lunes, 23 de enero de 2012

Madrid solo hay una, afortunadamente


Que la plaza de Madrid es ejemplo para muchos aficionados es un hecho contrastado, pero Madrid es Madrid y basta, porque el tipo de plaza, la afición y los gustos son los propios de las Ventas y no se puede pretender extrapolarlos a otras plazas. Habrá cosas de las que se pueden aprender, pero sin querer fotocopiar el coso de la calle de Alcalá y aplicarlo a todas partes. Sería una atrocidad pretender convertir la plaza del Baratillo en otra cosa que no es, o la Malagueta, la Glorieta, Vista Alegre, Illumbe. Madrid solo hay una y ya vale.
¿Y a qué viene todo esto? Pues porque creo que desde hace tiempo se nos ha olvidado el papel que tiene cada plaza en esto de los toros. La mayoría han dimitido de la función que tienen dentro de la Fiesta y se han embarcado en la tarea imposible de imitar a las plazas de primera, queriendo ver siempre a los que encabezan el escalafón, facilitándoles el triunfo a costa de lo que sea y olvidándose de la mínima exigencia con toros y toreros. Hombre, ya que nos convertimos en plaza de primera, imitemos también el nivel de exigencia que a ésta se le supone; pero no, ya digo que eso no tiene sentido.
Esta circunstancia, tan extendida en la actualidad, nos hace ver anunciados a los del G 10, a los del papel couché y a otros cuantos, en plazas portátiles, en pueblos de los que hasta ese día no se tenía noticia, pero que una vez indultado el torillo o cortadas todas las orejas y rabos que admiten en la casquería, pasan directamente al currículo y estadísticas del diestro en cuestión. Otras veces se pinta de gesta el matar seis novillos en una plaza de tercera, o de corridón un mano a mano entre una figura y el héroe local al que se le organiza el festejo para que tome la alternativa y a continuación pasar a engrosar el paro de matadores o con mucha suerte, poder vestirse de plata.
Por el bien de la Fiesta, cada plaza tiene que tener claro qué puede aportar a los toros. Hay pueblos que son dignos de admiración, entre ellos se me vienen a la cabeza Arnedo o Andorra (Teruel), con su feria de novilladas, con ganaderías de encastes distintos al oficial de las figuras y más pensando en satisfacer al aficionado que el ego del señor alcalde o del concejal de fiestas. Pero ya sabemos que esto son dos de las escasas excepciones que podemos echarnos a la vista. Lo habitual es que entre los Ges y los toreros de la tauromaquia rosa cubran los cada vez más escasos puestos de toreros. Ellos solitos devoran las oportunidades que por lógica corresponden a los modestos, a los novilleros y a los becerristas. Me cuesta creer que el pedazo de tarta sea tan grande como para hacer acudir a los fenómenos hasta a las plazas de carros. Incluso llego a pensar que sin ellos, la organización de festejos se abarataría bastante. A lo mejor, hasta se pueden poner entradas a precios más asequibles.
Como decía El gran Joselito, estos no deberían ir a los pueblos donde no hubiera tranvía, aunque tampoco quiere decir esto que esté en contra de apariciones esporádicas en plazas de segunda o tercera. Pero una cosa es eso y otra basar la temporada en una gira que parezca la de “Un país para comérselo”. Las gestas, como las llaman ahora y los compromisos de enjundia son para plazas como Sevilla o Madrid, y poco más, sobre todo si tenemos en cuenta en lo que se han convertido el resto de plazas de primera. De esta forma tanto a toreros como ganaderos, se les exigiría que un día determinado y a una hora determinada, las figuras den el do pecho y sean capaces de hacer algo sobresaliente, que merezca ser recordado y recogido en los anales del toreo. Justo lo contrario de lo que marcan las modas en estos momentos, que Madrid es un mero trámite en el que ya no pesa tanto ni el triunfo, ni el fracaso. Quizás los triunfos, o los simulacros de triunfos, solo le salen rentables a esas figuras, que ahora confeccionan su currículo de heroicidades en plazas de segunda, tercera, carros o algunas de primera que podrían encuadrarse en cualquiera de los apartados anteriores.
En el resto de la temporada todos los matadores deberían mantener un mínimo de dignidad y vergüenza torera, tanto por actitud, como aptitud, como por el ganado al que se enfrenten, Quizás así ellos mismos darían valor a los triunfos obtenidos por esas plazas de Dios. Y tampoco estaría mal que no se rehuyera ir a Sevilla o Madrid fuera de las ferias. Insisto que no pretendo que las figuras no visiten jamás las plazas de los pueblos, pero que lo hagan con cierta medida; que dejen estos lugares a los que se pretenden abrir camino en esto del toro, que bastante difícil lo tienen ya, como para que sus “compañeros” les condenen al ostracismo taurino.
Y que no se me entienda mal, que Madrid tampoco puede convertirse en un guetto cerrado para figuras y hazañas, Las Ventas debe convertirse en una Universidad del toreo, pero en cuanto a universalidad. En la plaza de la calle de Alcalá tienen que tener lugar grandes festejos de a pie, novilladas con los chavales que más empujen en cada momento, toreo a caballo, novilladas sin caballos y una muestra de las tauromaquias de otras latitudes; hace siglos que no vemos forcados en esta plaza, igual que tampoco vemos casi toreo cómico. Será porque somos demasiado serios.
Que yo entiendo que una figura quiera matar seis toros en su tierra, vale, pero ¡hombre! que luego no me lo quieran vender como la gesta más grande del universo desde la retirada de Lagartijo el Grande. Que ahora resulta que la feria de Olivenza, Brihuega, Zafra, Ciempozuelos, La Roda o el Burgo de Osma son el eje de la temporada de toros. Que no quiero yo decir que en esos cosos no se jueguen la vida cada tarde, es más, si repasamos la historia del toreo, a todos se nos vienen a la cabeza nombres como Joselito, Manolete, Yiyo o Sánchez Mejías, unidos fatalmente a una plaza de pueblo. Pero la cosa no va por ahí, la cuestión es que se empiece a imponer la cordura y que pensemos que Madrid solo hay una, afortunadamente.

18 comentarios:

Diego Cervera Garcia dijo...

Enrique:
Madrid...lo que a sido y lo que es.
estoy casi de acuerdo del todo contigo excepto en lo del toreo comico, que dices que desde hace tiempo no se ve, yo no opino igual, en ese punto, porque en la temporada pasada y sobre todo desde que Taurodelta es la empresa gestora, toreo comico se ve en la Monumental tarde si, tarde también.
Con eso te dejo la patata caliente y cada que piense lo que quier.
Un abrazo

MARIN dijo...

Pues como siempre Enrique, llevas muchisima razón. Pero creo que tanto en plazas de primera como en el resto, en los carteles donde aparezcan las figuras deberia aparecer junto a ellos un modesto. Abrir el abanico mucho mas allá del sota, caballo y rey.
Las novilladas, tanto con caballos como sin caballos deberian estar mas presentes en las grandes ferias.

Un saludo.

Enrique Martín dijo...

Diego:
Tienes razón, aunque casi se ajusta más a lo de tragicómico. Yo me refería más al Bombero Torero y similares; tenía que haber especificado más.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Marín:
Es que ya no interesa nada que no sean las figuras y además no dejan entrar a nadie en su círculo, y el que pasa es un aprendiz de su toreo o un maduro con pocas posibilidades. Las novilladas, especialmente sin caballos, siempre despiertan la ilusión del aficionado porque nunca sabes que te va a encontrar.
Un saludo

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que las figuras no deberían ir a plazas de pueblo, por ética profesional deberían dejar esos puestos para los toreros más modestos.

Estoy expectante por ver qué sucede esta temporada con el manido G10. Las presiones del grupo por los derechos televisivos está haciendo que los empresarios se replanteen ciertos capítulos de este culebrón. Parece que algo se está moviendo en las primeras ferias de temporada, una menor contratación de las figuras y una apuesta, en algunos casos, por los encastes toristas con el fin de mantener la expectación de la afición. Los empresarios se quejan, y el “pobre” Molés se siente apuñalado por la espalda. Aquellos a los que gritó sus “gestas” a los cuatro vientos, haciendo mucho daño desde su privilegiada tribuna, le dan ahora la espalda. Eso no me da ninguna pena, lo que me da coraje es la labor manipuladora y poco ética que ha tenido el del bigote con los nuevos aficionados que se han aproximado a la Fiesta desde el sillón de su casa.

Es lógico que en Madrid no pesen tanto los triunfos como antaño, el nivel de exigencia ha decaído. Todos sabemos de orejas y puertas grandes de saldo amparadas por los isidros que han finalizado como el rosario de la aurora. A menudo hemos visto al matador de turno devolviendo lo que jamás debió haber recibido y provocando en su contra la reacción del sector crítico.

Saludos
J.Carlos

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Ahora que leo lo de la puñalada, me acuerdo de una escena de "El Padridno", cuando invitan a cenar a Al Pacino y éste se carga al que invitaba. Algo parecido le ha pasado a Molés. Le invitan a comer para liquidarlo. Ójala que la necesidad les obligue a tomar una determinación y que tengan que echar mano de los "modestos", que al final son los más toreros de todos.
Un saludo

Unknown dijo...

Más claro agua!
Enrique esto se merece una tarta de chocolate jaja.
Hace días que imagino al pobre Molés con la cara que se le habrá quedado al ver que sus "amigos" se las gastan de esta manera, como bien dice J. Carlos.
Las figuras están dejando cada día más claro que son quienes quieren el pastel, como para que vayan dejando entrar a modestos con ellos en los carteles...JA!
En fin...
Saludos!

Gil de O. dijo...

Enrique me has colocado en el burladero de apoderados, y aquí me tienes que no sé como salir de él.

Conforme en que las Ventas es única, conforme en que las Ventas es la Universidad del Toreo, y conforme con la categoría qué le confiere una universalidad que la hace digna del mayor respeto.

También es y no lo está siendo el escaparate de la Fiesta Integra; tampoco ha sabido responder en esta ocasión única de echarse la Fiesta a la espalda, dejándose caer en manos -otra vez y ya son demasiadas- de los tauromelindrosos que van a lo suyo, y de los cuales ni me importan que se le salgan los dineros por los ojos, como tampoco que se vayan a la peor de las ruinas.

La plaza de Madrid merece respeto, pero a la par obligaciones, y no está sabiendo responder a ellas.
Ocasión para redimir la Fiesta, como ésta que ha dejado pasar no encontrará otra. Asqueroso pliego y asquerosa concesión.

Saludos de Gil de O.

Enrique Martín dijo...

Iván:
Perdona, pero hay tartas de chocolate y lo que yo vi el otro día. Eso sí que es una obra de arte. Pero los figuras estos les importa un pito que tipo de tarta, la quieren toda para ellos, sea de lo que sea.
un saludo

I. J. del Pino dijo...

Torear en Madrid, debiera ser como pintar en la capilla sixtina, pero bajo mi punto de vista ya no lo es. Cualquier pintor de talento debiera poder demostrar su arte ante un lienzo inmcaulado, pero Madrid ya no es una sola plaza, sino un conjunto de grupúsculos encerrados en un redondel. Por lo que observo cada vez que voy, tenemos japoneses, tenemos bebedores y comedores consumados, tenemos "curiosos", tenemos farándula, tenemos "jurgolistas" y mucha gente que va allí a hablar de negocios. El tendido "duro" lo es sólo para determinadas cosas, obviando otras tan importantes o más que esas y el resto "corea" a modo de cla, sin saber muy bien lo que cantan.
Lamento decirlo, pero creo que de Madrid sólo quedáis unos pocos, pero eso si, con la obligación de seguir allí, porque como os vayáis, se acabó para siempre el Madrid al que tú te refieres.
Un saludo, Enrique.

lesaqueño dijo...

Pues claro que si Enrique, tienes toda la razon.
Cada zona-comarca-plaza tiene su historia, sus avatares, sus suertes y sus desgracias. Siglos amasando tradicion tauromaca.
No tiene ningun sentido imitar a Madrid, porque si. Por muchas o pocas modas que haya o por mucho poder que tengan los fácticos del cuerno.
Todo tiene su encanto, sus tiempos, sus lugares. SUS MATICES, SUS ENCANTOS. y...SU CATEGORIA, FALTARIA MAS.
SOLEMOS IR A UNA BODA CON UN ENCERADO, Y A UN TENTADERO CON UNA VICUÑA?, A QUE NO, TELAS MUY DIGNAS, LAS MEJORES,...PERO EN SU SITIO, LUGAR y momento.

Dos cocidos pueden ser casi identicos, pero no es lo mismo en el Ritz, que en una venta a la vuelta de una jornada de caza. Ejemplos hay miles.

Con respecto "a la cantera", allá ellos con lo que van a dejar a la futuras generaciones. PURO CORTOPLACISMO y JUGAR CON FUEGO.

Me siento asi como dandole vueltas a cosas de puro perogrullo. ¡¡A estas alturas de la vida!!!

SALU2

Xavier González Fisher dijo...

Tu lo has dicho, las novilladas son lo único que en estos tiempos mantienen un atisbo de lo que un día fue nuestra capacidad de asombro, porque lo demás... lo demás parece ser una repetición interminable de algo que pasó alguna vez en un sitio cualquiera.

Anónimo dijo...

Que razon tiene ud D.Enrique como siempre,pero ahora lo que les importa es casi no venir a Madrid se sienten mas comodos en esas plazas de tercera con el torillo desmochado y moribundo, y aclamando a los cielos sus grandes triunfos,en una tertulia la semana pasada una figura de los años 70 y 80 me decia que la ciudad mas pequeña que pisaba para torear era Jerez y ahora es al reves,por mi como si no vienen no les echare en falta a esos ges ten.

rizos

Enrique Martín dijo...

Gil de O.:
Ya me lo decía mi padre muchas tardes triunfalistas, ¡Pobre Madrid, para lo que has quedado!. Y esto fue hace años. MAdrid es una gran plaza en el recuerdo. En el presente no pasa de ser una más. ¿La más exigente? Puede, seguro que sí, pero ser la más exigente no asegura esa exigencia. Yo soy el más listo de mi casa cuando me quedo solo, pero eso no quiere decir que sea listo. Así está Madrid. Y además los esfuerzos para hundirla son muchos.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

I. J. del Pino:
No sabes lo que se agradece tener al lado alguien que te entienda o que diga lo que tú piensas en ese momento. Yo este San Isidro he tenido casi todas las tardes un vecino que solo con mirarnos ya lo decíamos todo, o mi eterno Pepe, que lleva años aguantándome. No sé si somos muchos o pocos, pero lo que sé es que quieren echar a todo aquel que huela a exigencia o a mantener un gusto propio.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

lesaqueño:
En ese cierre me dices mucho. Yo a veces cayo por pensar que lo que iba a decir es evidente, pero te das cuenta que no, que aunque sea de perogrullo para ti, para otros parece el descubrimiento de la sopa de ajo.
Y esa variedad de sitios y momentos es la que no se debe perder. Pero muchos quieren igualar todo para sentirse ellos más cómodos. Lo que pasa es que en esa igualdad no se dan cuenta que lo bueno también pierde valor. Esta extrema homogeneidad solo favorece a los mediocres.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Xavier:
Parece como si solo tuviéramos una película con un solo argumento, un solo guión y los mismos actores. Y la van paseando por todo el mundo. Que estará muy bien, porque si te tienes que marchar precipitadamente, ya sabes lo que pasa al final, pero a la larga, la cosa cansa, aburre y desespera.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Rizos:
No sé si estarás conmigo o no, pero creo que ellos se creen imprescindibles y no lo son. Lo que pasa es que debe haber ciertos intereses que les impide a los empresarios el dar el paso adelante y empezar a trabajar sin estos figurones reyes de la vulgaridad.
Un saludo