sábado, 6 de octubre de 2012

Tanta paz como tranquilidad deja

El Boni asomándose al balcón, para desgracia de las macetas que alegraban  el panorama



Al final se ha podido despedir El Fundi de Madrid con algo más de decoro que si aquella tarde del aguacero hubiera sido la última en Madrid. Que no es que yo sea un fiel de este torero, y no me quiero repetir, que resulta que hace no mucho me enteré que era un maestro, pero un servidor, humildemente y seguro que equivocado, nunca lo vi como tal ni antes, ni ahora. Nadie le puede discutir su entrega, su honradez y las ganas de satisfacer al público, pero de ahí a convertirle en maestro, creo que hay un trecho muy grande. Los hay que alababan sus dotes lidiadoras, pero eso tampoco lo llegué a ver. Sí es verdad que se ha tenido que enfrentar con un toro que las Figueras no saben ni que existe, que nunca ha vuelto la cara a compromisos duros, pero su lidia casi se ceñía a aguantar allí delante, a unas facultades tremendas y a ese pundonor que le hacía ir para adelante. Pero como muchos otros ha abusado del pico, de parear a toro pasado, de no pararse quieto y en ocasiones hasta ha pecado de ratonerillo, pero eso sí y lo repito, siempre con el toro delante. Si nos pusiéramos a elaborar un listado de ganaderías que ha matado solo en Madrid, horrorizaría a más de uno, de dos, de diez y de muchos más, esos que dicen que no quieren tragedias.

Pero claro, si empezamos por el ganado, los chicos de El Puerto de San Lorenzo no han estado por la labor de permitir que nadie triunfara; bueno sí, el segundo de la tarde, pero El Cid no se ha enterado. El primero a la primera huída del caballo como alma que lleva el diablo, ya dejó claro que bravo no era, más bien un manso de cuidado. Ese segundo que valió para la muleta, salió frenándose en los capotes y yéndose suelto del caballo, donde tampoco se le castigó demasiado, como a toda la corrida. A alguno que otro les regañaron los de a caballo, que esa es otra, que poquita afición, que mal torean a caballo, que mal pican y que mal miden el castigo. El tercero un inválido que no se tenía en pie, aunque el señor presidente no lo vio; por favor no permitan que se lleven la consola al palco, que si estamos más pendientes de hacer record que de lo que pasa en la arena, igual se nos pasa algún inválido que otro. El animalito quería seguir los engaños, pero era tan flojito, que casi no los podía seguir ni con la mirada. El cuarto, mal lidiado, poco picado, pero nada más, el hombre deambulaba por allí pidiendo un poco de orden en aquel disloque de plaza. Si hacemos caso a los ademanes de El Fundi, podríamos pensar que era un Barrabás, pero ni mucho menos, quizás tenía bastante más de bobón que de otra cosa. El quinto hasta tuvo el detalle de ir bien a la segunda vara, pero más parecía que en lugar de empujar se apoyaba en el peto para no caerse de morros. El sexto casi derriba al piquero, lo que habría podido hacer creer a alguien que era bravo, obviando eso de empujar de lado y con la cara alta, pero los respingos al notar por primera vez el palo delataron su condición.

De los señores matadores, pues poco se puede decir y bueno, menos aún. El Fundi estuve bastante desdibujado, inseguro, con demasiada precaución, sin llevar la lidia correctamente y haciendo muy pocos esfuerzos por acoplarse en la muleta. Sería el peso de la tarde, sería la falta de sitio por circunstancias ajenas a lo que pasaba en el ruedo, el caso es que se limitó a pasar el trámite, arropado por una plaza que desde el primer momento estuvo entregada al de Fuenla, el pueblo donde dicen “Pesi”.

El Cid fue el que más aparentó de toda la tarde. Incluso en su primero, el mansito aquel al que se le podía torear con la muleta, pegó naturales, derechazos, de pecho, trincherillas, pero todo a un distancia poco recomendable, una distancia entre toro y torero por la que podían pasar las vías del AVE cómodamente. Mucho pico, exagerado con la izquierda, aquella mano buena de hace años, retrasando la pierna de salida y sin mando ninguno, solo acompañando la embestida del animal. Es lo que tiene la Tauromaquia 2.0, que cuando te abduce ya no puedes librarte del fatal encantamiento. Algunos miraban al sevillano y dudaban si era el mismo que hace años les volvió locos cónsul toreo al natural. Y sí, es la misma persona, pero no es el mismo torero; este es otro Cid que vive muy lejos de lo que es el toreo puro de verdad.

Daniel Luque a veces parece que pone todo de su parte para que la gente no entienda el por qué de su inclusión en ciertos carteles y que como toda explicación lógica se piense que se le contrata gracias a su apoderado, don Simón. Un esbozo de verónicas, un quite muy oportuno en el quinto de la tarde y pare usted de contar. Mucha modernidad, mucha vulgaridad, repertorio de plaza de tercera y no solo se atrevía a dialogar con los tendidos pidiendo calma a los que se impacientan por alargar demasiado la faena, sino que encima se demoró hasta ofender, dando pases y más pases sin sentido. Y poco más ha dado de si la tarde, la ovación de despedida para El Fundi y una tarde en la que hemos comido pipas, resuelto sudokus, nos hemos echado unas risas con los habituales, hemos planeado como sacar al país de la crisis, se ha hablado de fútbol, y a veces se miraba al ruedo para comprobar que allí seguían unos señores pegando trapazos al aire y unos animales que a veces bastante tenían con mantenerse en pie. Y al final, lo que todos sabíamos desde mayo, que El Fundi se va. Pues que lleve tanta paz como tranquilidad deja.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido con tu análisis de lo que el Fundi ha sido en su amplia trayectoria como torero, un torero que se puso delante del toro habitualmente, pero el magisterio es otra cosa, aunque el impresentable Moles y sus palmeros del plus lo elevaron a esa categoría cuando, como Pablo de Tarso, se cayeron del caballo y vieron la luz, eso si después de haberle atizado sin piedad, con su inconmensurable coherencia, durante muchos años...para este viaje en su despedida venteña mejor que se hubiera quedado en la tarde del aguacero y que se hubiera despedido en Palos con el "gazpachito" de la "pinzoniana", porque de acuerdo con su trayectoria mejor que lo hubiera hecho dignamente con la de Palha ...de cualquier manera mi respeto y que le vaya bien...de lo demás pues nada más que añadir pues tus palabras lo definen muy bien...una tarde insufrible más en la ruta del aburrimiento y la monotonía de la fiesta posmoderna.
Un abrazo
Pgmacias

Anónimo dijo...

No tuvo su tarde El Fundi, al cuál yo sí vi dos años buenos antes de la caída con el caballo y la posterior cogida en Francia. El resto de su dilatada carrera ha sido un matador honrado que se ha puesto delante de muchos toros y siempre ha intentado dar lo que tenía dentro. No llegaba a los tendidos pero no se le puede tachar de apático. Le deseo lo mejor y espero que lo haga bien con la ganadería de su suegro.

Lo mejor (lo menos malo) fueron algunos muletazos del Cid al segundo. Y lo digo por el temple, alguna trinchera y los remates de pecho porque en cuestiones de distancia, pico y eso de apartarse del viaje del toro en los dos primeros muletazos que era cuando el toro estaba más fresco delató su bajo estado de forma. No veo al actual Cid haciéndose con un toro que tenga un mínimo de codicia. Luego la gente comenta que no tiene suerte a la hora de matar y tal. ¡Qué leches! Joder, ¡es que después de tantas veces no se han dado cuenta de que se sale descaradamente de la suerte! Que se mata haciendo la cruz, no echando el engaño a los ojos del toro, echándose a un lado e intentando pegar el sartenazo por fuera. Ya sé que otros lo hacen, véase El Juli, pero al menos tienen cogido el tranquillo a la trampa.

Cada vez me duele más hablar de Daniel Luque. Son bien conocidos sus aires de grandeza, eso de decir que le faltaban no sé cuántos toros para ser figura y demás desplantes hacia su cuadrilla. Ayer tiró el primero de El Fundi y el del Cid en sus correspondientes quites. Y conste que no me parece mal porque lo que quiero es que echen al suelo a los toros que no tienen una pizca de fuerza (como los de ayer) para que los cambien. Lo que me jode es que en el suyo, que estaba peor que los otros dos, no bajó el capote ni una sola vez, lo dejó sin picar y el tío se dirige corriendo al Presidente para que cambie el tercio. La verdad es que me sobra de los carteles de las ferias.

Y la última en la frente para el ganadero por la mierda de ganado que trajo.

Un saludo
J.Carlos

MARIN dijo...

Pues de acuerdo contigo Enrique en casi todo. En que el Cid en algun que otro muletazo suelto, sobre todo con la izquierda, le dio por mostrarnos al Cid de hace unos años. Pero fueron en solo dos o tres. Con la derecha, fue descarado con el pico. Pena de torero la verdad.

De acuerdo con la trayectoria de el Fundi. Eso si, con todos mis respetos que este ha matao todo lo que no quiere nadie y con mucha honradez.

Y por último, decirte con respecto a los señore del castoreño, que si que es verdad que muy pocos torean a caballo, que muy pocos echan el palo adelante, pero en lo que no estoy de acuerdo contigo es en que no midan el castigo. El que mide el castigo Enrique es el matador. Ellos solo se limitan a dar toda la "estopa" que le diga su pagador en algunos casos, y a ni señalarlos en otros. Mira como a Tito Sandoval lo vemos picar con Castaño de una manera y con otros de otra...¡y es el mismo tio!.

Un abrazo.

Enrique Martín dijo...

Pgmacías:
Ya sabemos que el Molés y su panda son como los mercados, que ponen y quitan gobiernos. Y si es poner, vale, lo malo es cuando los quitan, haciendo los toreros lo mismo que hacían y les cobran por otro lado lo que no quisieron pagar.
Quizás El Fundi habría esperado una retirada apoteósica, pero lo primero que fallaba es que no fue nunca torero del gusto de Madrid.
Un abrazo y perdona mi tradanza en responderte.

Enrique Martín dijo...

J. Carlos:
Ha habido toreros que se han retirado dando la sensación de poder estar todavía un tiempo más, pero El Fundi es todo lo contrario, parece que se ha pasado de faena. Lo de El Cid, imagínate si hace años nos dicen que tenemos que ponernos con el bisturí, a ver si sacamos un pase bueno. Yo le veo muy incapaz, muy limitado y hasta superado por las situaciones en muchos casos. Lo de Luque es de traca. Igual podría ser bueno, pero la soberbia le amarra. A mí sigue sin gustarme, aunque le moleste a don Simón.
Un saludo

Enrique Martín dijo...

Marín:
Tienes toda la razón, pero entonces ¿no deberían dejar de vestir de oro? Puede que solo sea un color de los alamares, pero creo que debe dársele más importancia. Si son unos mandaos simplemente, que como tú dices, lo son, entonces que lo sean a todas luces. Un abrazo

MARIN dijo...

Pues es triste Enrique, pero es así. Creo que somos de los muchos aficionados que llevamos reclamando desde hace tiempo la suerte de varas como está mandao, pero quizás nuestro fallo es que no nos hemos situado todavía en la tauromaquia 2.0. ¿Te imaginas a uno del castoreño exigiéndole a su matador que le ponga a uno de Ana Romero cuatro veces al caballo para medirlo y después dejárselo en su punto en la muleta?. Y si luego el de Santa Coloma se le sube a la chepa en la muleta al matador ¿Va a volver a picar el osado picador?... cosas de la tauromaquia 2.0 amigo Enrique.

Un abrazo y perdona por la insistencia.