de ser mujer, pero tampoco quiero yo echar por tierra al chaval, aunque se le nota que es muy joven, porque tiene unas ideas metidas en la cabeza que no sé de dónde le vendrán. Ahora resulta que los juanpedros son unos borregos bobones, cómo dice él. Esta juventud. Si al final no va a valer ni Miura, ni Pablo Romero, ni Veragua. Me río de estos nuevos aficionados.

6 comentarios:

Alex dijo...

'A pesar de ser mujer'. Genial, por aquí tiene una lectora menos, que quizá no le ha leído lo suficientemente atenta.

Gracias por lo escrito y hasta siempre.

Enrique Martín dijo...

Alex:
Siento perder una lectora, para que decir otra cosa, o incluso ponerme soberbio, sería una estupidez y un derroche inoportuno de cinismo. Si me permite la explicación, aquí la tiene, aunque en su derecho está de que le parezca oportuna o no. Mi idea jamás ha sido tratar de diferente forma a la mujer y al hombre, yo no hago distinción y en esto mucho menos. Lo único que he pretendido es intentar caricaturizar aún más a esa persona que se supone que escribe todo el texto, que tiene perdida la cabeza, tanto que piensa estar viviendo los años 70 y la Fiesta de aquel tiempo, y que los demás están locos. Pero quién necesita la medicación y los cuidados es él, no las personas que lo atienden, aunque en esa supuesta demencia existe una lucidez de la que hoy en día carecemos. Él se frota las manos ante una temporada en la que va a poder ver variedad de encastes, competencia entre todos para ganarse los contratos y una filosofía general de competitividad y valoración del esfuerzo de los que torean lo más duro, que creo que hoy se ha perdido.
De todas formas le pido disculpas si se ha sentido herida, pues no estaba eso en mi ánimo y mucho menos en lo referente a ese punto. En otro momento intentaré explicarme mucho mejor de lo que lo he hecho en esta ocasión. Un saludo y hasta cuando usted lo desee, esta grada siempre la encontrará abierta.

Anónimo dijo...

Enrique, sueña, sueña que ya vendrá la realidad para ponerte/ponernos en nuestro sitio.

Si pensábamos que el pasado San Isidro fue nefasto en cuanto a carteles, apuesto a que la empresa se va a superar este año.

Saludos sufridos
J.Carlos

Alex dijo...

Vaya metedura de pata, no me acordaba de su paciente. Las disculpas con totalmente mias, pese a que me sonara extraño no lo relacione en absoluto con su personaje. Insisto, las disculpas son totalmente mias.


PD: la frase me dio tanto en la nariz que, ficción o no, tuve que reclamar. Obviamente son cosas muy diferentes pero es muy curioso como esta nos condiciona e influye ¿sabe?

Un saludo y gracias por seguir como siempre (el comentario y las guerras no caracterizan este blog y eso es de agradecer)

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Lo curioso es que esto fue un día realidad, así se daban las cosas, pero ahora parece cosa de locos.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Alex:
Metedura de pata, ninguna, es más, no me extraña que ante ciertas frases alguien salte. Desgraciadamente todavía queda mucha gente que cree estas cosas como dogma de fe. Eso es bastante peor. Todavía se oye eso de que las mujeres, guapas y en los tendidos. Sólo les falta decir que tontas o florero. Yo ante esas expresiones no es que me rebele, es que se me llevan los demonios.
Muchas gracias a usted y a todos los que se pasan a dar una vuelta por esta grada.
Un cordial saludo y ya sabe, la mujer... donde a ella le dé la gana, cuando le dé la gana, que ya se pasó la Edad Media.