El primer tercio vive entre las sombras |
Y estalló la Feria con los petardos que mandaron los
hermanos Lozano, que parece que tuvieron que buscar y rebuscar por los cajones
para montarse ellos solitos otra novillada concurso. Cada novillo era de su
padre y de su madre, uno pobre de cabeza, otro pobrísimo, otro gordo, otro una
raspa, otro un galgo, un mulo, pero todos mansos y descastados, pareciendo
algunos más bien animales de tiro, no se usar y tirar, sino de los que se ponen
delante de los carros. Ni la merienda y la bota podían convertir en ilusión
aquella nefasta realidad. Y anda que no estaba bien preparada la traca. Ganado
prototipo de la Tauromaquia 2.0, que incluso por momentos se permite el lujo de
parecer algo más serio que los toros bodegueros, poniendo delante a tres
novilleros en teoría triunfadores del escalafón en la plaza de Madrid, pero si
en los dos primeros, Gómez del Pilar y Gerpe, ya hubo dudas sobre la valía de
los trofeos, en esta última actuación en el foro no han dejado dudas, son unos
pegapases. Lo de Caballero es otra cosa, aunque puede seguir el mismo camino
que sus compañeros.
Los de Alcurrucén y el Cortijillo, aunque muy mal lidiados y
peor picados, sin ponerlos en su sitio, con puñaladas traseras o detrás de las
orejas y tapándoles siempre la salida, no dudaron en liarse a cabezazos con el
peto, ni a pegar unos brincos de horror al notar el palo, ni a buscar la
calidez de los terrenos más próximos a toriles. De eso de humillar y meter la
cara abajo o de seguir medianamente bien los engaños, ni hablamos. Hasta coces
soltó alguno de ellos, para ver si los señores miembros de posibles jurados que
tengan que dar posibles premios al toro más bravo de la feria tomen nota y no
vuelvan a hacer el ridículo que hicieron después de San Isidro.
Los jóvenes toreros venían con cierto halo de santidad
taurina, avalada por haber obtenido las sagradas reliquias auriculares de
alguno de sus novillos, en actuaciones pasadas. Si en mayo Gómez del Pilar
parecía un pegapases o aspirante a pegapases, ahora en octubre y con un
bochorno más propio del mes de julio, ya ha dejado de ser un aspirante, ya es
un pegapases consumado, soso, aburrido, con un desconocimiento absoluto de la
lidia, de la colocación y del saber estar. Su declaración de intenciones
parecía que era la de un torero decidido y con ganas de salir triunfador, pero
claro, esto se reduce a dos portagayolas, pues la cosa queda más en
inconsciencia que en valentía, porque el no intentar poner el toro en suerte en
el primer tercio y el abuso del pico y de esconder la pierna de salida, no dice
demasiado en su favor. De la suerte suprema hagamos como que no existió,
pensemos que estuvimos en Quito o Lisboa, así al menos no tendremos que decir
que buscaba el morrillo dándose un garbeo por los bares de la zona.
Luis Gerpe, a quien el paisanaje elevó a las alturas de la
torería mundial al concederle una orejita este verano, devolvió con creces
aquel injusto premio y todos los que pueda obtener de aquí hasta el día en que
le dé por querer torear de verdad y dejarse en el metro el manual de toreo
vulgar y provinciano, junto con el de la Tauromquia 2.0. Y ¿cómo no? otro que
desprecia entrar a matar por derecho en todo lo alto. Pero bueno, se esperaba
que este mal sabor de boca nos lo quitara Gonzalo Caballero, un novillero que
asombró en sus dos primeras novilladas picadas en Sevilla y Madrid, con un
valor seco y al menos poniéndose, incluso aunque se le viera a la legua el
verdor de su bisoñez. Pero es aprender un poquito y ¡catapum! Prende la mecha y
estalla el petardo. Fue el más destacado de los tres, pero ni mucho menos se
puede considerar su actuación ni como aceptable. Unos estatuarios a su segundo
y esa facilidad que ha desarrollado en el pase de pecho, queriéndoselo sacar
por la hombrera, pero realmente, uno prefería al torero ignorante y mediatizado
pero lleno de naturalidad e instinto torero que tanta modernidad junta. Pero si
alguien está ansioso por contemplar a los maestros del toreo moderno, que no se
pierda ni los del puerto, ni los de Valdefresno, porque nos vamos a hinchar. Y
a ver si somos capaces de ir apagando las llamas de tanto petardo de este
verano.
4 comentarios:
Lo de ayer lo de siempre, ganadería que “triunfa” en san Isidro, petardazo en octubre, limpia de corrales y trinca la poca pasta que te de el triunvirato…
El cartel de hoy… no voy a decir más, todos lo sabemos.
Te veo muy negativo, en el caso de los toreros del sábado discrepo completamente, Mora hubo un momento en que toreo, ahora ya es un G mas, pero fandiño y aguilar, me parecen junto con el riojano de lo mejorcito que se puede ver...¿no crees?
¿Cómo ves el domingo? Tengo muchas esperanzas en palha, y sobre todo en Aguilar(me gustó mucho con los victorinos) y castaño, a ver si se deja de fuegos de artificio y hace lo que sabe, lidiar.
Un saludo
Enrique: Has iniciado la última peregrinación del año... y después del 12 de octubre, a descansar, a pintar y a reunirte con los de Pastor... no desesperes, la calma ya viene y las vacaciones del cotolengo también...
Scotty:
Ya ves como están las cosas. Quizás sí que esté negativo, pero Mora ya ha cantado la gallina, Fandiño no sé si se ha estancado y Aguilar ya nos dejó verle algo de lo que esperábamos. Yo echo mucho de menos al riojano, que siempre se merece un hueco en cualquier plaza.
De lo de Palha se oyen rumores muy negros. A estas horas no sé cuántos habrán pasado de momento, pero la cosa no pinta bien. Esperemos.
Un abrazo
Xavier:
mira si seremos raros, que luego en el invierno echaremos de menos todo esto, o mejor dicho, echaremos de menos todo aquello que nos enganchó al toreo, pero esto nos pasa durante todo el año.
Un saludo
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