¿Dónde está el toro, Barbitas? |
Como dice la cancioncita de las caras de susto, ya llegó la
Navidad, la época del año en la que nos ablandamos como un bizcocho mojado en
chocolate hirviendo, con tantos buenos deseos, que si se cumplieran la mitad de
ellos nos aseguraríamos una vida plenamente placentera para nosotros y para
varias generaciones; pero, desgraciadamente es llegar el día de Reyes por la
tarde y ya nos aparece la inquina, que si vaya porquería de regalo de los
cuñados, que si la cuñada me regala un frasco de colonia para niños, que si la
otra me ha regalado el mismo disco que le regalé yo el año anterior pero con
otro papel de regalo, que si la suegra te regala una bufanda del Madrid y sabe
de sobra que eres del Aleti, que si el antitaurino te regala las obras
completas de Mosterín, tú le endilgas el Cossío en vena, y el desalmado de
siempre que te aparece con un disco de Ismael Serrano o las obras completas de
Perales. Ojito, que ahí hay algo más que inquina, casi hasta unas dosis de odio
más que considerables.
Pero seamos buenos, abramos nuestros corazones y felicitemos
a todo el mundo, aficionados, cabales y no cabales, taurinos, no tan cabales y
nada cabales, a ganaderos y ganaderos, toreros y pegapases, veedores e
invidentes, presidentes y orejadonantes, a esos mulilleros que salen con el
freno de mano para forzar al usía a que dé la oreja, a esos banderilleros que
estampan los toros contra las tablas, a los que hacen la rueda, a los que les
cabe un resort entre él y la muleta, a los que se encaran con el público y con
el Rey de Flandes, a los que corean a los maestros hasta que se les seca la
boca, a los de los bocadillos gigantes, a los del baja tú y los del no traje
traje, incluso a los que exigen el toro íntegro y el toreo verdadero, a todos.
Como en estos días uno se puede poner todo lo blandengue que
pueda dar de sí y todo lo que aguante la nariz el pestuzo a moñez y a colonia
rancia de bebé, que es como huele la ñoñería, que de primeras parece que gusta,
pero al momento no hay quien la pueda soportar sin fruncir el entrecejo, pero
uno va a abusar del momento, así que me aprovecharé también para agradecer la
presencia y el apoyo que tantos aficionados me dan con cada entrada; y mira que
uno a veces se pone respondón y que ve las cosas a su manera, pero es en esos
momento cuantas más adhesiones recibo, eso sí, cada uno reafirmándose en su
punto de vista, pero concediéndome el privilegio de poder opinar según mi
propio parecer. Anda que eso no vale nada. Cuando hay acuerdo todo es más
fácil, pero que uno diga lo contrario de lo que el lector piensa y que este
valore tu sinceridad, es para sentirse muy orgulloso de los visitantes que uno
tiene. Siempre intento que la grada esté limpita, calentita en invierno y con
una brisita en los meses de calor, con sus letras todas bien colocaditas
formando palabras, frases, párrafos y dando lugar a una idea. Pero cuando uno
cree que ya está todo como los chorros del oro, empiezan a llegar los
comentaristas, uno pone un cuadro en una pared, otro se trae un sofá y una mesa
de centro, otro las sillas y la mesa de comedor, la alhacena, una alfombra,
unos libros en las estanterías, las cortinas, el suelo pulido y brillante.
Total, que uno se creía que ya lo había dejado todo más que niquelado y se
encuentra que le han dejado la casa hecha un museo. Así son mis amigos, que
aquí me he encontrado muchos. Amigos de verdad y de todas partes del mundo.
Unos más callados, otros más participativos y todos empujando. Con unos
comparto pastillitas de colores, para ver si llegamos a entender la Tauromaquia
2.0, con otros los cabreos de las tardes venteñas, las diferentes formas de ver
la Fiesta, desde el Sur, sintiendo ese olor a quemado que desprenden los
pitones, desde la juventud que puede con todo, la serena madurez del que ha
vivido muchos toros, quien dedica su vida a criar los toros más guapos, los que
mantienen su afición lejos de la calle Alcalá, algunos tan lejos que sueñan con
pisar un día mi plaza, los que la visitan todos los años varias veces, los que
sin el toro mueren y con los pegapases se desesperan, esos amantes callados del
toro, tantos y tantos perfiles, que si los uniéramos veríamos como todos juntos
tienen forma de toro, un toro imponente, encampanado y majestuoso. Pues gracias
a todos, muchas gracias por ayudarme en momentos complicados en los que me
agarré al toro, me refugié en mi grada del seis, sin que nunca me faltara
compañía. Por todo esto uno sólo puede hacer dos cosas: mostrar gratitud y seguir habitando este espacio
queriendo regalar algunos buenos ratos; unos me dicen que se ríen, otros que al
menos se les ha arreglado el día, otros que ven que no están solos, en fin,
como para no sentirse feliz y muy, muy satisfecho. También habrá a quien
maldita la gracia que le hacen mis ocurrencias, pero les puedo asegurar que no
pretendo molestar, nada más lejos, pero tampoco quiero callar y si alguien no
se siente a gusto con lo que digo, les ofrezco mis disculpas, pero no mi
silencio, tampoco estaría bien. Pero bueno, lo voy a dejar aquí, porque al
final me voy a empezar a echar flores yo solo y eso sí que es insoportable, no
lo aguanta ni una abuela muy cegada con el nieto pesado. De nuevo muchas
gracias, que tengáis unas felices fiestas, aunque sea con la cuñada, el cuñado,
los sobrinos insoportables, los suegros, la tía soltera, la que se quedó viuda
hace 30 años, el sobrino que vive solo y que viene con la novia, una chica que
al verla provoca que todo el mundo se haga la misma pregunta, ¿qué hace con
este memo una chica tan… limpia y simpática? Nadie lo sabe, pero después de las
uvas hay tortas por darle un beso y un abrazo a la novia del zángano ese que,
como todos los años, se ha puesto la pechera perdidita de hollejos y granitos.
Felices fiestas y que no nos falte el toro, que ya falta bastante.
10 comentarios:
Pues mire don Enrique, que reciba Usted el doble de lo que para mí desea... Y que lo que está por venir embista con buen tranco y por derecho.
Reciba un fuerte abrazo desde el otro lado del mundo.
Igualmente para todos los tuyos, … Paz, amor, salud y suerte.
Don Enrique, son ya unos años leyéndote, comulgando contigo unas veces y discrepando otras, pero como bien dices, siempre en buena sintonía. Como diría el Rey, en estas fechas tan entdañables, la gueina y yo te deseamos feliz Navidad y que el año que viene, al menos, nos podamos seguir leyendo.
Un abrazo, compañero.
Caminito de mi Ardales Feliz Navidad a todos,amigos.
Xavier:
Me dicen a mí hace unos años que iba a recibir estos buenos deseos desde tan lejos y que lo mismo de lejos iba a encontrarme un compañero de pastillitas de colores y le aseguro que no me lo habría podido imaginar, pero el caso es que muchas veces la realidad supera a lo que cualquiera se puede imaginar.
Un fuerte abrazo
Cárdeno:
Muchas gracias y que tu recibas lo mismo para ti y los tuyos, que podamos seguir adelante.
Un abrazo
I.J. del Pino:
Es verdad, ya llevamos años. Con ciertas discrepancias, pero benditas discrepancias. De ellas se obtiene el beneficio de hacerte pensar, de darle una vuelta más a las cosas y de verlas dos pasos más alejado, donde se percibe mejor el problema.
Pero lo que me he encontrado de verdad ha sido a una gente con la que uno se siente muy bien.
Un abrazo muy fuerte para ese monosabio que tanto nos enseña. Que sigamos leyéndonos... y discrepando.
Paco:
Disfruta de tu pueblo, tu gente, esos nietos que te tienen el pan cogido bajo el brazo y esa afición que a pesar de todo aguanta. Muchas felicidades y un abrazo de uno que se siente muy satisfecho de llamarte amigo y orgulloso de que me lo llames.
Enrique:
Te deseo una muy FELIZ NAVIDAD y un próspero año nuevo, a ser posible lleno de Toros, bravos o mansos, pero que sean Toros de verdad.
Espero que lo pases genial con los tuyos y te deseo toda la suerte del mundo para el 2014.
Un fuerte abrazo amigo Enrique. En mi carta a los Reyes Magos voy a poner: ¡que Enrique Martín no deje nunca de escribir!
Alberto:
Qué grande eres, jajajaja. Pues pídele a los Reyes que me traigan ganas, que a veces a uno se le escapan como si tuviera un boquete en el depósito. Pero también te digo que en momentos de esos uno ve que un chavlín de Medina Sidonia pone en jaque a la empresa de una plaza de primera, a uno de Trigueros que te inyecta el toro en vena y a tantos que te animan, que al final se me pone el nivel a tope y volvemos para adelante.
Te deseo que lo pases de lujo en tu casa, que disfrutes de tus paseos por el campo, que estoy seguro que te los darás, si no es que ya te has pegado unos cuantos, y que no pierdas esa afición y esa atracción por el campo que tan bien conoces y tan bien escuchas.
Un abrazo para mi amigo de Medina Sidonia.
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